«Que yo recuerde, desde que tuve uso de razón, quise ser un gángster».
En esta frase inicial de Uno de los nuestros, ya se nos indica por donde irán los tiros (y nunca mejor dicho) . Ser un gángster, a los ojos de un niño, representa ser alguien a quien todo el mundo respeta (la diferencia entre respeto y temor no se tiene muy clara a esa edad), alguien que viste trajes caros, alguien que conduce coches de lujo, alguien que consigue a todas las chicas que desea... el resto de personas somos los “pringaos” que cada mañana nos levantamos con el despertador para ir a nuestro trabajo rutinario, y ellos los “chicos listos” que han sabido pasar de ello. ¿Como no va a resultar atractivo para un niño ser alguien así? Ahora, en nuestros tiempos, esto ya no hace falta, para obtener dinero sin hacer nada y ser popular, no hace falta mas que ir a Gran Hermano.
Scorsese consigue su mejor película mostrándonos la mafia no desde el punto de vista de los jefes, como Coppola en El Padrino, sino desde los raterillos aficionados con aires de grandeza, y lo hace con escenas que nos dejan enganchados a la butaca, como la del maletero del coche pre-Tarantino, para luego dejarnos respirar un poco hasta el próximo estallido de violencia.
Narrada en primera persona, veremos la evolución de Henry Hill desde niño, fascinado por los gangsters de su vecindario, pasando por el joven que consigue ingresar en la banda, la manera en que intentará montar negocios por su cuenta y, finalmente, como tendrá que delatar a sus compañeros para salvar su cuello. En una palabra, vemos como de la nada llega a las mas altas cimas de la miseria Además, nos muestra perfectamente los cambios de una época a otra, en la forma de vestir, decorar las casas, la música (soberbia banda sonora, y maravillosamente usada, como cuando van apareciendo cadáveres al son de Eric Clapton).... Junto con Malas calles y Casino, formaría la trilogía de Marty sobre la mafia y su Little Italy.
El reparto es sensacional, encabezado por Ray Liotta, que consigue ser inquietantemente atractivo, Robert de Niro como el gangster modelo: inteligente, frio, refinado y generoso, aunque con un defecto: es judio, y por eso no podrá llegar a ser alguien en la Familia , Joe Pesci como el mas peligroso y loco de los maffiossi habidos y por haber (la escena en las que pregunta porqué es divertido o en la que dispara a un camarero a un pie son buena muestra de ello), Paul Sorvino como jefe de la banda: amoroso con los suyos y despiadado con el resto, como ha de ser un buen capo, y Lorraine Braco como la esposa de Henry, que sabe de sus infidelidades, pero no quiere prescindir de su nivel de vida.
El final no puede ser mejor, y sirve para enlazar perfectamente con la frase del principio“ Soy un don nadie, y tengo que vivir el resto de mi vida como un gilipollas.. Si pido spagetti a la bolognesa me traen spagetti con salsa de tomate” Hermano, bienvenido al club de los “pringaos”.
3 comentarios:
Siempre he maldecido el que coincidieran en la lucha por los oscars esta película de Marty y "Bailando con lobos", pues por las dos siento una enorme debilidad y me pareció una canallada que una fuera la gran triunfadora en detrimento de la otra. Ojalá este año "The departed" le dé a Scorsese lo que por derecho se ha ganado de sobra con el paso de los años.
Centrándonos en la película lo que más me sorprendió al verla es que el tema de la delincuencia esta tratado de modo cotidiano, casi cómico, lo cual hace la película mucho más cercana y entretenida a los profanos en películas de gangster.
La factura visual es buenísima. Los travellings que hace Scorsese son impactantes, que dominio de la cámara, asi como la fotografía, la música y el montaje, todo es excelente. Hay algunas escenas realmente magistrales como el momento en el que vamos viendo aparecer en diversos lugares los cadáveres de los compinches de De Niro en el robo, o el montaje de escenas casi final en el que Ray Liotta va de un lado a otro y el helicóptero le sigue, que culmina cuando la policía le consigue atrapar.
Los personajes son carismáticos y están muy bien descritos. Hasta te encariñas con el mamón de Joe Pesci (que pena da la escena en la que cree que le van a nombrar de la familia mafiosa y en realidad era una trampa).
Para mí, sin dudarlo, una película que está casi a la altura de "El padrino" de Coppola.
La verdad, Juan Ramón, es que parece que la Academia le tenga manía a Marty. Desgraciadamente, no será el primero ni el último que, mereciéndoselo de sobra, no se ha llevado ningún Oscar. Ojalá Infiltrados cambie la cosa, ya que las críticas son fabulosas (que ganas, que ganas!)
Después de la pequeña decepción que significó "El aviador", tan sólo por el hecho de que la película fuese sólo de notable y no la acostumrada matrícula de honor, hay impaciencia porque a Marty le caiga el merecido reconocimiento. Puede que estemos ante un "momento Schindler", en el que la Academia decida ajustar cuentas, para bien, con uno de sus hijos más queridos. Ojalá sea con este "The departed". Sobre "Goodfellas", nada que añadir, excepto que Marty es un auténtico catedrático del retrato del italochorizo de cualquiera de los estratos sociales mafiosos.
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