Gregory La Cava es una de los grandes directores de comedia injustamente olvidados, como Preston Sturges o Mitchell Leisen; La Cava tiene obras como Al servicio de las damas, todo un clásico de la comedia americana, pero hablemos de mi favorita, Damas del teatro.
Katharine Hepburn interpreta a Tony Randall, una joven e inteligente chica rica que decide dejar su cómoda vida para dedicarse al teatro, y va a una residencia donde viven varias chicas con la misma ilusión que ella: trabajar sobre un escenario. Hará una apuesta con su padre: si no consigue triunfar en un año, lo dejará. Ella está tan segura de si misma que da por sentado que sabe actuar, cuando en realidad no es así, hasta que un suceso trágico le haga reflexionar y deje de ser tan reflexiva, limitándose a sentir. Tan solo por la manera de coger unas flores, sabemos que Tony ha cambiado, y cuando diga la histórica frase “Los lirios han florecido de nuevo” vemos que ha nacido una gran actriz... y el público ya puede empezar a preparar el pañuelo.
Ginger Rogers es Joan Mailand, la típica chica que ha crecido en las calles, mas lista que el hambre, que tendrá que compartir su habitación con ella. Las dos son tan distintas que desde el primer momento se enfrentarán en una guerra verbal constante ( una pequeña muestra: “ Espero que no te importe que sepa usar el cuchillo y el tenedor “ “- Tan solo necesitarás el cuchillo”).
A Kate le divierte el comportamiento de sus compañeras, especialmente el de Joan, pero ellas la rechazan por considerarla demasiado estirada, aunque finalmente acabarán aceptándola, pero considerándola un poco “peculiar”.
Los diálogos son soberbios, de los de quitarse el sombrero, y las dos protagonistas están perfectas, consiguiendo una estupenda química .El resto de las chicas de la residencia también merecen la atención, ya que son Lucille Ball, Eve Arden y Ann Miller, antes de ser famosas, pero demostrando su talento con magníficas frases a las que saben sacar todo el provecho.
Adolphe Menjou es el típico productor que se aprovecha de las chicas con ganas de ser famosas, y es que en esta cinta los hombres siempre significan algo: son la posibilidad de una cena gratis, conseguir un papel, escapar de ese mundo o vengarte de tu enemiga. Lo siento, muchachos, en esta ocasión os toca hacer de hombres objeto... y eso que la película es de los años 30 !
Se mezcla perfectamente comedia y drama, pasando del uno al otro en un instante, mostrando lo dura que es la vida para todas esas mujeres, que no pierden la esperanza y siguen luchando por su sueño, pero no pierden el sentido de humor y saben el valor de la amistad. Algunas triunfarán, otras se darán por vencidas, otras no pararán de intentarlo... el espectáculo debe continuar.
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