Antes que El señor de los anillos existió el ciclo artúrico, sin Merlín no habría habido Gandalf (ni Gris ni Blanco), pongais como os pongais, mis pequeños hobbits; y sin duda la película que mejor supo reflejar todo esto, aún sin ser redonda, es Excalibur de John Boorman, que hizo un resumen de La muerte de Arturo de Thomas Mallory, ya que ni con una trilogía habría sido suficiente, y se centró en Arturo, desde el momento en que es engendrado, hasta su muerte... o no, ya que según las leyendas célticas la Dama del Lago se lo ha llevado a Avalón hasta el momento en que vuelva como rey de Inglaterra.
Dos colores predominan en la película: el rojo de la sangre y el verde de los bosques irlandeses.
Boorman nos muestra a los caballeros como debieron ser en realidad: brutos y sucios; su versión del mito no tiene nada que ver con las edulcoradas Los caballeros de la tabla redonda o el musical Camelot (por mucho que ame al Arturo de Richard Harris); nunca Arturo fue mas celta, y por favor olvidemos esa otra versión en la que nos lo quieren presentar como romano y católico, ya que como decían en Big fish ¿a quien le interesa lo que pasó en realidad si la historia es buena? .
Es curioso como ha ido evolucionando el gusto de la gente por los personajes de la saga con el paso del tiempo ; primero el favorito era Lancelot, por ser el mas fuerte (aunque nunca he comprendido porque lo prefirió Ginebra), después fue Arturo, por ser mas reflexivo, y finalmente, Merlin, por ser el mas poderoso , enigmático y sabio (vale, se nota que es mi favorito).Boorman se nota que también le prefiere a él, y todos los personajes son mirados con ironía por el mago, sabiendo sus debilidades y que no podrán evitarlas; el está por encima de todo eso.
El uso de la música es fenomenal, sobre todo en la carga inicial, a ritmo de el Carmina Burana de Carl Orff, y en la deslumbrante batalla final, bajo un cielo rojo, con El anillo de los nibelungos de Wagner de fondo.
También hay un erotismo que hasta entonces no se había usado en este tipo de historias; los caballeros tienen un deseo tan intenso que hasta son capaces de hacer el amor con la armadura puesta (im-presionante, Uther); pero todos esos momentos de pasión tendrán fatales consecuencias: el de Uther con Igrayne acabará con Uther, el de Lancelot con Ginebra destruirá Camelot y el de Arturo con Morgana transformada en Ginebra significará el fin de Arturo; vamos, que ahora comprendo la utilidad de los cinturones de castidad.
Las imaginativas armaduras y la brutalidad de las luchas son también destacables, muy adecuadas para los “años oscuros”, Los actores no eran grandes estrellas, sino de procedencia teatral, como Nicol Williamson o Helen Mirren, Nigel Terry o Nicholas Clay ; hasta puede verse a unos jovenes Liam Neeson y Gabriel Bryne, y todos cumplen perfectamente con su papel, aunque si tuviera que destacar a alguien sería (si, lo habéis adivinado) a Nicol Williamson por su delicioso Merlín.
Claro que también están Los caballeros de la mesa cuadrada... pero eso es otra historia.
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