¿Cuantas veces hemos oido -y dicho- " A Hollywood se le han acabado las ideas"?. Cuando parece que hay una idea mínimamente original, no paran de sacar continuaciones acompañadas del inevitable número romano. En parte es cierto que prácticamente todo está dicho, pero ¿no puede haber nada nuevo? Por eso, cuando aparece un guionista como Charlie Kaufman: original, raro, marciano (como queráis llamarlo), pero con historias sorprendentes, no es de extrañar que acabe convirtiéndose en una estrella. Pocas veces se había oído hablar tanto de un guionista... o tal vez es que en el reino de los ciegos el tuerto es rey, quien sabe (el tiempo se encargará de aclararlo), pero desde luego pocas películas se parecen a Adaptation, Olvídate de mi (con lo bonito que es el título oriignal, Eternal sunshine of the spotless mind), o Confesiones de una mente peligrosa.... Vaaaale, está Cincuenta primeras citas, que no es más que una versión edulcorada de Olvídate de mi.
Como ser John Malkovich fue la que le lanzó a la fama, haciendo que la gente se empezara a fijar en él, y es que la historia no era para menos: un titiritero (John Cusack) encuentra trabajo en la oficina más pequeña del mundo, situada en la planta 7 1/2 (ay, cuidadito con que J.K. Rowling no reclame por copiar la idea del andén 9 3/4!); una vez allí, descubrirá una puerta escondida que le llevará al interior de John Malkovich. Asombrado, iniciará un negocio con una compañera de oficina para que la gente, mediante pay-per-view, durante quince minutos se pueda convertir en el inolvidable protagonista de Las amistades peligrosas.
¿Tan aburridos estamos de ser nosotros mismos que preferimos ser, aunque sea por unos minutos, otra persona? ¿Qué puede tener de interesante convertirte en otro para ver como se corta las uñas de los pies -por ejemplo-?. Pues según la película debe serlo, y mucho, ya que la gente no parará de hacer cola, aunque en realidad no sepa quien es Malkovich, ni la menor importancia que tiene; lo que cuenta es ser otro.
Sin embargo, la película es sorprendente y divertida; el personaje de John Cusack desde el primer momento nos habla de como le gusta convertirse en otra persona a través de sus títeres, y podrá llevar a cabo la ilusión de su vida cuando en una escena maneje a John Malkovich como si fuera una marioneta. Cameron Diaz está irreconocible y lo hace muy bien, lejos de su imagen de rubia sexy.
Dos escenas destacan por surrealistas y delirantes: cuando John Malkovich entra dentro de sí mismo, y la persecución de Cámeron Díaz y Catherine Kenner a través del subconsciente de Malkovich.
Lo dicho, una rareza que hace que tengamos esperanzas de que todavía haya ideas en el mundo del cine. Si preferís ver la decimonovena entrega de Arma letal, La jungla de cristal o Rocky, estáis en vuestro derecho, por supuesto; pero si queréis ver algo diferente, ésta es una buena opción. Yo, por mi parte, estoy muy contenta conmigo misma... pero si encuentro una puertecita que me lleve al interior de Monica Bellucci o Angelina Jolie... ya hablaríamos.
2 comentarios:
¿Quién iba a pensar que una película que involucra a un titiritero, una amante de los animales y a la cabeza de John Malkovich se iba a convertir en uno de los más aclamados tanto por la prensa como por el público, convirtiéndose en una película de culto del cine contemporáneo?
Dirigida por el siempre peculiar y maravilloso Spike Jonze, director de alguno de los mejores videoclips de la historia como "Sabotage" de Beastie Boys o "Praise you" de Fatboy Slim, que lo muestra bailando en la puerta de un cine en compañía de bailarines amateurs, y guionizada por el sinpar Charle Kaufman.Nos damos cuenta que debajo del surrealismo descabellado y la comicidad extravagante que encontramos irremediablemente en "Como ser John Malkovich", notamos un drama oscuro, propio de la vida moderna: el querer ser otra persona. La baja autoestima y la idolatría a personas que aparecen en la siempre protagonista TV, seguramente inspiraron a Kaufman para la confección del guión.
Sus personajes se mueven entre la desesperación y la convicción de que el portal les permitirá salir de su vida aburrida y sin sentido, para ver la vida desde otra perspectiva.
Dicho esto, no resulta una coincidencia que el personaje principal sea titiritero (que le permite vivir la realidad desde otra persona) ni que se haya elegido a un actor para que sea el "recipiente", considerando que un actor vive de convertirse en otra persona.
John Cusack hace muy creíble su personaje, sabe darle el toque bohemio y apasionado al titiritero Craig Schwartz, en un papel complejo que solventa con nota. Cameron Díaz da verdadera pena, es decir, que su personaje está hecho para que de pena, y lo logra. Dota de los tintes ligeramente paranoicos que precisa Lotte. Pero sin duda, mi personaje favorito en esta película es la espectacular Maxine, llevada a la vida por Katherine Keener. Su personaje es genial, de qué forma mantiene a raya a Craig en sus intentos por ligársela, de qué manera lo deja seco con cuatro palabras afiladas como cuchillas...
Y no puedo olvidarme de John Malkovich, haciendo de John Malkovich. Por el simple hecho de que hace de él mismo, hace un papel magistral, y aunque no lo haga, nosotros lo pensaremos así, porque lo veremos de forma natural. Curioso el hecho de que, cuando Malkovich advierte que algo no va del todo bien con su cabeza, llama a su amigo, y su amigo no es otro que Charlie Sheen, que hace de Charlie Sheen. En ese momento tuve que sonreírme porque el detalle era fantástico.
Y es que Jonze y Kaufman nos regalaron una de esas películas cada vez más raras que son genuinamente originales, tanto en su fondo como en su forma.
PD: Alicia yo también me pido una puerta al interior de Monica, avísame si la descubres.....¡¡¡¡AY!!! Mi mujer me acaba de dar un coscorrón, me dice que no sea tan egoista y que pida para ella una puertecita al interior de George Clooney. Tenlo en cuenta también, please!!.
Ya me imaginaba que te gustaría tener una puerta para acceder al interior de Monica, Juan Ramón, aunque siento decirte que ya hay cola, se te han adelantado. Para evitar posibles problemas de identidad sexual como el de Cámeron Diaz, yo aconsejaría que tu entraras en el interior de George Clooney y tu mujer en el de Monica, y os llamábais. Os guardo número.
Cierto que Katherine Kenner está estupenda, y no sólo es divertido el cameo de Charlie Sheen, sino también los de Sean Penn y Brad Pitt
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