Cantemos todos juntos (everibadi). “Chicago” significó un pequeño revival del cine musical, ese en el que los personajes, sin venir a cuento, se arrancan a cantar en mitad de una calle sin importarles la gente alrededor (la cual, en cualquier caso, suele acompañarles e, incluso, improvisar una bonita coreografía), el clima (por mucho que llueva...) (¿lo pilláis?) o el sentido común. Como a la sociedad escéptica y ávida de verismo de hoy en día le cuesta mucho asimilar este esquema tradicional, “Chicago” apostó por una fórmula intermedia, en el que los personajes “sueñan” los números musicales. El mejor, en mi opinión, este amargo “Mr. Cellophane”, en el que un imponente John C. Reilly le canta a su inanidad. ¿Quién no se ha sentido alguna vez tan transparente como mr. Celofán? A mí me pasaba en todas las fiestas de fin de curso...
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CANCIÓN TRISTE DE UN DON NADIE
La linterna mágica
Etiquetas:
Escenas
10 diciembre 2006
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3 comentarios:
Hola, os dejo un saludo dominguero para que quede constancia de que os seguimos leyendo aunque no comentemos mucho y para que no os sintáis de celofán transparente (aunque supongo que debéis tener algún contador de visitas o algo así que os diga que andamos por aquí).
En cuanto a Chicago, no me entusiasman los musicales (lo siento) pero la película me parece entretenida, y me sorprendió lo bien que se defienden los actores haciendo cosas distintas a las que nos tienen acostumbrados, hasta Richard Gere está medio decente además de guapo, que eso siempre. La misma sensación tuve con Moulin Rouge, me gustó. Afortunadamente la cosa se quedó ahí y no hemos tenido una “moda películas musicales” que yo me temí con dos estrenos tan seguidos.
Por cierto, la escena de Mr. Cellophane toca la fibra, enternecedor el personaje, muy buena (punto para Marcbranches), aunque es efectivamente triste y amarga, casi tanto como un domingo post-puente por la tarde.
En fin, hasta la próxima.
Muchas gracias por el detalle, Viena; la verdad es que no usamos ningún contador de visitas ni nada por el estilo, así que se agradece saber que estáis por ahí.John C. Reilly está estupendo y creo que mucha gente -empezando por mi misma- nos hemos sentido en alguna ocasión Mr. Cellophane.
Aprovecho el último estertor de mi vampírica jornada laboral para, entre bostezo y bostezo, agradecer la voluntad de fidelización de seguidores como Viena. No, no usamos contador de visitas, debido a... dificultades... técnicas, ¿verdad, Alicia? Yo también me temí un chaparrón musical (¿se nota que no es mi género favorito?), pero la cosa se quedó en agua de borrajas (¿alguien ha probado el agua de borrajas alguna vez? ¿Dónde está Borrajas?). Sobre "Moulin Rouge" conocerás pronto mi opinión... "Chicago" es resultona y técnicamente brillante, y la escena de John C. Reilly es conmovedora, en ese disfraz de payaso triste. Gracias por el punto, Viena. Me voy a dormir.
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