No infravaloremos la capacidad de las películas o series de crear seguidores acérrimos, eso no es fácil de conseguir. Desde Star trek, ninguna serie de televisión había tenido tal número de fans, que se saluden diciendo “Namaste” o se sepan de memoria una lista de números, por mencionar dos ejemplos. Efectivamente, estoy hablando de Lost, la serie más adictiva que ha habido hace muchos años en la pequeña pantalla. En Internet han corrido ríos de tinta intentando dar explicación a los numerosos interrogantes de la serie, y no me refiero a los más lógicos tipo: ¿cómo es posible que Hugo esté cada vez más grueso? ¿acaso las mujeres dejan de tener la menstruación al estar en la isla?, sino a las del tipo ¿quién -o qué- es Jacob? ¿que es el humo negro? ¿porque tiene cuatro dedos la estatua? La verdad es que puede ser sumamente divertido romperte la cabeza haciendo teorías sobre todo ello, y es uno de los principales alicientes de la serie, haciendo que la apofenia llegara a extremos increibles
El responsable fue J.J. Abrams, uno de los principales gurus de la televisión, que mira-por-donde es quien ha dirigido una nueva entrega en cine de Star Trek, que ha convencido tanto a crítica como a público y ha renovado por completo la saga. Pero dejemos el espacio exterior y volvamos a la isla. Porque el principal protagonista de la serie es “la isla”, ese extraño lugar donde se estrella un avión, el Oceanic 815, procedente de Sidney. En ella puede ocurrir de todo: encontrarse con osos polares en plena zona tropical, muertos resucitados, curaciones milagrosas, una criatura de humo negro…
Poco importa alguna que otra ida de olla, uno no puede menos que preguntarse ¿qué toman los guionistas o que extrañas y maquiavélicas criaturas son, capaces de imaginar tramas tan rebuscadas? Porque funciona, vaya si funciona. Por cada interrogante que se resuelve, se abren tres más, y el espectador queda totalmente enganchado para el episodio siguiente.
Si el esquema de la primera temporada era sobre todo el realismo, y un flash back por capítulo en la que cada uno de los pasajeros del avión recordaban hechos del pasado, que sirvió para crear la leyenda urbana de que “la isla” era una especie de limbo donde los personajes tenían la oportunidad de intentar solucionar los errores del pasado; a partir de la segunda temporada las cosas se fueron complicando, aparecieron “los otros”, y “los otros-otros” (aka “los hostiles”), y en uno de los episodios más memorables un primer flashforward nos dejó a todos boquiabiertos ¿what the fuck?
En las siguientes temporadas se han usado tanto los flashblacks como los flashforwards, y ya empezaba a quedar claro que la única opción posible para dar una explicación a todo ello debía de entrar en el campo de la ciencia-ficción. La isla ya no era una isla desierta, sino que parecía más concurrida que una parada de metro en hora punta, con los supervivientes, los otros, y los otros-otros. La quinta temporada nos ha dejado con un excelente episodio doble lleno de incógnitas (para variar), que nos hacían replantear toda la historia desde el comienzo, dejándonos con unas ganas tremendas de que vuelva la serie. La próxima temporada, que será la última, será cuando todos los interrogantes queden resueltos. Pero yo tengo mis dudas ¿seguro que no se guardarán un as en la manga para el final?
El responsable fue J.J. Abrams, uno de los principales gurus de la televisión, que mira-por-donde es quien ha dirigido una nueva entrega en cine de Star Trek, que ha convencido tanto a crítica como a público y ha renovado por completo la saga. Pero dejemos el espacio exterior y volvamos a la isla. Porque el principal protagonista de la serie es “la isla”, ese extraño lugar donde se estrella un avión, el Oceanic 815, procedente de Sidney. En ella puede ocurrir de todo: encontrarse con osos polares en plena zona tropical, muertos resucitados, curaciones milagrosas, una criatura de humo negro…
Poco importa alguna que otra ida de olla, uno no puede menos que preguntarse ¿qué toman los guionistas o que extrañas y maquiavélicas criaturas son, capaces de imaginar tramas tan rebuscadas? Porque funciona, vaya si funciona. Por cada interrogante que se resuelve, se abren tres más, y el espectador queda totalmente enganchado para el episodio siguiente.
Si el esquema de la primera temporada era sobre todo el realismo, y un flash back por capítulo en la que cada uno de los pasajeros del avión recordaban hechos del pasado, que sirvió para crear la leyenda urbana de que “la isla” era una especie de limbo donde los personajes tenían la oportunidad de intentar solucionar los errores del pasado; a partir de la segunda temporada las cosas se fueron complicando, aparecieron “los otros”, y “los otros-otros” (aka “los hostiles”), y en uno de los episodios más memorables un primer flashforward nos dejó a todos boquiabiertos ¿what the fuck?
En las siguientes temporadas se han usado tanto los flashblacks como los flashforwards, y ya empezaba a quedar claro que la única opción posible para dar una explicación a todo ello debía de entrar en el campo de la ciencia-ficción. La isla ya no era una isla desierta, sino que parecía más concurrida que una parada de metro en hora punta, con los supervivientes, los otros, y los otros-otros. La quinta temporada nos ha dejado con un excelente episodio doble lleno de incógnitas (para variar), que nos hacían replantear toda la historia desde el comienzo, dejándonos con unas ganas tremendas de que vuelva la serie. La próxima temporada, que será la última, será cuando todos los interrogantes queden resueltos. Pero yo tengo mis dudas ¿seguro que no se guardarán un as en la manga para el final?
6 comentarios:
Tuve la mala fortuna de empezar la serie en TVE y me volví loco porque empezaron a cambiarla de hora, de día y repitiendo episodios, lo que llegó a aburrirme.
O sea, que me la he perdido, pero me en la nariz que cualquier día me pongo a comprarla en dvd y a seguirla, porque comentarios como éste tuyo, Alicia, me ponen los dientes largos cada vez que los leo, y ¡ya no puedo más!
Saludos.
La primera temporada de la serie me la tragué de una tacada. Fué increíble la adicción fatal que me produjo. Inmediatamente me apliqué a la segunda....y ahí me paré. No por aburrimiento, sino porque me daba la sensación de que me estaban tomando el pelo.
Pero ahora estoy en la cuerda floja, me parece que voy a seguir pinchando y ver todo lo que me resta.Estoy seguro de que me va a cabrear, pero voy a asumir el reto. ¡Veremos si no rompo la pantalla!
Un abrazote.
Es vergonzoso cómo tratan algunas series en televisión, Josep, por eso no es de extrañar que la gente cada vez se vaya pasando más a internet para verlas.
La segunda temporada probablemente fue la más floja, Antonio, pero luego las cosas han mejorado; es increible la capacidad de imaginación de los guionistas de esa serie.
Yo me quedé a mitad de la 3... en cuanto tenga más tiempo la retomaré a ver. Pero no sé si la estarán alargando mucho o qué.
Saludos
Pues yo estoy en pleno síndrome de abstinencia. Me he enganchado ahora que Cuatro ha empezado desde el principio. Sólo he visto la primera temporada a la espera de que empiecen con la 2ª, pero no será hasta el 13 de Julio.
Mientras, ando esquivando conversacones de lost-adictos para no saber más de la cuenta. Así que Alicia, sin que sirva de precedente, no he visto ninguno de los enlaces de este post, por si acaso...
A partir de la tercera temporada han pasado cosas muy interesantes, Möbius. Respecto a que si es posible que la hayan alargado demasiado o no, es algo que suele suceder con muchas series, aunque por lo visto Abrams tuvo desde el principio la intención de que durara seis temporadas.
Espero que el síndrome de abstinencia sea leve, Viena, y que Cuatro trate mejor a la serie que otros canales. No te preocupes por los enlaces, no hay demasiados spoilers, aunque te recomiendo el que hay en "guionistas" ya que es una parodia muy divertida.
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