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EXCESO DE EQUIPAJE


Y, de repente, Quentin decidió que haría su película de madurez a los 34 años, y sería la tercera.

Rewind. Los efectos colaterales de “Reservoir Dogs”, en su momento, fueron limitados. A posteriori se ha mitificado la película, pero en el momento de su estreno, aunque su pegada en el mundillo fue considerable, Quentin Tarantino formaba parte de un saco llamado “nuevo cine independiente americano” del que formaban parte gentes como Richard Linklater, Hal Hartley, Alexandre Rockwell, Gregg Araki, Tom DiCillo, Allison Anders o Robert Rodriguez. El K.O. técnico llegó con “Pulp Fiction”, la revolución del género negro, el nuevo enfant terrible americano, blablabla. Qué voy a decir que no sepáis. Así que todo el jodido y cinéfilo mundo estaba devorándose el uñero a la espera de lo próximo de tito Quentin. Y aquí es donde encaja la frase de arranque del post. Tarantino se puso a leer a Elmore Leonard, y después de mucha autodeliberación (unos cuatro añitos)y muchas tardes de hamaca en Malibú con Lawrence Bender, se decidió por adaptar “Rum Punch”, a su manera, claro. Pero quizás no a la manera que esperábamos.

Vista, hoy en día, la carrera de Tarantino en perspectiva, parece claro que este hombre necesita saciar su cinefagia formateando subgénero tras subgénero absorbido durante su juventud. El cine negro, el de artes marciales, las persecuciones automovilísticas, el cine bélico... supongo que después de “Pulp Fiction” le entró el cosquilleo del blaxploitation, así que le cambió la raza a la protagonista de “Rum Punch”, le puso música de los Delfonics y tiró de la indiscutible reina del subgénero negro, Pam Grier, más olvidada y abandonada incluso que John Travolta, para darle el protagonismo absoluto de “Jackie Brown”. Hordas de cinéfilos que aún desconocían el significado dela palabra “pre-crítica” se arrojaron a las pantallas de cine, esperando una ensaladilla (negra) de tiros, chikkkas, calles pintadas de color hemoglobina y Samuel L. Jackson. Y el pirado de Michael Keaton. Y otro posible renacimiento milagroso llamado Robert Forster. Y, leches, el fucking Robert De Niro. Y el caso es que la película empieza, después de unos engañosos créditos, con un monólogo de un Sam Jackson con pintas de shogun (pero todo cristo se apuntó a las gorras Kangol) sobre venta de armas, mientras Bobby le mira entre engatusado y mortalmente aburrido; el dejá vu a las anteriores películas de Tarantino es inesquivable. Si no fuera por.

Cuarto párrafo y sigo preambulando: marcbranches, trata de arrancarlo-pordios. “Jackie Brown” es lo que menos podía esperarse en aquel momento de Tarantino. El diseño de situaciones y personajes es acompasado, parsimonioso, equilibrado; el electrocardiograma de la película no presenta apenas dientes de sierra, la escasa sangre derramada no salpica ni avasalla, los personajes no divagan (a pesar de lo mucho que hablan) ni se rebozan en su excentricidad – con la afortunadísima excepción del Ordell de Jackson -, todo fluye con la serenidad de una playa por la noche. El verborreico director americano huye en “Jackie Brown” de lo fácil, y no sólo inicia su idilio con los protagonistas femeninos, sino que da un paso de riesgo más y trata de adentrarse en las inquietudes de la edad madura a través de dos personajes entrañables y extraordinariamente bosquejados, la superviviente azafata de vuelo Jackie Brown y el perspicaz y pelín hastiado agente de fianzas Max Cherry, a los que Quentin trata con un cariño hasta entonces inédito en su filmografía. La compleja trama a tres bandas trazada a través del plan de Jackie, con la ley tirando de ella por un lado y el desalmado y carismático Ordell por el otro, se va deslizando sobre la pantalla de cine con la minuciosidad y gusto por los detalles de un delineante, dándole espacio y oxígeno a los secundarios de Michael Keaton, Michael Bowen, Robert De Niro o Bridget Fonda; aún así, da la impresión de que Bobby queda bastante desaprovechado en este film. Además, Tarantino hace uso de una riquísima paleta de colores (cortesía de Guillermo Navarro), convirtiendo a “Jackie Brown” en su película, desde un punto de vista estético, más almodovariana.

Todo esto no significa que no haya ciertas señas de identidad comunes a las anteriores películas del director. La escena clave del centro comercial está narrada desde tres puntos de vista distintos, descubriendo sus ramificaciones como si fueran capas de cebolla. Las escasas secuencias de violencia explícita son secas, directas y sin contemplaciones, aunque quizás la mejor de ellas sea la primera, la eliminación de Beaumont (un Chris Tucker casi tan plasta como el de las “Horas Punta”), imprescindiblemente larga, puesto que a través de ella nos transmite el modus operandi de Ordell, su serenidad y falta de escrúpulos, y, de paso, lo que le espera a Jackie. Sin embargo, esto no fue suficiente para superar el deconcierto con el que muchos fans recibieron a “Jackie Brown”, mientras la crítica, aunque de nuevo reclinada, tendía a abusar de la expresión “film menor”, y aún hoy. De film menor nada: “Jackie Brown” es una extraordinaria película que, por desgracia, ha quedado como una rareza en la todavía corta filmografía de su director, y que debería de ser el camino a seguir para que tito Quentin pase de ser un brillante fagocitador de subgéneros, a un autor con mayúsculas, uno de esos que escriben la historia del cine con su propia letra.

6 comentarios:

Möbius el Crononauta dijo...

Me gustaría poder decir que me parece una extraordinaria película, pero no me lo parece. Lamentablemente.

Saludos

ANRO dijo...

¡Por supuestísimo! De las cuatro o cinco veces que he revisionado Jackie Brown me parece el mejor film de Tarantino hasta la fecha. Seguro que muchos se me van a tirar a la yugular, pero lo siento por ellos. Es una peli perfecta desde todos los ángulos posibles y por todo y sobre todo el tiempo no ha hecho mella alguna en ella.
Todos los personajes se salen y Pam Grier es una pena que no consiguiera remontar su carrera.
No se de lo que será capaz de hacer Tarantino en el futuro, pero creo que necesita volver a retomar este magnífico pulso que transmitió a Jackie Brown.
Un abrazote.

Sesión discontinua dijo...

Pues es verdad, "Jackie Brown" es de lo mejor y más adulto que ha rodado este hombre.... El tiempo nos da la razón. Otra cosa es que la filmografía de Tarantino, vista en conjunto amenace con quedarse coja o decantarse hacia el lado chorra (que todo podría ser). Al menos nos quedará su trilogía inicial para demostrar que era un chico que sabía de esto de contar historias (a su manera)....

Nos leemos!!!!

Laura Hunt dijo...

Pues yo creo que Tarantino sigue sabiendo de esto de contar historias. Puede que tanto el argumento de Kill Bill como de Death Proof se cuenten en un párrafo (cada una), pero lo que es evidente (en mi opinión, claro) es que Tarantino es un buen narrador cinematográfico, tanto si lo que quiere contarnos es más "profundo" o no tiene prácticamente contenido.

Está claro que es un cinéfago de proporciones incalculables, y que le encanta homenajear a sus películas, directores y géneros favoritos, a veces mezclando varias cosas que, en principio, pueden parecer dispares y creando un "cocktail" nuevo con todos los ingredientes.

En realidad él dice que lo que hace no es "homenajear", sino copiar descaradamente... yo no se si diría tanto, porque la cuestión es que lo que le sale al final es algo propio, único y absolutamente personal.

En resumen, que me enrollo como una persiana (debes habérmelo contagiado, Marc). Punto uno: no estoy de acuerdo con quienes piensan que Jackie Brown es una obra menor en su filmografía. Es, eso si, su película más clásica quizá, en términos cinematográficos, pero a mi siempre me ha parecido buenísima, y una de las mejores adaptaciones que he visto de una novela de Elmore Leonard (aunque cambiara la raza de la protagonista y el final). Nunca he entendido por qué la gente siempre suele olvidarse de Jackie Brown al halar de la filmografía de Tarantino.

Punto dos: tampoco estoy de acuerdo con quienes piensan que Tarantino se ha echado a perder (que a juzgar por algunos comentarios que he leído por ahí a raiz de que apareciera el trailer de Inglorious Basterds son unos cuantos). Vale que sus últimas películas han sido más bien frívolas y que no han tenido un contenido lo que se dice muy profundo, pero me parecen cine en estado puro.

No se que nos deparará la nueva peícula de Quentin, pero yo personalmete estoy deseando verla, y estoy deseando saber como va a desarrollarse su filmografía. Supongo que nunca será de manera que guste a todos, pero lo que está claro es que tito Quentin hace en cada momento lo que a él le apetece, ni más ni menos. Probablemente cualquier día nos sorprenda con algo super serio y profundo. Yo, entre tanto, seguiré disfrutando de su cine, procurando no hacerme ideas preconcebidas sobre lo que voy a ver.

(Ostras... acabo de leer todo lo que he escrito y menudo maifiesto pro-tarantino que acabo de hacer, madre mía)

Perdón por el rollo...

ANRO dijo...

Acabo de leer ese "manifiesto protarantiniano" de Laura Hunt y ya que estamos en el ajo vamos a seguir hablando de este tema, si al maestro Marc no le importa.
Estoy de acuerdo con Laura de que el hecho que Jackie Brown sea la película más "clásica" de Quentin no nos aparta de la maravillosa perspectiva de mucha de su producción anterior y posterior. "Kill Bill" es un perfecto "cuento cinematográfico" bien construído, bien narrado, que proporciona un goce visual y una sensación placentera cuando te levantas de la butaca o del sofá de tu sala de estar. "Reservoir Dogs" fué un impacto que aun da para muchas lecturas, "Pulp Ficción" cuenta con unos diálogos tan cortantes y puros que bien pueden compararse con los de los grandes de la novela negra americana. Al contrario de lo que muchos críticos han apuntado, cada una de las frases está donde debe de estar y no como pudiera pensarse de forma caprichosa o al azar. La capacidad que tiene Tarantino de convertir una escena dramática en un torrente cómico es genial. No hay que mentar sino la escena de la aguja en el corazón de Umma. Ese pulso sólo puede mantenerlo un tipo que conozca todas y cada una de las claves maestras del buen cine.
Claro, que dicho lo dicho, mucha gente se haya decepcionado con la última peli de este muchacho, me refiero, claro está a Death Proof, que a un servidor le dejó un poco descolocado. Confieso que la ví en la peor de las condiciones, pero aun así no creo que en este caso haya que concederle honores.
Está claro que todos, detractores incluídos, iremos a ver la próxima de este tipo y naturalmente yo espero que con todos los años que le quedan por delante, Tarantino siga en la buena linea, o en la regular...da igual.

Seguiremos hablando de Tarantino.
Un abrazote.

marcbranches dijo...

Quentin, como de costumbre, dando que hablar. A Laura le ha picado la misma mosca de la verborrea que a mí... Por resumir mi posición al respecto:

Creo que Tarantino es uno de los grandes CINEASTAS, y así, en mayúsculas, de nuestro tiempo. Es un gran escritor de cine, sabe narrar (detiene y acelera el tempo de sus escenas de manera maestra) y es incapaz de ofrecer un plano feo; demuestra cariño por sus personajes, esquiva los clichés y se molesta en dibujarlos con esmero, incluso aunque sean secundarios de 4 líneas. Es cine en estado puro. Sin embargo, todo eso no concuerda con sus ambiciones, por lo menos las que ha demostrado últimamente.

"Kill Bill" es una maravilla que no me canso de ver. Pero si, en una carrera cinematográfica, es un paso más en una serie de reinvenciones de subgéneros de serie B/C/Z de hace 30 años, para mí pierde cierto valor. "Death Proof", más que descolocarme como a Anro, me decepcionó, no tanto por la calidad fílmica como por la sensación de pereza que desprende. Creo que Tarantino estaba, y está, llamado a hacer algo grande, y parece que, de momento, se contenta con divertirse a cuenta de sus recuerdos de videoclub. Sé que quizás soy demasiado exigente, pero creo que Tarantino nos debe algo de grandeza a los que esperamos mucho de su talento.

Dicholocualo, he de decir que espero con ganas "Inglorious basterds"; la primera visión del trailer me decepcionó, porque me di cuenta de que no me iba a dar lo que esperaba. Luego, visto de nuevo, he decidido, inconscientemente, conformarme y disfrutar de lo que puede ser una película realmente divertida. Saludos everibadi.

 
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