Hace hoy exactamente un año, embargado por el sentimentalismo barato de una boda o de un cumpleaños, escribía, con cierto temblor infantil al teclado, sobre mi primer recuerdo en un cine, nada más y nada menos que “La guerra de las galaxias”. No volveré sobre la fascinación enfebrecida que, como a todo infante que se preciaba de serlo, le produjo aquel universo totalmente nuevo, que le proponía, por aquel entonces, un señor con barba (y sin papada). Así que podéis imaginaros el estado de epiléptica ansiedad, de zozobra psicológica, que trajo consigo el anuncio del próximo estreno de la segunda parte de aquella máquina forjadora de sueños que fue “Star Wars”. El título de la película, “El imperio contraataca”, prometía un efecto multiplicador de aventura y emoción. Jamás llegamos a imaginar el regalo envenenado que supuso aquella secuela. Aunque seguimos abrasando los bolsillos de nuestros padres para comprarnos todo muñeco con atisbo de saga intergaláctica que oliésemos en la juguetería del barrio (con premio honorífico para el Yoda de turno), algunos de los sueños tornaron en inquietas pesadillas: aquella inesperada revelación, casi al final del film, nos había trastornado, no queríamos creerla, y sólo deseábamos que llegara la tercera parte para que se desfaciese el entuerto y las cosas quedaran como nos habían enseñado Disney y sus acólitos: los buenos, a un lado, y los malos, al otro. ¿Que Darth Vader es quién? Amos-anda.
Es comúnmente aceptado, tanto por frikiseguidores de la Santísima Trilogía como por la cinefilia en general, que “El imperio contraataca” es la mejor de las seis películas que componen esta descomunal “soap opera” que ha marcado a tanto infante que, en el fondo, nunca ha querido dejar de serlo (que supongo que somos todos). Cuando todo el mundo esperaba un simple y acomodaticio más de lo mismo, George Lucas le hace un desplante al convencionalismo y se saca de la manga una secuela cargada de oscurantismo, trascendencia bien medida y profundización en los personajes (dentro de un límite: esto no es Shakespeare) (o, en realidad, sí que lo es...); un segundo acto con todas las letras, en el que no hay principio ni final, y en el que se revierten varias de las reglas tácitas (¿dónde se había visto que al héroe le cercenasen una extremidad?) del cine de aventuras. ¿He dicho George Lucas? Lo cierto es que, en perspectiva, hay que darle al césar lo que es del césar, y a Kasdan lo que... en fin, ya sabéis. El guión de Lawrence Kasdan (y Leigh Brackett) es pluscuamperfecto, osado, oscuro, y mezcla a la perfección con la sabia dirección de Irvin Kershner; combina magistralmente el enraizamiento en el conflicto de los iconográficos personajes creados por Lucas (quienes, ya desde el primer momento, se nos muestran en status distintos a los que presentaban al final del primer film; han desarrollado una evolución no presenciada por el espectador: la tensión sexual entre Solo y Leia, los apenas asomados poderes de Luke) con la emoción del cine aventurero más clásico. No se confundan: hay acción, y mucha, en “El imperio contraataca”. La excelsa batalla de Hoth, las penurias de Han Solo & company en su huida a bordo del desvencijado “Halcón Milenario” (atención-pregunta: ¿cómo es posible que ese cacharro-reliquia tuneado sea el único en TODA LA PUÑETERA GALAXIA que tiene hipervelocidad? ¿Acaso en ese futuro muy, muy lejano no hay ni un maldito ingeniero de McLaren que lo copie como Dios manda?), o el final operístico-Coppola en el que se entrecruzan la escapada in extremis del grupo de Leia y Lando Calrissian (personaje creado en aras de la corrección política; no había personajes de color en la primera entrega) con la pelea a sablazo láser de Luke y papá Vader, en la que es el giro argumental más sorprendente de la historia del cine comercial desde, quizás, cierto asesinato de “Psicosis”.
Aparte de a los personajes, era necesario desarrollar también el concepto de la Fuerza, y de esa necesidad nace el inolvidable personaje de Yoda, el nuevo mentor de Luke, la marioneta-telepredicador más creíble y entrañable de la historia del cine, quien, durante el adiestramiento del joven Skywalker en el planeta Dagobah, traza las líneas de lo que significa esta ¿religión? ¿energía cósmica? ¿los midiclorianos? ¿los micrófonos? lo que sea. La escena cumbre, que define a la perfección qué es el lado oscuro de la Fuerza, es esa secuencia de semblante onírico en la que Luke derrota a un Darth Vader que resulta ser él mismo: uséase, controla tu mala leche porque si no acabarás con un respirador incorporado el resto de tu vida, y pitarás en todos los controles de los aeropuertos. Por cierto, el Darth Vader de esta secuela es más amenazador que el de “La guerra de las galaxias”, menos histérico, más maquiavélico, más imperial (dios, qué ingenioso soy), y al final de la película... más humano. De hecho, todos los personajes son un poco más humanos que antes en “El imperio contraataca”. Eso, a pesar de que las interpretaciones siguen sin ser nada del otro mundo; Harrison Ford no tiene demasiados problemas para erigirse, a golpe de réplica, en rey de la función, coronado con ese inolvidable “Lo sé” que precede a su hibernación forzosa; Mark Hamill y Carrie Fisher se limitan a no estropearle el tinglado a Luquitas, que ya es mucho. La B.S.O. de John Williams es un paso más hacia la canonización de este señor, no sólo porque aparece por primera vez la legendaria “Marcha imperial”, sino porque todos los temas, incluso los más insignificantes, acompañan con estremecida precisión cada momento del film.
“El imperio contraataca” es, en definitiva, no sólo la mejor película de la hexalogía galáctica, sino una de las mejores obras cinematográficas de los ochenta (eso es, lánzate al río, marcbranches). Sólo hay una cosa que no acabo de entender. Que alguien me explique por qué Boba Fett, el traicionero cazarrecompensas que da caza a Han Solo, se ha convertido en uno de los personajes más carismáticos de la saga en los breves instantes en los que aparece, tanto en esta como en “El retorno del Jedi”. Cosas de frikis, supongo...
15 comentarios:
Que razón tienes, amigo marc.Qué estremecimiento sentimos los que nos quedamos enamorados de "La guerra de las Galaxias" con la revelación final de "El Imperio Cotraataca". Ciertamente fué una vuelta de tuerca maravillosa que nos hacía salir del cine cual Homer Simpson, exclamando ante la cola para la siguiente función: ¡¡Quien iba a decirme que Darth Vader era el padre de Luke!! Impresionante.
Una cosa que me gustaría reseñar es que la participación de Keshner como director dejó un mensaje para la posteridad que puede recibirse de diversas maneras según las inquietudes de cada aficionado. Para el que escribe dejó bien clara la incapacidad de Lucas para plasmar cinematográficamente una historia de personajes. De ahí que para esta segunda parte y para la tercera, contara con Lawrence Kasdan en los guiones. Una pena que para la tercera la ayuda le viniese de un director incapaz de estar a la altura de las circunstancias, Richard Marquand, ante la imposibilidad de contar con su amigo Steven Spielberg.
Lucas pasó de tener cierto sabor propio como autor, en obras como THX 1138 (de la que me considero un ferviente seguidor, a pesar de sus innumerables fallos, o de sus ideas poco originales, leed sino la novela "Un mundo feliz" de Aldous Huxley) o "A New Hope", a ser un director sin personalidad ninguna con las nuevas precuelas de la saga galáctica, salvo la que imprimen sus técnicos de efectos especiales en ILM.
Sorprende como muchas de aquellas mismas voces críticas que a su estreno daban malas puntuaciones a la película, años después, en su reestreno con nuevos efectos especiales (en 1997), elogiaban las virtudes técnicas y narrativas de la trilogía, ponderando como la mejor a El Imperio Contraataca.
Resulta irónico, también, que hace sólo unos meses atrás, George Lucas apareciese en los medios de comunicación emitiendo una singular declaración: "Para mí El Imperio Contraataca es el peor capítulo de mi saga galáctica ". Algo realmente soprendente, pues es, dentro de los tres capitulos retocados en 1997, el que menos cambios sufrió. No sería pues tan mala.
Tambien resulta curioso destacar como muchas de las voces críticas que a su estreno daban malas puntuaciones a la película, años después, en su reestreno con nuevos efectos especiales (en 1997), elogiaban las virtudes técnicas y narrativas de la trilogía, ponderando como la mejor a "El Imperio Contraataca".
Resulta irónico, también, que hace sólo unos meses atrás, George Lucas apareciese en los medios de comunicación emitiendo una singular declaración: "Para mí El "Imperio Contraataca" es el peor capítulo de mi saga galáctica ". Algo realmente soprendente, pues es, dentro de los tres capítulos retocados en 1997, el que menos cambios sufrió. No sería pues tan mala. Pero que se puede esperar de alguien que se sacó de la chistera a Jar Jar Binks...
En cuanto a Williams...que te puede decir un melómano como yo del maestro y su "Marcha Imperial" sino que es la esencia de la película. Y es algo obvio, ya que el espíritu oscuro, opresivo y negativo que impera en toda la película hace que el poder del lado oscuro y del imperio sea el claro protagonista de la trama.
Aparte de su poder, y de su calidad, un tema que es tan legendario y tan propiedad de la cultura colectiva mundial (como lo es el "Main Title" de Star Wars), su presencia en la película y por lo tanto en el conjunto de la partitura es cuanto menos testimonial.
Cada vez que aparece una nave imperial, un destructor, una tropa de asalto, el tema aparece en una versión con poder y presencia, pero que empequeñece con la solemnidad oscura y terrible de las ocasiones en que Darth Vader invade la cámara. Un personaje de la presencia de Darth Vader no necesitaría un tema tan demoledor como el que Williams crea. Éste solo hace parecer lo que supongo Lucas pretendía, un ser indestructible.
La "Marcha Imperial" acompañada de Vader en pantalla hace que la maldad impregne cada ser, cada objeto, cada escenario por el que pisa. Esta contundencia es vital para integrar al espectador en el relato, y sobre todo, para que la reacción de este sea mucho más sorprendente al encontrarse el final. ¿Un ser tan maligno con sentimientos? "Imposible, no me lo esperaba."
La belleza oscura y intensa de esta "Marcha Imperia"l, esconde una más que notable composición de Williams. Es tan bueno el tema, que el compositor se permite utilizarlo en distintas versiones: calmada y apaciguada cuando sólo se intuye la presencia del lado Oscuro, opulento y enérgico cada vez que el Imperio aplasta con su puño a la debilitada rebelión, rítmico y armonioso en las persecuciones estelares protagonizadas por el Halcón Milenario y terrible y atroz en la gran revelación de la película que Darth Vader hace a Luke.
Tal es la calidad del tema que Williams realizó una perspicaz versión del mismo en "La Amenaza Fantasma". Un paseo sutil y casi podríamos decir, temeroso, sobre el esqueleto de La "Marcha Imperial" a modo de profecía musical para componer el leitmotiv de Anakin Skywalker(algo que se extendió al soberbio póster promocional donde la sombra de este joven describía claramente la silueta de Darth Vader), pero eso es otra historia.
Sorry!!! Con las prisas he repetido dos parrafos que rescat� del antiguo foro.
Usted disculpe "Se�or de la noche"
Grandísima entrada y gran puntualización también. Y es que Williams lo tiene todo: creador de leit motivs, descripiciones psicológicas...
En cuanto a la película, que decir... Curiosamente, mis primeros recuerdos de un cine son viendo esta película. Lógicamente mi mente poco desarrollado (aunque ahora no lo está mucho más) no era capaz de ver en el concepto "lado oscuro" algo abstracto y, únicamente, veía una zona sin luz literalmente. Bendita inocencia...
Por supuesto, la mejor de las 6 sin duda.
Ya vienen, ya vienen las hordas de starwarófilos...
Diegoalatristeyetc., qué poco puedo añadir yo a su magnífico comentario (con bis incluido...), en especial al detalle con el que desmenuza esa inmortal "Imperial march" del sr. Williams. Pero, por irme a lo anecdótico, me ha gustado esa referencia al póster promocional del "Episodio I" que, efectivamente, pasa por ser, quizás, el mejor de toda la saga (y ahora los apologistas del, por otra parte, genial Drew Struzan, pueden lanzarme sus ensaladas). Me ha gustado lo de "Señor de la noche". Creo que a Dinio y a Ronaldo también les llaman así...
Hatt, esa sensación que tuviste tú con "El imperio contraataca" lo tuve yo con "La guerra de las galaxias". Supongo que yo lo tuve más fácil que tú: menudo dolor de cabeza sólo empezar los créditos y ver eso de "Episodio V"... Saludos.
Compa Marc, ya sabes... la veo un día de estos y te cuento qué tal... Coñas aparte (y zin acritú, como decía el otro), con la pasión que le pones a lo escrito, resulta complicado no lanzarse al reproductor de DVD y ponerse a la tarea. La promesa sigue, pues, en pie... Y enhorabuena, vaya, que el artículo bien merece la felicitación.
Un abrazo.
Muy buena reseña, Marc, salvo que eso de los 80 me parece exagerado.
Y muy buena la acotación de Diego, salvo que Lucas sí sabe -o supo- dirigir actores: véase American Graffiti, que te la has dejado en el tintero.
p.d.: al ser más ... veterano, decir que la primera de la saga, Star Wars, me pareció -y me sigue pareciendo- un refrito de película del oeste con caballeros medievales y efectos cinematográficos entonces nunca visto, pero poca cosa más...
Saludos.
Amigo Márquez, sabes que me debes tragarte con Dios (o sea, yo) manda la Santísima Trilogía. Y en una sola tarde. Así que ya puedes irte reservando una tarde, y luego me cuentas...
Sr. Josep, imaginaba que a mucha gente le puede parecer exagerado poner "El imperio contraataca" entre las top de los 80. A mí no. En su género, se hicieron muy poquitas cosas a su altura ("En busca el arca perdida" es una de ellas); mírese de nuevo sin prejuicios y a lo mejor empezamos a acercar posiciones. En cuanto al asunto de la dirección de actoers, estoy de acuerdo con Diegoetc.: "American graffiti" puede que sea una excepción (aunque tampoco recuerdo ninguna interpretación memorable), pero el resto de sus films carecen de una dirección de intérpretes destacada. Luquitas, de hecho, siemper ha abominado públicamente de los diálogos cinematográficos, le parecen un mal necesario. Él prefiere expresarse visualmente.
por otra parte, has definido a la perfección "La guerra de las galaxias", en el sentido de que es un refrito de géneros que acaba desembocando en uno nuevo: la "soap opera" de ciencia ficción. Saludos.
Esto... el amigo Márquez debe a más de uno el tragarse no ya la Santísima Trilogía, sino toda entera la Sixtología, pero tiene otros deberes... digo yo, "sin acritú" :-)
Lo de los 80, Sr. Marc, pues mire usté, si nos ceñimos al género de fanta(que no cola) ficción, pues sí; incluso añadiendo el género de aventuras; pero si abarcáramos todos los 80, apenas dos años más tarde, en ciencia ficción, está ahí Blade Runner cual bastión inexpugnable.
Ciertamente, es la mejor, con mucho de la saga, aunque la mejor escena, como no, está en la siguiente: no dudo que todos los odalisca-adictos estarán conmigo...¿verdá, Don Manuel?
Saludos.
Ya estamos con el susodicho vestidito de la princesa... Marcó a toda una generación de adolescentes granulientos y pajilleros, y hasta ahora. Ver episodio de "Friends" en el que Ross obliga a Rachel a vestirse de odalisca galáctica... Es todo un hito erótico, aunque a mí no me hizo perder el sueño, quizás porque a mí eso de que fuese hermana de Luke no me gustaba, yo los quería ver enrollados (esa mente calenturienta que ya hacía estragos en aquella época).
No dudo del carácter mítico de "Blade runner, y ya he mostrado en más de una ocasión mi debilidad por esa película. Sigo diciendo que "El imperio contraataca" es de las mejores películas de aventuras de los ochenta. ¿Es "Blade runner" una película de aventuras? Puedequesí, puedequeno. probablemente es algo (mucho) más. No se pueden comparar, porque lo único que tienen en común es que son de ciencia-ficción. Y Harrison Ford, claro...
Yo tampoco creo que sea comparable Blade Runner con El Imperio Contraataca, son dos cosas absolutamente diferentes, y no tienen nada que ver la una con la otra.
Yo nunca he sido una fanática de Star Wars. Las vi en su día, como todo crío de la época y, por supuesto, me gustaron, pero tampoco me marcaron como a tí. Que quieres, yo es que soy más de Indiana Jones (y no veas la ilusión que me hace el que se esté rodando una nueva película de Indy).
Lo que está claro es que la "santísima trilogía" forma ya parte de la historia del cine. Para bien o para mal, hay un antes y un después de Star Wars, y creo que está un poco por encima del bien y del mal. Puede que no estemos hablando de obras maestras, pero marcaron a fuego a toda una generación, pasando a ser parte de la cultura popular, y eso es algo que no pasa todos los días.
Por cierto, has hecho que tenga ganas de ver la trilogía original de nuevo (la más actual la tengo pendiente). Tu entusiasmo es de lo más contagioso, jejejeje...
Ah! y feliz cumpleaños! (aunque sea con unos días de retraso).
Chao!
Gracias sinceras, Laura, aunque a mi (nuestra) edad, los cumpleaños, más que celebrarse, se soportan. "Star Wars" me marcó porque, al fin y al cabo, es el primer recuerdo de cine que tengo, y porque soñé de pequeño infinitas aventuras con sus personajes como complemento (a mi imaginaria heroicidad, claro). Y de esas cosas uno jamás se desprende, aunque con el tiempo las relativice. Como "Casablanca" o "Lo que el viento se llevó", estas películas están por encima de cualquier juicio crítico: su lugar natural es la imaginería popular, y su carácter mítico no admite jurados. Desde un punto de vista frío y analítico, sin embargo, considero "El imperio..." una extraordinaria película, por encima de las otras dos.
En cuanto a Indy... me conformo con que pueda caminar sin taca-taca...
Peazo de post marcbranches (por cierto, algún día me tienes que decir de dónde viene ese nombre).
Bien, no sé cuantos años tienes, pero supongo que como mi hermana 39? o como yo, 35?.
Yo crecí con esta pelicula y el fervor de mis hermanas mayores..hasta de pequeña quería aprender a pilotar aviones para si en un futuro lejano (que inocente)tendria que aventurarme a algún planeta desconocido y luchar por la patria...ajajjaja es que me rio yo sola.
Ays que recuerdos, y si, la mejor el imperio contraataca que fué ahí donde me enamoré perdidadmente de Solo y hasta de Chewuaca o como se escriba.
Cierto es que la última me quedé un poco asin con la interpretación del chico, algo forzada, pero en fin, la fantasía que se ha creado de ese mundo..es impresionante.
Que la fuerza os acompañe a los dos blogueros.
Besos,
Lápices.
Hola Alicia bis, y gracias por lo de "peazo post", aunque supongo que te refieres a lo largo que ha quedado... Lo del nick es mucho más sencillo de lo que pueda parecer a simple vista; pero como me gusta hacerme el misterioso (ver avatar de aquí al lado) me guardaré la explicación, de momento... En cuanto a la edad, pues ni para ti ni para tu hermana: 36. Para muchos historiadores, la edad real en la que Jesús murió.
En cuanto al post... Veo que formas parte, como yo, de una generación que barnizó sus sueños de sables laser y cazas imperiales. ¿Querías pilotar aviones? Si hubieras visto "Whisky Romeo Zulu" se te hubiesen quitado las ganas al momento. En cuanto a tu enamoramiento de Chewbacca... no sé si admirarte o denunciarte a la Sociedad Protectora de Animales. Pervertida.
Pues eso. Que la fuerza (y los midiclorianos) te acompañe, joven padawan...
Hola, MarcBranches. Me ha gustado tu trabajo sobre la sexalogía en general y sobre El Imperio...en particular. No creo aventurado decir que es una de las mejores obras cinematográficas de los 80. Yo creo que es una de las mejores películas de todos los tiempos.
Un abrazo
En primer lugar, decir que nadie ha sabido aclararme lo de Boba Fett y ese fetichismo desmesurado que se desarrolló en torno a él. Suspendidos todos en frikismo galáctico. Dicholocualo.
Buenas, Adrián, me place especialmente que te pases por aquí, tú que has hablado tan bien de nosotros en el buen blog en el que participas, Extracine.com. Y además me alegro de que coincidas en mi apreciación sobre "El imperio". Lo único, creo que sería más conveniente llamar a la saga "hexalogía"; más que nada, si la llamamos "sexalogía" corremos el peligro de que la gente se cea que Darth Vader está interpretado por Rocco Siffredi, y que el sable-láser no es sino...
... espera...
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