Si señor, el de Hasta que llegó su hora (mala traducción de Once upon in the west) es un comienzo deslumbrante, en el que los títulos de crédito van apareciendo con premeditada lentitud, y la banda sonora la forman los objetos cotidianos: un molino que chirría, una gotera...
Tres pistoleros, que en principio Leone quería que hubieran sido Clint Eastwood, Eli Wallach y Lee Van Cleef, para simbolizar el fin de la trilogía de “el dolar”, pero fueron sustituidos por Jack Elam,Woody Strode y Al Mullock (al menos el cambio no fue desacertado), esperan pacientemente la llegada de un tren. Compartimos con ellos su aburrimiento: a uno le molesta una mosca (que se consiguió untando la cara de Elam de melaza), a otro el ruido de una gotera, otro juega con los dedos... Silencios, ruidos repetitivos, tensión y primerísimos planos. Por fin llega el tren, de modo que ya no cuento más.
Las referencias a diferentes westerns son constantes en esta película (gentileza de los guionistas Bernardo Bertolucci y Dario Argento); analizemos las de esta escena:
- los pistoleros esperan en una estación de tren, como en Sólo ante el peligro.
- el rifle que lleva Woody Strode tiene el mismo tipo de gatillo que uno que llevó John Wayne.
- la armónica que toca Charles Bronson es el equivalente a la guitarra de Johnny Guitar.
Y estamos tan sólo en los títulos de crédito ¿hay alguien que dé más? Siento muchísimo no haber podido conseguir la escena entera.
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HASTA QUE LLEGÓ ARMÓNICA
23 septiembre 2007
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8 comentarios:
Probablemente el mejor western de Leone, ¡qué impactante habría sido que en esa escena inicial liquidara al Hombre Sin Nombre y a los otros dos bandidos!
Además Leone como buen fan recurre a dos de los secundarios más entrañables del western. Gran, gran película.
Acabo de descubrir vuestro blog, saludos.
Impresionante inicio para una grandísima película. Aunque no me queda claro si es una película de fantasmas o un western (un poco como El Jinete Pálido). Y hay que destacar también al malo, un inmenso Henry Fonda.
Nos leemos.
Mi película favorita de Sergio Leone, y es que ese comienzo te atrapa irremediablemente y no te suelta ya a lo largo de todo el metraje, que por cierto, es considerable. Pena que no consiguiera hacer la secuencia con Eastwood, Wallach y Van Cleef, hubiera sido increible.
Un peliculón, con personajes inolvidables, y una banda sonora de las que hacen época... y que grande es Henry Fonda, ese malvado suyo es de los más crueles que se han visto en el cine, que mirada...
Un saludo!
Bienvenido, Möbius, espero que el descubrimiento haya sido bueno.
Hatt muy cierto lo de los fantasmas, ya que Armónica viene a representar todos los muertos causados por Frank, y siempre aparece cuando menos te lo esperas, como un espíritu.
Laura el comienzo es tan magnífico que a la que acaba la escena piensas si será posible que aguante el mismo nivel toda la película.
Mención especial para Henry Fonda, por supuesto, que nunca fue mas perverso y sus ojos azules nunca fueron mas crueles, derrumbando de un plumazo su mito de hombre bueno.
¡Vaya inicio! Cargarse en los primeros minutos a tíos como Jack Elam y Woody Stroode ya es una declaración de principios...
Claro que luego aparecen Claudia Cardinale y el gran Jason Robards.
Durante muchos años, el poster de esa película adornó mi pared, hasta que la maldita humedad mediterránea pudo con él.
Película seca, robusta, excesiva; un hito en la cinematografía del oeste.
Saludos.
Y tanto que es toda una declaración de principios lo de cargarse a Jack Elam y Woody Stroode, Josep, como también lo es que cada personaje tenga un tema musical que suena cada vez que aparece, o ese tremendo decorado para unos minutos de metraje. Creo que pocas películas han sabido transmitir la sensación de que en el Oeste todo estaba cambiando, debido especialmente al ferrocarril.
Posíblemente la mejor película de Leone junto con "Érase una vez en América". Un western crepuscular, con un fuerte tono elegiaco, en el que la música de Ennio Morricone se convierte en un protagonista más. Magnífico Henry Fonda como Frank, en una de las mejores interpretaciones de su carrera, con un registro totalmente alejado de todos los personajes que había realizado hasta entonces, así como Claudia Cardinale, con un maravilloso personaje femenino (el único con entidad en todos los westerns que realizó el director italiano). Incluso Charles Bronson está perfecto (el misterioso personaje de "Armónica", del que en más de un momento se duda si es real o ficticio, contribuye en gran medida a conferir a toda la película un aire fantástico).
En el aspecto técnico, el perfeccionismo obsesivo de Sergio Leone se deja notar en cada plano, en cada composición, que parece estudiada al milímetro para que nada sobre ni falte. En definitiva, una película redonda, y probáblemente, junto con algunas obras de Ford, Hawks o Peckinpah, una de las cumbres de este género (de hecho Leone cuando la realizó pensó en ella como la última gran película del Oeste).
Como curiosidad decir que el personaje del Coronel Mortimer en "La Muerte Tenia Un Precio", Leone lo había escrito para Fonda, pero éste habia rechazado el guión sin leerlo siquiera. Fué Eli Wallach el que convenció a Fonda para el papel de Fran; "le dije que aceptara sea cual fuera el guión que no se arrepentiría".
Así salió...
PD: De "Gennio" Morriconne mejor no digo nada, porque si no estaría escribiendo una parrafada de babeo y pelotilleo "tremebunda", y tampoco es plan :-)
Maestro de Maestros!!!!!
Del perfeccionismo de Leone es buena muestra la escena de la llegada de Claudia Cardinale a la estación, en la que la cámara acompaña perfectamente sincronizada a la música, subiendo al mismo tiempo que la voz de la cantante, para detenerse justo cuando la voz ha llegado a su nota mas alta, para mostrar una ciudad en plena ebullición y en obras, para lo que se tuvo que construir un costosísimo decorado que sólo aparece unos minutos. Pero el resultado es alucinante.
Y respecto a Fonda, Leone se llevó una gran decepción a la que le vió, porque le pareció mucho mas viejo de lo que se pensaba; pero a la que le tiñeron el pelo y le vistieron de negro ya no lo dudó.
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