Como verás, he decidido inaugurar una nueva sección, “Posts con calzador”, con una película tuya. Es muy probable que sea la primera y última de dicha sección, puesto que estoy seguro que Alice la Directrice, después de esta, me va a despedir ipso-facto, vía SMS (en cuanto aprenda cómo se envían) y sin derecho a paro, Seguridad Social ni descuentos en el zoo. ¿De qué va la sección? Pues de películas que, desde un punto de vista fríamente analítico, no pasarían el corte de calidad necesario para aparecer en este elitista blog, pero que, por una u otra razón, nos han marcado, o simplemente nos apetece ver cada vez que las pasan por televisión. Si te leyeras el blog de vez en cuando, Joelito, sabrías que ya hablamos de esto en alguna ocasión. Por supuesto, ninguna de tus películas merecería ser destacada por acá, aún reconociendo, muy a mi pesar, que “Un día de furia” o “Última llamada” superan el calificativo de salvables. O esta que hoy nos ocupa, “Un toque de infidelidad”, una agradable comedia de ciencia-ficción (no he cruzado las dos neuronas, luego te lo explico) que tuvo el honor, al final de mi adolescencia, de evitarme la irreparable pérdida de una tarde cinematográfica. Sí, queridos niños. Un pueblo de la España profunda, un cine con sala doble, unos amigos de criterio artístico “impreciso”, dos opciones culturales: una, la que elegí yo, sugestionado por el carisma de Ted Danson (“Cheers” era, y es, una de mis series de cabecera) y la belleza de Isabella Rossellini, era “Un toque de infidelidad”; la otra, la que eligieron EL RESTO de mis amigos, fue “Loca academia de policía 6”. A esas alturas, yo ya era un cinéfilo de tomo y lomo (y un irredento sociópata); sólo que aún lo desconocía.
El caso es que venías de hacerte un huequecito entre la modernidad tardo-ochentista en base a cosas como “St. Elmo, punto de encuentro” y “Jóvenes ocultos” cuando te ofrecieron tu primer film mainstream, “Un toque de infidelidad” (“Cousins”, en V.O.), que seguía la incipiente manía yanqui de versionar éxitos franceses (si podía ser, con Ted Danson: “3 hombres y un bebé”), en este caso recocinando, al punto de merengue, “Cousin, cousine”, un film gabacho de 1975 que incluso tuvo 3 nominaciones al Oscar y que narra con gustillo agridulce cómo dos primos lejanos (¿alguien ha dicho Mipos?) que descubren que sus cónyuges respectivos tienen una aventura se van enamorando poco a poco. Como te diagnostiqué al principio, “Un toque de etc.” es una comedia romántica de ciencia-ficción. El concepto y el desarrollo de la problemática derivada del adulterio que nos muestras, Joel, tío, es sencillamente imposible. La escena en que, por primera vez, los protagonistas hablan del problema, caminando reposadamente en un mercado y bromeando con pescados, es insostenible. La música de Badalamenti es buena, pero a veces se torna demasiado presencial. El buen rollete que se desprende, la “joie de vivre” que salpica casi cada fotograma, desde la boda que abre la película, roza la agresión intelectual (agresión que sí alcanza la banda sonora de las distintas ceremonias: desde “La bamba”... en inglés, hasta las versiones-Orquesta Cascorro de “With or without you” o la melodía de “El Padrino”). El color pastel-ochentero domina la función, así como el maniqueísmo adúlteros buenos/adúlteros malos. Sin embargo, la película funciona, Joel, he de reconocerlo; y funciona por una serie de factores que, arrejuntados y en armonía, la salvan de la quema. En primer lugar, cierto buen gusto en la dirección, sobria, ponderada y elegante, sin excesos de blandenguería; domina un sentido del humor blanco pero socarrón, con algunas gotas de vinagre (“Has hecho feliz a un viejo. –Oh, no eres tan viejo. –Lo sé; ni tan feliz”). En segundo lugar, el reparto está en su sitio, empezando por la extraordinaria química de la pareja protagonista: Ted Danson, reformulando su Sam Malone televisivo en un personaje más soñador, menos canalla e igual de simpático; e Isabella Rossellini, tan patizamba como irresistiblemente tímida y encantadora, una actriz sin el éxito que merecería si hacemos un análisis pormenorizado de su parca carrera (“Corazón salvaje”, “Blue velvet”, “Fearless” o “El funeral”). Tuviste el buen criterio, además, de rodearles de un plantel de secundarios de nivel: Sean Young (¿ande andará?), William Petersen (haciendo de chulopo pre-CSI), Norma Aleandro y Lloyd Bridges, que se lleva el título de robaescenas oficial de la película.
Ni se te ocurra pensar que este post, esta carta abierta sirve para que te perdone tus dos pecados capitales, esos que te van a llevar a quemarte los pelillos de la entrepierna en el infierno: “Batman forever” y, por encima de todo, “Batman & Robin”. Lo de la bat-tarjeta de crédito no te lo pienso perdonar en la vida, Joel...
Marcbranches
6 comentarios:
jejej una buena declaracion de principios como espectador, saludos!!!
La película de la que hablas no tenía ni pajolera idea de su existencia. Pero leyendo tu entrada tengo que contestarte para llamarte "sacrílego" por obviar una película tan estupenda en la filmografía de Schumacher como es "Asesinato en 8 mm". Aunque la mayoría de la gente se empeñe en decir lo contrario. Una película que fué muy criticada por como el personaje de Cage se tomaba la justicia de aquella manera. Una bajada a los infiernos de un ser humano en toda regla. Una historia que no pierde nunca un ápice de interés. Y en la que Joaquin Phoenix brilla con luz propia.
Hala!!!! Ya lo he dicho!!!!
Que a gusto me he quedado!!!!
JR, un consejo de amigo. Tienes dos opciones:
a) dejar la medicación
b) triplicarla
Aunque quizás debería añadir una c) cambiar de camello
Aparte de esto, tu bizarra recomendación encaja perfectamente en el tono de la sección, así que ¡¡gracias de corazón!!
P.D.: creo que eres fan de House igual que yo (qué gran capítulo el de Campanella), así que te recomiendo que te pases por este enlace, aunque igual ya lo has visto: http://mdug.es/2007/01/sinopsis-de-un-capitulo-cualquiera-de-house/
Jajajajaja!!!. Sabía que me ibas a saltar de alguna manera. Gracias por ser tan "suave" con mi recomendación. me alegra ver que compartes mi "Houseadicción" (toma palabro). Y sí, el episodio de Campanella está a la altura de "Tres Historias" (cierre de la primera temporada). Gracias por el enlace, lo colgué en la extinta taberna hace unas semanas. Esos términos como "Chungopatitis", citas como Churri; "Arghhhhhh, me muero!!!" y la sentencia "Que no es lupus!!!!!" Me hicieron soltar unas sanas carcajadas. Que grande el tío que lo escribio.
Te iba a decir algo sobre Jennifer "Cameron" Morrison, pero mejor lo dejo para otra ocasión y lugar. Primero porque desvio el tema de la entrada y segundo porque lo desvirtuaría o algo peor con lo que me ronda por la cabeza.
Que pase usted una feliz semana santa.
De todos los directores que uno conoce y son varios Joel (no quiero siquiera pronunciar el apellido) debe ser uno de los peores. Lo peor es que siempre le pone esfuerzo para ser uno de los mejores, pero debería darse cuenta que ya esta.
Pues la voy a pasar de vacaciones, la Semana Santa digo; en casa, pero de vacaciones, que las necesitaba. Con lo del lupus hay cachondeo incluso dentro de la propia serie: hay un extra dedicado al "lupus" en el DVD de la 2ª temporada de "House"... Cualquier cosa que puedas decir sobre Jennifer Morrison yo ya la he pensado... Feliz SS.
Budokan, Schumacher es un director muy irregular, no se puede castigar toda su filmografía. Eso sí, los batmanófilos jamás le perdonaremos el destrozo que le hizo a la franquicia. Mecagüenchrisodonnell...
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