Veamos.... ya he hecho la cadeneta, ahora hago un punto alto, luego medio punto alto, un punto falso.... ¿Donde estábamos? ¡Ah si la película! No me imaginaba que el ganchillo fuera tan apasionante. En fin, dejaremos las labores para otro momento.
Somesert Maugham fue un escritor muy popular en su época y se llevaron al cine versiones de sus relatos como Lluvia, El filo de la navaja o La carta, que fueron grandes éxitos. En todas sus novelas siempre hay un enfrentamiento moral de unos personajes y un final sorprendente. Pasó al olvido, pero ahora se le ha rescatado (y con buena fortuna) en El velo pintado.
La carta fue una de las colaboraciones de William Wyler con Bette Davis, con tan buenos resultados como de costumbre.
No sé que les pasa a los occidentales cuando van a lugar exóticos que pierden la cabeza, sudan muchísimo y caen rendidos ante la sensualidad del mundo de los nativos (ya tengo idea de donde iré éste verano). Aquí tenemos a Leslie (Bette Davis) que vive en la plantación de su marido Robert (Herbert Marshall) en Malasia. Una noche de luna llena, Leslie sale de su casa disparando a un hombre, un amigo de su marido, Geoffrey. Cuando venga la policía ella explicará que fue en legítima defensa, ya que él intentó violarla.
Su abogado defensor, Howard (James Stephenson) se encuentra un grave problema cuando aparece una carta que indica que Leslie había invitado al fallecido, con lo que toda la versión se desmorona.
La película es una auténtica filigrana, toda una pieza de artesanía difícil de encontrar en la actualidad: las deslumbrantes escenas del principio y el final se complementan perfectamente, con la luna llena como testigo, ensombrecida en los momentos oportunos. Soberbia fotografía.
Todos los actores están muy bien, tanto Stephenson como Marshall (experto en hacer de marido sufrido de Bette),y Gale Sondargaard, en el papel de la viuda asiática del difunto, a pesar de no pronunciar ni una sola palabra con su presencia está imponente.
Y ahora pasemos a Bette, auténtico motor de la película sobre la que gira todo. Compone un personaje de una variedad de matices increíbles: del mismo modo que se pasa todo el tiempo haciendo febrilmente ganchillo, vamos viendo que ella está viviendo en una telaraña de mentiras, pero parece estar perfectamente acostumbrada a vivir con ellas, ocultando la verdad a todo el mundo, aunque no sabemos sus motivos hasta el final. ¿Qué es lo mas sorprendente, que su marido la perdone o que ella no quiera olvidar a su amante? Cuando la luna llena vuelva a aparecer, la cámara vuelve al interior de la casa para mostrarnos el chal de encaje de ganchillo, movido por el viento. THE END. Lo dicho, artesanía de la buena, a años luz de las películas de pantalla verde de la actualidad. Es como querer comparar la buena cocina con el fast food.
Somesert Maugham fue un escritor muy popular en su época y se llevaron al cine versiones de sus relatos como Lluvia, El filo de la navaja o La carta, que fueron grandes éxitos. En todas sus novelas siempre hay un enfrentamiento moral de unos personajes y un final sorprendente. Pasó al olvido, pero ahora se le ha rescatado (y con buena fortuna) en El velo pintado.
La carta fue una de las colaboraciones de William Wyler con Bette Davis, con tan buenos resultados como de costumbre.
No sé que les pasa a los occidentales cuando van a lugar exóticos que pierden la cabeza, sudan muchísimo y caen rendidos ante la sensualidad del mundo de los nativos (ya tengo idea de donde iré éste verano). Aquí tenemos a Leslie (Bette Davis) que vive en la plantación de su marido Robert (Herbert Marshall) en Malasia. Una noche de luna llena, Leslie sale de su casa disparando a un hombre, un amigo de su marido, Geoffrey. Cuando venga la policía ella explicará que fue en legítima defensa, ya que él intentó violarla.
Su abogado defensor, Howard (James Stephenson) se encuentra un grave problema cuando aparece una carta que indica que Leslie había invitado al fallecido, con lo que toda la versión se desmorona.
La película es una auténtica filigrana, toda una pieza de artesanía difícil de encontrar en la actualidad: las deslumbrantes escenas del principio y el final se complementan perfectamente, con la luna llena como testigo, ensombrecida en los momentos oportunos. Soberbia fotografía.
Todos los actores están muy bien, tanto Stephenson como Marshall (experto en hacer de marido sufrido de Bette),y Gale Sondargaard, en el papel de la viuda asiática del difunto, a pesar de no pronunciar ni una sola palabra con su presencia está imponente.
Y ahora pasemos a Bette, auténtico motor de la película sobre la que gira todo. Compone un personaje de una variedad de matices increíbles: del mismo modo que se pasa todo el tiempo haciendo febrilmente ganchillo, vamos viendo que ella está viviendo en una telaraña de mentiras, pero parece estar perfectamente acostumbrada a vivir con ellas, ocultando la verdad a todo el mundo, aunque no sabemos sus motivos hasta el final. ¿Qué es lo mas sorprendente, que su marido la perdone o que ella no quiera olvidar a su amante? Cuando la luna llena vuelva a aparecer, la cámara vuelve al interior de la casa para mostrarnos el chal de encaje de ganchillo, movido por el viento. THE END. Lo dicho, artesanía de la buena, a años luz de las películas de pantalla verde de la actualidad. Es como querer comparar la buena cocina con el fast food.
6 comentarios:
Hermosa esta película y muy interesante la observación de que muchos occidentales sudan a la hora de ir a lugares exóticos. Esa frase vale la nota por si misma. Saludos
preciosa reseña de esta genialidad!
saludos!
¡Que grande era Bette Davis! y que buenos melodramas se hacían en la época dorada de Hollywood. La Carta es una de esas películas que se que he visto, y que me gustó, pero hace ya mucho tiempo, con lo que la tengo algo borrosa. Necesito volver a verla.
Saludos!
Budokan, ya se sabe que el calor hace que cambie nuestro comportamiento.Persio y Laura, os recomiendo volverla a ver, porque es una película que gana cada vez que se ve, y qué decir de Bette, para mi una de las mas grandes que ha habido.
"Aun amo al hombre que mate con todo mi corazon", pero que frase...!!! Y esas miradas unidas a la interpretacion cuando relata lo sucedido a su marido. Pero como no iba a consolidarse Bette como una de las mejores sino la mejor???
Cierto, JR, Bette es de las mas grandes, sino la mejor. Esta mujer de aspecto frágil y ojos saltones fue capaz de demandar a los estudios, poner un anuncio pidiendo trabajo y mil cosas mas, pero sobre todo fue una actriz inmensa. Dicen las malas lenguas que La carta fue en realidad una venganza de Wyler por una carta que le dirigió pidiéndole en matrimonio... pues si todas las venganzas dieran resultados como éste, bienvenidas sean!
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