¡Oh, la, lá, Paris! Si hay alguna ciudad mítica y llena de tópicos, esa es la capital francesa. Que si la ciudad de la luz y del amor (¿eso no era Valencia? igual me confundo), que si parece que siempre estén sonando acordeones tocando La vie en rose… No es de extrañar que se rodara una película llamada Paris, je t’aime, en la que varios directores de diferentes nacionalidades daban su peculiar versión sobre ella, cada uno de ellos centrados en un barrio. Los hermanos Coen se quedaron con las Tullerias y explican la historia del típico turista norteamericano en una parada de metro, sin necesidad de diálogo. Steve Buscemi es el guiri lost in translation que tiene que vérselas con un niño fil de sa mère y una pareja de novios. Lo mejor: la guía turística, auténtico libro gordo de Petete, que en cada momento enseña justo la información que se necesita… aunque ésta no siempre pueda resultar de nuestro agrado. Al final, por supuesto, la Gioconda, testigo mudo de todo, burlándose.
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LA SONRISA DE LA MONA LISA
La linterna mágica
Etiquetas:
Filmoteca
23 noviembre 2008
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4 comentarios:
Para mí la mejor historia de la pinícula.
Saludos
Es lo que tienen las películas de varios directores,Möbius, que el resultado suele ser desigual.
Estoy de acuerdo Alicia. Varias manos metiendo jaleo en la masa no dan el resultado apetecido. Este tipo de películas suelen ser curiosas, pero casi en ningun caso llegan a cuajar como es debido. De todas maneras,la que comentas no he llegado a verla, así pues sería injusto si opinara.
Un abrazote.
Tienes razón, Antonio, pero como en realidad aquí no estamos hablando de Paris je t'aime, sino del corto de los Coen, puedo decir que me pareció lo suficientemente bueno como para salvarlo del olvido.
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