Se podría decir que Cándida es nuestra Amelie, pero mucho mas castiza, sin el chic de la rive gauche, más entradita en años y quilos, pero sobre todo muchísimo más entrañable. A mi personalmente me emocionó e hizo reír mucho mas que la gabacha.
Guillermo Fesser, el 50% de Gomaespuma, debutó como director con esta película, aunque ya anteriormente hubiera participado como guionista de las películas de su hermano, y lo ha hecho explicando una historia que conoce muy bien, la de su asistenta Cándida Villar, que se interpreta a sí misma.
La pobre Cándida es mas buena que el pescado congelado, y a pesar de que lleva treinta años pagando la hipotenusa del banco, todavía tiene que trabajar en cualquier cosa que le salga, para mantener a sus hijos: un drogadicto, un esquizofrénico que se metió a bombero porque está como una regadera y una pilingui a la que casi no le vemos asomar el pelo. A pesar de que su vida es miserable, no pierde ni un solo minuto la alegría, siendo su única válvula de escape la televisión y su sueño ir a vivir al campo, como la Chus Lampreave de ¿Qué he hecho yo para merecer esto?. La casualidad hace que conozca a un presentador de televisión, Pablo (Jorge Bosch), y entre ambos se establece una relación basada en un principio en sentimiento de culpa por parte de él, pero que se va transformando en cariño a medida que se van conociendo.
Podría pasarme todo el post escribiendo los “candidismos”, que no tienen desperdicio “ Para ver este cuadro hace falta la tarjeta del Plus”, “No todo el monte es orgasmo” “Dicen que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer, pero si el hombre no gira la cabeza no cae en la cuenta”, "No entiendo como mi hijo prefiere estar en la calle, si dónde más protegido está es en casa, ya que vivimos en una casa de Protección Oficial”... y no pararía, pero esta heroína que prefiere morir de golpe que un poquito cada día es capaz de hacer que pasemos de la sonrisa a la lágrima en un segundo, como cuando explica un aborto que tuvo, pero hasta en la escena mas conmovedora siempre da un giro a la que menos te lo esperas para reír de nuevo.
Realmente bonita la relación de Cándida con su hijo drogadicto, Javi, estupendamente interpretado por Raúl Peña, que es el personaje que tiene las mejores frases de la película después de Cándida, y la versión de Gwendolyn que canta en la cárcel (con la voz de Pitingo) le da cien vueltas a la de Julio Iglesias, poniendo la carne de gallina.
Un estremecedor detalle de hasta dónde llegó la mezcla de realidad y ficción en la película es que durante el rodaje falleció uno de los hijos de Cándida, y en la escena de la incineración de Javi el ataúd es el del auténtico hijo de la protagonista.
Habrá películas mejores, sin la menor duda, y peores también (muchas mas), pero desde ahora Cándida ocupa un lugar en mi corazón, que creo que va a ocupar mucho tiempo; al fin y al cabo no necesita mucho espacio para ella y tres gallinas.
Cambiando de tema, quisiera agradecer a Möbius y a Manuel por habernos premiado con Brillante weblog y Dardo, respectivamente. Aunque son totalmente inmerecidos, como a nosotros sólo nos mueve nuestro amor por el cine y somos como una ONG, el mejor premio es saber que nos leéis y si encima os gusta es el no va mas. Va por ustedes.
Guillermo Fesser, el 50% de Gomaespuma, debutó como director con esta película, aunque ya anteriormente hubiera participado como guionista de las películas de su hermano, y lo ha hecho explicando una historia que conoce muy bien, la de su asistenta Cándida Villar, que se interpreta a sí misma.
La pobre Cándida es mas buena que el pescado congelado, y a pesar de que lleva treinta años pagando la hipotenusa del banco, todavía tiene que trabajar en cualquier cosa que le salga, para mantener a sus hijos: un drogadicto, un esquizofrénico que se metió a bombero porque está como una regadera y una pilingui a la que casi no le vemos asomar el pelo. A pesar de que su vida es miserable, no pierde ni un solo minuto la alegría, siendo su única válvula de escape la televisión y su sueño ir a vivir al campo, como la Chus Lampreave de ¿Qué he hecho yo para merecer esto?. La casualidad hace que conozca a un presentador de televisión, Pablo (Jorge Bosch), y entre ambos se establece una relación basada en un principio en sentimiento de culpa por parte de él, pero que se va transformando en cariño a medida que se van conociendo.
Podría pasarme todo el post escribiendo los “candidismos”, que no tienen desperdicio “ Para ver este cuadro hace falta la tarjeta del Plus”, “No todo el monte es orgasmo” “Dicen que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer, pero si el hombre no gira la cabeza no cae en la cuenta”, "No entiendo como mi hijo prefiere estar en la calle, si dónde más protegido está es en casa, ya que vivimos en una casa de Protección Oficial”... y no pararía, pero esta heroína que prefiere morir de golpe que un poquito cada día es capaz de hacer que pasemos de la sonrisa a la lágrima en un segundo, como cuando explica un aborto que tuvo, pero hasta en la escena mas conmovedora siempre da un giro a la que menos te lo esperas para reír de nuevo.
Realmente bonita la relación de Cándida con su hijo drogadicto, Javi, estupendamente interpretado por Raúl Peña, que es el personaje que tiene las mejores frases de la película después de Cándida, y la versión de Gwendolyn que canta en la cárcel (con la voz de Pitingo) le da cien vueltas a la de Julio Iglesias, poniendo la carne de gallina.
Un estremecedor detalle de hasta dónde llegó la mezcla de realidad y ficción en la película es que durante el rodaje falleció uno de los hijos de Cándida, y en la escena de la incineración de Javi el ataúd es el del auténtico hijo de la protagonista.
Habrá películas mejores, sin la menor duda, y peores también (muchas mas), pero desde ahora Cándida ocupa un lugar en mi corazón, que creo que va a ocupar mucho tiempo; al fin y al cabo no necesita mucho espacio para ella y tres gallinas.
Cambiando de tema, quisiera agradecer a Möbius y a Manuel por habernos premiado con Brillante weblog y Dardo, respectivamente. Aunque son totalmente inmerecidos, como a nosotros sólo nos mueve nuestro amor por el cine y somos como una ONG, el mejor premio es saber que nos leéis y si encima os gusta es el no va mas. Va por ustedes.
3 comentarios:
Las gracias, a vosotros, compa Alicia. Precisamente, y entre otras, son reseñas como ésta, en las que demostrais que la sensibilidad no está reñida con el saber, ni el cariño con el talento, ni la retranca con la dulzura (esto va para Marc, que no se piense que se iba a escapar...), las que justifican esas cosas. Que lo sepais...
Un abrazo muy fuerte.
P.S. y a ver si veo a la Cándida un día de estos, que es de estas pelis que no me llaman mucho, pero está claro que, después de homenaje tan sentido, hay que darle una oportunidad.
Pues de momento no he visto Cándida, y tiene pinta de ser una película curiosa, como poco. Después de leer tu comentario tendré que hacer lo posible por verla próximamente, que si te ha gustado, lo más seguro es que a mi también me guste.
Ya te contaré.
Y, por cierto, felicidades por los premios.
Saludos!
Qué bonito todo lo que has dicho, Manuel, me lo voy a apuntar y todo. Tienes razón en una cosa, Cándida es una película de las que, al menos a mi, fueron directas a mis sentimientos, no a mi cerebro.
Como tenemos los gustos tan parecidos, Laura, creo que te gustará. Para mi fue un agradable e inesperado descubrimiento
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