
Ya hemos hablado en otras ocasiones de lo dura y difícil que es la adolescencia, sobre todo cuando se trata del típico “patito feo” del que todo el mundo se ríe.
Carrie es una chica normalita, que tiende a pasar desapercibida por su timidez, vive con su madre, que es una fanática religiosa, y sus sueños son los mismos que los de cualquier jovencita norteamericana:tener amigas, gustar al chico mas guapo del instituto (una cosa es no ser guapa y otra ser tonta), ser la reina del baile.... La primera menstruación le provocará un trauma, ya que cree que se está desangrando y sus compañeras se burlan de ella de una manera muy cruel.
Con estos elementos Brian de Palma dirigió una de sus películas mas conocidas, todo un éxito de taquilla, que puso de moda los finales tipo “susto-sopresa” y además sirvió para dar a conocer a un joven escritor, un tal Stephen King.
Desde luego hacía falta alguien capaz de ser sumamente frágil y vulnerable, pero al mismo tiempo terrorífica y vengativa para encarnar al personaje, y De Palma encontró a su Carrie ideal en Sissy Spaceck, que pasa por los estados de “patito feo”, “ Cenicienta en el baile” y “Bruja vengadora”, con toda la naturalidad del mundo. Es muy fácil identificarse con ella, todos nos hemos sentido desplazados e incomprendidos en nuestra juventud, y por eso nos alegramos cuando se venga de todos los que se han reído de ella... aunque se pase tres pueblos.
El personaje mas terrorífico es la madre de Carrie, una desquiciada Piper Laurie que sería capaz de encontrar párrafos pecaminosos en la misma Biblia (¿aunque los hay, no?) Su final la convierten en una versión en carne y hueso de un Cristo muy peculiar a quien rezaba Carrie.
Unos jovencísimos John Travolta y Nancy Allen (que repetirían con De Palma, en la infravalorada Blow out), una pareja totalmente egoista, de mucho sexo y poco seso, son los que, sin saberlo, provocarán la tragedia.
La mejor escena es la de la coronación, De Palma la rueda premeditadamente a cámara lenta, mostrándonos la alegría de Carrie, que parece estar viviendo un sueño y quiere disfrutar de cada segundo; sin cambiar el ritmo, la música es la que nos indica que algo va a pasar, tomando poco a poco tintes hitchockianos, hasta que llega el estallido de hemoglobina y la pantalla dividida made in De Palma para mostrarnos lo que sucede desde todos los ángulos. La imagen de Carrie totalmente ensangrentada y la expresión de sus enormes ojos, pasando de la sorpresa a la humillación y la ira son de las que hacen época.
La próxima vez tened cuidado con los patitos feos, ya que tal vez no se acaben transformando en cisne... ¿o no habéis visto Los pájaros?
Carrie es una chica normalita, que tiende a pasar desapercibida por su timidez, vive con su madre, que es una fanática religiosa, y sus sueños son los mismos que los de cualquier jovencita norteamericana:tener amigas, gustar al chico mas guapo del instituto (una cosa es no ser guapa y otra ser tonta), ser la reina del baile.... La primera menstruación le provocará un trauma, ya que cree que se está desangrando y sus compañeras se burlan de ella de una manera muy cruel.
Con estos elementos Brian de Palma dirigió una de sus películas mas conocidas, todo un éxito de taquilla, que puso de moda los finales tipo “susto-sopresa” y además sirvió para dar a conocer a un joven escritor, un tal Stephen King.
Desde luego hacía falta alguien capaz de ser sumamente frágil y vulnerable, pero al mismo tiempo terrorífica y vengativa para encarnar al personaje, y De Palma encontró a su Carrie ideal en Sissy Spaceck, que pasa por los estados de “patito feo”, “ Cenicienta en el baile” y “Bruja vengadora”, con toda la naturalidad del mundo. Es muy fácil identificarse con ella, todos nos hemos sentido desplazados e incomprendidos en nuestra juventud, y por eso nos alegramos cuando se venga de todos los que se han reído de ella... aunque se pase tres pueblos.
El personaje mas terrorífico es la madre de Carrie, una desquiciada Piper Laurie que sería capaz de encontrar párrafos pecaminosos en la misma Biblia (¿aunque los hay, no?) Su final la convierten en una versión en carne y hueso de un Cristo muy peculiar a quien rezaba Carrie.
Unos jovencísimos John Travolta y Nancy Allen (que repetirían con De Palma, en la infravalorada Blow out), una pareja totalmente egoista, de mucho sexo y poco seso, son los que, sin saberlo, provocarán la tragedia.
La mejor escena es la de la coronación, De Palma la rueda premeditadamente a cámara lenta, mostrándonos la alegría de Carrie, que parece estar viviendo un sueño y quiere disfrutar de cada segundo; sin cambiar el ritmo, la música es la que nos indica que algo va a pasar, tomando poco a poco tintes hitchockianos, hasta que llega el estallido de hemoglobina y la pantalla dividida made in De Palma para mostrarnos lo que sucede desde todos los ángulos. La imagen de Carrie totalmente ensangrentada y la expresión de sus enormes ojos, pasando de la sorpresa a la humillación y la ira son de las que hacen época.
La próxima vez tened cuidado con los patitos feos, ya que tal vez no se acaben transformando en cisne... ¿o no habéis visto Los pájaros?