Uno de los sinónimos que pueden aplicarse a los clásicos es su capacidad de hablar de temas intemporales o, incluso, adelantándose a su tiempo, mostrar las consecuencias de algunos hechos, dejando a Casandra a la altura del betún.
Un buen ejemplo lo tenemos en Ace in the hole, que aquí tradujeron como El gran carnaval, de mi admirado Billy Wilder, que ya mostraba por donde iba a ir el periodismo, cada vez más interesado en mostrar las miserias de Berlusconi o las desgracias de concursantes de realities shows, que en la búsqueda de “la verdad”, algo que por lo visto sólo interesaba a Fox Mulder.
Un periodista, Charles Tatum (Kirk Douglas, en uno de sus habituales papeles de cabrón de esa época –según sus propias palabras-) llega a un tranquilo pueblecito, Alburquerque. Busca trabajo en el periódico de lugar, y su primera conversación con su jefe no tiene desperdicio “He mentido a hombres que llevaban cinturón, he mentido a hombres que llevaban tirantes, pero nunca sería tan estúpido como para mentir a alguien que llevara cinturón y tirantes”. Tras un fundido en negro causado al avanzar hacia la cámara, se nos muestra a Tatum con cinturón y tirantes, un año después, agobiado por la calma del lugar, aunque no parece que haya cumplido su promesa de que “ Si no hay noticias salgo a la calle y muerdo un perro”, o tal vez se haya cansado de ello.
Ante tanta monotonía, cuando le envían a hacer un reportaje sobre una feria se alegra del cambio de rutina. Cuando detienen su coche para poner gasolina encuentran el lugar vació, tan sólo con una anciana rezando y llorando. El olfato periodístico de Tatum le indica que allí hay una noticia, y no se equivoca. Un hombre, Leo Minosa, ha quedado atrapado en unas antiguas ruinas indias.
Tatum se quita los tirantes (que deja de lado definitivamente) y consigue entrar en las ruinas y hablar con Minosa. La idea que le está dando vueltas en la cabeza poco a poco se va poniendo en marcha: un rescate que habría durado trece horas se alarga seis días, para lo que convence al jefe de policía, al capataz de la obra y a la mujer de Minosa; él tiene la exclusiva de hablar con Leo y enseguida se monta todo un circo mediático alrededor del rescate: curiosos, puestos de comida ambulante, periodistas, televisión…
Es una película muy negra, ya que Wilder no muestra la mas mínima compasión por los personajes: Tatum es un arribista sin escrúpulos, que maneja a cualquier persona para conseguir su objetivo, siendo probablemente lo más despreciable de él cómo se gana la amistad de Leo. El jefe de policía, como siempre en estos casos tan sólo piensa en cómo ser reelegido en las próximas elecciones y la mujer de Minosa también se revela como sumamente traicionera, ya que estaba a punto de dejarle a la que sucedió todo, pero debido a la publicidad del asunto y los numerosos ingresos que produce, se queda haciendo el papel de “viuda desconsolada”. Las dos únicas personas positivas son Leo, ignorante de todo lo que ha sucedido a su alrededor, y el jefe de Tatum, que cree en la ética del periodismo. No es de extrañar que Wilder tuviera (una vez más) problemas con la censura, debido a su ácida mirada, y eso influyó sobre todo en el final, con un arrepentimiento de Tatum que no suena a auténtico, pero eso no le quita un ápice de verdad al resto de la historia.
Un buen ejemplo lo tenemos en Ace in the hole, que aquí tradujeron como El gran carnaval, de mi admirado Billy Wilder, que ya mostraba por donde iba a ir el periodismo, cada vez más interesado en mostrar las miserias de Berlusconi o las desgracias de concursantes de realities shows, que en la búsqueda de “la verdad”, algo que por lo visto sólo interesaba a Fox Mulder.
Un periodista, Charles Tatum (Kirk Douglas, en uno de sus habituales papeles de cabrón de esa época –según sus propias palabras-) llega a un tranquilo pueblecito, Alburquerque. Busca trabajo en el periódico de lugar, y su primera conversación con su jefe no tiene desperdicio “He mentido a hombres que llevaban cinturón, he mentido a hombres que llevaban tirantes, pero nunca sería tan estúpido como para mentir a alguien que llevara cinturón y tirantes”. Tras un fundido en negro causado al avanzar hacia la cámara, se nos muestra a Tatum con cinturón y tirantes, un año después, agobiado por la calma del lugar, aunque no parece que haya cumplido su promesa de que “ Si no hay noticias salgo a la calle y muerdo un perro”, o tal vez se haya cansado de ello.
Ante tanta monotonía, cuando le envían a hacer un reportaje sobre una feria se alegra del cambio de rutina. Cuando detienen su coche para poner gasolina encuentran el lugar vació, tan sólo con una anciana rezando y llorando. El olfato periodístico de Tatum le indica que allí hay una noticia, y no se equivoca. Un hombre, Leo Minosa, ha quedado atrapado en unas antiguas ruinas indias.
Tatum se quita los tirantes (que deja de lado definitivamente) y consigue entrar en las ruinas y hablar con Minosa. La idea que le está dando vueltas en la cabeza poco a poco se va poniendo en marcha: un rescate que habría durado trece horas se alarga seis días, para lo que convence al jefe de policía, al capataz de la obra y a la mujer de Minosa; él tiene la exclusiva de hablar con Leo y enseguida se monta todo un circo mediático alrededor del rescate: curiosos, puestos de comida ambulante, periodistas, televisión…
Es una película muy negra, ya que Wilder no muestra la mas mínima compasión por los personajes: Tatum es un arribista sin escrúpulos, que maneja a cualquier persona para conseguir su objetivo, siendo probablemente lo más despreciable de él cómo se gana la amistad de Leo. El jefe de policía, como siempre en estos casos tan sólo piensa en cómo ser reelegido en las próximas elecciones y la mujer de Minosa también se revela como sumamente traicionera, ya que estaba a punto de dejarle a la que sucedió todo, pero debido a la publicidad del asunto y los numerosos ingresos que produce, se queda haciendo el papel de “viuda desconsolada”. Las dos únicas personas positivas son Leo, ignorante de todo lo que ha sucedido a su alrededor, y el jefe de Tatum, que cree en la ética del periodismo. No es de extrañar que Wilder tuviera (una vez más) problemas con la censura, debido a su ácida mirada, y eso influyó sobre todo en el final, con un arrepentimiento de Tatum que no suena a auténtico, pero eso no le quita un ápice de verdad al resto de la historia.
11 comentarios:
¡Qué gran, que magnífica peli, Alicia!....Sabes?...con las pelis de este tío, se me ponen los pelos de punta cada vez que las veo. Esta es perversa y Wilder lo sabía perfectamente y sabía perfectamente que los medios le iban a caer encima. Lo más bonito que dijeron del director es que era antiamericano.
Me hizo gracia que algunos columnistas dijeron que la película parecía haber sido producida por "Art Kino" (la productora soviética).
Estás en lo cierto de que la peli se tituló "Ace in the Hole", pero lo del "Gran Carnaval" no fue solamente una idea española. La Paramount decidió cambiar el título a última hora sin permiso de Wilder y le plantó "The Big Carnival".
Años más tarde Wilder comentó: Que se jodan todos. Es la mejor película que he hecho jamás".
Eso habría que matizarlo, querido maestro, tiene usted tantas obras maestras que es muy difícil darle el honor de "mejor" a alguna de ellas.
¿No te parece, Alicia?
Un abrazote.
Gracias por la aclaración del título, Antonio; en realidad no me parece tan desacertado el título español (comparado con otros casos), ya que realmente se monta un auténtico carnaval de buitres alrededor de la noticia. Y por supuesto estoy de acuerdo contigo, Wilder hizo tantas películas tan sumamente buenas, que es difícil elegir.
Bueno, bueno: lo del título tiene su enjundia, porque incluso hay un tercero, The Human interest Story, al basarse en la historia real de un aventurero, un tal Collins, muy conocido en USA.
Desde luego, Alicia, es una película que no ha envejecido en absoluto. Es más: parece más real conforme "avanza" la forma en que se reformulan los medios de comunicación. Si Wilder estuviera vivo, se quedaría asombrado, seguro.
Hay que descubrirse ante Douglas, porque borda el papel, cargando con casi toda la película en sus hombros.
Saludos.
Gracias, también, por tu explicación sobre el título, Josep. Desde luego, por títulos no quedó.Efectivamente, la película no ha envejecido y Douglas está estupendo (le iban mucho esos papeles), hasta hay una referencia en los Simpson a la película cuando Bart hace creer que ha caido en un pozo, que creo que habría gustado a Wilder.
"dehtruhtores!!"
Hola,
Coincido con Josep en cuanto a la vigencia: una sesión doble de "El gran carnaval" y "Network" y ya tenemos un retrato no muy alejado de ciertas prácticas actuales.
Saludos
¿Comorrr. Gloria?
Bienvenido, Caveat, cierto que El gran carnaval haría un buen programa doble con Network; aunque la primera se cnetra más en el periodismo escrito y la segunda en la televisión, las dos muestran por el mal camino que pueden ir ambos.
Bueno, no se si recordareis una multiemitida escena en la que Rocio Jurado y familia transitaban por un aeropuerto cuando se les acercó un enjambre de paparazzis, a los que furiosa intentó alejar al grito d "Dehtruhtoreh!" (destructores).
Perdónala, Gloria, la Directrice no ve la TV. Dedica su tiempo libre a leer a Hume y a decorar su mansión con fotos de Kenneth Branagh. Yo sí lo recuerdo, aunque mi frase preferida siempre ha sido "¿es que no hay una policía o algo?"...
Gran película, si señora, y recuerdo que cuando la vi, hace unos años, pensé en lo moderna que era, ya que el tema que trata está de absoluta actualidad. La prensa es cada vez más sensacionalista, y lo malo es que a mucha gente le gusta que así sea, lo que pasa en El Gran Carnaval podría muy bien pasar ahora mismo, y casos similares se han visto... la solución, ver lo menos posible la tele y alejarse de cierto tipo de publicaciones.
En cuanto a la película de Wilder en sí, me parece buenísima, y curiosamente es de las menos conocidas suyas, quizá. Desde luego no deja ni un resquicio al optimismo, y no se sala prácticamente ningún personaje. Kirk Douglas está genial, él bordaba este tipo de papeles hasta con los ojos cerrados. ¡Que grande!
¡Hasta la próxima!
Disculpa por no haberte contestado antes, Gloria. Gracias por tu explicación, pero es que yo de Rocio y su Jose me quedé con su "estamos tan agustito".
Efectivamente, Laura, la película ha aguantado muy bien el paso del tiempo,lo que dice muy poco en nuestro favor, ya que vamos avanzando muy mal. Por ser una de las películas menos conocidas y menos repuestas de Wilder, pero sumamente interesante, pensé que valía la pena hablar de ella.
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