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Weblog dedicado al mundo del cine, tanto clásico como actual. De Billy Wilder a Uwe Boll, de Ed Wood a Stanley Kubrick, sin distinciones. Pasen, vean y, esperemos, disfruten. Si no es así, recuerden que NO han pagado entrada.
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ALON IN DE DARC (DE MUVI)


Vamos a ver, pero qué cojones pasa aquí.

Uséase, que me marcho unos días de asueto, para descansar del ritmo frenético de publicación y de onerosa creatividad a la que me obliga este santo blog (por cierto, hemos cumplido ya tres años) (ni un puñetero euro. Ni uno. Es un simple dato), y un poco también del trabajo, por qué no decirlo; y me encuentro con este sindios. A la que me giro, la Directrice aprovecha para colar el chorrocientosexto homenaje a san Kenny de sus Humedades Nocturnas; y no sólo eso, sino que tengo que tragarme, sin guarnición, lo de “ahora que está Marcbranches de vacaciones, es una buena ocasión para subir un poco el nivel cultural del blog”.

De acuerdo. No me queda otra que recortar mis vacaciones, porque el público pide justicia. Y no justicia de la de Perry Mason, no. Justicia de la de verdad, la de reajustarse el equilibrio del paquete con las dos manos mientras con la boca se sujeta el bate de beisbol. La de Steven Seagal. Nenes, I'M BACK.

Estooo... ¿por dónde íbamos? ¿Subir el nivel cultural del blog? Muy bien. Envido. ¿Cómo se puede superar culturalmente a Kenny?

Uwe Boll, director (o así) alemán que se caracteriza por tener cara de chusco-delantero centro alemán, es, sin duda, el director trash más afamado, vilipendiado, insultado y reconocido por todo buen amante del mal cine. Por tanto, no podía quedarse sin su reconocimiento público linternero. Se “dio a conocer” internacionalmente con la esperpéntica, hedionda y felizmente ridícula “House of the dead”, que, entre otras muchísimas virtudes, alberga el honor de contar con el que muchos consideran el peor tiroteo de la historia del cine. Algún día escribiré sobre ella, pero hoy no. Hoy toca “Alone in the dark”, la siguiente hez de Uba (se pronuncia asín), también basada en un videojuego, al igual que la que la siguió, “Bloodrayne”. Se ve que no era capaz de pasarse las pantallas y se dijo, “pues hago la película y así gano seguro”. No pretendo engañar a nadie: “Alone in the dark” es mejor que “House of the dead”. Esta última es churrusquera y patizamba a decir basta, parece todavía más barata de lo que es, sus desconocidos actores transmiten la misma intensidad emocional que un paragüero, y su sentido del humor se resume en que el prota es un capitán de barco que se llama Kirk, juas-juas. “Alone in the dark” tiene más presupuesto, técnicamente no es tan horrenda (por lo menos no se ven los trampolines que usan los extras para saltar), y hay actores conocidos. Pretende ser una película seria, cine de acción bien hecho. Y esto es lo que, precisamente, remonta hacia la cúspide el cutrónomo aplicado a esta pústula cinematográfica: quiere ser seria, con un argumento elaborado y unos actores de cierto rango, y acaba por ser un mojón del tamaño de Arkansas.

Lo peor de “Alone in the dark” no es que sea mala; ya tenemos una edad, y nos hemos encontrado con suficiente morralla como para que nos coja desprevenidos. Lo peor de este injerto de rata de cloaca es su toxicidad de grado 9'8 en la escala Marcbranches: la absoluta, inevitable imposibilidad de comprensión de su argumento puede producir, no sólo migrañas de tamaño rinoceronte, edemas cerebrales y luxaciones de omóplato; sino que dicha incapacidad puede acabar con el espectador no prevenido en posición fetal y salivando por las comisuras de los labios. Varios politólogos afirman que un cine-fórum posterior a la visión de esta película podría desencadenar una guerra nuclear. ¿Que exagero? El filme comienza con un texto introductorio tal que así. Diez párrafos, 1:57 de duración, el cual obnubila de tal manera la mente que se hace imposible entender una palabra de nada de lo que sucede a continuación. Diría que la cosa va así: hubo una civilización ancestral (o incluso más antigua) llamada abkani, que un día abrió una puerta dimensional a la oscuridad, no le gustó el jardín de los vecinos, cerró otra vez la puerta y escondió la llave, llave que encuentra, sabecristodonde, Christian Slater. Pero esto lo deduje después de ver la película; al principio, a pesar del texto bíblico del inicio y de una cochambrosa voz en off del propio Slater, sólo comprendemos que hay un calvo malo que le quiere quitar un pedrusco, lo que nos lleva a una pésima persecución automovilística en la que no puede faltar el típico arramble con los puestos de fruta: no hay una buena persecución de coches sin unos tomates saltando por los aires.

La ¿narración? sigue su curso mientras el sudor frío impregna las jetas de los pobres espectadores, que, ya que no entienden un carajo de lo que está pasando en pantalla, aprovechan para descojonarse de la pinta de chulopo resacoso de Slater, con barba de tres días (y cuatro pelos), y una combinación abrigo de cuero-camiseta imperio negra que, suponemos, se pondrá de moda en algún momento del año 2027. El nivel de su actuación oscila entre el de un ornitorrinco macho y una caja de zapatos vacía. Mucho mejor, en cualquier caso, que el de Tara Reid, la típica científica rubia, que hace honor a su nombre ejercitando una verdadero arsenal de expresiones bovinas durante las escenas cumbre del largometraje. Una de las cuales, sin duda, es el polvete de rigor entre ambos protagonistas: observen, queridos amigos (entónese con voz de Rodríguez de la Fuente), cómo la jaca común se acerca, libidinosa, al mastuerzo silvestre, sin previo aviso, y se aparea con pasión de funcionario, mientras suena el tema “Seven seconds”. Sí, “Seven seconds”, esa canción de Neneh Cherry y Youssou N'Dour que denuncia el racismo... ¿Uba, quieres explicarme qué leches pinta en una escena de folleteo? Lo único que se me ocurre es que se refiera al aguante del amigo Slater...

Luego sale otro actor reconocible, Stephen Dorff, cuyo personaje es el jefe de una cuadrilla militar que alberga el honor de protagonizar esta escena no recomendada a epilépticos. No, señora, la banda sonora del resto de la película no es mejor; algunos momentos de hard-casio ochentero son inolvidables, si se consigue sobrevivir a la operación de tímpano. Lo cual tampoco ayuda a seguir la trama, que incluye unos zombies que sólo sirven para molestar un poco, unos bichos que no asustarían ni a Piolín, y el mad doctor de turno, emperrado, como todos, en explicar su siniestro plan treinta segundos antes de palmarla. Como Uba es un cinéfilo de pro, esparce homenajes más o menos indisimulados a filmes que le han marcado (no se puede decir “influido", porque no ha asimilado absolutamente nada): “Alien”, “Star Wars”, “Posesión infernal”... aunque mi homenaje preferido es el nombre de uno de los personajes, Feenstra, que sin lugar a dudas es un guiño a Chiquito de la Calzada.

En este blog tenemos la norma tácita de no destripar los finales de las películas. “Alone in the dark” no se puede considerar una película, así que lo voy a espoilear sin escrúpulos, porque tiene telita. Los dos protas, luego de sobrevivir a la pelea definitiva, vuelven a la ciudad (no me preguntéis dónde carajos estaban), la cual se encuentran absolutamente vacía, al estilo “Abre los ojos”, coches abandonados incluidos. Aparece un rótulo en el que dice “8:45: ciudad evacuada” (¿por quién? ¿por qué? He dicho que no preguntéis). De repente, se escucha a Christian en off, explicando que La puerta se volvió a cerrar pero tal y como descubrieron los Abkani, sacar la oscuridad a la luz, tiene un precio. El pueblo Abkani fue borrado de la faz de la Tierra. Y ahora, parece como si todo volviera a ocurrir”. Uséase, que a la humanidad se la han pelado. ¿Pero no acabas de decir que han evacuado la ciudad? Necesito un neurólogo, por el amor de Woody.

En resumen, un guión sólo explicable desde el coma toxicológico, cuya única virtud es que consigue tapar el calamitoso montaje, los planos absurdos, las interpretaciones de rambla o las peleas coreografiadas por Fernando Romay. Una auténtica maravilla trash que bien merece las casi dos páginas de Word que le he dedicado. Toma nivel cultural.

7 comentarios:

Josep dijo...

¡Pero bueno! ¿No habíamos quedado en que te hacían falta unas vacaciones de las vacaciones?

Así no te vas a relajar nunca: ¿no sabías que el amiguito Slater es el segundo después de Nick?

Porque una cosa es tragarse bodrios en el cine y otra ver la película en la tele o,lo que es peor, en dvd.

Anda, vuelve a tu merecido retiro estival y relájate.... :-)

Saludos.

ANRO dijo...

Oleeeeeeeeeeeeeeeeeeee! Sí. así en plan torero y desgañitándote hasta los garrapiños. Este es mi Marcbranches, el original, el único, el que pone los decibelios neuronales en plan extásico y pleopásico.
No acierto a salir de este shock, que me ha colgado las pupilas en ansia frenética de ponerme a babear viendo ese trash sublime que comentas.
A esto se le llama subir el listón cultural, dejémonos de chaquespeares y demás pamplinas. Dejemos que Alicia murmure sibilina, pero tú, querido Marcbranches no te vuelvas a marchar. ¡¡¡Quédate con nosotros, te necesitamos!!!!

Aló, aló....¡tasc, tac! ¿quién está ahí dentro?........¿?
-Aquí servicios especiales, sí, para informar que el tipo que andaba leyendo no se qué de un tal Marcbranches ha sufrido un infarto irreversible. Allá vamos para la morgue. Gracias, cuelgo.

marcbranches dijo...

Josep, ¿y qué son las vacaciones de unas vacaciones? Pues eso, de vuelta al tajo. Bueno, del trabajo aún no, pero no me ha quedado otra que recortar mi descanso bloguero, para evitar el apocalipsis que se nos avecinaba. El siguiente paso, que lo sepas, era un miniciclo de películas caseras de Kenny de cuando era pequeño...

Avance informativo: lamentamos informar que el señor Anthony Rodrigues, artísticamente conocido como Anro, ha sido hospitalizado de gravedad debido a un trauma craneoencefálico producido, al parecer, después de desmayarse delante del ordenador por causas desconocidas. Insólitamente, los primeros análisis insinúan la posibilidad de que se golpeara repetidamente la cabeza contra dicho monitor, de manera deliberada. Su cónyuge, sorprendentemente dicharachera ante la noticia, ha sido llamada a declarar al juzgado. Les mantendremos informados.

UNA SOMBRA PERDIDA dijo...

Joder! qué dolor de cabeza....pero, hostias si no se quien soy ni en qué espacio me encuentro. Divago sin saber si ando en la oscuridad de la noche o en el fuego del día. Veo líneas que se intercambian y vectores que se cruzan....¡Oh dioses, qué lugar es éste! (en plan mayestático)
Tal vez esta maldita estrechez me impide saber o descubrir los misterios de este sombrío lugar. Posiblemente, oh Marcbranches, podría hacerte un relato cuya más insignificante palabra horrorizaría tu alma, helaría tu sangre joven, haría como estrellas saltar tus ojos de su órbitas y separaría tus compactos y enroscados bucles, poniendo cada uno de tus cabellos como las puas del irritado puercoespín....¡coño, creo que con tanta maraña me equivoqué de monólogo! ...vamos a probar si con esta otra conexión....
Here in this spring, stars float along the void, here in this ornamental winter......no, creo que tampoco es esto.....(cantando a viva voz) Prietas las filas, recias marciales nuestras escuadras van....soy el novio de la muerte....no, no, ¡¡¡¡¡donde cojones estoy!!!!....¡¡¡Sálvame Marcbranches!!!

Josep dijo...

¿Has dicho películas caseras de Kenny?

¿Las habeis encontrado por fin en youtube?

¡Que suerte! ¿Y a que esperais?


Por cierto, quesemeolvidó: Happy Birthday a ambos dos, y gracias por seguir.

Un saludo o dos.

p.d.: Marcbranches, tío, sálvalo, va...

Manuel Márquez dijo...

La normalidad vuelve, compa Marc. Ésta, obviamente, no la he visto, pero hoy eso tiene premio, ¿no? Por cierto, ¿no es el Boll este el que se dedica a ir cruzándole la jeta a todo aquel que se le apetece? ¿O estoy confundido con otro...?

Un fuerte abrazo y feliz semana.

P.S. por cierto, ¿qué tal por la ciudad más bella del mundo? No cuentas nada, canalla...

marcbranches dijo...

"Una sombra perdida"...

Es evidente que me había equivocado. No era un trauma craneoencefálico. Son las drogas, que son mu-malas...

Josep... ¿Tibi quoque, fili mei? No sé a qué esperáis la Directrice y tú a montar una fiesta "Shakespeare in love" para todos los fans de Kenny. Seguro que los cuatro lo pasaríais genial.

M-Márquez, es correcta la respuesta. este es retó a un combate de boxeo a gente que rajaba de sus películas (unos indeseables sin criterio). Respecto a lo otro, no me queda más que recitar aquel hermoso ripio del maestro lírico Arnold Chuachenaguer: "Volveré".

 
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