“No comprendo los musicales. ¿Porqué se ponen de repente a cantar y bailar?” dice Jeff. ¡Ay!, ese es el talón de Aquiles de los musicales; nadie pretende que sean realistas, lo que hacen con la música y los bailes es exteriorizar sus sentimientos, siendo probablemente el mejor ejemplo esa alegría desbordante que no hay diluvio que consiga aguarla demostrada por Gene Kelly en Cantando bajo la lluvia.
Lars Von Trier, tal vez ya un poco cansado de ser tan dogmático, con Bailando en la oscuridad hizo su primera incursión en América; nunca ha ocultado lo mucho que le fascinaba el cine Hollywoodiense y aquí quiere hacer su peculiar homenaje al musical, aunque dándole una vuelta de tuerca.
Si una de las características de los musicales era su alegría e irrealidad, Bailando en la oscuridad es un dramón de los de “espero-que-sea-el-mes-blanco-porque-me-harán-falta-sábanas”, totalmente carente de glamour. Selma (Björk) es una emigrante checoslovaca que trabaja en una fábrica; es una madre soltera que no para de hacer horas extras, ya que tiene un secreto: sabiendo que se va a quedar ciega, por herencia genética (muy gracioso, Mendel), quiere a toda costa reunir el dinero suficiente para que a su hijo no le pase lo mismo que a ella; tan sólo tiene una manera de evadirse: con los musicales (“En los musicales nunca puede pasar nada malo", dice). Cuando está pasando un momento difícil los ruidos del exterior se convierten en música para ella y se siente como si fuera una Ginger Rogers o Cyd Charisse. De hecho, participa en un montaje que están haciendo de Sonrisas y lágrimas (¡argh! ¡De todos los musicales del mundo tenían que elegir precisamente “ese”?); ya lo dijo Woody, que esperaba que no existiera la reencarnación para no volverla a ver ). Pero aprovechándose de su situación le roban el dinero y no sólo eso, sino que la acusan de haberlo robado y de asesinato, con lo que la condenan a la horca.
Si habéis soltado el pañuelo, sigo. Al principio a Von Trier le gusta jugar con la cámara digital en mano, que no para de moverse, pero afortunadamente parece que poco a poco se olvida de ella y se centra cada vez mas en los sentimientos, puros y duros. Claro que a eso contribuye mucho Björk, que resulta totalmente conmovedora como Selma, dejando de lado sus extravagancias y modernidades, poniéndonos la piel de gallina en el final.
La eternamente bella Catherine Deneuve es la única amiga de Selma, David Morse es el aparentemente encantador propietario del piso donde vive, y Peter Stormare, el inolvidable asesino de Fargo es Jeff, el enamorado de Selma.
Pero seamos justos, Lars, que Peniques del cielo también explicaba una historia de un hombre que quiere escapar de la realidad a través de los musicales y acaba en la horca, fíjate-por-donde, al César lo que es del César.
Lars Von Trier, tal vez ya un poco cansado de ser tan dogmático, con Bailando en la oscuridad hizo su primera incursión en América; nunca ha ocultado lo mucho que le fascinaba el cine Hollywoodiense y aquí quiere hacer su peculiar homenaje al musical, aunque dándole una vuelta de tuerca.
Si una de las características de los musicales era su alegría e irrealidad, Bailando en la oscuridad es un dramón de los de “espero-que-sea-el-mes-blanco-porque-me-harán-falta-sábanas”, totalmente carente de glamour. Selma (Björk) es una emigrante checoslovaca que trabaja en una fábrica; es una madre soltera que no para de hacer horas extras, ya que tiene un secreto: sabiendo que se va a quedar ciega, por herencia genética (muy gracioso, Mendel), quiere a toda costa reunir el dinero suficiente para que a su hijo no le pase lo mismo que a ella; tan sólo tiene una manera de evadirse: con los musicales (“En los musicales nunca puede pasar nada malo", dice). Cuando está pasando un momento difícil los ruidos del exterior se convierten en música para ella y se siente como si fuera una Ginger Rogers o Cyd Charisse. De hecho, participa en un montaje que están haciendo de Sonrisas y lágrimas (¡argh! ¡De todos los musicales del mundo tenían que elegir precisamente “ese”?); ya lo dijo Woody, que esperaba que no existiera la reencarnación para no volverla a ver ). Pero aprovechándose de su situación le roban el dinero y no sólo eso, sino que la acusan de haberlo robado y de asesinato, con lo que la condenan a la horca.
Si habéis soltado el pañuelo, sigo. Al principio a Von Trier le gusta jugar con la cámara digital en mano, que no para de moverse, pero afortunadamente parece que poco a poco se olvida de ella y se centra cada vez mas en los sentimientos, puros y duros. Claro que a eso contribuye mucho Björk, que resulta totalmente conmovedora como Selma, dejando de lado sus extravagancias y modernidades, poniéndonos la piel de gallina en el final.
La eternamente bella Catherine Deneuve es la única amiga de Selma, David Morse es el aparentemente encantador propietario del piso donde vive, y Peter Stormare, el inolvidable asesino de Fargo es Jeff, el enamorado de Selma.
Pero seamos justos, Lars, que Peniques del cielo también explicaba una historia de un hombre que quiere escapar de la realidad a través de los musicales y acaba en la horca, fíjate-por-donde, al César lo que es del César.
13 comentarios:
Esto es de locos.
Hoy quería ver el dvd de Manderlay, pero he preferido ver La Isla, buscando un poco de acción y pasatiempo.
Vaya coincidencia: veo a Ewan McGregor haciendo el tonto, años después de haber cantado en Moulin Rouge The Hills Are Alive que, naturalmente, pertenece a The Sound of Music, ciertamente empalagosa, aunque algunas de sus canciones son buenas.
A lo que iba: no he visto esa de Lars, pero, desde luego, soy fan devoto de Pennies from Heaven y precisamente la repasé -pensando que Cristopher Walken hubiera sido más idoneo que Richard Gere para la película Chicago- justo tres días antes de tu post refiriéndote a su espectacular y divertidísimo streaptis encima de la barra del bar. Inolvidable escena.
Después de haber coincidido en el tiempo con las Memorias de una Geisha, creo que debería tomarme un año sabático respecto a tus siempre interesantísimos comentarios.
Buenas noches y buena suerte. :-)
Josep tienes toda la razón en que Cristopher Walken habría estado estupendo en Chicago y muy apropiado tu comentario sobre Ewan McGregor (no me cansaré de repetir que me encanta como canta).
Espero que no te tomes el año sabático, ya que las coincidencias son buenas, siempre es bueno ver opiniones distintas sobre un mismo tema.
Y todavía sigue habiendo gente que afirma que "el cine ha muerto", que ya se ha dicho todo lo que se tenía que decir, que ya lo hemos visto todo!!!! Pobres locos...
Pues no, queridos amigos de bocas grandes y mentes estrechas, pues hay un danés de nombre raro y cine aún más raro, que entra y sale del movimiento dogma como quiere, y que lo mismo firma una trilogía sin decorados como rueda el musical más extravagante desde "Pesadilla antes de Navidad".
El sacrificado personaje de Selma, menudo y miope, vive rodeado de ruido aparentemente, pues siempre está dispuesta a dejar volar su imaginación e imaginarse dentro de sus amados musicales. El largo film avanza lenta y crudamente hasta desembocar en un final imposible que el director hace que nos creamos. Buen trabajo de una todavía interesante Catherine Deneuve, si bien es una Björk entregada en cuerpo y alma la que levanta la película en un trabajo fascinante y muy esforzado.
Peliculón!!!!
Lo que nadie puede negar es que Lars Von Trier tiene ideas, y eso es algo que escasea en el cine actual, JR. No creo que el cine haya muerto, aunque como es lógico cada vez es mas difícil hacer algo nuevo.
Pues cualquier día de estos voy a tener que ponerme las pilas con Lars Von Trier, porque esta no la he visto, ni tampoco las que ha ido estrenando después. Algún día, aunque no se cuando...
Sonrisas y Lágrimas es bastante cursi, pero fíjate que cuando hace unos años estuve en Londres había un cine donde de vez en cuando hacían pases de la película con las canciones subtituladas en plan "karaoke", para que el público pudiera cantar, y no veas el éxito que tenía... de hecho, creo que todavía siguen haciéndolo. Nunca fui a ningún pase, pero tenía que tener su gracia ver a todo el mundo cantando en el cine.
Por supuesto, totalmente de acuerdo en lo bien que canta Ewan McGregor y lo bien que hubiera quedado Christopher Walken en Chicago... por cierto, que este mes se estrena la versión musical de Hairspray, así que igual le vemos bailar de nuevo.
Saludos!
Tenía que ser todo un espectáculo lo de Sonrisas y lágrimas en plan karaoke, Laura. Yo creo que seguiremos viendo bailar a Walken, porque aprovecha la mas mínima oportunidad para marcarse unos pasitos, al igual que Ewan también para cantar... si es que son como niños.
Siiiii!!! esa frase sobre los musicales me la robó Lars!!! siempre la he repetido!!! El musical es un género que no soporto, pero cuando es una buena película la veo. Ironía vital: a mi hija de 8 años le encanta el musical, está enganchada a Annie y a Siete novias para siete hermanos (que debo admitir que me gustan).
Nos leemos!!!!
Veo que ya has vuelto, sesión. ¿Ves como no se puede decir nunca de ésta agua no beberé ya que a tu hija le gustan los musicales? Yo reconozco que sí que me gustan, ya que si la música es buena no deja de ser un aliciente
Esto,,,
Ya sé que está pillado por los pelos, por decirlo de forma elegante, pero ya que compruebo que estais todos muy metidos en esto de los musicales, digo yo:
¿Alguien ha visto y tiene o sabe donde encontrar una versión, simplemente v.o.s.e. de la serie de tv Pennies from Heaven, protagonizada por Bob Hoskins?
Porque sólo la encuentro en ingles, pero sin subtítulos, y parece que es mejor que la película, lo cual me da una dentera que para qué...:)=
p.d.: Muchas gracias, Alicia i Marc, por el enlace...
Lo siento, Josep, no sé donde puedes conseguirla, y subtitulada al español me parece aún más difícil.
Por si te sirve de adelanto, aquí tienes una escena
http://es.youtube.com/watch?v=1OU9md6I2aI
Espero que te guste. Y gracias a ti
Pues es una pena; a ver si alguna cadena de tv se anima y nos la ofrece.
Claro que tmbién de Dennis Potter ofreció TV3 el Detective Cantante y tampoco se encuentra más que en original inglés...
Paciencia... :-)
No me gustan mucho los musicales. Me predisponen mal y los numeritos siempre me parecen artificiales.
Pero me gusta bastante ese momento en el que están en la fábrica y se ponen a bailar al ritmo de golpes. Me pusieron esa escena en clase y se me han quedado ganas de ver la película entera.
Un abrazo.
Si que recuerdo El detective cantante en TV3, Josep, ya sería cuestión que la BBC fuera sacando sus series en DVD y con subtítulos al menos.
Raquel, yo casi diría que Bailando en la oscuridad es el musical de los anti-musicales, así que creo que te gustará
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