Os presento a Patrick Braden, aunque prefiere que le llamen Gatita. Esta encantadora criatura salida del film de Neil Jordan "Desayuno en Plutón" está muy cerca de ser una especie de Alicia en el País de las Maravillas. Abandonado al nacer en Irlanda, su afición a vestirse de mujer desde pequeño le causó varios problemas en una sociedad tan católica como la irlandesa, de modo que decide escaparse e ir a Londres a encontrar a su madre biológica, dejando atrás las sotanas negras para empaparse del colorido de arco iris de los años 70: pantalones acampanados, plumas, melenas, zapatos de plataformas... no había límite.
Si hay algo que caracteriza a Patrick es su tremenda imaginación y optimismo, odia a la gente que se pone seria y prefiere ignorar la realidad; los conflictos del IRA le resbalan totalmente, ya que carecen de glamour. Dos buenas muestras de su desbordante fantasía son cuando se imagina cómo fue concebido, o el relato que le explica a la policía a la que le detienen como presunto terrorista, en la que aparece como la versión glam de James Bond. Claro que una vez han pasado los siete días de arresto policial permitido él no quiere marcharse y haría cualquier cosa para ser detenido de nuevo. Si el policía llega a ser Sonny Crockett ya le veo cumpliendo cadena perpétua.
Gatita nos va explicando su historia, dividida en capítulos; se va encontrando con personajes cada vez mas extraños: un grupo de cantantes, un mago, un hombre que trabaja vestido de muñeco en un parque infantil. Le encanta pertenecer al mundo del espectáculo (lógico, él mismo es un espectáculo) y probará suerte con mayor o menor fortuna. Si a alguien le parece raro verle vestido de Pocahontas cantando un dúo, parejas mas raras se vieron esos años.
Nada puede sorprendernos. que los pájaros hablen, como en una película de Walt Disney, que se homenajee descaradamente a la famosa escena de Paris, Texas, o que un icono setentero como Brian Ferry haga de pervertido.
Casi todo el mundo recordó una película anterior de Neil Jordan, Juego de lágrimas, y es cierto que tiene algunos puntos en común, pero también los tiene con otra película de Jordan, Contracorriente, y al mismo tiempo todas son distintas.
Hacía falta un actor capaz de aguantar todo el peso de la historia, dándole a Patrick/Patricia toda su complejidad, ingenuidad ,ternura y alegría, y no pudo haber nadie mas acertado que Cillian Murphy con sus grandes ojos azules y sus labios carnosos para hacernos creer que se le haya podido confundir con una chica.
Junto a él, actores como Liam Neeson, Brendan Gleeson o Stepthen Rea, una buena representación del irish power, por si no fuera aliciente suficiente, aunque he de reconocer que cualquier película que use el Sugar baby love de The Rubettes al principio y al final ya me tiene ganada desde el primer momento. Disculpad si tardo en contestar a vuestros comentarios, pero me voy unos días de vacaciones, aunque me voy tranquila porque dejo el blog en las manos de marcbranches (¡glups!.... esto... ¿puedo cancelar los billetes?)
Si hay algo que caracteriza a Patrick es su tremenda imaginación y optimismo, odia a la gente que se pone seria y prefiere ignorar la realidad; los conflictos del IRA le resbalan totalmente, ya que carecen de glamour. Dos buenas muestras de su desbordante fantasía son cuando se imagina cómo fue concebido, o el relato que le explica a la policía a la que le detienen como presunto terrorista, en la que aparece como la versión glam de James Bond. Claro que una vez han pasado los siete días de arresto policial permitido él no quiere marcharse y haría cualquier cosa para ser detenido de nuevo. Si el policía llega a ser Sonny Crockett ya le veo cumpliendo cadena perpétua.
Gatita nos va explicando su historia, dividida en capítulos; se va encontrando con personajes cada vez mas extraños: un grupo de cantantes, un mago, un hombre que trabaja vestido de muñeco en un parque infantil. Le encanta pertenecer al mundo del espectáculo (lógico, él mismo es un espectáculo) y probará suerte con mayor o menor fortuna. Si a alguien le parece raro verle vestido de Pocahontas cantando un dúo, parejas mas raras se vieron esos años.
Nada puede sorprendernos. que los pájaros hablen, como en una película de Walt Disney, que se homenajee descaradamente a la famosa escena de Paris, Texas, o que un icono setentero como Brian Ferry haga de pervertido.
Casi todo el mundo recordó una película anterior de Neil Jordan, Juego de lágrimas, y es cierto que tiene algunos puntos en común, pero también los tiene con otra película de Jordan, Contracorriente, y al mismo tiempo todas son distintas.
Hacía falta un actor capaz de aguantar todo el peso de la historia, dándole a Patrick/Patricia toda su complejidad, ingenuidad ,ternura y alegría, y no pudo haber nadie mas acertado que Cillian Murphy con sus grandes ojos azules y sus labios carnosos para hacernos creer que se le haya podido confundir con una chica.
Junto a él, actores como Liam Neeson, Brendan Gleeson o Stepthen Rea, una buena representación del irish power, por si no fuera aliciente suficiente, aunque he de reconocer que cualquier película que use el Sugar baby love de The Rubettes al principio y al final ya me tiene ganada desde el primer momento. Disculpad si tardo en contestar a vuestros comentarios, pero me voy unos días de vacaciones, aunque me voy tranquila porque dejo el blog en las manos de marcbranches (¡glups!.... esto... ¿puedo cancelar los billetes?)
5 comentarios:
Bueno, Alicia, que decirte. Como me conoces bastante bien, ya sabes que esta película es una particular debilidad mía y ya te la he comentado en más de una ocasión. Tienes toda la razón en que, si bien todo el mundo la ha comparado con Juego de Lágrimas (debido, sobre todo, a la ambigüedad sexual de su protagonista), tiene en realidad más que ver con The Butcher Boy. Al fin y al cabo, ambas están basadas en novelas de Patrick McCabe, y en ambos casos los protagonistas son chicos con vidas difíciles que utilizan su imaginación para evadirse de la dura realidad... aunque con resultados bien diferentes, claro.
En Desayuno en Plutón vemos la realidad a través de la mirada de su irresistible protagonista. La eficacia de la película dependía de encontrar al actor idóneo y, desde luego, Neil Jordan tuvo buen ojo al elegir a Cillian Murphy, que está sorprendente (al menos yo no esperaba algo así de él, claro que tampoco se puede decir que le hubiera visto en muchas películas). La verdad es que su físico le ayuda, claro está, pero hace una interpretación estupenda, llena de matices, tanto en su forma de hablar o de moverse, y a través de su mirada. Me encanta.
Y eso sin contar con el plantel de secundarios que le apoyan, que como ya has comentado, no tiene desperdicio.
Por cierto, no se si habrá sido casualidad el haberte despedido antes de tus vacaciones con esta película, que como comentas tiene una secuencia que homenajea a Paris-Texas, y haber vuelto precisamente con un clip de la escena objeto del homenaje. En todo caso, te ha quedado muy bien.
Y por último, no puedo dejar de decirte lo mucho que me gusta ese indescriptible dúo de David Bowie con Marnianne Faithful. Jejeje... el traje de David me encanta!
Sabía que no podía fallar tu comentario, Laura, por lo mucho que te gusta esta película. Cillian está sencillamente delicioso, muy bien arropado por una buena representación del irish power. Estás en todo,no es que fuera premeditado lo de que fueran seguidos este post y la escena de Paris Texas, pero ahí están. Y respecto al video de David Bowie, seguro que Agatha Ruiz de la Prada todavía está muerta de envidia al ver su modelito
Que más quisiera Agatha Ruiz de la Prada que haber diseñado en su vida algo parecido a los modelitos que lucía Bowie en su época glam: anda que no le echaban imaginación al asunto en aquellos tiempos...
Lo sé, Laura, por supuesto que los trajes de Bowie de su época glam son mucho mejores que los que diseña Agatha Ruiz de la Prada (faltaría mas), tan sólo lo dije por lo que le gustan los corazones
No lo había pillado, Alicia... si es que esto de empezar a trabajar después de las vacaciones me sienta muy, pero que muy mal.
Que se le va a hacer.
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