Tu vida es un desastre. Eres torpe, tienes que mantener a un marido que te maltrata y engaña, y se gasta el dinero en el juego pero aún así no puedes quejarte (tiene narices.... esto no es el post de Cyrano, ¿verdad?, me he equivocado), ya que son tiempos difíciles los de la Gran Depresión, y mucha gente vive en la calle. Afortunadamente el cine permite que durante unas horas escapes de todo ello: gente guapa, elegante, ingeniosa, viviendo aventuras exóticas, románticas... mientras tomas unas palomitas no paras de pensar lo maravilloso que sería vivir allí, cuando de repente uno de los personajes de la película se gira, te mira y dice “Señorita, creo que le encanta esta película”, y como la cosa mas normal del mundo, sale de la pantalla y se dirige hacia ti.
Tomando elementos de El jeque blanco de Fellini, Pennies from heaven (una pequeña joya ignorada), o El joven Sherlock de Keaton, e incluso de Seis personajes en busca de autor de Pirandello, Allen consiguió una de sus películas mas deliciosas.
Cualquiera se puede identificar con Cecilia en La rosa púrpura de El Cairo, el cine nos sirve de evasión de una realidad no siempre a nuestro gusto, pero si Cecilia (Mia Farrow) está harta de la realidad,Tom (Jeff Daniels ), uno de los protagonistas de La rosa púrpura de El Cairo, también lo está de vivir en la ficción, de repetir siempre las mismas escenas, de que los besos acaben en fundidos en negro, que el champán sea gaseosa. Ninguno de los dos es feliz en su mundo.
Una de las escenas más delirantes es cuando actor y personaje se encuentran; no son iguales, el primero está obsesionado con su carrera y es muy propenso a los halagos, mientras que el segundo es romántico e idealista; el choque con la realidad le hará tener inquietudes filosóficas en las que nunca había soñado. Como dice Cecilia, sería un hombre perfecto si fuera real, pero los dos comparten la opinión que son mas que “un personaje secundario”.
El resto de personajes de la película se verán atrapados en la pantalla, sin saber que hacer, con lo que de repente ésta se convierte en una especie de Gran hermano, al que algunos espectadores contemplarán con renovado interés, y de hecho es mucho mas entretenido que el programa de televisión, ya que los personajes pueden hablar con el público .Totalmente desconcertados al faltar uno de ellos, no saben que hacer. ¿Que habría sucedido si Rick hubiera salido de la pantalla en Casablanca, diciéndoles a Ilsa y Viktor: “Queréis salvar el mundo y no sois capaces de salvaros a vosotros mismos. Ahí os quedáis. Yo me vuelvo a París con Sam y Renault”.
Mia Farrow es la frágil y soñadora Cecilia, que tendría su versión pija en Alice, Jeff Daniels en su doble papel está magnífico, muy lejos de su Dumb & dumber, y actores de la competencia de Danny Aiello y Dianne Wiest son siempre una apuesta segura.. Como es habitual en Allen, los diálogos son brillantes, inteligentes y divertidos, la música de jazz perfecta.
La preciosa escena final nos resume todo: Cecilia, llorando, se refugia de nuevo en el cine, en la pantalla Fred y Ginger cantan y bailan Chic to chic; poco a poco, las lágrimas van desapareciendo y se dibuja una ligera sonrisa, mientras sus ojos cada vez contemplan mas fascinados a la pantalla, a NOSOTROS.
Yo, por si acaso, voy a ver unas cuantas veces mas Inteligencia Artificial a ver si de una vez Gigoló Joe sale de la pantalla.
8 comentarios:
Esa no la he visto. Este finde toca cine y no sé cual ver. La de mell ya la he visto. Ya lo miraré a ver. Ya tienes tu voto de hoy.
Saluditos y un beso de Conejín.
Gracias por el voto again, conejín. Los estrenos de esta semana no me acaban de hacer mucho al peso. Yo me miraría bien la cartelera, seguro que hay algo por ahí que te ha quedado pendiente.
Lo que más me gusta de esta película es la relación de Cecilia y Tom, ese personaje de ficción; el, extrañado de que después de un beso no venga un fundido a negro; también se pregunta a qué saben las cotufas, ¡porque su ruido es muy molesto! Nos quedamos fríos cuando tras una explicación de Cecilia acerca de la situación crítica del país, Tom con mucha inocencia dice: "¡Lo siento. Me perdí la primera guerra mundial!" Es aquí cuando nos damos cuenta de que bajo ese sombrero no hay más que el feo rostro de Woody Allen.
Cecilia se muere de la emoción cuando conoce a Gil Shephers (el actor de carne y hueso). Pero se va a sentir muy confundida porque no sabe a quién querer, ya que se lleva muy bien con ambos. Gil Shephers también lleva adentro a Woody Allen. El New York Times publicó que Gil podría hacer más que comedia; además en su próximo personaje encarnaría a Lindbergh, que también era un solitario, lo cual es una fiel descripción de la vida de Allen.
Esta trama de una comedia se vuelve mas fantasiosa cuando el personaje fugado decide volver a la pantalla pero acompañado de Mia Farrow. Se salta del mundo real al ficticio y viceversa hasta lograr la destrucción de la frontera entre el cine y la vida, lo que hace que La Rosa Púrpura del Cairo sea simplemente dura como la vida, seductora como la magia del cine.
A pesar de la fascinación por el cine, Cecilia va a tener que decidir, se encuentra en una encrucijada: el personaje perfecto (que le dará una vida llena de aventuras, amor y seguridad) o el actor con quien se lleva muy bien. Por supuesto, ella elige al hombre que pertenece a la realidad, quien posteriormente y como buen personaje de Allen se va sin ella. La utiliza para que su imagen volviera a la pantalla, y aunque la quería, (porque su actitud lo transmite), prefiere irse solo, ya que es un personaje real de esa sociedad traumatizada de Allen.
La imaginación de este gran realizador va más allá de la nuestra, nos da un final muy duro y que no podía cambiar quien prefiere tocar el saxo en Nueva York la misma noche que están premiando en Hollywood con 4 Oscars a su película más famosa, "Annie Hall".
Aprovecho la coyuntura para comentarlo... ¿PE en la próxima de Woody en Barcelona? ¿Raimunda vs. Alvy Singer? Esta sí que no me la pierdo...
Cierto que Woody es una mezcla de Tom y Gil, aunque yo diría que también con unas gotitas de Cecilia.No podía haber una época mas apropiada para la película que la Gran Depresión, pero uno de los grandes aciertos de la película es el equilibrio entre los dos lados: ni la gente de carne y hueso ni los personajes de película son felices en sus mundos.
Había oido rumores de que la película que va a rodar Woody iba a ser en catalán (tal vez para seguir la moda de Gibson o Eastwood), aunque lo dudo si Penélope es la protagonista.
Ay... ¿quién no ha soñado alguna vez con que el protagonista de alguna de sus películas favoritas pudiera salir de la pantalla (o poder entrar una misma dentro de la pantalla, para el caso)?. Evidentemente, cualquier amante del cine que se precie, se sentirá identificado con Cecilia, porque todos en algún momento hemos utilizado el cine como "antidepresivo", como vía de escape a nuestros problemas cotidianos, que quedan olvidados el tiempo que dura la película. Esta película es una declaración de amor al cine por parte de nuestro querido Woody, y una de sus películas más melancólicas. Una maravilla.
En fin... Alicia, habrá que seguir intentándolo con Gigolo Joe, pero no se yo....
Gigolo Joe, Gigolo Joe... si es que todas pensais en lo mismo...
Ciertamente es muy triste, sobre todo por el final, aunque no se porqué me da la impresión de que Gil nunca olvidará a Cecilia.
Marcbranches... si la envida fuera tiña...
Publicar un comentario