
¿Qué hace que una película se convierta en un clásico? Es un poco difícil de responder, pero a veces es, sencillamente, por una afortunada reunión de coincidencias. Y ya que el cine español no está sobrado de clásicos, precisamente, recordemos uno de ellos.
La premisa de Atraco a las tres es bien sencilla: los empleados de un banco planean atracarlo, movidos en parte por la enemistad que sienten al nuevo director, parte por la escasez económica (si, ya había crisis entonces), y parte por salir un poco de la rutina de sus vidas, más bien grises.
La mezcla de comedia costumbrista y cine policíaco funciona a la perfección, siendo deudora de Rufufú, especialmente, con unos personajes bien trazados, a quien les viene grandes lo de convertirse en ladrones, pero ilusionados con su nueva misión. Y es que consiguió adelantarse ligeramente a la llamada “tercera vía” del cine español, mostrando un producto de calidad, con un transfondo realista, pero que pudiera conectar con el gran público, un poco en la línea del primer Berlanga.
Sin duda, el principal acierto de la película es su reparto, excepcional y acertadísimo,que puede competir perfectamente con el de los "soliti ignoti" de su equivalente italiano, compuesto por José Luís López Vázquez, Gracita Morales, Alfredo Landa, Agustín González, Manuel Alexandre y Cassen como los patosos cacos. De hecho, la frase “Fernando Galindo. Un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo” quedó unida definitivamente a López Vázquez desde entonces, lo que demuestra el calado popular de la película.
El gag recurrente de las lesiones de los empleados de banco, la parodia de Gracita como femme fatale (atracadora, según ella)… todos los recursos humorísticos se hacen sin perder el cariño que se siente por los personajes, que acaban siendo entrañables.
Ni el director, Jose Mª Forqué, ni Pedro Masó como guionista volvieron a estar más acertados, y hasta el único elemento de modernidad de la película (estamos hablando de los años 60), un número musical, de ligeras influencias jazzisticas, no molesta, con lo que finalmente la película ha quedado como lo que es: una magnífica comedia atemporal… ¿acaso no son eso los clásicos?
La premisa de Atraco a las tres es bien sencilla: los empleados de un banco planean atracarlo, movidos en parte por la enemistad que sienten al nuevo director, parte por la escasez económica (si, ya había crisis entonces), y parte por salir un poco de la rutina de sus vidas, más bien grises.
La mezcla de comedia costumbrista y cine policíaco funciona a la perfección, siendo deudora de Rufufú, especialmente, con unos personajes bien trazados, a quien les viene grandes lo de convertirse en ladrones, pero ilusionados con su nueva misión. Y es que consiguió adelantarse ligeramente a la llamada “tercera vía” del cine español, mostrando un producto de calidad, con un transfondo realista, pero que pudiera conectar con el gran público, un poco en la línea del primer Berlanga.
Sin duda, el principal acierto de la película es su reparto, excepcional y acertadísimo,que puede competir perfectamente con el de los "soliti ignoti" de su equivalente italiano, compuesto por José Luís López Vázquez, Gracita Morales, Alfredo Landa, Agustín González, Manuel Alexandre y Cassen como los patosos cacos. De hecho, la frase “Fernando Galindo. Un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo” quedó unida definitivamente a López Vázquez desde entonces, lo que demuestra el calado popular de la película.
El gag recurrente de las lesiones de los empleados de banco, la parodia de Gracita como femme fatale (atracadora, según ella)… todos los recursos humorísticos se hacen sin perder el cariño que se siente por los personajes, que acaban siendo entrañables.
Ni el director, Jose Mª Forqué, ni Pedro Masó como guionista volvieron a estar más acertados, y hasta el único elemento de modernidad de la película (estamos hablando de los años 60), un número musical, de ligeras influencias jazzisticas, no molesta, con lo que finalmente la película ha quedado como lo que es: una magnífica comedia atemporal… ¿acaso no son eso los clásicos?