RSS
Weblog dedicado al mundo del cine, tanto clásico como actual. De Billy Wilder a Uwe Boll, de Ed Wood a Stanley Kubrick, sin distinciones. Pasen, vean y, esperemos, disfruten. Si no es así, recuerden que NO han pagado entrada.
2

JOSUÉ TIENE QUIEN LE ESCRIBA



He aquí una buena muestra de cómo una película puede ser sensible, sin ser sensiblera, dulce sin ser empalagosa y tierna sin ser blanda. No es imposible, pero hace falta ser un buen cocinero para encontrar el punto justo.

En la Estación Central de Rio de Janeiro, Dora (Fernanda Montenegro), una maestra jubilada, se dedica a escribir cartas para los demás, ya que el nivel de analfabetismo es muy elevado. Es una mujer sumamente cínica y de vuelta de todo, con un ligero problema con la bebida, que tiene una opinión pésima de los hombres.

Precisamente una de sus clientas, después de encargarle una carta, muere atropellada delante de la estación, dejando sólo a su hijo Josué (Vinicius de Oliveira). Se siente culpable , en cierto modo, y por eso decide llevar al niño con su padre, a quien no había visto hace años.

Juntos emprenden un viaje en busca del padre de Josué, convertido en una especie de Marco carioca, en una road movie en la que los dos aprenden que se necesitan mútuamente. Ambos tienen en común su soledad y que su padre les abandonó de pequeños. Para Dora Josué representa el hijo que nunca tendrá, y para Josué Dora es la sustituta de su madre.

Si la película casi empezaba como un documental, mostrando un día cualquiera en la Estación Central, bulliciosa y llena de vida, hasta el punto que varios de los extras hicieron cola para que Fernanda Montenegro les escribiera una carta, creyendo que era de verdad; pero al mismo tiempo constituye una realidad amenazadora, siempre rozando la delincuencia, a medida que transcurre el viaje se nos muestra un Brasil mucho más distinto: rural y pegado a las tradiciones, donde casi parece que no haya pasado el tiempo.

Estación Central de Brasil fue uno de los pocos éxitos internacionales del cine brasileño, junto con Ciudad de Dios, y aunque son muy distintas nos muestran que es un cine con muchas posibilidades, algo que comprendió muy bien Hollywood, ya que enseguida captó a sus dos directores. El director, Walter Salles, encontró al niño, Vinicius de Oliveira, en el aeropuerto de Río de Janeiro, cuando éste se le acercó para pedirle dinero para comprarse un bocadillo. Salles ya había hecho pruebas a un montón de niños, pero ninguno le convencía. Aunque el niño era muy importante, nada habría sido lo mismo sin la gran actuación de Fernanda Montenegro, que consigue hacer entrañable a un personaje de entrada nada agradable. Su relación con el niño es lo mejor de la película,algo que el director sabe perfectamente, y por eso no necesita echar mano de efectismos ni trucos de ningún tipo, y el final es el mejor posible. Aunque Dora tenía razón sobre cómo sería el padre de Josué, el viaje no ha sido en vano, y aunque sepa que el niño acabará olvidándola con el tiempo, al menos ha conseguido que ella le escriba una carta, cuando ella hacía muchísimo tiempo que no lo hacía por sí misma. (ya se sabe, en casa del herrero…), y además ha conseguido reconciliarse con su pasado. No está mal para un viaje.

2 comentarios:

Josep dijo...

Me la apunto sin dudarlo en la lista de pendientes, Alicia, más por tu reseña que por otra cosa, ya que en ocasiones el cine fuera de la acostumbrada mercadotecnia usoamericana alberga en su seno pequeñas obras que deben verse sí o sí antes que los tiburoncitos hollywoodienses preparen un refrito lacrimógeno...

Saludos.

alicia dijo...

Pues sí, Josep, vete a saber si a los cerebros hollywoodienses se les ocurre hacer un remake con Meryl Streep o Susan Sarandon, por ejemplo.

 
Copyright 2009 LA LINTERNA MÁGICA. All rights reserved.
Free WordPress Themes Presented by EZwpthemes.
Bloggerized by Miss Dothy