RSS
Weblog dedicado al mundo del cine, tanto clásico como actual. De Billy Wilder a Uwe Boll, de Ed Wood a Stanley Kubrick, sin distinciones. Pasen, vean y, esperemos, disfruten. Si no es así, recuerden que NO han pagado entrada.
5

ÉRASE UNA VEZ EN EL OESTE



No podía dejar de hablar del resurgimiento del western sin comentar una magnífica serie, otra joya más de la corona de la HBO: Deadwood. Podría considerarse prima hermana de Roma, ya que tiene varios puntos en común con ella: realismo casi obsesivo en todos los aspectos (esas calles que son barrizales, esa porqueriza que sirve para deshacerse de los muertos incómodos…), sexualidad y violencia sucia y directa sin el más mínimo adorno, tacos constantes, y mezcla de personajes reales con ficticios.

No hay nada más fascinante en la Historia que el nacimiento de una nación, ver cómo de la nada un grupo de personas sin importancia consiguen levantar una ciudad poco a poco. Sus nombres no pasarán a los libros de Historia, pero sin ellos no habríamos llegado a donde estamos. Y Deadwood trata de todo ello. Deadwood es un lugar cercano a Dakota, rodeado de montañas. Nadie se detendría allí si no fuera por el oro que dicen que hay en el terreno, y eso ha hecho que llegue gente sin cesar, esperando hacer fortuna.

La serie tiene un reparto coral, ya que no hay un protagonista concreto, aunque podría decirse que Seth Bullock (Timothy Olyphant) es lo más cercano a un héroe, sus ataques de ira impiden que sea perfecto, y además acaba totalmente eclipsado por el “lado oscuro”. Porque no nos engañemos, es lo que más abundaba en el lejano Oeste, donde imperaba la ley del revólver. Y aquí es donde aparece Al Swearengen (Ian McShane)

Swearengen es el amo y señor de Deadwood. Aunque en apariencia tan sólo dirige el local The Gem Saloon, no hay nada que ocurra en la ciudad de lo que no se entere. De una inteligencia y visión de futuro privilegiada, está dispuesto por todos los medios a conseguir la anexión de Deadwood a Dakota. Por su propio interés, por supuesto. Es duro ser un chulo, pero Al es mucho más que eso y elimina sin pestañear cualquier obstáculo que se cruce en su camino. McShane es un actor que nunca me había llamado la atención, pero aquí puede decirse que ha encontrado el personaje de su vida y está sencillamente espléndido.

Si hay algo de importancia en el western es el rostro de los personajes: personas con el rostro curtido que se las han visto de todos los colores y por eso no necesitan hablar demasiado, son más gente de acción que otra cosa. La elección de Keith Carradine como Wild Bill Hicok no pudo ser más acertada, aunque desaparezca demasiado rápido su presencia se sigue notando en los capítulos siguientes. La Calamity Jane de Robin Weigert, sin embargo, es más bruta que un arado y roza la caricatura.

Uno de los mayores aciertos de la serie, aparte de los brillantes diálogos, es el mimo con que se trata a todos los personajes secundarios. Desde el médico que interpreta ese robaescenas consumado que es Brad Dourif pasando por el relamido dueño del hotel hasta el señor Wu (no se puede sacar más provecho de un personaje que sólo sabe decir cuatro palabras en inglés), todos están magníficos. Desgraciadamente, como suele pasar con otras series, tras la tercera temporada acabó de una manera totalmente brusca, ya que no se trataba de un final, ni mucho menos… o quizás, tal vez, como la ciudad, nunca llegaría a estar acabada del todo.

5 comentarios:

ANRO dijo...

¡Qué maravilla de serie, Alicia! Lola y yo éramos como posesos todas las noches devorando capítulos. Vimos las tres temporadas casi de una tacada y nos fascinó. La calidad es perfecta en cuanto a reconstrucción y guión. Hay un personaje (seguro que estás de acuerdo conmigo) que se zampa a casi todo el reparto: MacShane como Swearengen ¡es un auténtico crack!. Coincido contigo en que Calamity Jane está excesivamente caricaturizada y para el personaje de Olyphant hubiese colocado a otro actor, Bullock me rechina un pelín.
Efectivamente no tiene un final propiamente dicho, pero no cabía continuar, hubiera carecido de sentido. Todo estaba en su sitio y cada personaje había dado de sí absolutamente todo.
Estuve investigando sobre el auténtico "Deadwood" y los personajes, en su mayoría auténticos.
En resumen, una verdadera joya televisiva, que no se puede ver doblada, por muy bien que los encargados de la voces sean excelentes.
Muy buena recomendación, querida Alicia.
Un abrazote.

alicia dijo...

En realidad en parte debo darte las gracias a tí, Antonio, ya que aunque ya había oído hablar de ella y sentía curiosidad, fueron tus comentarios los que me terminaron de decidirme a verla. Por supuesto que estoy de acuerdo en que McShane se come la serie, su personaje es antológico, de los que hacen época.

Möbius el Crononauta dijo...

Estoy en ello, y es ciertamente superduble. Vaya personajes, ambientación, etc.

Decididamente, mola.

Saludos

Josep dijo...

Cuando Antoñete la mencionó me dije que debía buscarla, pero ahora, que todavía no lo he heho, veo que no me queda otra opción, porque me has puesto los dientes largos de envidia.

No deja de ser curioso que el protagonista de una serie de western sea un británico... :-)

Saludos.

alicia dijo...

Me alegra que te esté gustando, Möbius; desde luego tiene el sello de la HBO.
Esa es una de las pocas licencias de la serie, Josep, Swearengen no era británico, pero le saben sacar el jugo a su nacionalidad, llegando a decir si era descendiente de la nobleza. De lo que no hay duda es de que es el rey de Deadwood.

 
Copyright 2009 LA LINTERNA MÁGICA. All rights reserved.
Free WordPress Themes Presented by EZwpthemes.
Bloggerized by Miss Dothy