RSS
Weblog dedicado al mundo del cine, tanto clásico como actual. De Billy Wilder a Uwe Boll, de Ed Wood a Stanley Kubrick, sin distinciones. Pasen, vean y, esperemos, disfruten. Si no es así, recuerden que NO han pagado entrada.
6

EL MOTÍN DE MALAMADRE




A los que sacamos los perros en defensa del cine español, en esas animadas tertulias laborales o de taberna (que en muchos casos vienen a ser lo mismo), cuando el ciudadanito de a pie conecta el percutor automático de sus diatribas contra la cinematografía patria (siempre están con la Guerra Civil, todo son comedias chorras, no salen más que tacos y tetas, no saben vocalizar), a veces, nos lo ponen muy difícil. Hay que reconocer una cosa: nos puede el costumbrismo. Curiosamente, a pesar de esa tendencia, se haría muy complicado entender la historia de España a través de nuestro cine en las últimas tres décadas, porque, por muy diversas razones, nunca ha tenido demasiado sentido de la coyunturalidad; siempre ha tenido tendencia a escapar de lo que ocurre aquí, hoy y ahora. Pero bueno, ese es otro tema y ya estoy divagando al más puro estilo marcbranchesiano. Lo que quería decir es que ha habido, desde tiempos inmemoriales, un exagerado miedo al cine de género en España. Como si, por una parte, no tengamos capacidad para hacer verosímiles un tipo de historias con unos códigos muy determinados con los que nos han bombardeado desde Jolibud; por otra, a veces da la impresión de que tirar de género significa rebajarse un peldaño, como si tratar de hacer un buen thriller, o una buena película de terror, o una buena cinta carcelaria, no sea digno del prestigioso, culto y refinado cine europeo. Es cierto que, desde el punto de vista del espectador hispano, ocurre tres cuartos y mitad de lo mismo: nos quejamos amargamente de que siempre nos dan el mismo plato, pero luego nos negamos a creernos a, pongamos por caso hipotético, Alejo Sauras interpretando a un detective de oscuro pasado y gatillo fácil. Por fortuna, cada vez más hay directores que se atreven con los géneros sin necesidad de parodiarlos o retorcerlos, e incluso, de vez en cuando, alguno da con la diana de la taquilla. E incluso, de vez en cuando, no es Amenábar.


Por ejemplo, Daniel Monzón con su “Celda 211". No he visto “Ágora” (ni ganas: el trailer despertó en mí una pereza solo comparable a la de un oso ártico después de comer), pero dudo mucho que lo que se estrene de aquí al 31 de diciembre cambie mi sensación de que es la película española del año, además de una de las más potentes que he presenciado este 2009. Sinopsis-telegrama: un funcionario de prisiones que visita su lugar de trabajo un día antes de incorporarse se ve envuelto en una rebelión de presos liderada por el Malamadre, y se ve obligado a hacerse pasar por uno de ellos para sobrevivir. A partir de esta premisa, y de una escena inicial brutal (un preso cortándose las venas, sin ahorrar detalles, que están por las nubes) que nos viene a decir “nenes, esto no es lo que os esperabais”, Daniel Monzón nos introduce en un subgénero, el carcelario, que da grandes réditos cuando está bien tratado (pregúntenle a Frank Darabont), y lo hace respetando sus códigos, sin recrearse en la “españolización” de los mismos, y basándose en criterios de verosimilitud en pantalla. Sin necesidad de tics videocliperos ni montajes atómicos, pero con la suficiente energía visual: ver, sin ir más lejos, la presentación de Malamadre, en su nervioso paseo por el patio, visto desde detrás; sin ni siquiera verle la cara, acojona. Por otra parte, Monzón acierta al no permitirnos un segundo de respiro, dándole continuas vueltas de tuerca al guión y al desarrollo de los personajes y la asfixiante situación en la que se encuentran. Ese ritmo sostenido, in crescendo, de thriller (otro género), además de mantener al espectador en constante ebullición, le permite orillar algunas trampillas de guión por las que de vez en cuando se escapa, y de las cuales pienso que es plenamente consciente y que, sinceramente, no molestan. Bueno, los flashbacks “cómo-quiero-a-mi-mujé”, un poco sí.


El guión es denso y nada superficial: hay una visión muy poco agradecida de los mecanismos del Estado, que se presentan cambalacheros y de movilidad paquidérmica, en los personajes de Antonio Resines o Manolo Solo. También nos encontramos con una subtrama política que complica considerablemente el motín y que, en dos trazos, nos dibuja la situación particular en la que se encuentran los presos de ETA, un asunto al que la cinematografía española siempre se ha acercado con pies de plomo. Aunque quizás lo que se atranque más en el subconsciente del espectador sea esa creíble certeza de que todos estamos a un solo paso, a un solo mal día, de cruzar fronteras morales que siempre habíamos tenido pintadas de rojo prohibición (Sugerencia del chef: enlazar reflexión con la jokeriana Cita del Mes adherida a la barra lateral del blog) (ahí a la derecha, señora) (la OTRA derecha).


Cuando enaltezco la verosimilitud con la que está realizado el filme, es obvio que buena parte de ella reside en el trabajo interpretativo. Se ha hablado mucho de Luis Tosar, así que no me queda más que refrendar la sensibilidad general: es un trabajo extraordinario, pleno de intensidad y matices, que además consigue la virtud de no fagocitar la película. La mayoría de los secundarios están a la altura, de tal guisa que los presos parecen presos, y no actores haciendo de presos. Aunque la palma se la lleva Luis Zahera, que da vida a un yonkarro de dentadura imposible y un arrastre en el hablar que me hizo pensar, ignorante televisivo de mí, que era un preso heroinómano de verdad. Si hasta Carlos Bardem parece colombiano. Sólo el debutante Alberto Amman, el funcionario protagonista de la película, flojea las piernas de vez en cuando, sobre todo al principio. Pecado venial.


“Celda 211” es una película potente, hábil, vigorosa, muy bien realizada, que atrapa al espectador a puñetazos, a pesar de que hay mucha menos acción de la que uno pueda pensar. Eso sí; aunque he utilizado varias veces el término “verosimilitud”, hay que reconocer que la premisa en la que se basa no hay quien se la crea. Un tipo que va a su nuevo lugar de trabajo un día antes para familiarizarse con su entorno laboral. Venga, hombre. Que esto es España, coño.

6 comentarios:

ANRO dijo...

Cuando se acierta en dos consejos, es más que probable que el tercero también de en la diana.
No es ningún proverbio chino sino la constatación de que la equilibrada dialectica marcbranchiana está en lo cierto.
Sin tanta floritura expositiva lo que quiero decir sin más, es que este fin de semana voy a ver sin falta esta peli, que por pereza futbolera no vi el pasado fin de semana.
Un abrazote.

marcbranches dijo...

¿Equilibrada? ¿Mi dialéctica? Juas. En cualquier caso, harás bien en verla; recomendarla no tiene mérito. Ya vendrán las de nota, ya. Saludos.

Möbius el Crononauta dijo...

Lo de Alejo Sauras es un caballo de Troya, ¿verdad?

Josep dijo...

Después de leer el artículo, no me queda otra que ir a verla, ni que sea para corroborar por mí mismo que sí, que en ocasiones el cine español realiza cine de género sin prejuicios y obtiene buenos resultados, aun partiendo de apoyos "institucionales" más tibios que otros que parecen van a comerse el mundo.

Saludos y gracias por el consejo.

Carles Rull dijo...

No te falta razón en el comentario final: thriller carcelario de ciencia-ficción (¿ir al nuevo trabajo un día antes?, más bien táchese lo de "ciencia-ficción" por "terror").

Notable película, y es más, incluso diría que buena falta le hacia una propuesta así en estos momentos al cine españoooool.

Saludos joven !

marcbranches dijo...

Más que un caballo de Troya, un troyano, directamente, mobius. ¿No notas que tu ordenador va más lento?

Te espero aquí, al igual que a Anro, para comentar la jugada. Pero antes, defina ud. "apoyos institucionales", porque ahora no sé si se refiere a subvenciones (lo dudo) o a poderes mediático-fácticos (me suena más). Saludos.

Pozí, Carles, nos hacía buena falta una propuesta de este tipo. Ahora, para ciencia-ficción, eso de que dos películas españolas diferentes han conseguido el núm. 1 de taquilla consecutivamente. Eso sí que no hay quien se lo crea, pero... Saludos.

 
Copyright 2009 LA LINTERNA MÁGICA. All rights reserved.
Free WordPress Themes Presented by EZwpthemes.
Bloggerized by Miss Dothy