Lo sé, direis que es un recurso muy fácil usar las escenas de Hitchcock, y es cierto, pero cuando hay tanta maestría en cada toma es imposible no admirarte una y otra vez, y deberían ser de visión obligada para todos los que quieren aprender a hacer cine. Porque no deberíamos olvidar que el cine es el arte de explicar historias mediante imágenes, y eso el tio Alfred lo sabía mejor que nadie. De modo, que una nueva muestra de su saber hacer. En 39 escalones, Richard Hannay( Robert Donat) huye acusado de un crimen que no ha cometido. En su escapada, llega a una granja en la que vive un matrimonio de campesinos. Con dos pinceladas, Hitch nos dibuja perfectamente estos personajes, tremendamente unidos a la tierra. Él es un hombre avaricioso y desconfiado, y ella se deja deslumbrar fácilmente por las cosas desconocidas. Hannay acaba de darse cuenta de que han publicado la noticia de su fuga en el periódico; sin tener tiempo de terminar de leer la noticia, se sientan todos a comer. Él sigue inquieto, con la vista fija en el periódico, ella distraída sigue su mirada y repara en la noticia, asustándose por si es un asesino, aunque él intenta calmarla con la mirada. Lo que no saben es que el marido los está observando, y se imagina que el desconocido está seduciendo a su mujer. No pueden decirse más cosas sin una sola palabra. Maestro.
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Lo sé, direis que es un recurso muy fácil usar las escenas de Hitchcock, y es cierto, pero cuando hay tanta maestría en cada toma es imposible no admirarte una y otra vez, y deberían ser de visión obligada para todos los que quieren aprender a hacer cine. Porque no deberíamos olvidar que el cine es el arte de explicar historias mediante imágenes, y eso el tio Alfred lo sabía mejor que nadie. De modo, que una nueva muestra de su saber hacer. En 39 escalones, Richard Hannay( Robert Donat) huye acusado de un crimen que no ha cometido. En su escapada, llega a una granja en la que vive un matrimonio de campesinos. Con dos pinceladas, Hitch nos dibuja perfectamente estos personajes, tremendamente unidos a la tierra. Él es un hombre avaricioso y desconfiado, y ella se deja deslumbrar fácilmente por las cosas desconocidas. Hannay acaba de darse cuenta de que han publicado la noticia de su fuga en el periódico; sin tener tiempo de terminar de leer la noticia, se sientan todos a comer. Él sigue inquieto, con la vista fija en el periódico, ella distraída sigue su mirada y repara en la noticia, asustándose por si es un asesino, aunque él intenta calmarla con la mirada. Lo que no saben es que el marido los está observando, y se imagina que el desconocido está seduciendo a su mujer. No pueden decirse más cosas sin una sola palabra. Maestro.
PIENSA MAL Y ACERTARÁS
La linterna mágica
Etiquetas:
Escenas
24 octubre 2009
Lo sé, direis que es un recurso muy fácil usar las escenas de Hitchcock, y es cierto, pero cuando hay tanta maestría en cada toma es imposible no admirarte una y otra vez, y deberían ser de visión obligada para todos los que quieren aprender a hacer cine. Porque no deberíamos olvidar que el cine es el arte de explicar historias mediante imágenes, y eso el tio Alfred lo sabía mejor que nadie. De modo, que una nueva muestra de su saber hacer. En 39 escalones, Richard Hannay( Robert Donat) huye acusado de un crimen que no ha cometido. En su escapada, llega a una granja en la que vive un matrimonio de campesinos. Con dos pinceladas, Hitch nos dibuja perfectamente estos personajes, tremendamente unidos a la tierra. Él es un hombre avaricioso y desconfiado, y ella se deja deslumbrar fácilmente por las cosas desconocidas. Hannay acaba de darse cuenta de que han publicado la noticia de su fuga en el periódico; sin tener tiempo de terminar de leer la noticia, se sientan todos a comer. Él sigue inquieto, con la vista fija en el periódico, ella distraída sigue su mirada y repara en la noticia, asustándose por si es un asesino, aunque él intenta calmarla con la mirada. Lo que no saben es que el marido los está observando, y se imagina que el desconocido está seduciendo a su mujer. No pueden decirse más cosas sin una sola palabra. Maestro.
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4 comentarios:
Si señora: maestro; maestro en el engaño, maestro en complicar la huída del inocente, falso culpable; maestro en todo.
Siempre es un placer revisar escenas de Hitchcock: el único defecto que tiene es que le dan ganas a uno de ponerse a ver la película otra vez... :-)
Saludos sabatinos, Alicia.
Eso no es un defecto, Josep, ya que una de las muchas ventajas de Hitchcock es que sus películas pueden verse una y otra vez y gustan lo mismo.
Cum laude
Cum laude, honoris causas... tódos los títulos que se le pudieran dar son pocos, Möbius
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