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EL PADRE DE "MOU"


Es curioso, pero parece que los deportes de masas no se llevan demasiado bien con el cine, en líneas generales. ¿Alguien recuerda una buena película de, pongamos por caso, tenis? De hecho, ¿alguien recuerda una película de tenis (aparte de “Wimbledon”, que en realidad es una comedia romántica ambientada en el tenis, como podía estar ambientada en la petanca indoor)? Sigamos. ¿Baloncesto? “Hoosiers”, y vas que te matas. ¿Fútbol americano? Llámenme ignorante, pero sólo se me ocurre “Un domingo cualquiera”, y tengo bastantes dudas de que pueda ser considerada una gran película. ¿Hockey? “El castañazo”, ¿y cuántas más? El béisbol es más afortunado, y tiene algunas buenas muestras: “El orgullo de los yanquis”, “El mejor”, “Ellas dan el golpe” (sí, a mí me gusta, qué pacha). El deporte que se lleva la palma es, como no podía ser de otra manera, el denostado, sórdido, épico y malparado boxeo, que da, y seguirá dando, para parar un tren; no las enumero para no acaparar post, pero podéis ir pinchando y babear. ¿Y el fútbol? “Evasión o victoria”, sí, pero no es nada del otro mundo, y no va de fútbol, en realidad. “Quiero ser como Beckham” no está mal, pero no es tanto una película futbolística como un cuento moral interculturalista (palabra que, con el desahogo que me caracteriza, acabo de inventarme). ¿Y luego qué?

Pues luego, o mejor, dicho, muy por encima, va “The damned United”.

“The damned United” (gracias, Señor, por permitirnos disfrutar del título original) cuenta la historia real de Brian Clough, un celebérrimo entrenador británico que, después de llevar al humilde Derby County desde la que sería 2ª División inglesa hasta ganar dos ligas y llegar a semifinales de la Copa de Europa, fichó por el Leeds United, el equipo más odiado en Inglaterra por la suciedad de su juego; allí sustituyó a Don Revie, toda una institución en el Leeds, que había pasado a ser seleccionador nacional, y con el que Clough mantuvo durante años una rivalidad enfermiza. Duró apenas 44 días, asfixiado por el peso del recuerdo de Revie; la película cuenta esos 44 días de 1974, y cómo Clough llegó hasta ellos desde Derby. Brian Clough, que después de ese rato en el Leeds hizo auténtica historia en el Nottingham Forest (dos Copas de Europa seguidas, Pep, échale un ojo) no es cualquier cosa: elegante, comunicador, megalómano, gran motivador, y un impenitente bocazas que daba constantes titulares a la prensa, lo cual colaboró decisivamente a que haya sido considerado el mejor entrenador inglés que jamás fue seleccionador. Se dice que José Mourinho, otra boquita de piñón, ha recogido su testigo, aunque también se podría haber dicho que Clough lo recogió de Helenio Herrera. “The damned United” es una (que no “la”) historia de Brian Clough, pero, esencialmente, es un retrato magnífico de lo que es el fútbol en las Islas.

Y la magnificencia de dicho retrato, obra del debutante Tom Hooper, llega ya desde la fotografía, que capta a la perfección tanto la frescura de la campiña británica como la escarcha de su perenne neblina, o el chapoteo del calzado obrero sobre el húmedo pavés del extrarradio industrial inglés. A partir de ahí, Hooper (desde el guión de Peter Morgan: “Frost/Nixon” y “The Queen”, chavales) desarrolla su historia en flashbacks desde el desolador presente de Clough (Michael Sheen) en el Leeds, hasta su exitosa carrera en el Derby County. Y lo hace empapándonos de la filosofía con la que los ingleses, en aquella época más que ahora, se acercaban al fútbol. Clubs grandes de estructuras poco menos que familiares, campos de fútbol andrajosos, relaciones cercanas entre jugadores, entrenadores y aficionados, hasta el punto de estar absolutamente integrados en las dinámicas de las ciudades en las que juegan; en general, una atmósfera amateur, tradicionalista y muy “working class” que choca extraordinariamente con la percepción del fútbol de élite que tenemos hoy en día. Tenemos la sensación de que nos muestran equipos de divisiones inferiores, de barrio incluso; pero lo cierto es que son de primera, ganan ligas y juegan finales de Copa de Europa. Sin Florentinos ni Messis.

Y en esta biosfera, el perfil de Brian Clough, un hombre demasiado ambicioso, acomplejado por su rivalidad con Dan Revie (Colm Meaney), capaz de dejar en la estacada a su colaborador de toda la vida, Peter Taylor (Timothy Spall) con tal de pisotear la sombra de Revie en el Leeds; la primera frase que les soltó a sus nuevos jugadores es historia del fútbol inglés: “Hasta donde yo sé, podéis tirar todas esas medallas que habéis ganado a la basura, porque las ganasteis todas robando”. Así, se manejan con soltura conceptos tan simples como amistad, lealtad, envidia, orgullo, dignidad. Y a ello colabora de manera decisiva Michael Sheen, quien, no sólo vuelve a parecerse (el tío es un Spitting Image andante) a un personaje histórico, sino que ejecuta una interpretación extraordinaria, firme, convencida, mucho más allá de la evidente semejanza física. Aunque, claro, este es un largometraje británico, así que todos los actores están perfectos. Con deciros que me he dejado a Jim Broadbent...

“The damned United” no es una obra maestra, ni pretende serlo. Le falta bisturí, quizás por falta de ambición temática; y a veces se nota el bajo presupuesto. Pero contiene algunas excelentes escenas, algunas derivadas de algo que también se le achaca (que le faltan escenas, curiosamente, de fútbol), como la de Clough viviendo un partido contra su odiado Leeds en su oficina, deduciendo el resultado por los sonidos y las sombras de su ventana. En cualquier caso, si ud., aficionado futbolero (pero del de verdad, no del que escribe en los foros del Marca), echaba de menos una película sobre su pasión, aquí la tiene. Eso sí, “The damned United” es más recomendable todavía si se visiona justo después de haber leído “Fever pitch”, el extraordinario libro de Nick Hornby. Orgasmatrón para futboleros.


14 comentarios:

Rick dijo...

Conozco a Clough de sus hazañas con el Nottingham Forrest, un equipo que siempre me ha transmitido mucho carisma y cariño. La clase de carisma y de cariño que transmiten las leyendas olvidadas. Soy futbolero, aunque no me suelen gustar las películas sobre fútbol (sí sobre otros deportes más ajenos a mi rutina -el boxeo se lleva la palma como bien dices-). Ésta me llamó la atención cuando tuve noticias de ella. También en parte porque tenía reciente al Michael Sheen de "Frost vs Nixon". Pero la dejé aparcada sin meterla en el baúl de mimente donde guardo las "cosas sobre las que mantenerme actualizado". La veré a ver que tal. El reparto secundario me llama.

troncha dijo...

Rick, yo también te la recomiendo, me gusta el fútbol y han dado en el clavo, por suerte me evocó los momentos que yo estuve en Ellan road.

Respecto al autor de la reseña, completamente de acuerdo con él, solo añadiría una cosa, Sheen, desempeña un personaje que se me hizo inaguantable, pero al mismo tiempo atractivo del que no me podía desenganchar.

Un acierto de film sin grandes pretensiones pero muy entretenido y sobre todo muy recomendable para amantes del futbol.

Saludos...

marcbranches dijo...

Seguidores del Forest, visitantes de Ellan Road. Aquí hay nivel, observo. Curiosamente, así como troncha está de acuerdo conmigo, yo también estoy de acuerdo con lo que dice, especialmente su último párrafo. Hay que verla, Rick. Saludos.

Rick dijo...

Pues os hice caso y ya la he visto. Me ha gustado, es muy entretenida, cualquier buen aficionado al fútbol la disfrutará muchisimo. Posiblemente sea la mejor película sobre fútbol que yo haya visto (lo cual la convierte en la candidata mejor posicionada para ser la mejor película de fútbol que se haya hecho). Hay mucho en el Clough de Sheen que recuerda a tito Mou, incluso en su gestualidad. Aunque está claro que filosóficamente Mou y Clough son bastante diferentes (de ahí que a mi no me guste Mou como entrenador, aunque pienso que sería un espectáculo verlo en las ruedas de prensa del Bernabeu cada semana xd). No se por qué Colm Meaney me recordó a Capello xd Impagable ese personaje de Timothy Spall, la conexión con el lado personal de Clough en la película. Si, está muy bien. Aunque hay dos cosas que yo puntualizaría. 1.- Clough no dejó tirado al Brighton. Entrenó allí bastantes partidos según creo recordar. 2.- La sentencia final del film es un poco discutible si recordamos al gran Matt Busby.

PD: No se si será el padre de Mou, pero de quien sí es padre (aunque tengan una personalidad ante las cámaras diferente) es de Martin O'Neill (lo entrenó e hizo grande en el Forrest), el hombre que para mi gusto ya debería haber jubilado al tio del chicle en el United.

Rick dijo...

Se me olvidaba decir que ahora que se han atrevido con Clough a ver si por fin nos regalan la película sobre el que para mi es el personaje futbolístico con mejor historia y personalidad para trasladar al cine: El quinto Beatle.

Möbius el Crononauta dijo...

No tiene mala pinta, habrá que verla. Sí, el boxeo es otra cosa

Saludos

Manuel Márquez dijo...

Soy muy aficionado al fútbol, compa Marc (aunque, como bien puedes suponer, jamás veo un partido, faltaría...), y, aunque sólo fuera por eso, ya debería darle una oportunidad a una peli como ésta (tu reseña, muy buena, me da una excusa más...). ¿Por qué las pelis sobre deportes de equipo no suelen terminar de funcionar? Muy sencillo, las retransmisiones televisivas de los mismos ya son cine (y, en algunos casos, del bueno...). ¿Para qué hacer burdas copias teniendo a mano el original...?

Un fuerte abrazo.

ANRO dijo...

Hay que ver lo que da de sí el fútbol. Pon unn balón y te sale un estadio. Amigo mío, acabas de soplarme un post, pero me alegro porque tu enfoque me ha gustado mucho.
A mí me gustaría mucho hacer una peli sobre la Selección Española, esa maravilla de equipo que nos están dando tantas alegrías a los aficionados. Sin ir más lejos el partido de anoche.
Pero en fin, eso es una utopía. Mejor pensar que "La Roja" se va a proclamar Campeona del Mundo en Johannesburgo.
Un abrazote

Rick dijo...

La verdad es que nunca lo va a tener tan cerca, ANRO. Lo de ganar el Mundial digo. Argentina hundida gracias a su Dios, las grandes selecciones europeas en crisis de talento teniendo que usar viejas glorias que algunas ya habían abandonado y ahora vuelven oportunistamente, como la Italia de Totti, y otras renovandose sin mucho acierto como la Francia del fantoche Domenech. Cierto que los italianos siempre dan guerra, pero España ya les ha ganado una vez, se ha quitado el complejo, sabe cual es el camino. Solo veo con potencial para ganar a Alemania y Brasil, y también están muy muy muy muy lejos de ser lo que han sido otrora. La única selección fútbol y talento actualmente para jugarle de tú a tú a España podría ser Holanda, pero creo que le falta enjundia. Con Alemania pasa lo que con Italia, aunque confío hoy por hoy más en los alemanes. Y Brasil no es ni la sombra de lo que ha sido en cualquiera de los otros mundiales. Dunga ha convertido al equipo de la samba y la magia en un equipo insípido al que solo le queda del Brasil histórico lo que también conserva curiosamente el Real Madrid, el ganar por inercia, la presión psicológica sobre el rival. Si España le juega sin complejos lo tiene hecho. Y ahora es el momento. Si España no gana el mundial tiene que ser por demérito propio (o por trampas al estilo Al Gandul).

Rick dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
marcbranches dijo...

Joder, Rick, qué rápido. Respecto a tus puntualizaciones, en la 1ª creo que tienes razón, cuando leí la biografía de Clough en internet comprobé que entrenó al equipillo ese durante media temporada (sin éxito). Respecto a la 2ª, me declaro incompetente.

M-Márquez, puede que tengas parte de razón. pero creo que, además de eso, los que se acercan a estos deportes, o no saben de qué van, o se quedan en lo más superficial, o se empeñan en que lo que vale es poner la cámara en el casco del wide receiver, por ejemplo... el deporte, y el deporte de élite en especial, es mucho más. ¿Alguien se atreverá a hacer una película de ciclismo (y no me refiero a ese panegírico pro-Armstrong que se rumorea)?

Anro, te veo desmelenado. Y si, me lo dicen mucho, o sea que tienes razón: soy un soplapo...sts. Saludos.

Manuel Márquez dijo...

La peli de ciclismo ya está hecha, compa Marc: es La bicicleta de Ghislain Lambert, un divertimento franco-belga del año 2000 ó 2001 (si la memoria no me falla), que, sin mayores pretensiones, retrata fenomenalmente ese mundillo a fines de la decada de los 60, principios de los 70. No es para tirar cohetes, pero se ve muy, muy bien. En mi blog hay un Bueno-buenoso dedicado a su personaje principal (por cierto, debe ser la primera vez en que se produce ese acontecimiento planetario consistente en que yo haya visto una peli y tú no; habrá que apuntarlo, que no se dará muchas veces).

De la peli sobre Armstrong, ni siquiera había oído hablar, pero no me llama la atención lo más mínimo. Tampoco me sorprende: la megalomanía de ese tipo anda bastante pareja a su potencial como deportista; es decir, por las nubes...

Un fuerte abrazo.

Rick dijo...

Había una película del año 79 u 80 (creo que 79) que creo recordar que estuvo nominada a varios Oscars importantes, protagonizada por Dennis Quaid. Se llama "El relevo". Sobre ciclismo digo.

marcbranches dijo...

De hecho, hay una película de animación bicicletista llamada, creo recordar, "Bienvenidos a Belleville". Pero el ciclismo de competición da para historias épicas. "Lo" de Armstrong, Manuel (por cierto, no te pavonees tanto, para una que me cuelas...), parece que es cierto, y le va a interpretar su friend Matt Damon. Uséase, que va a ser un panegírico lameprepucio quetecagas. Saludos.

 
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