RSS
Weblog dedicado al mundo del cine, tanto clásico como actual. De Billy Wilder a Uwe Boll, de Ed Wood a Stanley Kubrick, sin distinciones. Pasen, vean y, esperemos, disfruten. Si no es así, recuerden que NO han pagado entrada.
4

APOSTADORES DE ALMAS


Visto lo visto (y, en especial, lo no visto), poder presenciar en una pantalla de cine comercial una película de Terry Gilliam es un hito cada vez más insólito. Al ex-Monty Python parece haberle mirado un batallón de tuertos con un gato negro cada uno, porque las historias de las filmaciones de sus películas (o de sus no-películas) son ya legendarias. Con “El imaginario del dr. Parnassus” no fue ni un exceso de presupuesto (loor a los baratísimos efectos digitales), ni problemas con las localizaciones, ni dificultades de casting de última hora. Simplemente, se murió uno de los actores principales a mitad de rodaje. Sin embargo, por una vez, y sin que sirva de precedente, los hados le han echado una mano, y la expectación provocada por ver la última interpretación de Heath Ledger, y la ingeniosa idea aplicada para sustituirle durante el resto del rodaje, han conseguido llevar la película hasta el puerto que se merecía: el estreno. Tal es así, que en los créditos del film la película no es de Gilliam sino de “Heath Ledger y sus amigos”, un bonito y discreto homenaje al que podía haber sido uno de los grandes actores de su generación.

¿Y la peli, qué tal, marcbranches? Pues algo sí queda claro, y es que, desde luego, es una película de Terry Gilliam. Tiene su marchamo desde el primer minuto hasta el último. Él comenta que es su proyecto más personal, e incluso más autobiográfico, aunque me cuesta reconocer este último aspecto. “Parnassus” cuenta la historia de un hombre (Christopher Plummer), un actor con una mísera compañía teatral, que había alcanzado la inmortalidad gracias a un pacto con el diablo (que tiene la pinta y la voz de coñac de Tom Waits), otorgándole además un poder proyectado a través de un espejo mágico, que sobredimensiona, haciéndolas realidad, las imaginaciones del que entra en el espejo. Por supuesto, el diablo siempre juega con las cartas marcadas, y eso tiene un precio: se llevará a todos los hijos del viejo Parnassus cuando cumplan los dieciséis, cosa que está apunto de suceder con su hija Valentina (Lily Cole). Mientras la fecha del cumpleaños se acerca, la andrajosa compañía teatral se encuentra con un extraño tipo, Tony (Ledger), al que salvan de un seguro ahorcamiento, y que se les une en su viaje, aunque parece que tenga su propia agenda.

Como decía, es una película con el sello Gilliam, en lo bueno y en lo malo. A estas alturas, a mí ya me queda claro que Gilliam necesita que alguien le escriba un guión lo suficientemente férreo para que le permita salirse por peteneras sin que la verosimilitud y la comprensión de la historia se resientan. A Gilliam le puede, en demasiadas ocasiones, su universo, sus monstruos, sus grandes angulares, sus parajes imposibles, olvidándose de explicar de manera mínimamente elaborada por qué están ahí. En este sentido, tiene el concepto de autoría muy asentado; rueda SUS películas, lo que a él le fascina, convencido que los de detrás de la cuarta pared van a seguirle sin problemas y con pleitesía. Lo cual, a estas alturas, y teniendo en cuenta su historial de fracasos, es asombroso. En “Parnassus” nos encontramos con una película a la que, una vez más en nuestro adorado geniecillo, le falla esplendorosamente la narrativa. El desarrollo del film es confuso, nunca queda demasiado claro, cuando apuestan almas Parnassus y el diablo, por qué se llevan cada uno las suyas, ni qué provoca exactamente lo que vemos al otro lado del espejo, ni las motivaciones reales de Tony. Todo es un embrollado batiburrillo del que da la sensación que a Gilliam no le interesa salir, puesto que lo que realmente le importa es el dibujo de las realidades que presenta en el filme. Una es la terrenal, la representada por el astroso teatro de feria ambulante al que nadie quiere ir, hasta que Tony, con su carisma lenguaraz, consigue atraer a la gente necesaria para que Parnassus gane su apuesta; la otra es la que se encuentra detrás del espejo, en la que Gilliam se puede solazar gracias a los efectos digitales, y que nos retrotrae a los tiempos de “Las aventuras del barón Munchausen” o “Los héroes del tiempo”. Aunque, en mi nada modesta opinión, carece de la magia de aquellas.

La solución al problema de Heath Ledger es brillante, sin duda. Cuando Ledger cruza el espejo y cruza el universo de la imaginación, se convierte en Johnny Depp, Jude Law o Colin Farrell. El actor australiano, sin embargo, se las arregla para dejar constancia de su brillantez en el resto de escenas “reales”, improvisando la mitad de los diálogos de su charlatán de feria (que, según Gilliam, es un trashunto de Tony Blair) e irradiando el carisma juguetón que requería su personaje. Él ha acabado siendo el alfa y el omega de este proyecto ciento por ciento Gilliam que, paradójicamente, sin el fallecimiento de su protagonista es probable que nunca hubiese visto la luz. Disfrutemos, a pesar de sus irregularidades, con este imaginario, antes de que Terry se ponga manos a la obra con su eternamente postpuesta “The man who killed Don Quixote”. Si es que consigue acabarla, claro.

4 comentarios:

Josep dijo...

Me da en la nariz que ésta no la pasan en mi pueblo y que, a menos que me afane, no podré verla en el cine.

Tendré que espabilar, porque verla en dvd va a ser una merma visual por la forma en que Terry filma y, además, leído lo leído, supongo que verla doblada puede llegar a ser un suplicio.

Saludos.

marcbranches dijo...

No, no creo que la den en el Prat, Josep. Yo la he visto en los Verdi. Ni se me ocurriría ver esta película doblada; bueno, últimamente, ninguna, me he vuelto muy radical con este tema. Sintiéndolo mucho por los excelentes actores de doblaje que tenemos... ¡Viva la V.O.!

ANRO dijo...

La ausencia en las carteleras grancanarias de Doctor Parnasus me ha provocado una desilusión tremenda. Recien había leido una entrevista, y la reseña de la peli, en Dirigido y pensaba que el fin de semana esa sería mi elección....
Voy a ir a verla, si puedo, pero me dejas descolocado con tu opinión, que si no negativa, al menos es un tanto fría.
De todas formas el tipo se merece que vayamos a disfrutar de su imaginación.
Un abrazote

Josep dijo...

Esta, como dices, no la pasarán: pero a partir de hoy, ¡miércoles! y hasta el domingo, sesiones a tutiplén para la miguelitojacksonmanía.....

(no te digo; y espero que hagan caja, que todo ayuda a mantenerse...)

 
Copyright 2009 LA LINTERNA MÁGICA. All rights reserved.
Free WordPress Themes Presented by EZwpthemes.
Bloggerized by Miss Dothy