A pesar de la diatriba anti-series españolas que lancé en el post sobre “Extras”, no se crean, jóvenes padawanes, ni por un momento, que las aberraciones catódicas son exclusiva nuestra. Y si no, échenle un vistazo a la Fox, famosa en los Yuesei por cancelar proyectos al más puro estilo Antena 3. Uno de los casos más significativos de su historia, sin lugar a dudas, fue “Firefly”, serie de la que hablé en el artículo sobre “Serenity” (joder, sí que estoy hoy autorreferencial) y que tiene una historia curiosísima.
Pergeñada por uno de los gurús de la televisión americana (“Buffy”, “Angel”), Joss Whedon, “Firefly” nacía como una serie de ciencia-ficción con acusada atmósfera de western y en la que la Fox fingió creer en un primer momento. Pero ya de inicio puso problemas: que si el capítulo piloto no enganchaba, que si el personaje protagonista no podía ser un perdedor, que si the granny smokes. Todos sabemos que, en cualquier ámbito cultural-comercial, los que más saben de esto son los productores, así que los de la Fox tomaron decisiones. La mejor, la de emitir los episodios en el orden que A ELLOS les parecía más adecuado. Que acabó siendo este: 2-3-6-7-8-4-5-9-10-14-1. Sí, faltan el 11, el 12 y el 13, que se dignaron a estrenar en una reposición veraniega posterior. Y sí, el episodio piloto al final, cuando ya se había tomado la decisión de cancelar la serie por sus bajas audiencias (visto lo visto, que la viera alguien era un milagro). Whedon no entendía nada, pero aún iba a entender menos: los seguidores de la serie, pocos pero ruidosos, iniciaron una serie de campañas en internet para la salvación de la serie y la transportaron hasta ese hermoso lugar llamado “producto de culto”. El boca/oreja funcionó como pocas veces, y cuando la serie apareció en DVD fue un explosivo y sostenido éxito de ventas, hasta tal punto que, en los últimos dos años, “Firefly” se ha mantenido entre los 10 productos más vendidos de Amazon.com. Como consecuencia de todo esto, Joss Whedon alcanzó un hito histórico: conseguir llevar a cabo una película, “Serenity”, desde una serie fracasada. Producida, claro, por... Universal.
Dicen sus frikiseguidores que “Firefly” parece inspirada en series de animación tales como “Cowboy bebop” o “Guardianes de la galaxia”. Yo soy de los que de vez en cuando sale de casa, así que no he visto estas series, y el icono referencial que me viene a la memoria es el bar de Mos Eisley, esa cantina zarrapastrosa en la que Luke Skywalker y Obi-Wan Kenobi se encuentran por primera vez a Han Solo. Historia: en pleno siglo XXVI, el universo está dominado por una Alianza chinoamericana desde hace unos años, después de vencer en una cruenta batalla a a unos disidentes que se oponían a esta forma de dictadura estelar. La Tierra es tan solo un vago recuerdo, una leyenda, pero el ser humano se ha encargado de adaptar todo planeta viviente de tal manera que pueda ser habitable. Los planetas centrales están adscritos a la Alianza, son ricos, modernos y prósperos; los que se alejan del núcleo, los planetas fronterizos, viven como pueden y, en muchos casos, carecen de los medios necesarios para subsistir sin dedicarse al hurto o al contrabando. Malcolm Reynolds, ex-combatiente rebelde, malvive en la nave “Serenity” dedicado al crimen de guante blanco y tratando de eludir a la Alianza y mantener a su tripulación. Esta premisa sirve para entender la atmósfera imperante de la serie (los créditos dan una buena pista), que mezcla conceptos clásicos de “sci-fi opera” con estigmas del western más clásico: el 2º episodio, sin ir más lejos, es un atraco a un tren, y el penúltimo trata de la defensa de un grupo de prostitutas (sí, a mí también me suena). Revólveres, rifles Winchester, áridos desiertos, cantinas inmundas, caballos, sentido del honor y del deshonor... todo eso que suena al género americano por excelencia tiene cabida en “Firefly”, sin que falten, claro está, los indispensables elementos de ciencia-ficción, limitados por la historia y el ajustado presupuesto. Pero no es esto lo que desprende la magia de “Firefly”.
Son los personajes, claro. No recuerdo una serie en la que tantos personajes sean tan carismáticos y provoquen con tanta facilidad la empatía del espectador. Inara, la prostituta legal que tiene alquilada una de las lanzaderas de la nave para sus “trabajos”; Kaylee, la mecánico de la Serenity, positiva e ingenua hasta la extenuación; Jayne, mastuerzo sin escrúpulos y sin cerebro, ideal para atracos con violencia y campeonatos de chupitos; Wash, el piloto, ingenioso y algo torpe, que ocupa el título oficial de “sexo débil” en su matrimonio con Zoe, leal compañera de armas de Mal en la guerra perdida, y una badass de cuidado; Book, un pastor clerical de discurso brillante y exceso de conocimientos sobre armas y tácticas de la Alianza (su misterioso pasado era una línea argumental que no dio tiempo a desarrollar); Simon Tam, médico de prometedora carrera y maneras estiradas que ha de dejarlo todo para proteger a su hermana; River Tam, la susodicha, adolescente prodigio, con poderes mentales y un profundo desequilibrio (como una regadera de tienda de los chinos, vamos) que la convierte en una bomba de relojería andante. Y, claro, Mal Reynolds, una versión 2.0 de Han Solo, sarcástico, descreído, contrabandista, arrojado, íntegro a pesar de su dedicación criminal; Nathan Fillion (por lo visto, un cachondo en la vida real) borda el personaje y le otorga un carisma irresistible. La interacción entre los personajes, los diálogos, el sentido del humor irónico, seco y tabernero que irradian los episodios, hacen casi imposible no encariñarse con ellos y desear ver el siguiente capítulo, no ya por la trama (no dio tiempo a desarrollar ninguna), sino por la necesidad de volver a verles.
14 episodios no dan para que, como muchos de sus seguidores (denominados “casacas marrones” porque así se les llamaban a los soldados de la resistencia derrotada) (por tanto, un apelativo cargado de justicia poética) afirman, “Firefly” sea la mejor serie de ciencia-ficción de la historia. Pero sí para que en la estantería de Mi Majestad ocupe un lugar especial, y para que se convierta en uno más de los plastas irredentos que se empeñan en recomendar la serie a todo bicho viviente. Una vez encuentras la Serenidad, no puedes abandonarla.
9 comentarios:
To tengo por ahi todos los episodios con sus correspondientes subtitulos, siguiendo tu recomendación, pero aún no me he puesto a verla. Cuando acabe mi corto, desempolvaré el DVD y le echaremos un vistazo.
No, no caigo, me dejas descolocado por completo. Así que tendré que ver la cosa que referencias, alguna de las noches que no tenga nada que hacer...(no mal interpretes la frase, que te conozco)
Que pases un buen fin de semana (yo estaré en los madriles viendo un partido de baloncesto)¡qué le vamos a hacer!
Un abrazote.
Pues nada, Anchiano, cuando la veas te vuelves y me cuentas lo que te parece. Si te gustó la película, la serie te encantará. Saludos.
Anro, tampoco quisiera yo interferir en tu vida conyugal, ¿eh? Lo que tengas que hacer por las noches, lo haces y punto. ¿Viendo baloncesto en Madrid? Interesante. ¿R. Madrid, Estudiantes, baloncesto de base, baloncesto de pivot (festival del humor con marcbranches)?
Otra de la que no tenía idea.
Esa combinación de western y sci-fi puede resultar dinámica e interesante.
Probaremos a ver que tal.
Por cierto, la de Extras ya la tengo y cuando acabe de sincronizarla (para poder enterarme) ya te contaré, aunque he visionado algunos trozos y me ha encantado.
Saludos y gracis por el aviso.
¿Ya tienes "Extras", Josep? Pues anda, ya me contarás cuando acabes qué te parece. espero que también te hayas agenciado el especial de navidad, buenísimo. En cuanto a "Firefly", es una serie ligera y dinámica, como barruntas, unos personajes entrañables y con un sentido del humor que funciona. Saludos.
Pues si que suena bien la serie esta, me han entrado ganas de verla. A ver si la encuentro en algún sitio. Lo que no alcanzo a entender es por que razón la Fox, teniendo entre manos un producto que podía haberse convertido en un éxito, puso ese empeño en cargárselo, a base de emitir los capítulos desordenados, hasta el punto de emitir el piloto al final... ¡es que es de locos! En fin, misterios inexplicables de la vida.
¡Saludos!
Laura, sólo hay dos maneras de conseguir la serie: comprándola de importación (o E-Bay, lo que fue mi caso), teniendo en cuenta que es zona 1, uséase que necesitas un DVD multizona; o dándole de comer a la mula, en la que la puedes encontrar en V.O. subtitulada. Estoy convencido de que te encantaría su sentido del humor. Saludos.
Retomo este post para agradecerte la recomendación. A mi la serie me ha encantado, es una pena que la cancelaran. Los personajes son carismáticos y las relaciones entre ellos, ejemplares y tienes toda la razón, se les acaba cogiendo mucho cariño. Firefly es excepcional a mi entender.
¡Un saludo!
Veo que eres de los que cumple sus promesas: dijiste que cuando acabaras el corto la verías, y así lo has hecho. Es una serie excepcional, sin duda, por todo lo que la rodea. A veces pienso que sus seguidores la mitificamos por su malditismo, y otras me da por pensar que su handicap, en realidad, fue su gran ventaja: fue tan corta que a Whedon no le dio tiempo a cagarla. Las más, simplemente la recuerdo y me dan ganas de volverla a ver de nuevo. Saludos.
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