Seguimos apostando por el cine español, oiga, que aquí hay talento de sobra (otra cosa es que se sepa aprovechar o no). Una buena muestra de ello: Smoking room, que vendría a ser nuestro equivalente a Glengarry Glen Ross por lo que respecta a reparto más sólido y compacto que el cemento armado, mostrando problemas laborales con diálogos magníficos. La escena que recuerda todo el mundo (por méritos propios) es ésta: con el pretexto de recoger una firma, suben a la azotea del edificio dos empleados de una empresa. Un detalle tan cotidiano como éste sirve para que uno de ellos se confiese, ante la alucinada mirada de su compañero. Claro que para ello hacían falta actores de primera, y para eso nadie mejor que Antonio Dechent y Eduard Fernández, que hacen un auténtico recital, uno hablando por los codos y desahogándose de sus penas, y el otro haciendo eso tan difícil que es escuchar.
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2 comentarios:
Claro que hay talento en España!, ya lo creo que sí!, pero me pregunto ¿por qué no se manifiesta cuando debe?¿Porqué resultan los actores, en la mayoría de los casos, tan acartonados, tan vacíos, tan simples, tan falsos? Esa escena con la que ilustras el post está tremenda y ambos tipos están del quince....pero, siempre el maldito "pero" cuando vemos una peli o una obra de teatro
En múltiples ocasiones he salido totalmente desilusionado por la misma razón. Tú ves una serie americana, inglesa, o de cualquier nacionalidad y ves a los actores, principales y secundarios, bordar su cometido. Eso ocurre contadas veces en las series españolas. Otra cosa son los argumentos y demás detalles.
En fin, uno quiere creer, pero salvo honrosas excepciones, te topas con un muro de cemento.
Un abrazote y que pases un buen fin de semana Alicia.
El problema de las series españolas no creo que venga por los actores, Antonio, sino a la falta de originalidad de los guiones, totalmente estancados. Buen fin de semana también
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