Recuerdo perfectamente cómo me enteré de la noticia de la muerte de John Lennon. Había ido a la casa de una amiga para estudiar para un examen, teníamos la radio puesta, y dieron la noticia que me golpeó como un mazazo. ¿Cómo era posible? ¿Quién podía querer matar a un Beatle?, era algo que no me entraba en la cabeza. Era muy joven y sabía muy poco de todas sus actividades públicas. Ahora estoy mucho mas enterada, pero aún así sigo sin entenderlo y lamentándolo porque parecía que por fin había encontrado uno de los momentos de mayor plenitud a todos los niveles.
Los Estados Unidos contra John Lennon hace un repaso de su vida, mostrando su inconformismo ya desde joven, cómo afloró mucho mas al conocer a Yoko Ono, su total enfrentamiento a la administración norteamericana durante la guerra de Vietnam, demostrada tanto en actos públicos como en canciones como The war is over (if you want it) o Imagine. Con una actitud que se puede tachar de ingenua (como él decía “puedes llamarme soñador, pero no soy el único”), usó su enorme popularidad e influencia para propagar su mensaje antibelicista con actos como pasar su luna de miel en una cama con Yoko ante los ojos de los periodistas, rodeados de carteles contra la guerra. Como era de esperar eso no era del agrado de los dirigentes de Washington, y el presidente más malo-maloso de toda la historia de los EEUU, Richard Nixon (¿o acaso no habéis visto Futurama?), y el jefe del FBI, Edgar F. Hoover. Si John ya había tenido problemas cuando años antes había dicho “Somos mas famosos que Cristo”, lo que llevó a una especie de Inquisición anti-Beatle con hogueras de discos incluidas, a partir de la guerra, y especialmente desde su actuación en un concierto a favor de John Sinclair, que había sido condenado a varios años de cárcel por ofrecer dos porros a una persona que resultó ser de la policía secreta, se convirtió en un enemigo del sistema al que espiaban día y noche. Cuando las leyes cambiaron, permitiendo que votaran los jóvenes de 18 años, en lugar de los de 21, era una amenaza demasiado poderosa, de modo que intentaron deportarlo alegando que su visado había caducado y un anterior arresto en Inglaterra por posesión de drogas. Pero la actuación de su abogado hizo que el proceso se alargara durante cinco años, consiguiendo ganar al final, para sorpresa suya (“Me dijiste que íbamos a perder”), coincidiendo con el nacimiento de su hijo Sean, lo que fue uno de los días mas felices de su vida.
Un recurso tan sencillo como enfocar una foto de John con su mujer e hijo, en silencio, que poco a poco se va oscureciendo a medida que suenan unos disparos consiguió estremecerme, y curiosamente no creo que lo consiguiera la película que se acaba de rodar sobre él, El asesinato de John Lennon.
Las similitudes entre la situación de entonces con la guerra de Vietnam y ahora con Iraq son estremecedoras, pero desgraciadamente no tenemos a ningún John para cantar pidiendo la paz.
Los Estados Unidos contra John Lennon hace un repaso de su vida, mostrando su inconformismo ya desde joven, cómo afloró mucho mas al conocer a Yoko Ono, su total enfrentamiento a la administración norteamericana durante la guerra de Vietnam, demostrada tanto en actos públicos como en canciones como The war is over (if you want it) o Imagine. Con una actitud que se puede tachar de ingenua (como él decía “puedes llamarme soñador, pero no soy el único”), usó su enorme popularidad e influencia para propagar su mensaje antibelicista con actos como pasar su luna de miel en una cama con Yoko ante los ojos de los periodistas, rodeados de carteles contra la guerra. Como era de esperar eso no era del agrado de los dirigentes de Washington, y el presidente más malo-maloso de toda la historia de los EEUU, Richard Nixon (¿o acaso no habéis visto Futurama?), y el jefe del FBI, Edgar F. Hoover. Si John ya había tenido problemas cuando años antes había dicho “Somos mas famosos que Cristo”, lo que llevó a una especie de Inquisición anti-Beatle con hogueras de discos incluidas, a partir de la guerra, y especialmente desde su actuación en un concierto a favor de John Sinclair, que había sido condenado a varios años de cárcel por ofrecer dos porros a una persona que resultó ser de la policía secreta, se convirtió en un enemigo del sistema al que espiaban día y noche. Cuando las leyes cambiaron, permitiendo que votaran los jóvenes de 18 años, en lugar de los de 21, era una amenaza demasiado poderosa, de modo que intentaron deportarlo alegando que su visado había caducado y un anterior arresto en Inglaterra por posesión de drogas. Pero la actuación de su abogado hizo que el proceso se alargara durante cinco años, consiguiendo ganar al final, para sorpresa suya (“Me dijiste que íbamos a perder”), coincidiendo con el nacimiento de su hijo Sean, lo que fue uno de los días mas felices de su vida.
Un recurso tan sencillo como enfocar una foto de John con su mujer e hijo, en silencio, que poco a poco se va oscureciendo a medida que suenan unos disparos consiguió estremecerme, y curiosamente no creo que lo consiguiera la película que se acaba de rodar sobre él, El asesinato de John Lennon.
Las similitudes entre la situación de entonces con la guerra de Vietnam y ahora con Iraq son estremecedoras, pero desgraciadamente no tenemos a ningún John para cantar pidiendo la paz.
9 comentarios:
La muerte de John Lennon fue un mazazo para todos, por lo imprevista y gratuita. Una verdadera tragedia, que nos privó de un músico irrepetible.
Aunque debo decir que no siento particular interés por ver ése documental: seguro que a la desgraciada de Yoko Ono la dejan en buen lugar, y no lo merece. Está claro que pertenezco a la facción AY (Aanti-Yoko) de los infatigables seguidores de los Beatles, y no voy a cambiar ahora, desde luego, por mucho documental que saquen.
Y un apunte: el malo-maloso Nixon fue el Presidente U.S.A. que acabó con la guerra de Vietnam iniciada por el "simpático-adúltero-guapo-pijo" Kennedy de inmerecida memoria, al tiempo que establecía relaciones diplomáticas con China, imperio comunista de la época, con mucha más fuerza que la U.R.S.S., enemigo declarada del "demócrata" Kennedy desde la metedura de pata de la fracasada invasión de Cuba en Bahía de los Cochinos.
(Esto último leído, hace poco, en reseña de la actualidad política -publicada en La Vanguardia- en los U.S.A. como pre-campaña de sus elecciones presidenciales)
Saludos.
Alicia, ya lo decían The Stranglers hace 25 años: "No More Heroes". Ya no hay héroes...
Que conste que yo también soy AY, Josep, aunque reconozco que John estaba realmente enamorado de ella, que es lo que cuenta, y ya me gustaría que alguien me dijera cosas tan hermosas como las que le dijo él en Woman. La guerra de Vietnam en realidad la inició Johnson, y Nixon , al igual que Bush, usó la retirada de las tropas como principal promesa electoral, para luego hacer lo contrario, volver a ganar y finalmente -un año mas tarde, casi obligado por las circunstancias´- iniciar la retirada. El mito de los Kennedy es demasiado fuerte y aguanta la guerra de Vietnam y lo que les echen.
Hatt, si John fue un heroe sería en todo caso un héroe de la clase trabajadora, como él decía. Una de las cosas que me gustó del documental es la forma de reaccionar de John hablando, decia "el flower power fracasó, bien ¿y qué?, hay que seguir adelante"
Ningún tiempo pasado fue mejor, pero bien dices, Alicia, que las similitudes entre la situación de entonces y de ahora son estremecedoras..... Realmente el "flower power" fracasó, dímelo a mí, pero parece que nadie se toma en serio lo de seguir adelante.
En otro orden de cosas John Lennon seguirá siendo un referente para muchos, por tanto sí que tenemos un cantante en los tiempos que corren.
Un abrazote.
Tienes razón, Antonio, aunque no estaria de mas tener a alguien en la actualidad cantándole las cuarenta a Bush
El héroe al que se referían, era en cierta forma figurado, más en la línea de un mito, de una figura que sirva como referencia y a la que seguir. Y en algunos aspectos, aunque con demasiado inocencia, lo pudo haber sido.
Un saludico.
Lo triste es que hay centenares de músicos que reclaman la paz, pero ninguno tan famoso como Lennon.
Yo creo que a los músicos combativos y de izquierda les cortan los suministros antes de que lleguen muy alto. Es sólo una impresión mía, sin demasiados fundamentos.
Pues debe ser un documental interesante, este que comentas Alicia, aunque en los cines de por aquí no ha dado señales de vida de momento.
Yo también recuerdo el día que murió John Lennon, yo debía tener unos 12 años o así y ese día no había ido al colegio porque tenía un gripazo y estaba en la cama escuchando la radio. Como pasa el tiempo, hija....
Saludos!
Desde luego hacen falta heroes como tu dices, Hatt.
Faraway tal vez sea cierto lo que dices sobre los cantantes, pero eso no debería impedir que siguieran luchando. Claro que tenemos a U2, Sting o Peter Gabriel, pero no es lo mismo, ni mucho menos.
Si que es interesante, Laura, y su distrubución fue lamentable, porque si con algunas películas ya es difícil, con documentales ya ni te cuento. Increible como pasa el tiempo ¿verdad?
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