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HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE



Me cae bien Danny de Vito. Más de una vez he visto que le llamaban “el enano gruñón”, y la verdad es que creo que le va bien el nombrecito, ya que de los personajes que van cantando el “Heigh Ho”, el que más le encajaría sería ese, debido a su especialidad por ver el lado oscuro de las cosas.

Poco se puede decir de su carrera como actor, casi siempre en la categoría de “secundario de lujo”, siendo su papel más destacado su memorable Pingüino de Batman returns, pero como director puede considerarse como más que aceptable, siendo su primera película una ingeniosa variante de Extraños en un tren, Tira a mamá del tren, con una madre que deja pequeña a la de Psicosis.

Su siguiente película, La guerra de los Rose, aprovechó el tirón del trío protagonista de Tras el corazón verde, y siguió con los mismos derroteos de humor negro que la primera. Katleen Turner y Michael Douglas ya habían demostrado anteriormente su química, que aquí volvió a funcionar de nuevo.

El comienzo no puede ser mejor, Danny de Vito le dice a un cliente “Amigo, cuando un abogado que cuesta cien dólares la hora le explica gratis una historia es mejor que escuche” y aparece un precioso cielo de tonalidades rojas, no podemos engañarnos: nos van a explicar un cuento… aunque ésta vez esté envenenado.

Es premonitorio que Oliver y Barbara se conozcan en una subasta y ambos pujen por la misma pieza. Los dos forman una pareja perfecta y todo parece sonreírles en la vida: él está triunfando como abogado, tienen una casa preciosa, dos hijos muy guapos... Pero Barbara de repente decide divorciarse de su marido ¿acaso ha sido una decisión tomada de la noche a la mañana? No. Ella cometió el error de dedicar toda su vida a su familia y no pensar en sí misma. Ahora, con los hijos ya crecidos y un marido volcado en su trabajo, su vida está vacía y la casa se le cae encima, y por eso empieza a odiar a la persona a quien considera responsable de ésta situación: Oliver, ya que del amor al odio hay sólo un paso, sólo que el odio es un sentimiento mucho más fuerte y duradero.

Oliver no comprende nada de todo eso, ya que sigue enamorado de su mujer, y por eso se niega a cederle la casa, que es lo único que ella le pide (Tiger Woods lloraría de felicidad por una oferta así). De hecho, sus diferencias siempre han estado allí: si uno quería un perro, el otro un gato; si uno se compraba un coche deportivo, el otro un todo terreno, y por eso acaban originando una auténtica batalla campal, con escenas tan delirantes como una cena con invitados que no pasaría una inspección de Sanidad.

Katleen Turner está estupenda, sobre todo a medida que va avanzando la película, pues estaba en su mejor momento, antes de enfermar, y no le resulta difícil comerse con patatas a Michael Douglas, como siempre que trabajaron juntos, y sacando provecho de cualquier frase del estilo “alguien que hace un paté como éste no puede ser mala persona”, a lo que Barbara responde: “eso depende de qué esté hecho el paté”.

Uno de sus aciertos es que no le importa llegar hasta el final de sus propuestas, por muy exageradas que puedan parecer, y cuando al final Oliver coge la mano a Barbara ella la aparta sin dudarlo, siendo coherente hasta el último suspiro. Aquí no hay happy end que valga. Al contrario; ¿porqué nos engañaron tanto con lo de que “y fueron felices y comieron perdices”? La auténtica película empieza justo entonces.

7 comentarios:

ANRO dijo...

¡Qué película más dura!¡Qué radiografía de la convivencia matrimonial!....Fue, y sigue siendo, una peli difícil de digerir. Es bueno que la traigas a la palestra. Hay un cine olvidado de los ochenta que necesita ser revisado, porque había auténticas joyas.
Llevas razón en cuanto a Dany. Es responsable de más de una docena de buenas obras. Ah¡ y magnífica su actuación de Pinguino en Batman 2, uno de los batman que más me gustan.
Un abrazote.

alicia dijo...

Di que sí, Antonio, que no hace falta ser Bergman para hablar del matrimonio. De Vito como director merece tenerse en cuenta, yo soy una defensora de Smoochie, una de sus películas menos conocidas probablemente, con un estupendo Edward Norton. Y respecto a su Pinguino, efectivamente, es memorable, aunque haya gente como Marcbranches que tan sólo tuvieran ojos para Michelle Pfeiffer como Catwoman.

Josep dijo...

Me apunto con Marcbranches, porque ese pingüino se me hizo repugnante y odioso.

Coincido con Antonio en que es una película dura de roer: me dejó mal cuerpo, pero vista con calma me pareció una exageración con un punto de ilógica demasiado subversiva para mi gusto.

Por suerte no hay muchos divorcios como el que nos cuenta De Vito.

Coincido contigo en que el pobre Douglas no tiene nada que hacer frente a la Turner, que está magnífica.

Saludos.

Möbius el Crononauta dijo...

Deliciosa. Y vaya química tiene el dúo-trío.

alicia dijo...

Es que debía ser repugnante y odioso, Josep. Creo que con Catwoman hicieron una magnífica pareja de villanos.Respecto a su exageración estoy de acuerdo, pero es de agradecer que se mantiene fiel a ella y la lleva a las últimas consecuencias, sin temer el resultado.
Cierto, Möbius, hacían un magnífico trío-duo, aunque yo sigo quedándome con Katleen, ya que sentía adoración por esa mujer.

Manuel Márquez dijo...

Una de mis pelis de cabecera, compa Alicia; la he visto tropecientos mil veces, y no me canso de hacerlo. Ácido sulfúrico puro, vaya.... Recuerdo que, sorprendido de que el film se hubiera presentado en el festival de Berlín de ese año (¿qué leches hace una comedia de gancho ultracomercial en un festival de qualité...?), fui a verla a sala de estreno tan pronto como llegó a mi ciudad, y me dejó impactado. Eso sí, no estoy de acuerdo en que Kathleen Turner se "comiera" a Michael Douglas; creo, de hecho, que el sexópata de Douglas hizo aquí uno de los contadísimos buenos trabajos de su carrera, y que lo bordó (nada más que la escena de la borrachera, meándose en el pescado, ya me vale por toda la peli...). En fin, una gozada; gracias por traérmela al recuerdo (la tendré que volver a ver prontito...).

Un fuerte abrazo y buen día.

alicia dijo...

Recuerdo que en alguna ocasión ya habías comentado que te gustaba mucho ésta película, Manuel, así que es esperaba tu comentario. No digo que Michael Douglas estuviera mal, sino que Katleen Turner está mucho mejor, y eso no es ninguna deshonra, ya que a Nicholson le pasó lo mismo.

 
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