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Weblog dedicado al mundo del cine, tanto clásico como actual. De Billy Wilder a Uwe Boll, de Ed Wood a Stanley Kubrick, sin distinciones. Pasen, vean y, esperemos, disfruten. Si no es así, recuerden que NO han pagado entrada.
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POST DE URGENCIA 2: LA AVENTURA CONTINÚA


Y abrimos ahora nuestro apartado de noticias insólitas. A la Directrice se le ha vuelto a escuajaringar el ZX Spectrum a pedales, así que no va a poder publicar el esperadísimo post que le tocaba hoy. El anuncio de tan funesta noticia lo recibí por SMS (ya de por sí una “noticia insólita”, conociendo la fuerte rivalidad que hay entre la Directrice y su móvil), incluyendo un final de mensaje tal que así: “No creo que pueda publicar mañana. HAZ LO QUE QUIERAS”. Como todo el mundo puede imaginar, ese remate significa que tengo permiso para hacer cualquier cosa con el blog, EXCEPTO lo que yo quiera. Entregado, pues, a la ardua tarea de reflexionar durante casi dos minutos sobre el tema a desarrollar en un post a vuelapluma, sin preparación, sin investigación previa, sin análisis artístico concienzudo, sin recerca de background (uséase, como siempre), lo primero que me ha venido a la cabeza ha sido, por pura lógica, la última película que he ido a ver a una sala, que no ha sido otra que “Up”, la pelín sobrevalorada última obra de Pixar. Pero la verdad es que ya todo el mundo ha escrito sobre ella, y me ha sonado a asunto manido incluso a mí, que tengo la originalidad de una carta de ajuste. Pero hubo un filme que me vino a la cabeza varias veces durante la proyección, y de este sí que podría hablar; además, qué coño, se hace tarde y he quedado con Monica Bellucci para hacerle un masaje de ingles.

No creo que yo fuese el único al que la visión de una casa transportada de un lugar a otro le trajese a la memoria “El castillo ambulante”, la hasta ahora penúltima película de Hayao Miyazaki, el gurú de la animación japonesa, y de parte del extranjero. No sólo las casas, sino también su significado metafórico (es distinto, pero ambas lo tienen) y el protagonismo de un aciano, aunque en el largometraje japonés Sophie, la protagonista, deba su tercera edad a un hechizo. “El castillo ambulante” fue la película que siguió a la indudable obra maestra, y más reconocida, de Miyazaki, “El viaje de Chihiro”. Quizás no llega a su nivel de maestría, pero se le acerca bastante.

A estas alturas, a nadie podía ya sorprender un derroche de imaginación, colorismo, magia y riqueza visual tal como el que nos escupe, esplendorosa, “El castillo ambulante”. Verla en una sala de cine es como subirse a una montaña rusa situada en una paleta de colores. Aunque el inicio de la historia, más bien costumbrista y situado en una atmósfera aparentemente urbana e industrial, pueda engañar al espectador, enseguida se dan la mano la humanidad de un personaje como la responsable adolescente Sophia y la magia de caballero andante de la primera aparición de Howl. Encendida en celos, la temida Bruja del Páramo hechiza a Sophie, convirtiéndola en una anciana e impidiéndole hablar de ello a nadie. Así, Sophie se aventura en busca de alguien que la pueda ayudar, y acaba en el castillo ambulante del mago Howl, dibujado magníficamente, trasladando un dinamismo y una curiosa fragilidad (siempre parece a punto de romperse) que, al igual que el estado cochambroso de su interior, transmite el carácter misterioso, volátil, huidizo y algo perdido de su poderoso dueño. Uno de los fuertes de Miyazaki es su tino para el trazo de sus personajes, siempre huyendo de maniqueísmos (es norma habitual que, durante la narración, personajes que parecen villanos pasen a ser buenos, y viceversa), siempre enriqueciendo sus perfiles. Y no hablo sólo de los humanos: véase el carisma y la simpatía que desprenden Calcifer, el ígneo demonio que mueve el castillo, o el irresistible espantapájaros que les acompaña durante la aventura. El creador japonés tiene tendencia a mostrar expresiones físicas de los sentimientos de sus personajes, un concepto muy oriental, y “El castillo ambulante” no es una excepción: el rejuvenecimiento momentáneo de Sophie cuando se excita o cuando sueña, Howl derritiéndose después de llegar de una batalla, o la transformación de la Bruja del Páramo, son ejemplos perfectos de lo expuesto.

Hablábamos de la atmósfera industrial que rodea al film en su arranque. No es la única concesión terrenal de Miyazaki. Como subtexto permanente se encuentra una guerra (aunque el film no se sitúa espacio-temporalmente, la estética del mismo nos llevaría a los inicios del XX) en la que Miyazaki se cuida de señalar a buenos y malos, por mucho que Howl sea partícipe de ella, al contrario, nos dibuja a la guerra, con su destrucción, su oscuridad, su paleta de grises, como el verdadero villano de la película. La acumulación de ideas, de fantasías, es tal, que durante la segunda mitad del largometraje la narración se resiente de cierto atropellamiento, todo se acelera en demasía, dificultando la comprensión de lo que sucede en pantalla y conduciéndonos a un final algo acelerado y con una dosis de happy ending superior a lo que es habitual en Miyazaki, casi siempre más generoso con sus personajes que con sus entornos. Nada, en cualquier caso, que impida disfrutar como niños pequeños (nunca mejor dicho) de un nuevo festín de fantasía proveniente del fértil imaginario de Hayao Miyazaki. Frase que queda cojonuda para cerrar el artículo y salvar el día en el último minuto, a la espera de que le cambien la junta de la trócola al ordenador de la Directrice.

Monica, voy p-allá.



10 comentarios:

ANRO dijo...

Dos días de Marcbranches, son demasiado. En principio pensé que era producto del trago matinal....en fin. No dejas de llevar razón y todos, que tan encantados estamos de haber visto y despues alabado la celebrada "Up" nos olvidemos que el tema no era ni muchísimo menos nuevo. Tanto "El Castillo ambulante", como "El viaje de Chihiro" son dos obras imprescindibles del anime japonés. Tal vez los occidentales le damos más cancha a los usa, pero estos suelen ser abusadores y apropiarse de ideas ajenas. Es escandaloso el episodio de plagio total que sufrió el dios del manga Osamu Tezuca con su "Kimba the White Leon", a quien Disney ninguneó de arriba a abajo sin rubor alguno....¿quién se llevó los honores?....en fin, que sí, que llevas razón y hay que mamar tambien de los japos, que son muy buenos.
Un abrazote.

Sesión discontinua dijo...

Mientras escribo esto hace apenas 5 minutos que he estado hablando con alguien (que no conoce tu blog) que acaba de hacerme la misma autopsia de "Up" que tú, relacionándola en los mismos exactos términos, con "El castillo ambulante".

La coincidencia en el tiempo y en los contenidos me tiene abrumado, y no entiendo cómo se me pudo escapar en mi critica. Yo me quedé con em capitán Nemo y el malo de la historia....

Pero es cierto, "Up" está inspirada por Miyazaki (al fin y al cabo Docter dirigió la adaptación americana) y me alegra ver que la alargada sombra del maestro japonés cubre buena parte de los estudios Pixar....


Nos leemos!!!!!

Manuel Márquez dijo...

Ya veo, compa Marc, que el tema estrella es la conexión Pixar-Miyazaki vía "chabolo volante". En fin, absurdo sería negarla, dado lo evidente de la realidad física. Pero, aún así, creo que son fórmulas de animación completamente diferentes, y las dos de un nivel de calidad excelso; los que tenemos ocasión, por imperativo doméstico (es decir, un peque en casa), de ver bastante cine de dibujitos, podemos dar buena cuenta de cómo productos así se sitúan millones de escalones por encima del nivel medio de calidad del género.

Un fuerte abrazo y buen verano.

marcbranches dijo...

Yo también pienso lo mismo, Anro dos días de marcbranches son demasiados. Estoy agotado psicológicamente, cual Casey Stoner. Lo que no me impide asombrarme por el comentario al respecto del plagio de "El Rey León" que cuentas, puesto que lo desconocía por completo. Ya sólo me falta que alguien confirme que "La Sirenita" tiene un origen manga, y entonces si que me retiraré a un templo zen. Saludos.

Sesión, no me digas que hay alguien que NO conoce nuestro blog... ¿y aún le diriges la palabra? Lo cierto es que Pixar no se esconde en absoluto de sus influencias japonesas, y ene special de Miyazaki: de hecho, creo recordar que en los extras del DV de "El castillo ambulante" se incluye una visita de Miyazaki a los estudios Pixar, en la que a John Lassiter sólo le falta hacerle una m... expresa su admiración por el trabajo del maestro japonés. Saludos.

M-Márquez, no pretendía yo equiparar ambos filmes. Primero, porque las diferencias superan claramente a las similitudes, aparte ya de las evidencias estilísticas; segundo, porque la japonesa me parece superior a la americana. Buen verano to you.

Josep Lloret Bosch dijo...

Ya sabes que del nipón no he visto nada, pero prometo enmendarme y más después de este buen alegato de urgencia y de leer los comentarios que me han precedido.

Lo que cuentas de Pixar respecto de Miyazaki creo que también aparece en los extras del dvd de Wall-E (versión doble dvd)

Por cierto: Mónica llegará tarde, que le estoy haciendo la permanente...

Saludos.

marcbranches dijo...

Enmiéndese, enmiéndese, que ya le toca, sr. Josep.

P.D.: Monica ya se ha pasado por aquí. Siempre viene con hambre cuando llega de sus sesiones de permanente...

marguis dijo...

Lo sorprendente de "El castillo ambulante", por lo menos para mi, es como Miyazaki toma una obra de una autora inglesa y la transforma con su imaginería a la "japonesa". Yo he leido la novela y es prácticamente igual!!, pero cuando ves la peli no puedes imaginártela de ninguna manera al estilo occidental. La mágia de Miyazaki llega muy lejos!!

marcbranches dijo...

¿Ha leído ud. el libro, señorita marguis? Veo que ahí hay un nivel. Es cierto, ves la película y se hace imposible pensar en otra visión que no sea la oriental. Saludos.

DiegoAlatristeyTenorio dijo...

Que nos dure mucho el maestro nipón y nos siga regalando maravillas como todas las realizadas hasta ahora.

No cabe deda de que Lasseter es un enamorado de Miyazaki San. Él mismo reconoce que desde que vio "Mi Vecino Totoro", ésta se convirtió en su pelicula de animación de cabecera, así que con eso queda todo dicho.

"El Castillo Ambulante" es con diferencia (bajo mi punto de vista) la película más oscura de Miyazaki, prácticamente condenando al mundo a su destrucción por obra y gracia de un hombre abocado a su propia aniquilación (suerte que conoce a tiempo a Sophie). Y sí, es cierto que hay un punto de la película en la que todo se acelera y resulta muy confuso. No obstante, Miyazaki trata con tanto cariño a sus historias y personajes, crea una afinidad tan rápida entre ellos (y nosotros) ya sea entre seres humanos; recordemos a Porco y Fio( Porco Rosso ), Pazu y Sheeta( El Castillo en el Cielo ) o Lupin y el inspector Zenigata (El castillo de Cagliostro )o de humanos y espíritus; Mei y Totoro (Mi Vecino Totoro), Ashitaka y los Kami o Chihiro y el Espíritu Sin Cara (El Viaje de Chihiro). Y lo hace de forma tan sutil como en la escena que Sophie limpia la casa de Howl a conciencia, que yo, por mi parte, no le doy la mayor importancia a algunos minutos atropellados frente a tanto derroche de imaginación y buen hacer en cada una de sus películas.

Si tuviera que quedarme con una escena lo haría con la primera aparición de Howl, llevando a Sophie en volandas al ritmo de ese maravilloso waltz de la increible partitura de Joe Hisaishi. Una conjunción música-imagen magistral.

Y es que, el binomio de estos dos está dando una riqueza al cine de animación y a la música que en cada capítulo que escriben juntos va alcanzando cotas más sublimes.

Un saludo.

marcbranches dijo...

JR, qué poco te prodigas por aquí últimamente, se te echa de menos. Te esperaba en este post, conociendo tu devoción por Miyazaki. Coincidimos, además, en la escena preferida de la película, ese primer encuentro valsístico, y esas amenazadoras sombras saliendo de entre el pavés de las calles. Saludos.

 
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