¡Qué mala es la envidia! Pero, sin embargo ¿quién no la ha sufrido alguna vez?. A todos nos gustaría ser tan guapos como esa otra persona, o tener su éxito. Hasta existe la llamada “envida sana” (es el único pecado que tiene una versión buena), que hace que nos alegremos por lo que tiene el otro, e intentemos superarnos para conseguirlo también. Pero cuando los dioses te han dado el don de saber apreciar un talento, pero no te han otorgado ese talento, no hay tortura china que pueda compararse a eso.
De eso trata Amadeus, que en principio fue una obra teatral de éxito de Peter Shaffer y finalmente fue llevada a la pantalla por Milos Forman, que tiene una especial habilidad para las películas de época, de las que cuida el detalle al máximo.
Un comienzo mas bien sangriento nos introduce a un avejentado y perturbado Salieri, compositor totalmente dedicado a la música, que cree un don divino, y por eso su vida es de lo más austera y dedicada al culto de Dios Cuando descubre las composiciones de otro músico, Mozart, no puede menos que admirarlas por su brillantez y perfección, y creer que el autor es un elegido de los dioses. Pero a la que lo conoce se le cae el alma al suelo: se trata de alguien vulgar, infantilóide, libertino y con una risa de lo mas estúpida ¿Acaso se trata de una broma? Pero no, una y otra vez comprueba que ese ser despreciable compone con un talento fuera de serie, y no hay mayor suplicio que ser él mismo quien mejor entienda su música, no como el rey que considera que tiene “demasiadas notas”, con un rechinar de dientes escucha maravillado lo que sabe que nunca podrá superar.
Se criticó bastante la forma de presentar a Mozart, pero parecen olvidar que lo que estamos presenciando es la historia de Salieri, y por eso carga las tintas contra su enemigo, pintándole peor de lo que sería en realidad.
La espectacularidad de la versión de Forman hace que olvidemos el origen teatral de la obra, pero lo fundamental de ella sigue estando presente: el enfrentamiento de los dos personajes, para lo que hacía falta dos grandes actores y tanto Tom Hulce como F. Murray Abraham cumplen a la perfección con su cometido. El primero le da el toque caricaturesco que requiere el Mozart de Salieri, por lo que su trabajo es mucho mas exteriorizable, y el segundo es mucho mas interiorizado, a base de miradas, entonación de la voz y pequeños gestos y está sencillamente perfecto e insuperable. La película fue un éxito enorme, que despertó una moda revival del músico.
Aunque los dos protagonistas fueron nominados al mejor actor, fue merecidamente Murray Abraham quien consiguió el premio, aunque para toda la vida deberá llevar el sambenito de “Tú mataste a Mozart”. Por una vez Salieri consiguió superar a Mozart. Mediocres del mundo, uníos.
8 comentarios:
Esta la tengo pendiente y cualquier día tendré que poner remedio a la situación.
Lo cierto es que siempre he pensado que es una presentación atroz históricamente hablando, ya que he leído artículos que denigran como falsa la composición de ambos personajes, exagerados al máximo, por no decir caricaturizados.
Sin embargo, tu apunte de entender la película como una versión de los sentimientos de Salieri (aunque quizás exacerbados) me inclina a probar el experimento y abandonar mi posición encastillada en la negativa, quizás errónea.
Saludos.
Así creo que debe entenderse la película, Josep, una versión totalmente subjetiva de un narrador totalmente atormentado por la superioridad de Mozart.No hay que decir que la música es una maravilla.
Jaja... hasta el en churro de "Last Action Hero" le recuerdan a Murray Abraham que había matado a Mozart...
La verdad es que nunca fui muy fan de esta película. Pero es lo bueno de los blogs, opinan sobre cierta cinta y uno no puede resistirse a revisarla
Las referencias a Amadeus fueron un gag muy bueno de Last action hero, una película que, aunque no es redonda, creo que está muy infravalorada. Si he conseguido que te interese volver a verla ya es todo un éxito, Ad
Bueno, Alicia, esta ya sabes tú bien lo mucho que me gusta, y desde luego que estoy completamente de acuerdo contigo en tu forma de entenderla. Creo que describes muy bien de lo que trata Amadeus: la tragedia de un hombre que ama la música más que nada, que es capaz de apreciar y comprender mejor que nadie el inmenso talento de Mozart, un talento que él es perfectamente consciente de que nunca tendrá, a pesar de que es lo único que desea en el mundo.
Por supuesto que el Mozart que vemos en la película está visto a través de los ojos de Salieri, y está claro que siente una envidia enorme, que le desprecia, pero que al mismo tiempo no puede dejar de admirarle profundamente.
Gran historia, que además cuenta con el atractivo de dos grandes interpretaciones (sobre todo la de F. Murray Abraham (espectacular), además de una cuidada ambientación y una maravillosa música (como era de esperar).
Por cierto, que me uno a la reivindicación de El Último Gran Héroe. Siempre la he encontrado divertidísima.
Saludos.
El gran acierto de la película, laura, es hacer que comprendamos perfectamente cada uno de los sentimientos de Salieri: admiración, desprecio, envida... todo junto agitado y no batido forman un combinado explosivo . El último gran héroe cada vez que la veo disfruto mas de sus aciertos, creo que el paso del tiempo le sienta bien.
A pesar de la caricaturesca visión de Mozart, siempre me gustó esta peli desde que la vi siendo un mozalbete. El personaje definitivo para F. Murray Abraham.
Aun recuerdo al niño de "El último gran héroe": Desconfía, ¡él mató a Mozart!
Que el gag de El último gran héroe sea tan recordado,Möbius, demuestra lo mucho que se identifica a Murray Abraham con el personaje, aunque es una lástima que no se le haya sabido aprovechar más
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