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Weblog dedicado al mundo del cine, tanto clásico como actual. De Billy Wilder a Uwe Boll, de Ed Wood a Stanley Kubrick, sin distinciones. Pasen, vean y, esperemos, disfruten. Si no es así, recuerden que NO han pagado entrada.
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MONDO CANI


Paseaba Mi Majestad por una amplia avenida barcelonesa, absorto en la sempiterna profundidad existencial de sus reflexiones (uséase, pensando en las musarañas), cuando mi antena parabólica cinéfila, siempre al tanto, recibió una conversación que se mantenía unos pasos detrás mío. Era un grupo de chavales/as de unos 15-16 años, disfrazados con chándales tres tallas superiores a las aconsejables, tangas de hilo, pelados cenicero y pendientes que parecen aros de gimnasia rítmica, que comentaban, en su lenguaje propio -similar al castellano, pero restringido a unas 150 palabras, más o menos-, su lamentable experiencia en unas multisalas en las que, debido al espartano empeño de uno de sus amigos (ausente del grupo en aquel momento, imagino que pagando la purga correspondiente), habían tenido que tragarse entera “Pequeña Miss Sunshine”, ese bodrio, en lugar de “Yo soy la Juani”, que “esa sí que mola ketekagas”. A ese público en concreto (básicamente, el mismo que lee la revista “Maxi Tuning”) iba dirigido el, hasta ahora, último largometraje de Bigas Luna, aunque no estoy seguro de que esa fuera su intención. Bigas, un director con fieles seguidores que a mí, personalmente, nunca me ha llegado, se hizo mayor con esta película, dicho en el peor sentido de la palabra. El “animus provocandi” de su primera etapa (desde “Bilbao” hasta “Huevos de oro” pasando por “Angustia” y, quizás su film más popular, aunque sea por sus descubrimientos de casting: “Jamón, jamón”) encontraba poso con naturalidad, no exenta de cierta poesía de la vulgaridad y del españolismo rancio y mal cauterizado, que en aquella época sonaba a moderno, quizás porque, en realidad, todo vuelve. Con el hedor de un bodrio llamado “Bámbola” llegó al punto más bajo de su filmografía; cuando poca gente esperaba ya algo de él, Bigas sorprendió con un largometraje destinado a retratar los sueños y costumbres de una tribu suburbana muy característica. “Yo soy la Juani” no es su peor película (“Bámbola” es insuperable), pero sí la más plana, la más edulcorada, la más desganada y, para el que esto escribe (que no soy yo, sino el “negro” al que tengo contratado para las vacaciones) la más irritante.

El gran inconveniente de “Yo soy la Juani” es que es un canto de respeto a un personaje por el que, en realidad, no se muestra dicho respeto. El viaje emancipador de Juani (una estupenda, por otra parte, Verónica Echegui, a pesar de ser una trampa de casting) hacia su sueño es extraordinariamente hueco, descafeinado, anodino; no hay drama ni apenas conflicto, sólo superficialidad; sólo el padre de la Juani muestra desgarros verdaderos, y supongo que por eso tiene muy poco papel. Es Bigas diciendo “chicos, esto es lo que hay, pero que conste que yo a la Juani la quiero mucho”, con lo cual el paso evolutivo de la protagonista nos importa un carajo, y uno acaba regocijándose con los aspectos más lúdicos e involuntariamente humorísticos del filme, porque no da para más. Vamos con los highlights:

-Los créditos del film se muestran al principio, como temerosos de que el público no vaya a quedarse hasta el final. Se entremezclan con imágenes del acto social seminal de los canis: presentación al público de coche tuneado hasta las tuercas, con jamonorra en pantalón minúsculo, y nunca mejor empleada la palabra, meneando el bullarengue. Efectivamente, esta es una película feminista. Mientras, el pesao de Haze canta (perdón por el eufemismo) “Gasolina, sangre y fuego”, y uno desea que el primer y el tercer elemento se mezclen allí mismo y acaben con mi sufrimiento.

-Vuelven los noventa: oímos a Chimo Bayo y vemos a jóvenes bailando breakdance. Sólo me falta ver muñequitos “toi” (“toi fumao, toi triste”) y que vuelvan los New Kids On The Block. Espera...

-“Me vi a hacer un supermoldeao de la hostia”. La Vane, 21/05/2006. Sin embargo, el moldeao se lo acaba haciendo la Juani, que cuando sale de la peluquería presenta un inquietante parecido con el cantante de Spandau Ballet en su buena época mullet.

-El gran sueño de la Juani es ser actriz, razón por la cual se va a Madrid. El gran sueño de la Vane es operarse las tetas (el de cualquiera, vamos. Yo estoy ahorrando), cosa que consigue en un brevísimo espacio de tiempo. La pregunta obligada es: ¿cómo consigue tan rápido el dinero? Como no se haya puesto a trabajar de comercial (de su cuerpo)... Bigas, creo que hay algo que no nos enseñaste.

-La escena del productor. Es tan absurda como coherente con el tono del relato, absolutamente inane. Uséase, que la invita a su despacho, ordena que no pasen llamadas, la repasa con la mirada, la sienta a su lado, le pone música “relajante” mientras le habla de las posibilidades de posar para un calendario. Y SE DUERME. Esto es tan verosímil como una adaptación zarzuela-rock del “Ulises” de Joyce dirigida por Uwe Boll.

-El Jonah merece un amplio apartado propio. El novio de la Juani es un auténtico descerebrado sin más luces que las de su coche, con la capacidad intelectual de un escobero, e incapaz de ver más allá de las suspensiones de su carro tuneao y de pasarse la siguiente pantalla del GTA4. En definitiva, un cigoto mental a la altura cerebral del mono Amedio, con lo que la elección de Dani Martín para el papel es perfecta. Todas sus apariciones son estelares, pero yo destacaría su capacidad resolutiva cuando la Juani le encuentra en el garaje con el putón verbenero de turno, en un típico momento “cariño-esto-no-es-lo-que-parece”; el Jonah, en un alarde de recursos y solvencia, comienza un sofisticado ritual de reconciliación basado en el formulismo “¡que te quiero hostias/coño/joder!” (es fundamental repetirlo varias veces, alternando el vocativo final). Inexplicablemente, la sutilísima estrategia no acaba de funcionar del todo. Esta Juani, que tiene una maceta por corazón...

Que conste que por cuestiones de espacio me dejo la “innovación” cinematográfica de Bigas consistente en escribir a toda pantalla los mensajes SMS que se cruzan los novios (k tl hoy n pdo slr t kro xxx) (¿alguien sabe de un bazooka que esté bien de precio?), o las versadas conversaciones sobre “tiempo recomendado para realizar primera felación a compañero sentimental”. Con todo, lo peor de “Yo soy la Juani” es que recaudó más de dos millones de euros, con lo que Bigas Luna se ha visto autorizado moralmente para hacer realidad el vergonzante clip final de la película. Parece que en septiembre se inicia el rodaje de “La Juani en Hollywood”, que, sinceramente, a mí me suena a “Torrente en Nueva York”.

15 comentarios:

Liliana Sáez dijo...

Es posible que en Buenos Aires nunca lleguemos a ver todo Bigas Luna (que a mí tampoco me mata demasiado, al menos, lo poco que he visto).
Me he divertido muchísimo con tu post y he revisado por encima tu blog.
Prometo regresar por otras lecturas y enlazarte desde kinephilos, si me lo permites.
Ah, y gracias por pasarte por allá.
Un saludo.

marcbranches dijo...

Liliana, no sé lo que no os ha llegado a Buenos Aires, pero no creo que os hayais perdido gran cosa. Si acaso, "La camarera del Titanic", que a mí me gustó, aunque no sé si a mucha gente más. Bienvenida, me alegro de que te hayas divertido (seguro que más que con la película, si llegara el caso), y permiso concedido, por supuesto. Saludos.

J.A. Pérez dijo...

Hace tiempo que desistí con Bigas Luna. Las películas de su primera etapa ("Angustia" o "Bilbao") no me disgustan - más bien la contrario - pero de un tiempo a esta parte sus intentos de provocación e innovación me aburren y me irritan a partes iguales. "Bámbola" es simple y llanamente un bodrio, "Huevos de oro" (Bardem inclusive) infumable... incluso "Jamón, jamón", por mucho que haya supuesto el trampolín de sus actores, me parece un globo hinchadísimo.
No he visto a "la Juani". Me negué en su momento y, salvo que me pille un día tonto (pero que muy tonto) seguiré sin querer verla. Evidentemente, la continuación tampoco.
Tengo mucho buen cine por ver... y no me gusta perder el tiempo.

Anónimo dijo...

Personalemte yo esperaba un drama, pero conforme se empezaron a desarrollar las cosas, solo pude verla con una sonrisa ingenua en la cara.
En conjunto me parecio simpatica. Pero con algunas cosas q como tu comentas, no me cuadraban.

Salu2

marcbranches dijo...

J.A., básicamente veo que opinas lo mismo que yo. Aunque "Jamón, jamón" y "Huevos de oro" tienen momentos que resultan impactantes, no son santo de mi devoción. Haces bien en no querer ver a la Juani, aunque tiene su punto cómico, dependiendo del punto de vista, tal y como confirma Dude en su comentario, aunque a mí no me pareció simpática. de Hecho, en demasiados moentos me revolvió en el sofá. Saludos a ambos.

Möbius el Crononauta dijo...

Lo de Bigas Luna tiene delito. Deberían tenerle prohibida la entrada a un plató.

O eso o que se quite la máscara y se dedique al erótico, al porno o lo que sea, pero que nos quiera hacer ver que es un cineasta.

Saludos

marcbranches dijo...

A veces eres demasiado sutil, Mobius. Me ha parecido entender que Bigas Luna no es uno de tus favoritos...

Saludos.

Anónimo dijo...

No me extraña que la vea tanta gente, estamos en el apoteosis de la era Cani. Creo que has exagerado con lo de las 150 palabras, yo no les ponía ni 60.

¿Y que pasa con el del Canto del Moco? Lo vamos a ver hasta presentando el telediario. Qué poco hace falta en este país para ser famoso culturalmente (esto va también para Migas Luna) ...

Un saludo,

marcbranches dijo...

Bueno, es que entre las 150 palabras incluía las distintas onomatopeyas que, en do mayor sostenido, son capaces de emitir utilizándolas como condundente vocativo ("¡uaaaaaaaaaalaaaaaaaaaa neeeeeeeeen, peta la hostiawatiooooooooos!"). En cuanto a Dani Martín, creo que va a ser el quinto teletubbie... Saludos.

Manuel Márquez dijo...

Recuerdo, compa Marc, que hace ya algún tiempo habías "avisado" de que le dedicarías un "estudio en profundidad" a una de tus pelis "favoritas", y veo que has cumplido, y bien. Te habrás quedado en la gloria, bicho... Pobrecillo Bigas Luna, qué te habrá hecho él a tí... Sobre la peli, no tengo nada que decir; igual cuando la vea, ya se me ocurrirá algo...

Un fuerte abrazo.

P.S. lo de las "afinidades generacionales" con la "directrice" ha sido un golpe bajo, que te conste. Guardadito, por éstas...

marcbranches dijo...

Sí, además creo que te lo comenté a ti, que iba a escribir sobre la Juani. Y sí, me he quedado como Dios.

P.S.1: el recibir un golpe BAJO es, de hecho, una afinidad más con la Directrice.

P.S.2: ese oso con la camiseta del Atleti me tiene ganao. ¿Ya le has enseñado a poner cara de perdedor?

Sesión discontinua dijo...

Vitriolo puro: procura no orderte la lengua o te envenenarás... Me he reido mucho.... Lo único que no acabo de entender es cómo decidiste verla toda, a no ser que estuvieras rodeado de muchos amigos en una de esas sesiones de cine-sarcasmo en las que todo son coñas mientras se disfruta de una peli horrible.....

A mi es que ni se me ocurrió acercarme a las salas donde la hicieron....


Nos leemos!!!

marcbranches dijo...

Vitriolo es mi tercer apellido. Lo cierto es que la vi en DVD, y al ver los créditos ya me entraron ganas de pedir que me devolvieran el dinero. Pero como la había sacado en un cajero, y era domingo, deduje que la máquina de DVD's no iba a atender mi justa petición. La razón de alquilarla fue la insensata cinefilia de la que padece servidor, que a veces me hace pasar ciertos malos tragos. Pero, mirapordonde, me dio carnaza para un post, así que al final valió la pena. Saludos.

Anónimo dijo...

Lo jodido de los "artistas" (pronúnciese con énfasis i rodéese al mismo tiempo la cabeza con la mano), es que se creen gurús del resto de los mortales. Un buen día, nuestro amigo Bigas, vástago de la alta burguesía barcelonesa, adicto al wisky y a los canapés, descubrió el pan con tomate, el vino con porrón y la españa más o menos real, y se dedicó a iluminar al respetable que, por lo visto, aún estaba en la inopia, esperando la "palabra" del profeta. Tal descubrimiento fue el origen de obras maestras del trash inconsciente, como Bambola, Jamón Jamín, Huevos de Oro y tantas otras maravillas. Salvemos La camarera del Titanic, no está en esa cuerda, fue un encargo, y la cosa no le quedó mal.

Ahora, el "artista" (énfasis y mano, recordad), ha descubierto el lumpen y tiene a bien transmitirnos su verdad sobre la cosa, a ver si nos vamos enterando, que es que somos unos tontos de capirote, coño. Pues de coña. Es algo así como ver a un vejete con traje a medida y peluco fastuoso ocupar la pista de una disco de reggaetton dominguero. No sólo es que sea ridículo, que ya es: es que encima es obvio.

Lo lamentable de esta película no es que sea una mierda: lo lamentable es que no pasa de las cuatro obviedades de siempre. De verdad, ¿no es capaz de realizar la película definitiva sobre el lumpen con alguna herramienta más que las "k", los tacos y los maqueos de mercadillo?.

¿De verdad no ha sido capaz de encontrar entre todos sus personajes un par de neuronas en buen estado?. No, claro, si es que son unos borricos y tienen lo que se merecen. Encima, el "artista" (énfasis y mano) nos sale fascista.

Joder, ya es triste que lo único decente que en este país se ha hecho sobre el lumpen, sea el famoso libro de Candel Els altres catalans. Y pronto cumplirá cincuenta años.

Anónimo dijo...

Lo jodido de los "artistas" (pronúnciese con énfasis i rodéese al mismo tiempo la cabeza con la mano), es que se creen gurús del resto de los mortales. Un buen día, nuestro amigo Bigas, vástago de la alta burguesía barcelonesa, adicto al wisky y a los canapés, descubrió el pan con tomate, el vino con porrón y la españa más o menos real, y se dedicó a iluminar al respetable que, por lo visto, aún estaba en la inopia, esperando la "palabra" del profeta. Tal descubrimiento fue el origen de obras maestras del trash inconsciente, como Bambola, Jamón Jamín, Huevos de Oro y tantas otras maravillas. Salvemos La camarera del Titanic, no está en esa cuerda, fue un encargo, y la cosa no le quedó mal.

Ahora, el "artista" (énfasis y mano, recordad), ha descubierto el lumpen y tiene a bien transmitirnos su verdad sobre la cosa, a ver si nos vamos enterando, que es que somos unos tontos de capirote, coño. Pues de coña. Es algo así como ver a un vejete con traje a medida y peluco fastuoso ocupar la pista de una disco de reggaetton dominguero. No sólo es que sea ridículo, que ya es: es que encima es obvio.

Lo lamentable de esta película no es que sea una mierda: lo lamentable es que no pasa de las cuatro obviedades de siempre. De verdad, ¿no es capaz de realizar la película definitiva sobre el lumpen con alguna herramienta más que las "k", los tacos y los maqueos de mercadillo?.

¿De verdad no ha sido capaz de encontrar entre todos sus personajes un par de neuronas en buen estado?. No, claro, si es que son unos borricos y tienen lo que se merecen. Encima, el "artista" (énfasis y mano) nos sale fascista.

Joder, ya es triste que lo único decente que en este país se ha hecho sobre el lumpen, sea el famoso libro de Candel Els altres catalans. Y pronto cumplirá cincuenta años.

 
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