“Dedicada a Sergio y a Don”. Con esta sencilla dedicatoria a dos de sus maestros (¡y qué maestros!), Leone y Siegel, acaba Sin perdón.
Esta película sirvió para confirmar que Eastwood es un gran director, probablemente el último de los clásicos. Maravilloso homenaje al western, un género que conocía muy bien, pero al mas crepuscular y desengañado de ellos, enlazando con Raíces profundas o El hombre que mató a Liberty Vallance, por ejemplo.
El personaje del pistolero ha ido evolucionando; ya no tiene ese aire romántico y de héroe, sino que nos encontramos con personas viejas, sucias, cansadas y desengañadas. Saben cuáles son los resultados de la violencia, pero ya es demasiado tarde para escapar de ellos. Es más, la inexpresividad del jinete sin nombre ha dado paso a una gran emotividad contenida.
Con un reparto de los de ponerse de rodillas para dar gracias al cielo: Clint Eastwood, Morgan Freeman, Gene Hackman y un fantasmagórico Richard Harris, una soberbia fotografía, que abunda en escenas oscuras como acostumbra en los westerns de Eastwood, una música sencilla pero tremendamente efectiva.y un buen guión, pocas pegas se le pueden poner a esta película.
El protagonista, Bill Munny (Eastwood), es un antiguo pistolero, pendenciero y borrachín, que cambió de forma de ser al casarse con una mujer que tuvo que ser extraordinaria y ha dejado una profunda huella en él. Está arrepentido de su pasado, pero sabe que nada se le da tan bien como el manejo de las armas, aunque haya perdido vista con la edad. A la que se entere que unas prostitutas ofrecen una buena suma de dinero por acabar con quien mutiló a una de ellas, busca a su socio, Ned Logan (Freeman), pero no tarda en unirse a ellos el Chico de Schofield, que fanfarronea de su puntería y de cuanta gente ha matado. Lo que empezó siendo un simple encargo por dinero acaba convirtiéndose en una cuestión de principios para Munny. Tal vez él o Strawberry Alice sean escoria, pero tienen su dignidad y no merecen ser pisoteados.
Eastwood y Freeman demostraron lo maravillosamente que funcionaban juntos, siendo una especie de adelanto de lo que nos esperaba en Million dollar baby. Hackman como Billy Dagget, otro antiguo pistolero que se ha pasado al otro lado de la ley y hace lo que le sale de la estrella está perfecto también, y Richard Harris está especialmente brillante hablando de la diferencia entre matar a un rey y a un presidente.
El discurso final de Clint, bajo la lluvia, echando pestes contra el pueblo, mientras detrás suyo ondea una bandera, nos lleva irremediablemente a El jinete pálido o Infierno de cobardes, porque el tiempo no ha pasado por el western.
Esta película sirvió para confirmar que Eastwood es un gran director, probablemente el último de los clásicos. Maravilloso homenaje al western, un género que conocía muy bien, pero al mas crepuscular y desengañado de ellos, enlazando con Raíces profundas o El hombre que mató a Liberty Vallance, por ejemplo.
El personaje del pistolero ha ido evolucionando; ya no tiene ese aire romántico y de héroe, sino que nos encontramos con personas viejas, sucias, cansadas y desengañadas. Saben cuáles son los resultados de la violencia, pero ya es demasiado tarde para escapar de ellos. Es más, la inexpresividad del jinete sin nombre ha dado paso a una gran emotividad contenida.
Con un reparto de los de ponerse de rodillas para dar gracias al cielo: Clint Eastwood, Morgan Freeman, Gene Hackman y un fantasmagórico Richard Harris, una soberbia fotografía, que abunda en escenas oscuras como acostumbra en los westerns de Eastwood, una música sencilla pero tremendamente efectiva.y un buen guión, pocas pegas se le pueden poner a esta película.
El protagonista, Bill Munny (Eastwood), es un antiguo pistolero, pendenciero y borrachín, que cambió de forma de ser al casarse con una mujer que tuvo que ser extraordinaria y ha dejado una profunda huella en él. Está arrepentido de su pasado, pero sabe que nada se le da tan bien como el manejo de las armas, aunque haya perdido vista con la edad. A la que se entere que unas prostitutas ofrecen una buena suma de dinero por acabar con quien mutiló a una de ellas, busca a su socio, Ned Logan (Freeman), pero no tarda en unirse a ellos el Chico de Schofield, que fanfarronea de su puntería y de cuanta gente ha matado. Lo que empezó siendo un simple encargo por dinero acaba convirtiéndose en una cuestión de principios para Munny. Tal vez él o Strawberry Alice sean escoria, pero tienen su dignidad y no merecen ser pisoteados.
Eastwood y Freeman demostraron lo maravillosamente que funcionaban juntos, siendo una especie de adelanto de lo que nos esperaba en Million dollar baby. Hackman como Billy Dagget, otro antiguo pistolero que se ha pasado al otro lado de la ley y hace lo que le sale de la estrella está perfecto también, y Richard Harris está especialmente brillante hablando de la diferencia entre matar a un rey y a un presidente.
El discurso final de Clint, bajo la lluvia, echando pestes contra el pueblo, mientras detrás suyo ondea una bandera, nos lleva irremediablemente a El jinete pálido o Infierno de cobardes, porque el tiempo no ha pasado por el western.
11 comentarios:
Obra maestra impresionante. Una maravilla !
No sólo es que se trate de un todo perfecto (los secundarios, la música, la fotografia...), son también sus reflexiones sobre la violencia o lo que era realmente un pistolero: un asesino, un diablo, a sangre fría; lejos de otras mitificaciones.
Como dice cineahora, Sin Perdón supone la desmitificación final del western. No es que sea un western crepuscular, sino que en la línea de las otras dos películas que apuntas, es directamente un western fantasmagórico...
Y es curioso, pensando en sin perdón recuerdo las primeras palabras de una canción de un, a mi juicio, gran grupo de rock, Distrito 14: "Quedaron atrás los días de gloria...".
Nos leemos.
Totalmente de acuerdo, Cineahora, es una reflexión sobre las consecuencias de la violencia y de lo imposible que resulta escapar del pasado. Memorables las explicaciones de Hackman al novelista explicando que el mejor pistolero no es el que dispara más rápido.
Hatt curiosamente en esta película no está presente el elemento sobrenatural, como en El jinete pálido o Infierno de cobardes, otros dos westerns de Eastwood. Para mi lo más fantasmagórico es el cadaver de Morgan Freeman expuesto en la calle, y la presencia de Richard Harris. Y si, esa frase de la canción define perfectamente la película.Tanto Bill, Ned como Billy o Bob el inglés conocieron tiempos mejores.
Gran film de un genio como Clint que en aquella ocasión dialogaba en algún punto como dices com Ford y el film Liberty Valance. Qué clase de gente construyó esa nación? Esa es a mi entender una de las grandes preguntas del western desde Peckhimpa hasta ahora, incluyendo a Eastwood. Saludos!
Pues poco puedo añadir a lo que ya habéis dicho todos, porque en este caso parece haber unanimidad: estamos ante una grandísima película, una contundente reflexión sobre la violencia y sobre como uno no puede borrar su pasado, una película oscura y desmitificadora, magníficamente dirigida por el tito Clint, y con un reparto absolutamente impresionante. En fin, que no hago más que repetir todo lo que ya está dicho, pero es que... no hay más que decir.
Otro más que se suma a los -como bien apunta Laura Hunt- parabienes generalizados: una obra maestra sin el más mínimo apunte de objeción. Pelis como ésta se deberían proyectar obligatoriamente en los centros de enseñanza: así se inculcaría amor por el buen cine (español, americano o swazilandés, tanto da...) y se empezaría a sembrar la semilla para acabar con crisis, polémicas y otras historietas...
Un abrazo.
Budokan, esa nación la construyeron puritanos y criminales, así que esa mezcla tuvo que influir. En eso tiene algo en común con Gangs de Nueva York.
Laura, impresionante la unanimidad de todo el mundo. Al final voy a tener que decir algo negativo de la película, tan sólo para llevar un poco la contraria. Creo que es un perfecto broche de oro al western por parte de Clint Eastwood, un género al que le debe mucho.
Manuel te proponemos como ministro de Educación, totalmente de acuerdo.
Una de esas películas que cuando la acabas de ver no sabes exactamente qué te ha gustado de ella, pero precisamente esa inquietud refleja que tiene que ser buena...
Bienvenido, José, yo creo que si no se sabe que te ha gustado de ella es porque todo está a un mismo nivel y forma una unidad: interpretaciones, fotografía, música, ambientación...
¿Estáis siguiendo el programa de Historia de la Imagen de mi carrera?
Lo parece...
He sido obligada a ver cine. Que chollo ¿eh?
Ojalá hubiera tenido profesores así, Raquel. Eso si que es un chollo.
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