“Operación Swordfish” es una curiosa y eficaz película de acción que ha conseguido que dos de sus escenas pasen a la pequeña imaginería del espectador pelín avezado. Una es el desnudo pectoral absolutamente gratuito, y sin más fundamento que el cheque correspondiente, que se marcó Halle Berry en mitad de la película. La otra es esta impactante escena inicial, en la que John Travolta, haciendo acopio de todas las ínfulas de estrella que es capaz, se marca un monólogo al respecto del realismo en Hollywood tomando como ejemplo “Tarde de perros”, de Sidney Lumet, mientras se toma un café con los amigotes... Cuando acaba su disertación, sin embargo, vemos que la situación es algo diferente. Además del juego metalingüístico cinéfilo, hay en dicho monólogo un guiño autorreferencial, que sólo se puede comprobar una vez visto el final del film. La película de Dominic Sena es correcta y resultona, pero esta escena de apertura es una pequeña perla. Akoki.
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12 comentarios:
Hola,
No he visto la película hasta ahora, pero la escena es realmente "picona". No me va a quedar más remedio que verla entera para saber si el resto está a la altura. No pinta mal como peli de domingo por la tarde.
Parece que también aquí el personaje de Travolta tiene esa chulería de otras veces, ya sea a lo Tony Manero, a lo Danny Zucco o a lo Vincent Vega. Lo curioso es que este cliché que en otros sería un lastre no me resulta cansino en el caso de Travolta. Lo prefiero así que en sus pelis de ángeles y otros asuntos paranormales.
Viena, cuánto tiempo sin verte de visita, siempre un placer. ¿La película está a la altura de la escena? No. Sin embargo, como peli domingotarde, como tú dices, resulta interesante. El personaje de Travolta es resultón, chulopo y atractivo: o sea, un villano perfecto. Hugh Jackman empezaba a demostrar que había vida más allá de Lobezno, y Halle Berry se daba un respiro después del Oscar de "Monster's ball", aparte de un buen cheque.
Pues no, por desgracia el resto de la película no está a la altura de su principio, ni de lejos... una pena, porque esa escena de apertura prometía, y mucho. En todo caso, a mi, si algo se me quedó grabado de esta película, desde luego no fue el topless de Halle Berry, sino ver a Hugh Jackman jugando al golf al principio de la peli, llevando una toalla como único vestuario: impactante, oye!
Desde luego, siempre pensando en lo mismo... todas sois iguales...
Aquí, otro que, como viena, tampoco la ha visto (y no es que no me tiente, compa Marc, ese profundo y existencialista "monólogo" de Halle Berry, pero es que de pensar que tengo que ver a Travolta enseñando las tetas, me da un cierto repelús....). Intentaremos poner remedio a la situación. Un día de estos, claro...
Un abrazo.
Ya, ya... todas somos iguales, ya... y vosotros no, por eso la escena que "ha pasado a la imaginería del espectador" ha sido la de las tetas de Halle Berry, no te digo! pues yo prefiero los pectorales de Hugh Jackman. Cuestión de gustos, oye.
Tranquilo, M-Márquez, que Travolta no enseña las tetas... Los exhibicionistas son Halle Berry y Hugh Jackman. El "monólogo" de la Berry es corto pero enriquecedor, sin duda. Se la ve una buena mujer. Es una escena dramática conmovedora y muy conseguida, Laura, y es por eso que los hombres la recordamos con tanta fruición; ya conoces la sensilibidad masculina, siempre a flor de piel...
Pues yo no recuerdo el top-less de Halle Berry. En cambio, sí recuerdo a la susodicha agachándose para recoger la pelota de golf.
XXXD
También recuerdo la escena inmediatamente anterior o posterior, supongo que posterior, de la explosión rodada en cámara lenta a lo Matrix y en una panorámica circular que es verdaderamente impresionante.
Hostias, sí, ahora recuerdo esa escena... ¿Cómo es posible que se me olvidara, con lo que a mí me gusta el golf?
Pues yo creo que la escena de Travolta es más bien una fusilada (en cuanto al efecto que prentende) de la que da comienzo a Reservoir Dogs, que es la Biblia (o el libro de estilo, que viene a ser lo mismo) del thriller más reciente y con ganas de sorprender en plan "metarreferencial"....
Pues eso.
Nos leemos!!!!
Ojo, Sesión, que las similtudes son sólo aparentes, y las escenas cumplen funciones muy distintas en cada film. La de "Reservoir dogs" pretende mostrarnos a los chorizos, justo antes del robo, como si fueran oficinistas antes de la jornada de trabajo, hablando de naderías (luego sabremos por qué) y marcando cada uno su posición en el grupo. Encaja a la perfección en el engranaje posterior de la película. La de "Operación Swordfish" tiene como único objetivo epatar, sorprender al espectador desde una situación relajada a una de másxima tensión. Es efectista y resultona, y merece ser destacada como lo hemos hecho en el blog. Pero no aporta nada relevante al desarrollo del relato. Conclusión: las escenas se parecen mucho menos de lo que uno pudiera imaginarse en un principio...
Nos leemos, joven.
Pues sí Marc, es cierto nuevamente, matizo mi postura una vez más: lo único que tienen en común ambas escenas es su deseo de servir de prólogo diferenciado a un filme que luego nos va a llevar por otros derroteros. Tarantino quiere despistar a la vez que presentar personajes; Sena quiere, como tú dices, epatar.....
Saco la pata de donde la metí.
Nos leemos!!!!
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