Hace poco mi compañero comentaba que ahora no se hacen parodias de calidad, con un buen guión y diálogos ingeniosos. Perdónale porque no sabe lo que hace. Cierto que escasean, pero de haberlas haylas, como Arma fatal, castiza traducción de Hot fuzz. ¿Qué tal una mezcla de buddy movie con película de acción y unas pinceladas de misterio y gore? Mejor aún ¿y si trasladamos todos estos ingredientes tan americanos a Inglaterra?
Edgard Wright, Simon Pegg y Nick Frost habían trabajado juntos anteriormente en Zombie party, con excelentes resultados, y repitieron de nuevo en Arma fatal.
Nicholas Angel (Simon Pegg) es un policía fuera de serie, una auténtica máquina de detener al que no se le pasa por alto la mas mínima infracción
Está tan obsesionado con su trabajo que le ha costado su matrimonio. Sus compañeros, viendo que es una competencia tremenda, deciden ascenderlo y mandarlo al pueblo más tranquilo de Inglaterra, Sanford, donde parece que la ocupación más importante es la de coger a un cisne que tiene tendencia a escaparse y aparecer en los sitios menos pensados. Pero una serie de extrañas muertes empiezan a ocurrir, aunque son clasificadas como accidentes, Nicholas cree que hay una conexión entre ellas. Poco a poco el pueblecito más acogedor y tranquilo de Inglaterra irá mostrando su cara menos agradable. Por supuesto el cisne tendrá un papel decisivo en la historia.
El compañero de Angel, Danny Butterman (Nick Frost) es hijo del capitán y se convirtió en policía por seguir la tradición familiar. Es gordito, afable , tranquilo y un auténtico fanático de las películas de acción tipo Le llaman Bodhi o Bad boys... No hace falta decir que siendo tan opuestos acabarán haciéndose amigos, y cada uno de ellos cambiará su forma de ser hasta conseguir digamos un equilibrado punto medio.
El ritmo es frenético, y parece haberse contagiado al montaje, ya que tampoco se da un respiro, con logros como la presentación de Angel explicando su trayectoria profesional. Las escenas de acción están bien resueltas, y la atmósfera pacífica del pueblo, con pinceladas divertidas como una representación teatral de Romeo y Julieta que pretende imitar la versión de Bazz Luhrmann . Tal vez sea por la película anterior, pero la conversión de bucólico pueblecito a lugar infernal recuerda un ataque de zombies, aunque también tiene su puntito de aire de western, con la irrupción de Angel a caballo en el pueblo, en plan vengador. Y sin embargo toda esta mezcla de géneros no perjudica para nada la película.
Por supuesto una de las bazas fundamentales es la pareja formada por Simon Pegg y Nick Frost, Pegg está tan sumamente serio metido en su papel de action man que casi parece imposible que pueda resultar divertido, y sin embargo lo consigue, lo que se realza cuando está con el bonachón de Frost, aunque están muy bien acompañados, ya que aparte de cameos de Billy Nighy, Steve Coogan, Cate Blanchet o Peter Jackson, no hay que olvidar a los actores que interpretan a los Andys de la comisaria o un Timonthy Dalton encantado de dejar su imagen de 007.
Desde luego no pasará a la historia del cine, ni falta que le hace, pero hace pasar un buen rato, lo que no es poco, y la fama del equipo ha seguido subiendo. Pegg parece haberse asentado en Hollywood y volvió a trabajar con Wright y Frost en uno de los trailers falsos de Grindouse y el trío parece que va a volver a coincidir en The world’s end y una de las entregas de las serie de Tintin. Yo de vosotros no les perdería la pista.
Edgard Wright, Simon Pegg y Nick Frost habían trabajado juntos anteriormente en Zombie party, con excelentes resultados, y repitieron de nuevo en Arma fatal.
Nicholas Angel (Simon Pegg) es un policía fuera de serie, una auténtica máquina de detener al que no se le pasa por alto la mas mínima infracción
Está tan obsesionado con su trabajo que le ha costado su matrimonio. Sus compañeros, viendo que es una competencia tremenda, deciden ascenderlo y mandarlo al pueblo más tranquilo de Inglaterra, Sanford, donde parece que la ocupación más importante es la de coger a un cisne que tiene tendencia a escaparse y aparecer en los sitios menos pensados. Pero una serie de extrañas muertes empiezan a ocurrir, aunque son clasificadas como accidentes, Nicholas cree que hay una conexión entre ellas. Poco a poco el pueblecito más acogedor y tranquilo de Inglaterra irá mostrando su cara menos agradable. Por supuesto el cisne tendrá un papel decisivo en la historia.
El compañero de Angel, Danny Butterman (Nick Frost) es hijo del capitán y se convirtió en policía por seguir la tradición familiar. Es gordito, afable , tranquilo y un auténtico fanático de las películas de acción tipo Le llaman Bodhi o Bad boys... No hace falta decir que siendo tan opuestos acabarán haciéndose amigos, y cada uno de ellos cambiará su forma de ser hasta conseguir digamos un equilibrado punto medio.
El ritmo es frenético, y parece haberse contagiado al montaje, ya que tampoco se da un respiro, con logros como la presentación de Angel explicando su trayectoria profesional. Las escenas de acción están bien resueltas, y la atmósfera pacífica del pueblo, con pinceladas divertidas como una representación teatral de Romeo y Julieta que pretende imitar la versión de Bazz Luhrmann . Tal vez sea por la película anterior, pero la conversión de bucólico pueblecito a lugar infernal recuerda un ataque de zombies, aunque también tiene su puntito de aire de western, con la irrupción de Angel a caballo en el pueblo, en plan vengador. Y sin embargo toda esta mezcla de géneros no perjudica para nada la película.
Por supuesto una de las bazas fundamentales es la pareja formada por Simon Pegg y Nick Frost, Pegg está tan sumamente serio metido en su papel de action man que casi parece imposible que pueda resultar divertido, y sin embargo lo consigue, lo que se realza cuando está con el bonachón de Frost, aunque están muy bien acompañados, ya que aparte de cameos de Billy Nighy, Steve Coogan, Cate Blanchet o Peter Jackson, no hay que olvidar a los actores que interpretan a los Andys de la comisaria o un Timonthy Dalton encantado de dejar su imagen de 007.
Desde luego no pasará a la historia del cine, ni falta que le hace, pero hace pasar un buen rato, lo que no es poco, y la fama del equipo ha seguido subiendo. Pegg parece haberse asentado en Hollywood y volvió a trabajar con Wright y Frost en uno de los trailers falsos de Grindouse y el trío parece que va a volver a coincidir en The world’s end y una de las entregas de las serie de Tintin. Yo de vosotros no les perdería la pista.
6 comentarios:
Decir que me reí mucho al verla, es quedarme corta... en algunos momentos las lágrimas de risa me cegaban...
Me gustó Zombie Party... pero con esta se superan!!!
Esa es otra que tengo pendiente, Alicia, porque da la impresión que, como dices, se aúnan en ella inteligencia y humor corrosivo, y ése es un cóctel que apetece mucho.
Habrá que ponerse las pilas.
Gracias por el consejo.
Saludos.
Hacía ya algún tiempo que una película no me hacía reír como esta, Marguis. Todo el comienzo me parecíó deslumbrante.
Desgraciadamente pasó bastante desapercibida, Josep, cuando está muy por encima de la media de las demás comedias que nos traen de Hollywood.
Muy interesante, compa Alicia, ese último apunte que haces acerca de la "miseria distribuidora" con que esta peli llegó a nuestro país. Una pena, porque se trata de una pieza humorística impresionante, y que, además, bien promocionada podría haber llegado a un público muy amplio. Pero, claro, no viene avalada ni por Judd Apatow ni por Adam Sandler. O sea, condenada a galeras, sin ser siquiera española. En fin...
Un fuerte abrazo.
Mi comentario, querida Alicia, es solo para felicitarte en este nuevo Dia de San Jordi y desearte a ti y a tu compañero la mejor primavera y los mejores deseos.
Un abrazote.
Muchísimas gracias, Antonio, y feliz día de Sant Jordi a todos.
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