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TIEMPOS REVUELTOS (LA SERIE)



Sé que probablemente me estoy poniendo un poco pesadita con el tema, pero finalmente parece que el gran momento que están atravesando las series norteamericanas se está, confirmando con directores como Martin Scorsese, Steven Spielberg o la flamante ganadora del Oscar Kathryn Bigelow ya han dado el salto. No es casualidad que la mayoría de ellos lo hagan para la cadena que sirvió de detonante para esta edad de oro y cuyas siglas ya se han convertido en un equivalente de calidad: la gloriosa HBO.

Antes había habido algún que otro caso aislado, como el de Tarantino, que dirigió un episodio de Urgencias y dos de CSI, pero ahora la tendencia ya parece ser imparable. De hecho, Spielberg comenzó en la televisión, hace unos años volvió a ella con Hermanos de sangre y ahora estrena lo que podría ser su continuación, o sencillamente otro punto de vista de la misma historia: The pacific, que podría formar un todo con Salvar al soldado Ryan, y asimismo produce United States of Tara. Bigelow tampoco es una novata en la televisión, pues había participado en Homicide y Karen Sisco, pero The miraculous year podría ser su gran espaldarazo en este medio. Marty produce Broadwalk Empire y dirige el episodio piloto, escrita por uno de los guionistas de Los Soprano, Terence Winter, y lo poco que hemos podido ver hasta ahora de ella es sencillamente espectacular.

No sólo los directores han caído rendidos ante las posibilidades del nuevo medio, también los actores han encontrado ahí un refugio, lejos de las pantallas verdes, efectos especiales y 3D, y así podremos ver a Dustin Hoffman y Nick Nolte en Luck, sobre la mafia de la hipica, dirigda por Michael Mann y escrita por uno de los guionistas de Deadwood. Todd Haynes dirigíría a Kate Winslet en una versió de Milderd Pierce, y la lista cada vez se irá haciendo más larga.

Pues bien ¿qué os parecería si no pudiéramos disfrutar de todas estas maravillas, al menos a nuestro gusto? El pasado viernes se aprobó la llamada “Ley Sinde”, y en su disposición final permitirá que el gobierno pueda cerrar “by the face” cualquier página web, a fin de evitar la piratería en Internet. Una vez más, los políticos viven totalmente de espaldas a la realidad. Me parece muy bien que persigan a los que se dedican a hacer copias ilegales para su venta, pero otra cosa muy distinta es el que ve online o se descarga para uso particular cualquier cosa. Internet es una herramienta poderosísima, que ha conseguido que la cultura en cualquiera de sus formas esté al acceso de cualquiera, con todo lo que eso conlleva (para bien y para mal). Creo que desde la imprenta no ha habido ningún invento que haya hecho tanto por la democratización de la cultura. Eso ha implicado muchas cosas. Por ejemplo, la televisión se ha quedado desfasada: la gente quiere verla cómo y cuando quiere, pasando de la dictadura de los interminables anuncios. Además, hay películas o series que, por los motivos que sean (los caminos de las distribuidoras son inescrutables) tal vez no lleguen nunca a nuestro país, o tarden mucho en llegar: con Internet ese problema ya no existía. Para protestar por la aprobación de esta ley, el viernes numerosas páginas web, entre ellas la emblemática seriesyonkis.com cerraron durante todo el día. La revolución silenciosa ha empezado.

13 comentarios:

ANRO dijo...

Si, si, si, si si si si y si mil veces. Estoy de total acuerdo contigo Alicia. Sin internet muchos de nosotros no hubieramos podido ver pelis que no aparecen ni de coña en los testeros de los grandes almacenes y no podríamos gozar de la música que se vende a precio de oro (extorsión mafiosa de las grandes).
Pero esta personilla que tiene unos amiguitos que no venden un pijo de sus "obras" pues ha venido a j. la marrana. ¡Ya veremos que pasa, pero me uno a la revolución!

Respecto a las series, qué te puedo decir, Alicia, tú misma me has enganchado a varias, como "El ala oeste de la casa blanca" que nos tuvo a Lola y a mí pendientes todas las noches de dos o tres capítulos...."Deadwood", "Roma", "Los Soprano", "The Wire".....en fin. "The Pacific" no la he podido ver empezada, pero sí que está en la linea de "Hermanos de sangre".
No soy de los que se pasan mucho tiempo delante de la pequeña pantalla(espero tener en Agosto una gran pantallita), pero cuando me siento, mejor me estiro en mi sillón preferido, sin hijos que te agobien alrededor, te apetece ver algo de calidad y es verdad que eso está ocurriendo, y que todos lo gocemos.
Un abrazote.

Josep dijo...

Pues qué quieres que te diga, Alicia.

Ya sabes de sobra cómo pienso al respecto.

Eso sí: gracias a esta "democrática" ley, por fin conseguiremos que series de tan alta calidad como Los Hombres de Paco, Aida, o Sin Tetas no hay Paraíso (de las cuales hablo de oídas, pero muy oídas) consigan por fin absorber la multitudinaria atención de la super inteligente audiencia.

Y después, ya nos meterán los goles que quieran, y todos tan contentos. Y no hablo de fútbol, claro.

Y los de la ceja tan panchos y satisfechos como sus bolsillos: sin competencia, va a resultar que todo lo español será lo más de lo más.

¡Viva la mediocridad!¡Hurra!

Ya me veo buscando servidores de internet por satélite domiciliado en cualquier país libre...

Saludos revolucionados...

alicia dijo...

Gracias por el apoyo, Antonio. Afortunadamente Canal + es bastante fan de la HBO, pero a la gran mayoría de la gente las series que indicas le son desconocidas, desgraciadamente, ya que son auténticas maravillas. Para qué engañarnos, aunque nos llegan algunas de esas series, no son todas las que merecen la pena, y a veces las han pasado a unas horas que implicaban su marginación desde el primer momento. Por eso nos quedaban pocas opciones.
La diferencia con las series españolas es tan grande, Josep, que da miedo; nosotros seguimos estando en la prehistoria en ese aspecto.

Manuel Márquez dijo...

Buf, compas, el "tema de temas", o el "tema-anatema", o como queramos llamarlo. Creo que todos hemos tenido ocasión de pronunciarnos al respecto en algún que otro momento, así que no merece la pena redundar en lo ya expuesto. Yo estoy en una posición más bien "intermedia": entiendo que el "gratis total" es insostenible, y que hay que buscar fórmulas de equilibrio, que haberlas, haylas. El problema es que, como suele pasar en casos de este jaez, nadie quiere perder respecto a su posición inicial, y así es muy complicado (bueno, para ser más precisos, así es imposible...). En fin...

Un fuerte abrazo y buena semana.

David dijo...

Pues sí, es lo que tú dices. Pero este tema lo discutí una vez en un blog y salí "escaldado". Igual no era el sitio indicado. A mí estas cosas ya me empiezan a dar igual, la verdad (lo de discutir por estos temas).
Un saludo.

Josep dijo...

Me parece, Manuel, que desvías la atención sobre el quid: no se trata de proteger o no los derechos de propiedad intelectual que nadie niega.

Se trata que estos mandamases protoanalfabetos se pasan los derechos constitucionales por el forro y van a ser capaces de crear un grupo de funcionarios amiguetes que dispondrán a su antojo y sin las debidas garantías jurisdiccionales sobre los derechos de los ciudadanos, favoreciendo a unos y perjudicando a otros sin que nadie pueda achacarles responsabilidad alguna por sus aleatorios actos, ya que tan sólo darán cuenta ante el ejecutivo, corrompiendo una vez más la necesaria e imprescindible separación de poderes que es la única garante de una verdadera democracia.

Saludos.

alicia dijo...

Veo que es un tema que despierta pasiones; creo que aunque la solución sea difícil, Manuel, seguro que la hay; seguro que ha de haber más opciones.
Esperemos que no vuelva a pasarte lo mismo, David; a mi personalmente me daría muchísima rabia que debido a esa ley no pudiera disfrutar de todas las grandes series que hay en la actualidad.
Hoy he leído en el periódico, Josep, que este decreto supondrá un notable incremento de trabajo para los juzgados. Como si ya no hubiera suficiente.

ANRO dijo...

¡Cómo corten el hilo y no pueda ver esa maravilla que me recomendaaste, Alicia, voy a coger el trabuco e irma a mambrunear (parafraseando a Marcbranches)

En serio, yo no creo, que esta gente que anda revolviendo ésto haga las cosas como es debido. Estoy con Alicia y Josep, Manolo, pero al final, como dice DAvid saldremos escaldados y nos quedaremos con dos palmos de narices y sino al tiempo.
Un abrazote.

Manuel Márquez dijo...

Por alusiones, compas (y, en especial, el compa Josep...); ya sabeis que es "política de la casa" no extenderse demasiado en los comentarios -desde la consideración de que éste no debe extenderse más que el objeto sobre el que recae (es decir, la reseña, artículo, post o como queramos llamarlo...)-. Pero hoy, con el permiso de la compa Alicia -que, al fin y al cabo, esta es su "cibercasa"-, me voy a permitir una excepción, reproduciendo (corta y pega puro, sin aditivos, conservantes ni colorantes...) lo que escribía allá por el 20 de junio de 2007, en una reseña dedicada a la gira conjunta Serrat-Sabina, Dos pájaros a tiro (por cierto, y cojones, cómo pasa el tiempo, casi tres años ya de la gira de marras...), y que, coma arriba, coma abajo, es lo mismo que sigo pensando sobre el particular:


"Lo que sí parece estar claro es que, más allá de la fórmula (duo, trío o lo que se tercie...), parece detectarse una cierta necesidad entre el gremio de los músicos (al fin y al cabo, no son estos ilustres “duetistas” los únicos que arrancan giras de calado: la relación de grupos “prehistóricos” que vuelven a “descolgar los hábitos” es realmente amplísima...) de echarse a la carretera y actuar en directo. O, lo que es lo mismo, de generar por otras vías los ingresos que ya, de manera drástica, aparatosa y (me temo que) irreversible, han dejado de llegar vía derechos de autor por la música enlatada (vía de ingresos de la cual, por otra parte, y si la memoria no me falla, tampoco disfrutaron algunos músicos de hace ya algún tiempo: Bach, Mozart, Beethoven, ¿les suenan los nombres, no...? Y eso que eran buenos los puñeteros, ¿eh? Ya ven...). Paradojas de la historia de la humanidad: la “mula” que, en sus albores, ayudó al hombre (al menos, al que se dedicaba a la agricultura) a liberarse de los trabajos más duros, es la misma que ahora (“reconvertida” en programa informático), provoca que el hombre (al menos, el que se dedica al negocio de la música) se vea obligado a currar en serio. Es decir, como la mayoría de los mortales, de manera, si no diaria, sí más o menos regular. Tampoco pasa nada, no es grave, se lo puedo asegurar, amigos lectores. Muchos lo hacemos y aquí andamos, tirando, que es gerundio...

Y es que (y ésta es una idea que ya apuntaba, en esbozo, en un comentario que, hace ya algún tiempo, escribía en el blog de mi buena compa Miriam G.) ya lo dijo Bob Dylan, flamante premio Príncipe de Asturias en ciernes: los tiempos están cambiando. Y se está cumpliendo la profecía que, allá por los primeros ochenta del pasado siglo, ya formulara David Bowie: la música terminaría siendo como el agua, un bien prácticamente gratuito (dado lo ínfimo de su coste) y de acceso tan sencillo como abrir un grifo (y dejar que fluya –en este caso, bit a bit...-). El fenómeno es imparable, porque, existiendo la tecnología que lo hace posible y siendo accesible al gran público (dado lo moderado de su precio), la única posibilidad de ponerle freno sería la restricción legal de la venta de dichos artilugios (y eso es algo que se me antoja harto improbable). Y la única opción para llegar a un arreglo satisfactorio para todas las partes implicadas es que se sienten, negocien con seriedad y amplitud de miras (y desde la plena conciencia de que es absolutamente imposible mantener el status quo actual) y terminen alcanzando acuerdos que hagan viable este invento para TODOS. Y lo vuelvo a repetir en mayúscula: TODOS (por si no se había entendido clarito...).

Manuel Márquez dijo...

Porque el “gratis total” del que se disfruta ahora es inviable, dado que terminaría exterminando la industria creativa (que es absolutamente necesaria en todos los sectores, en unos con más exigencias, en otros con menos, desde luego: sin industria creativa, quizá haya creación, pero no edición, distribución difusión, etc....). Pero también hay que acabar con esa hipocresía bajo la cual se nos pretende hacer creer que la industria tecnológica pone en el mercado discos duros de 500 Gb para guardar las actas de las reuniones de la comunidad de vecinos; y también hay que acabar con un sistema de derechos de autor bajo cuyo amparo amasan fortunas millonarias no sólo los creadores (a ese respecto, quizá tendría poco que objetar, aunque dentro de un orden: entre la miseria en la que murieron grandes artistas de hace siglos y la opulencia vergonzosa de la que han disfrutado años atrás tipos cuya valía artística era bastante discutible –por no decir que prácticamente nula-, habría que buscar también un punto medio), sino toda una caterva de gentes “agregadas” que no digo yo que no sean necesarias, pero que no desarrollan ninguna creación artística que haya de ser compensada bajo ese sistema de protección jurídica.

Y así veo las cosas, aproximadamente. ¿Cómo las ven ustedes, amigos lectores?".

Ésa es mi opinión sobre el tema de fondo; sobre la ley Sinde, hasta que no la lea en detalle, poco puedo (y debo, supongo) opinar. Y, desde luego, que se pueden entrar en muchísimas más disquisiciones. El tema, desde luego, me interesa, y mucho.

Un fuerte abrazo y hasta pronto.

P.S. 1; como ya me temía, el comentario era tan largo, que no ha cabido en un solo cajetín, lo he tenido que partir.

P.S. 2; Alicia, ya sin coñas, si consideras que el comentario, incluso partido en dos, es un "pasote", por su exagerada extensión, lo "baneas" sin piedad alguna y punto, no me voy a molestar, ni muchísimo menos.

alicia dijo...

Bueno, la que se ha liado! Lo que demuestra que es algo que nos toca muy de cerca a todos.
Parece que la ley sigue adelante, Antonio,y como leí en un artículo eso podría tener una repercusión política enorme, ya que aunque poca gente vota,muchísima usa internet, y por lo tanto las consecuencias podrían ser imprevisibles.
Por supuesto que no voy a eliminar ni prohibir tu comentario, Manuel, me parece sumamente interesante lo que dices, y muy razonable, pero el hecho de limitar el acceso a internet me parecería un paso atrás en todos los aspectos.

Cecilia Fiori. Prof. en Cs. de la comunicación (UBA) / Prof de Literatura / Postítulo en tecnologías y Postítulo en Escritura y literatura dijo...

Muy Buen Blog ! Feliciatciones!
Voy a seguirlos! Besos1

alicia dijo...

Muchas gracias, CF, y bienvenida.

 
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