Se veía venir. Con tanto Gimme shelter una y otra vez, Scorsese tenía que acabar rodando con los Rolling Stones, y el resultado final ha sido Shine a light.
Uno no puede menos que comparar dos de los conciertos rodados por Marty, El último vals y éste. Cuando rodó a The band, Scorsese se estaba poniendo de moda, de un prestigio ascendente con películas como Taxi driver. Los medios sin embargo eran difíciles: las bombillas se quemaban después de varias horas rodando, de modo que siempre hacía falta que se estuviera rodando la misma escena con más de una cámara; pero aún así su forma de planear los encuadres con un ferreo storyboard ya dejaba ver su perfeccionismo. Años más tarde, totalmente consagrado, forma parte de la película como un personaje más y los problemas técnicos están prácticamente resueltos, con la única objeción que los focos no pueden usarse mucho rato seguido ya que podría quemar a Mick Jagger, lo que provoca uno de los comentarios más divertidos de Marty “No podemos incendiar a Mick Jagger. Me refiero que podemos hacerlo artísticamente, pero no literalmente”. El control del rodaje quiere seguir allí, pero sus satánicas majestades son duras de roer y tienen sus enfrentamientos, no pudiendo saber Marty hasta el último momento la lista de canciones del concierto. Si The band se despedía, los Rolling, dinosaurios del rock, todavía siguen haciendo conciertos aunque hace siglos que no graban un nuevo disco, pero la gente sigue picando para ir a verlos pensando que tal vez sea la última vez que actúen juntos.(This could be the last time, pero time is on my (their) side, así que baby you're out of time).
Muy acertadamente, Scorsese combina entrevistas antiguas del grupo con los números de la actuación, con lo que nos permite un poco saber cómo era su vida y qué puede esperarse de ellos. Absolutamente reveladora una pregunta hecha a un jovencísimo Mick Jagger “¿Dentro de sesenta años se ve haciendo lo mismo?” a lo que él contesta totalmente decidido al instante “Por supuesto”. Lo han conseguido.
Cierto que Mick ya no tiene la misma potencia en sus cuerdas vocales, pero sigue contoneándose como siempre, aunque deja que Keith Richards le tome el relevo cantando unas canciones, supongo que para descansar un poco, que los años no perdonan. De hecho, el padre de Jack Sparrow es el que tiene las dos frases más ocurrentes de la velada, primero a la que reciben la visita de Bill Clinton y comenta “ Hi, Clinton, I’m Bushed.” (intraducible juego de palabras de “estoy hecho polvo/ soy de Bush”), o cuando saluda la público diciendo “Me alegra veros. De hecho, me alegra poder ver a cualquiera”. El hecho que un auténtico muerto viviente como él diga eso deja a las claras que no se toma demasiado en serio su leyenda negra.
No podían faltar canciones míticas como Jumpin’ jack flash, Sympathy for the devil o Satisfaction, aunque no se puede decir que hayan sido sus mejores versiones, pero ante un público ya ganado de antemano todo vale. Si The band tuvo como invitados a Bob Dylan, Neil Young, Neil Diamond y muchos más, los Rolling tienen a ... esto.. Christina Aguilera , que viene a ser lo mismo ¿no? Afortunadamente Buddy Guy tiene una presencia que ayuda a nivelar un poco la balanza. Encontré a faltar un broche de oro como en The last waltz con I shall be realased con todos los invitados, pero supongo que debemos decir que sabemos que es sólo rock and roll, pero me gusta.
Uno no puede menos que comparar dos de los conciertos rodados por Marty, El último vals y éste. Cuando rodó a The band, Scorsese se estaba poniendo de moda, de un prestigio ascendente con películas como Taxi driver. Los medios sin embargo eran difíciles: las bombillas se quemaban después de varias horas rodando, de modo que siempre hacía falta que se estuviera rodando la misma escena con más de una cámara; pero aún así su forma de planear los encuadres con un ferreo storyboard ya dejaba ver su perfeccionismo. Años más tarde, totalmente consagrado, forma parte de la película como un personaje más y los problemas técnicos están prácticamente resueltos, con la única objeción que los focos no pueden usarse mucho rato seguido ya que podría quemar a Mick Jagger, lo que provoca uno de los comentarios más divertidos de Marty “No podemos incendiar a Mick Jagger. Me refiero que podemos hacerlo artísticamente, pero no literalmente”. El control del rodaje quiere seguir allí, pero sus satánicas majestades son duras de roer y tienen sus enfrentamientos, no pudiendo saber Marty hasta el último momento la lista de canciones del concierto. Si The band se despedía, los Rolling, dinosaurios del rock, todavía siguen haciendo conciertos aunque hace siglos que no graban un nuevo disco, pero la gente sigue picando para ir a verlos pensando que tal vez sea la última vez que actúen juntos.(This could be the last time, pero time is on my (their) side, así que baby you're out of time).
Muy acertadamente, Scorsese combina entrevistas antiguas del grupo con los números de la actuación, con lo que nos permite un poco saber cómo era su vida y qué puede esperarse de ellos. Absolutamente reveladora una pregunta hecha a un jovencísimo Mick Jagger “¿Dentro de sesenta años se ve haciendo lo mismo?” a lo que él contesta totalmente decidido al instante “Por supuesto”. Lo han conseguido.
Cierto que Mick ya no tiene la misma potencia en sus cuerdas vocales, pero sigue contoneándose como siempre, aunque deja que Keith Richards le tome el relevo cantando unas canciones, supongo que para descansar un poco, que los años no perdonan. De hecho, el padre de Jack Sparrow es el que tiene las dos frases más ocurrentes de la velada, primero a la que reciben la visita de Bill Clinton y comenta “ Hi, Clinton, I’m Bushed.” (intraducible juego de palabras de “estoy hecho polvo/ soy de Bush”), o cuando saluda la público diciendo “Me alegra veros. De hecho, me alegra poder ver a cualquiera”. El hecho que un auténtico muerto viviente como él diga eso deja a las claras que no se toma demasiado en serio su leyenda negra.
No podían faltar canciones míticas como Jumpin’ jack flash, Sympathy for the devil o Satisfaction, aunque no se puede decir que hayan sido sus mejores versiones, pero ante un público ya ganado de antemano todo vale. Si The band tuvo como invitados a Bob Dylan, Neil Young, Neil Diamond y muchos más, los Rolling tienen a ... esto.. Christina Aguilera , que viene a ser lo mismo ¿no? Afortunadamente Buddy Guy tiene una presencia que ayuda a nivelar un poco la balanza. Encontré a faltar un broche de oro como en The last waltz con I shall be realased con todos los invitados, pero supongo que debemos decir que sabemos que es sólo rock and roll, pero me gusta.
4 comentarios:
Querida Alicia, me han prestado un cacharro y he aprovechado estos minutos para saludar a los amigos.
Vuestra tierra me ha dejado maravillado y creo que no me ha quedado rincón por descubrir a partir de Granollers y terminando en Port Bou. Dentro de unos días daré cumplida nota de este viaje.
Un besote
Todo un detalle por tu parte, Antonio, muchas gracias por acordarte de nosotros. Me alegra que te haya gustado Cataluña, tiene rincones muy bonitos... aunque de donde vienes no te puedes quejar. Saludos.
Buddy Guy es una balanza por sí misma. Por cierto, en defensa de Mick Jagger diré que el momento de gloria para Keith no es algo nuevo.
El bueno de Marty, todo un artista en esto de filmar conciertos, como en todo lo demás.
Saludos
Veo que estamos de acuerdo respecto a Buddy Guy, Möbius. Respecto a que no sea nueva la participación de Keith Richards, no niego que sea así, pero seguro que no le irá mal a Mick para descansar un poco.
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