El remake se ha convertido en la gallina de los huevos de oro de Hollywood, aunque en realidad, a la vista de los resultados, más que oro se podría decir que es hojalata dorada. ¿Para qué intentar buscar ideas nuevas? Se coge una película anterior, y ya lo tenemos hecho. En realidad no hace falta ni que sea demasiado antigua, si se trata de una película extrajera ¿Quién se habría molestado en ver la original? Los típicos cinéfilos gafapastas que defienden que existe un mundo fuera de Hollywood, del mismo modo que los que creen en la existencia de una vida inteligente fuera de este planeta.
Los remakes tan sólo tienen explicación cuando ha pasado tanto tiempo del original que se le puede dar otro enfoque, o mejorar con las nuevas tecnologías aplicadas al cine, o se les da una versión totalmente personal. Dos de los mejores ejemplos son La cosa y La mosca, curiosamente ambas del género fantástico, que superan a sus originales, pero cuando se trata de un simple copia y engancha, incluso a veces hasta plano a plano ¿vale la pena?.
Me imagino el origen de La verdad sobre Charlie: en una de esas reuniones como las que tenía Tim Robbins en The player sobre descabellados proyectos de películas, a alguien se le encendió de repente una bombilla: ¡Hey! Dicen que Thandie Newton se parece a Audrey Hepburn ¿porqué no hacemos que interprete una de sus películas? No sé… ¿qué tal Charada?. Dicho lo cual, se iría a dormir contento, porque ya había cumplido con su cupo de ideas anual.
Cierto que Thandie recuerda a Audrey, pero no consigue tener la vulnerabilidad y gracia alocada que tenía su personaje. Ahora hacía falta buscar a la pareja protagonista, y eligieron a Mark Whalberg. Para que tuviera un aire más parisino no hace falta más que ponerle una boina ... ¿Qué ha de estar misterioso? Bueno, pues un sombrero. Al fin y al cabo, tan sólo tenía que competir con el recuerdo de Cary Grant, pero no contaron con que frases como “¿Sabes cual es tu principal defecto? Que no tienes ninguno” tan sólo funcionaban con Cary (se siente, Markymark).
Un estupendo y desaprovechado actor como Tim Robbins fue el tercero en discordia, interpretando el papel que correspondió a Walter Matthau, aunque es el único personaje con espíritu mas cercano al original, una vez más Robbins es desaprovechado. Supongo que pensaría: bueno, al fin y al cabo me paso unos cuantos días en Paris y le digo a Susan que venga para el finde. Podría ser peor.
El director fue Jonathan Demme, que usó unos pésimos flash backs, con imágenes movidas y colores desajustados del mas puro estilo Tony Scott. De alguna manera se tenía que demostrar que había pasado el tiempo, y para eso están la aplicación de las nuevas tecnologías de los personajes con móviles, ordenadores, fotocopias láser y las referencias a la guerra cercana de los países del Este.
Si la película original, que aunque no era una obra maestra rezumaba encanto debido a sus protagonistas y era un simpático homenaje a las películas de Hitchcock ¿alguien me puede decir qué pinta Truffaut en el remake?, por no hablar de la delirante escena en la que Charles Aznavour aparece de la nada y se pone a cantar al lado de los protagonistas? Por no hablar de apariciones de más gente ligada a la nouvelle vague, como Ana Karina. Detalles como que Charada fuera protagonizada por uno de los actores fetiche de Hitch, y que se le diera una vuelta de tuerca a una de sus escenas conjuntas más famosas aquí pierden todo su sentido.
Lo único que me gustó fue el final, con pequeña sorpresa incluida… aunque quizás lo que me gustó es que había acabado la película. No sé. Por favor, la próxima vez que queráis ir a ver un remake, antes ved el original.
Los remakes tan sólo tienen explicación cuando ha pasado tanto tiempo del original que se le puede dar otro enfoque, o mejorar con las nuevas tecnologías aplicadas al cine, o se les da una versión totalmente personal. Dos de los mejores ejemplos son La cosa y La mosca, curiosamente ambas del género fantástico, que superan a sus originales, pero cuando se trata de un simple copia y engancha, incluso a veces hasta plano a plano ¿vale la pena?.
Me imagino el origen de La verdad sobre Charlie: en una de esas reuniones como las que tenía Tim Robbins en The player sobre descabellados proyectos de películas, a alguien se le encendió de repente una bombilla: ¡Hey! Dicen que Thandie Newton se parece a Audrey Hepburn ¿porqué no hacemos que interprete una de sus películas? No sé… ¿qué tal Charada?. Dicho lo cual, se iría a dormir contento, porque ya había cumplido con su cupo de ideas anual.
Cierto que Thandie recuerda a Audrey, pero no consigue tener la vulnerabilidad y gracia alocada que tenía su personaje. Ahora hacía falta buscar a la pareja protagonista, y eligieron a Mark Whalberg. Para que tuviera un aire más parisino no hace falta más que ponerle una boina ... ¿Qué ha de estar misterioso? Bueno, pues un sombrero. Al fin y al cabo, tan sólo tenía que competir con el recuerdo de Cary Grant, pero no contaron con que frases como “¿Sabes cual es tu principal defecto? Que no tienes ninguno” tan sólo funcionaban con Cary (se siente, Markymark).
Un estupendo y desaprovechado actor como Tim Robbins fue el tercero en discordia, interpretando el papel que correspondió a Walter Matthau, aunque es el único personaje con espíritu mas cercano al original, una vez más Robbins es desaprovechado. Supongo que pensaría: bueno, al fin y al cabo me paso unos cuantos días en Paris y le digo a Susan que venga para el finde. Podría ser peor.
El director fue Jonathan Demme, que usó unos pésimos flash backs, con imágenes movidas y colores desajustados del mas puro estilo Tony Scott. De alguna manera se tenía que demostrar que había pasado el tiempo, y para eso están la aplicación de las nuevas tecnologías de los personajes con móviles, ordenadores, fotocopias láser y las referencias a la guerra cercana de los países del Este.
Si la película original, que aunque no era una obra maestra rezumaba encanto debido a sus protagonistas y era un simpático homenaje a las películas de Hitchcock ¿alguien me puede decir qué pinta Truffaut en el remake?, por no hablar de la delirante escena en la que Charles Aznavour aparece de la nada y se pone a cantar al lado de los protagonistas? Por no hablar de apariciones de más gente ligada a la nouvelle vague, como Ana Karina. Detalles como que Charada fuera protagonizada por uno de los actores fetiche de Hitch, y que se le diera una vuelta de tuerca a una de sus escenas conjuntas más famosas aquí pierden todo su sentido.
Lo único que me gustó fue el final, con pequeña sorpresa incluida… aunque quizás lo que me gustó es que había acabado la película. No sé. Por favor, la próxima vez que queráis ir a ver un remake, antes ved el original.
6 comentarios:
¡Dios, qué ataque de angustia!...No, Alicia, no y mil veces no. Odio con toda mi alma esos bodrios(no los llamo remakes) oportunistas.
Estoy absolutamente de acuerdo contigo en que hay películas de las que se puede hacer una nueva versión. Versión que muchas veces puede ser mejorada, pero ¿qué pinta una nueva "Charada" cuando el original luce aún tan fresco? ¿Qué me dices de aquel estomagante "Psicosis" ? ¿necesitaba ese director manchar el objetivo de la cámaracon semejante chapuza?
Se debería de promulgar una ley (castigada con la pena capital si no se cumple) por la cual se preservasen de remakes determinadas obras fílmicas. Te aseguro que más de uno andaría tieso a la hora de perpetrar algún desastre tipo "Sabrina".
En fin, esperemos que a nuestro querido Wilder no le sigan tocando los bolos y se queden en esa pastosa "Sabrina" no vaya a ser que algun día nos salgan con un "nuevo" Sunset Bulevard o Con faldas y a lo loco...entonces me apaño unos pistolones tipo "Terminator" y me voy a Hollywood a dejarlo frito for ever.
Un abrazote, y perdona mi indignación, por otra parte justa.
A Hitchcock parecen querer martirizarlo. Pensemos que después de ese "Psicosis" ahora está en proceso un remake de "Los Pájaros".
Jaja, cómo dice ANRO, no sé que saldría de un remake de Con faldas y a lo loco. Menudo esperpento podría originarse...
Estoy de acuerdo contigo, Antonio, en que algunos remakes deberían ser penados, y dado que hay un musical de Sunset Boulevard, no me extrañaría verlo algún día en la pantalla, que Wilder nos coja confesados.
Bienvenida, Deyre, todavía me dura el susto de cuando me enteré del proyecto del remake de Los pájaros. Por cierto, si sigues el blog creo que dentro de unos días habrá un post que te gustará.
Pero Alicia, guapa, ¿me quieres explicar porqué te pones a ver esas cosas? ¿Se te ha estropeado el reproductor de dvd?¿Has acabado con toda tu colección? Pues empieza por la última, querida, antes de flagelarte, cinéfilamente hablando, con esos bodrios.
(Claro que yo no puedo gritar mucho, después de haber visto el "remake" de Ultimátum a la Tierra)
Estoy contigo, Antonio: agarramos las recortadas y nos vamos a Hollywood: yo me pido "poli malo" :-)
Saludos.
Hola, te presento mis blogs (uno en catalán y otro en castellano) que son casi homónimos con el tuyo:
http://llanternamagica.blogspot.com
http://milinternamagica.blogspot.com
Es que me estoy preparando para Semana Santa, Josep, y ya voy haciendo penitencia. Lo bueno que tiene ver películas así es que luego se aprecian más las buenas.
Bienvenido, Llanterna, somos muchas las linternas que iluminan los blogs de cine, por algo será.
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