Soderbergh es uno de los mayores ejemplos en la actualidad de director tipo doctor Jeckyll y Mr. Hyde; es capaz de hacer películas totalmente comerciales, sin mas pretensiones, como cualquiera de las entregas de la saga Ocean, o experimentos como Traffic y Bubble (que levante la mano quien la haya visto). El buen alemán es una prueba mas de esa dualidad; por un lado quiere ser un homenaje a las películas “de antes” : blanco y negro dominado por las sombras, rodado por cámaras de los años 50, con interpretaciones del estilo de esa época, el sello de la Warner antiguo, el uso de la música... y, por otro lado, la mezcla con el documental, el gusto por el anti-glamour, casi neorrealista, y una perspectiva muy actual, mostrando lo que no habría permitido entonces el código Hays.
La primera referencia a otras películas que viene a la cabeza es Berlín occidente, que mostraba a una ciudad totalmente destrozada en la que el mercado negro era la única salida, pero también las hay a El tercer hombre por el uso de las alcantarillas en la que se refugia un “muerto”, y Viena estaba prácticamente tan dividida como Berlín; por supuesto, no puede faltar Casablanca, por la historia de amor imposible entre una mujer casada que debe elegir entre apoyar a su idealista marido o quedarse con el hombre que ama, que incluye una escena final de la pareja en un aeropuerto.
George Clooney, el hombre a quien mejor le quedan los trajes italianos del mundo, pero que aquí desgraciadamente va todo el rato de uniforme, es Jake Geismer, un periodista militar que vuelve a Berlín a la que ha acabado la guerra, cuando está a punto de llevarse a cabo la reunión entre Stalin, Churchill y Truman en Postman, que servirá para dividir a Alemania en dos. El chofer que le han asignado es Patrick Tully, un Tobey Maguire que se empeña en hacernos ver que es algo mas que Spiderman (por cierto, duelo de Batman y Spiderman, ¡casi nada!), un golfillo que se dedica a traficar en el mercado negro intercambiando cualquier cosa, incluso a su novia, Lena Brand (Cate Blanchett), que había sido una antigua amante de Geismer. Un asesinato complicará las cosas, y es lo que menos necesitan las autoridades en esos momentos, pero Geismer se empeñará en investigarlo.
Si hay alguien que tenga el carisma de las estrellas de antes ese es Clooney, cuya socarronería le convierten en el sucesor de Clark Gable; aquí tiene que hacer de un personaje que viene a ser un poco Rick; en tierra de nadie, cínico pero en el fondo un romántico, hasta tiene una frase del estilo “De todos los chóferes del mundo...” mientras se toma su obligada ración de whisky. Y a mi que eso me suena...
El personaje de Lena Brandt está en la mas pura línea de Marlene Dietrich, y sobre todo de su papel en Berlín Occidente: aparentemente fría y distante, manipulando a los hombres, ambigua: ¿es buena o es una nazi? ¿puede ser las dos cosas? Sencillamente, es una superviviente. Además, le permite a Cate Blanchett lucir otro acento, como hizo con El aviador.
El Viktor Laszlo de turno es “el buen alemán” que da título a la película, alguien que quiere denunciar los crímenes de los nazis, pero es incapaz de ver todos los horrores por los que ha tenido que pasar su mujer.
Cada vez que se oye una voz en off es para indicarnos que a partir de ese momento vemos la historia desde el punto de vista de ese personaje.
La lucha entre los dos estilos de Soderbergh hace que la película no sea ni una cosa ni otra; ni carne ni pescado, pero aún así merece la pena verse.
2 comentarios:
Si, desde luego yo también pienso que merece la pena ver El Buen Alemán. La mayoría de las críticas que estoy leyendo sobre la película la tachan de fría, y la verdad es que estoy de acuerdo: Soderbergh es demasiado "cerebral" y a la historia le falta pasión, su argumento, a veces, resulta un tanto enrevesado y puede ser difícil de seguir.
Es cierto, pero a pesar de todo esto, pienso que tiene su interés: a mi me ha gustado el experimento que lleva a cabo Soderbergh, su aspecto visual está muy logrado, dándole totalmente un aire de película de los años cuarenta, George Clooney está muy bien, con esa pinta de galán clásico que tiene (tienes razón, Alicia, es una pena que vaya todo el tiempo con ese uniforme, con lo bien que le quedan los trajes) y Cate Blanchet me parece que está perfecta en ese personaje que a mi también me hizo recordar a la Marlene de Berlín Occidente, aunque su Lena Brandt tiene aspectos más oscuros que el personaje de la Dietrich (también es cierto que Berlín Occidente era, al fin y al cabo, una comedia, y como tal todo era más ligero).
En definitiva, una película interesante, aunque no sea redonda.
Cierto, Laura, yo también creo que merece verse, y respecto a la frialdad, en realidad Soderbegh nunca ha sido un director apasionado, no todos han de serlo, pero algo ha de tener cuando Clooney confia tanto en él (y que guapísimo está George en la portada de Fotogramas, por Dios!)
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