Decíamos ayer...
Seguimos con la peregrinación por los tormentos habituales, los sutiles instrumentos de tortura que nos aplica la ignorante plebe a los insignes cofrades de la Comunidad del Ani... digo, de la Cinefilia. Akoki.
-No viaje con nosotros. Un buen cinéfilo no debe efectuar ninguna clase de viaje medianamente prolongado a menos que sea de importancia capital. Si no queda más remedio, se abstendrá de realizarlo en otro medio de locomoción que no sea su propio automóvil. ¿Por qué? Pues porque en caso contrario, se verá expuesto a la inmolación que supone un viaje standard en medios de transporte tales como a) avión o b) autocar. Si nos encontramos en la tesitura a), nos enfrentaremos al inconveniente de tragarnos, sin guarnición, películas de éxito indudable y de calidad manifiesta tales como “Dr. Doolittle”, “Novia a la fuga”, “The fast and the furious” o “Speed 2” (esta me la comí en mi viaje a New York, y la experiencia quedó irremediablemente lastrada). De lo cual se deduce que las líneas aéreas nos toman por idiotas (y en muchos casos, no están exentos de razón: si no, no se entienden las carcajadas que producen heces fílmicas como “Colega, ¿dónde está mi coche?"). En el caso propuesto b), en el cual nos solemos encontrar sólo si tenemos que ir al Pueblo (nombre que acomoda a todas las aldeas rurales de España) y no tenemos ni-pa-gasolina, los daños colaterales son muchísimo más aterradores; el viejo televisor Telefunken de sonido monoaural (en cristiano, sonido de mierda) nos ofrecerá, durante el inacabable recorrido, filmes de culto de enjundia tal como “Pepito Piscinas”, “La avispita Ruinasa”, “Sor Citroen”, o, si somos muy afortunados, un ciclo “Bud Spencer y Terence Hill” (sí, los reyes de los fostiones a mano abierta), con cine-fórum y posterior turno de ruegos y preguntas al conductor (todo un especialista en el género) incluidos. Lo peor no son las películas que este tipo de viajes te obligan a tragar. Lo peor es que desenfocan tu criterio cinéfilo; por tu cerebro tiende a sobrevolar una fatídica frase: “pues tampoco es tan mala”.
-Esta es la refinitiva. Me refiero a las ediciones especiales de los DVD’s. Un ejemplo que he leído hoy: “Los 4 fantásticos” está a punto de cumplir su ¡cuarta! edición en un año y medio. No tengo que explayarme mucho más, ¿verdad? Pues eso. Parece que todas las productoras siguen la regla “George Lucas” que dice que siempre hay una edición definitiva MÁS. Versión Extendida, Edición Especial, Versión 2.1, Edición Coleccionista, Director’s Cut, Edición Remasterizada, Especial 25 años... Mientras, no hay manera de que saquen al mercado de una puñetera vez “Criaturas celestiales”, “Clerks” o “Todo es mentira”. Sólo se me ocurre una cosa que decir: Mecagüenlastomasfalsasdelospiratasdelcaribeunaauna. Qué a gusto me he quedado... Por cierto. Si a alguien se le ha ocurrido comprar “Blade Runner”, que ha salido hace unos pocos meses, que sepa que no tardarán en reestrenarla en cine, y que ese reestreno dará lugar a una Edición Que-te-cagas en DVD con las dos versiones del filme. Duele, ¿eh?
-Los amigos-plasta. Categoría que también incluye a familiares. Todos aquellos que, de una manera u otra, tratan de: a) ponerse a tu (cinéfila) altura, b) aprovecharse de la misma. Entre los primeros están los que un día ven una exótica película europea (“Amelie”) y te dan la vara todo el día hablándote de lo malo que es el cine americano. Tú no te atreves, porque en el fondo le tienes cariño, a preguntarle el título de alguna película europea más, a riesgo de que te conteste, por ejemplo,”estoooo... eeerrr... ¿Un hombre-lobo americano en Londres?”. En esta subcategoría también se encuentran esos suegros particularmente irritantes que, en cuanto pones el DVD y asoman las primeras escenas, siempre (SIEMPRE) tienen a punto la siguiente combinación de cinco palabras: “esta ya la he visto”. Joder, pero si es “Spider-man 3”, la acaban de estrenar y se la ha bajado tu nieto de internet... En el apartado b) están esos amigos/primos/cuñados que creen que eres un “¿Quieres ser millonario?” andante, y a la que pueden te asaetan con preguntas tipo: “nene, ¿qué actriz era aquella que salía en esa película que ellos se conocen en una guerra, no me acuerdo cuál, que ella es enfermera?”. Pobre de ti que no respondas a la primera y sin titubear. “Hombre, si te lo doy mascado... ¿Y tú dices que eres cinéfilo?” Recordad, amigos, que el degollamiento está perseguido por la ley. También se ha dado el caso (lo he sufrido in person) de amigos que te llaman al móvil; tú crees que es para interesarse por la gripe que estás padeciendo, pero... “Oye, que estoy con unos amigos jugando al Trivial. ¿Te suenan unos hermanos que dirigieron una película que se llama “Padre, padrone”?”
Sí, jóvenes padawanes. Ser cinéfilo es extremadamente sufrido y fatigoso. Pero proporciona tanto bien a nuestros cultivados corazones, que vale la pena pasar por todas estas penurias. ¿O no?
Seguimos con la peregrinación por los tormentos habituales, los sutiles instrumentos de tortura que nos aplica la ignorante plebe a los insignes cofrades de la Comunidad del Ani... digo, de la Cinefilia. Akoki.
-No viaje con nosotros. Un buen cinéfilo no debe efectuar ninguna clase de viaje medianamente prolongado a menos que sea de importancia capital. Si no queda más remedio, se abstendrá de realizarlo en otro medio de locomoción que no sea su propio automóvil. ¿Por qué? Pues porque en caso contrario, se verá expuesto a la inmolación que supone un viaje standard en medios de transporte tales como a) avión o b) autocar. Si nos encontramos en la tesitura a), nos enfrentaremos al inconveniente de tragarnos, sin guarnición, películas de éxito indudable y de calidad manifiesta tales como “Dr. Doolittle”, “Novia a la fuga”, “The fast and the furious” o “Speed 2” (esta me la comí en mi viaje a New York, y la experiencia quedó irremediablemente lastrada). De lo cual se deduce que las líneas aéreas nos toman por idiotas (y en muchos casos, no están exentos de razón: si no, no se entienden las carcajadas que producen heces fílmicas como “Colega, ¿dónde está mi coche?"). En el caso propuesto b), en el cual nos solemos encontrar sólo si tenemos que ir al Pueblo (nombre que acomoda a todas las aldeas rurales de España) y no tenemos ni-pa-gasolina, los daños colaterales son muchísimo más aterradores; el viejo televisor Telefunken de sonido monoaural (en cristiano, sonido de mierda) nos ofrecerá, durante el inacabable recorrido, filmes de culto de enjundia tal como “Pepito Piscinas”, “La avispita Ruinasa”, “Sor Citroen”, o, si somos muy afortunados, un ciclo “Bud Spencer y Terence Hill” (sí, los reyes de los fostiones a mano abierta), con cine-fórum y posterior turno de ruegos y preguntas al conductor (todo un especialista en el género) incluidos. Lo peor no son las películas que este tipo de viajes te obligan a tragar. Lo peor es que desenfocan tu criterio cinéfilo; por tu cerebro tiende a sobrevolar una fatídica frase: “pues tampoco es tan mala”.
-Esta es la refinitiva. Me refiero a las ediciones especiales de los DVD’s. Un ejemplo que he leído hoy: “Los 4 fantásticos” está a punto de cumplir su ¡cuarta! edición en un año y medio. No tengo que explayarme mucho más, ¿verdad? Pues eso. Parece que todas las productoras siguen la regla “George Lucas” que dice que siempre hay una edición definitiva MÁS. Versión Extendida, Edición Especial, Versión 2.1, Edición Coleccionista, Director’s Cut, Edición Remasterizada, Especial 25 años... Mientras, no hay manera de que saquen al mercado de una puñetera vez “Criaturas celestiales”, “Clerks” o “Todo es mentira”. Sólo se me ocurre una cosa que decir: Mecagüenlastomasfalsasdelospiratasdelcaribeunaauna. Qué a gusto me he quedado... Por cierto. Si a alguien se le ha ocurrido comprar “Blade Runner”, que ha salido hace unos pocos meses, que sepa que no tardarán en reestrenarla en cine, y que ese reestreno dará lugar a una Edición Que-te-cagas en DVD con las dos versiones del filme. Duele, ¿eh?
-Los amigos-plasta. Categoría que también incluye a familiares. Todos aquellos que, de una manera u otra, tratan de: a) ponerse a tu (cinéfila) altura, b) aprovecharse de la misma. Entre los primeros están los que un día ven una exótica película europea (“Amelie”) y te dan la vara todo el día hablándote de lo malo que es el cine americano. Tú no te atreves, porque en el fondo le tienes cariño, a preguntarle el título de alguna película europea más, a riesgo de que te conteste, por ejemplo,”estoooo... eeerrr... ¿Un hombre-lobo americano en Londres?”. En esta subcategoría también se encuentran esos suegros particularmente irritantes que, en cuanto pones el DVD y asoman las primeras escenas, siempre (SIEMPRE) tienen a punto la siguiente combinación de cinco palabras: “esta ya la he visto”. Joder, pero si es “Spider-man 3”, la acaban de estrenar y se la ha bajado tu nieto de internet... En el apartado b) están esos amigos/primos/cuñados que creen que eres un “¿Quieres ser millonario?” andante, y a la que pueden te asaetan con preguntas tipo: “nene, ¿qué actriz era aquella que salía en esa película que ellos se conocen en una guerra, no me acuerdo cuál, que ella es enfermera?”. Pobre de ti que no respondas a la primera y sin titubear. “Hombre, si te lo doy mascado... ¿Y tú dices que eres cinéfilo?” Recordad, amigos, que el degollamiento está perseguido por la ley. También se ha dado el caso (lo he sufrido in person) de amigos que te llaman al móvil; tú crees que es para interesarse por la gripe que estás padeciendo, pero... “Oye, que estoy con unos amigos jugando al Trivial. ¿Te suenan unos hermanos que dirigieron una película que se llama “Padre, padrone”?”
Sí, jóvenes padawanes. Ser cinéfilo es extremadamente sufrido y fatigoso. Pero proporciona tanto bien a nuestros cultivados corazones, que vale la pena pasar por todas estas penurias. ¿O no?
10 comentarios:
Muy bueno.
Si es que los amigos-plasta no pueden evitarlo, especialmente cuando nos calzamos las gafas de pasta y empezamos a mencionar "eminencias" europeas, orientales, kazajistanas y amelíes locales varios.
Pues mira tú por donde, en navidades me fui a casa en autobús, y la película que pusieron fue, ni más ni menos que Million Dollar Baby... igual es que el conductor era cinéfilo, oye. Alucinada me quedé.
Lo de las ediciones especiales en dvd clama al cielo... menos mal que, en algunos casos, ya sacan de mano varias versiones al mismo tiempo: la sencilla de un disco, la especial, la de coleccionista.... Por ejemplo, van a hacerlo así con El Laberinto del Fauno o con Infiltrados. Que tomen ejemplo!
Saludos!
Laura... que envidia! yo no he tenido tanta suerte, y en mis viajes en autocar he tenido que tragarme joyas fílmicas como "Leyendas de Pasión" o "Esta abuela es un peligro"... Francamente, preferiría "Sor Citroen".
De acuerdo en que lo mejor en tema DVD es la edición simultanea del DVD "sólo flim o pinícula" con la del DVD "Special edition con comentarios de la portera del director + etc"... Así el cinefago elige en función de la magnitud de su vicio.
Por cierto... ¿alguien sabria decirme si hay alguna edición especial "Crimen Ferpecto"?
Hola tocaya...asi que los tropecientas partes de los cuatro fantásticos..?? qué hemos hecho para merecer esto? que poca imaginación, cuantos remakes, que poco guionistas originales!!!!
Por cierto, en un avión me tragé una de Harrison Ford..madre mía que horror. Ni me acuerdo el nombre, secuestraban a su hija y mujer..bueno, me quedé frita.Al menos sirvió para algo...
Saludos desde lápicess guapa!
Alicia
MM
Veo que a todos os he tocado alguna tecla... Si es que somos pocos, pero bien avenidos. La selección de películas de los aviones, mujermadrid (por cierto, de tocaya nada, que yo soy el toque masculino del blog) es para dudar entre cortarse las venas o dejarnoslas largas; tienen extraña fascinación por la carrera de Harrison Ford y Julia Roberts. Argh.
Me lo he pasado muy bien con los dos volúmenes, aunque debe decir que me gusta el olor de palomitas en las salas... Es el olor del cine. Eso sí, los comentarios sobre la gente que llena la sala antes de que empice la peli, totalmente ciertos.
Hay que balancear entre lo comercial y lo espeso. Es el drama del cinéfilo....
Nos leemos en Sesión discontinua.... y si os parece bien intercambiamos enlaces...
Bienvenido, Sesión; a mi me gusta el olor de las palomitas, aunque no el ruido. Encantada de intercambiar enlaces.
Pues poneros colonia "Eau de Palomïte"... o algo así... leñe...
Bienvenido de todas maneras.
Me encanta el blog y si, yo tambien me he tragado tropecientas veces Pretty Woman y Mentiras arriesgadas, el estudiar muy lejos de casa tiene sus inconvenientes.
Pero he de romper una lanza en pro de un conductor que cubrió durante años la ruta coruña - algeciras y gracias a quien, no se si por su iniciativa o la de su hijo (todos los dvds eran VCD bajados de internet y el hombre ya era mayor para ser un ciberfriki), pude deleitarme viendo obras como Guadalcanal, Rebeca, Arsenico por compasión, Dos hombres y un destino y una larga lista.
Recuerdo incluso que a veces introducía estrenos de renombre: la navidad de Mar Adentro pude verla en la ida y en la vuelta; y en ambas ocasiones la mitad del autobús se sintió turbada al tener que bajar a comer justo al terminar la proyección. Derrepente el bar de carretera se llenó de gente con cara de funeral y los ojos enrojecidos que se mantenían en un silencio casi acordado.
Quizás por eso se limiten simplemente a distraernos.
Hola, esa_lua, bienvenida y gracias. Flipo que alguien aún se lea estos posts del paleolítico. brutales las anécdotas que aportas, y especialmente la segunda es muy significativa. Hay que ser muy, pero que muy cabrón para poner "Mar adentro" en un autobús. Antes de una parada en un bar de carretera, o se pone "La avispita Ruinasa", o "Banana Joe"...
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