Pocas películas hay que sean tan terroríficas sin enseñar ni una sola gota de sangre, ni tan morbosa sin mostrar nada.
Suspense, dirigida por Jack Clayton, basada en la novela Otra vuelta de tuerca de Henry James, es una fascinante historia de fantasmas. Los espíritus de dos criados quieren poseer los cuerpos de dos hermanos para continuar su relación; la llegada de una nueva institutriz, que interpreta Deborah Kerr, precipitará la tragedia, ya que es la única que ve a los difuntos. ¿Pero es en realidad así, o son imaginaciones de su mente trastornada? No olvidemos que estamos en la era victoriana, y toda la historia está impregnada de represión sexual. La duda no nos abandonará en ningún momento, con un final desconcertante e inquietante.
Gran parte del mérito de la película está en la maravillosa fotografía, de una extraña sensualidad.
Los inquietantes niños, su extraña relación con la institutriz, la belleza de las imágenes...todo hacen que sea una película inolvidable, y Amenabar seguro que la tuvo muy presente al hacer Los otros.
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