Howard Hawks (del que Anro está haciendo un magnífico repaso en su blog) le dijo a Hemiwngay que era capaz de hacer una buena película de la peor de sus novelas, y Hemingway le dió Tener y no tener, y vaya si lo consiguió Hawks, con lo que una vez mas se demuestra que cine y literatura son dos lenguajes distintos e independientes.
Se podría decir que Tener y no tener es una versión llena de cachondeo de Casablanca. En las dos tenemos un protagonista en un lugar exótico al mas puro estilo hollywoodiense, de vuelta de todo y lengua mordaz interpretado por Bogey, que acaba apoyando al grupo de idealistas; hasta su forma de presentarse es parecida; si en Casablanca a la que le preguntaban por su nacionalidad respondía que era “borracho”, aquí es “esquimal”. Hay un triángulo amoroso de miembros de la resistencia a los que Bogart ha de sacar las castañas del fuego, policías corruptos, un gordo como Sidney Greenstreet, un pianista, Marcel Dalio podría ser la versión “light” de Peter Lorre, tiene su frase mítica de “Si me necesitas, silba ¿Sabes como silbar, no, Steve? Sólo junta los labios y... sopla”) ...
A cambio ¿qué tenemos diferente? En lugar de una ingenua como Ingrid hay una chica tan dura como el protagonista y de lengua tan afilada como Harry, una espectacular debutante (Lauren Bacall), que con sus diecinueve añitos se comía la pantalla y nunca estuvo mas bella, haciendo de aventurera que ha ido a la Martinica “por un sombrero”, como homenaje a la Marlene Dietrich de El expreso de Shanghai, a la que debe mucho. La guerra de sexos de Hawks estaba servida, con mas intensidad que nunca y jamás se vio a Bogey mas feliz y enamorado, podemos sentir el flechazo de la pareja en cada fotograma. Estaban hechos el uno para el otro.
Pero eso no es todo. Además hay un genial (añadir superlativos hasta el infinito) actor secundario como Walter Brennan, que tan sólo con su forma de andar roba cada una de las escenas en que aparece (“¿Alguna vez le ha picado una abeja muerta?”), aparte de componer a uno de los alcohólicos mas convincentes de la historia del cine; una botella que va y viene de habitación; ella se llama Marie pero él la llama “flaca” y él se llama Harry pero ella le llama Steve, el protagonista no abandona a la chica en un aeropuerto, sino que se van juntos mas contentos que unas pascuas, mientras ella se contonea rebosando de felicidad ¿se puede pedir mas?
Se podría decir que Tener y no tener es una versión llena de cachondeo de Casablanca. En las dos tenemos un protagonista en un lugar exótico al mas puro estilo hollywoodiense, de vuelta de todo y lengua mordaz interpretado por Bogey, que acaba apoyando al grupo de idealistas; hasta su forma de presentarse es parecida; si en Casablanca a la que le preguntaban por su nacionalidad respondía que era “borracho”, aquí es “esquimal”. Hay un triángulo amoroso de miembros de la resistencia a los que Bogart ha de sacar las castañas del fuego, policías corruptos, un gordo como Sidney Greenstreet, un pianista, Marcel Dalio podría ser la versión “light” de Peter Lorre, tiene su frase mítica de “Si me necesitas, silba ¿Sabes como silbar, no, Steve? Sólo junta los labios y... sopla”) ...
A cambio ¿qué tenemos diferente? En lugar de una ingenua como Ingrid hay una chica tan dura como el protagonista y de lengua tan afilada como Harry, una espectacular debutante (Lauren Bacall), que con sus diecinueve añitos se comía la pantalla y nunca estuvo mas bella, haciendo de aventurera que ha ido a la Martinica “por un sombrero”, como homenaje a la Marlene Dietrich de El expreso de Shanghai, a la que debe mucho. La guerra de sexos de Hawks estaba servida, con mas intensidad que nunca y jamás se vio a Bogey mas feliz y enamorado, podemos sentir el flechazo de la pareja en cada fotograma. Estaban hechos el uno para el otro.
Pero eso no es todo. Además hay un genial (añadir superlativos hasta el infinito) actor secundario como Walter Brennan, que tan sólo con su forma de andar roba cada una de las escenas en que aparece (“¿Alguna vez le ha picado una abeja muerta?”), aparte de componer a uno de los alcohólicos mas convincentes de la historia del cine; una botella que va y viene de habitación; ella se llama Marie pero él la llama “flaca” y él se llama Harry pero ella le llama Steve, el protagonista no abandona a la chica en un aeropuerto, sino que se van juntos mas contentos que unas pascuas, mientras ella se contonea rebosando de felicidad ¿se puede pedir mas?
10 comentarios:
Alicia, gracias por el elogio, que acepto como una responsabilidad. Obviamente esta peli está aguardando plaza, despues de "Bringing..." y "His girl friday". La frasecita del silbido tiene su miga...¡Y qué maravillosa está Lauren!
Ayer me acordé mucho de ustedes, porque dentro del marco del festival de Cine se hicieron unas sesiones tituladas LA LINTERNA MAGICA, dedicada a los niños. Unos enanos encantadores de entre 4 y 6 años que fliparon viendo las pelis de Wallace & Gromit.
Un abrazote.
Me parece exagerado decir que esa novela de Hemingway era de las peores; aunque así fuera, seguiría siendo buena; si además metes a guionista a William Faulkner, es jugar sobre seguro.
Está claro que Hawks no tenía un pelo de tonto: se rodea de gente muy pero que muy solvente, y quizás el único riesgo asumido, que da fe de su ojo clínico, fue depositar en Bacall ese papel.
Has olvidado (y no te la perdono) la contribución del grandísimo Hoagy Carmichel, compositor excelente de muchísimas piezas inolvidables y que también sabe componer un buen secundario.
Saludos.
No hay porque dar las gracias, Anro, has hecho un gran trabajo y eso no se puede negar. Totalmente de acuerdo en que Lauren Bacall estaba sencillamente fascinante. Gracias por acordarte de nosotros.
Josep no soy yo sino el propio Hemingway el que consideró Tener y no tener como la peor de sus novelas al dársela a Hawks. Para mi HH es el que mejor supo reflejar la guerra de sexos y sus heroinas (sobre todo las de la primera etapa, luego la cosa cambió un poco) me encantan.
Respecto a lo de Hoagy Carmichel sintiéndolo mucho he de reconocer que prefiero a Sam que a él (y dudo que no estés de acuerdo conmigo en que donde esté la voz de alguien de color, que se quiten los demás)
Me encanta la referencia a ese gran secundario (tres Oscars, recordemos) que es Walter Brennan. Me gusta su labor en esta película, aunque prefiero su papel de Stampy en "Río Bravo" (también de Hawks).
Walter Brennan es uno de los míticos secundarios, J.A., que con su sola presencia engrandecían una película; en Rio Bravo estaba estupendo, es cierto, pero su alcohólico de Tener y no tener consigue ser tan conmovedor como divertido, y eso no es nada fácil. No sabría cual elegir.
Ya veo, Alicia, que en este blog gustais de provocar a los "clientes"....
¿Qué digo yo de Hoagy Carmichael? ¿que canta bien? No. Digo que fue un estupendo, soberbio, compositor. Para muestra, unos botones:
Georgia on My Mind
Stardust
I Get along Without You Very Well
Ain’t There Anyone Here For Love?
Watermelom Weather
When Love Goes Wrong (Nothin’ Goes Right)
Heart and Soul
Rockin’ Chair
¿Tengo que seguir buscando en mi base de datos de Lp's?
Por cierto, que vi en cierta ocasión una versión televisiva de Casablanca, donde el bueno de Hoagy "hacía de Sam".... y no lo hacía nada mal... aunque cantar no era lo suyo, ciertamente: lo suyo era componer grandes canciones.
Saludos.
Se cuenta como anécdota (a saber lo que será verdad realmente), un poco en la línea de lo que decías, que Hawks cuando vio Casablanca, le gustó tanto que quiso hacerla "de nuevo" y que de ahí salió Tener y no tener.
Y la verdad que es una gran película, en la que Lauren Bacall lo borda. Eso es picardía y lo demás tonterías (bueno, picardía y química..., porque esas sonrisas torcidas de HH...). Y por supuesto, maravilloso ese contoneo final.
Muchos aprendimos a silbar gracias a ella. ;P
Vale, Josep, aceptamos a Hoagy Carmichel como compositor y no como cantante, y de tu lista me quedo con el Georgia on my mind de Ray Charles.
Respecto a lo de provocadora, toda la culpa es de Marcbranches, que ya sabes que todo lo malo se pega.
Desconocía la anécdota, Hatt; a mi la película me recuerda mucho a Casablanca, aunque no sé si el parecido fue casual o no. Desde luego lo de Bogart y Bacall sí que era química, mucho mas sugerente que varias escenas de cama de ahora
Pues a mi me gusta como canta Hoagy Carmichael, puede que no tuviera una gran voz pero tenía una forma muy personal de cantar y además, tiene razón Josep, compone un buen secundario en Tener y no Tener.
Por lo demás, completamente de acuerdo contigo, Alicia. Ya sabes tú lo mucho que me gusta Howard Hawks y Tener y No Tener es de mis favoritas. Bogey está en su salsa, pero quien roba la función es Lauren Bacall: menudo debut el suyo, que carisma y que salero que tenía la condenada... ¡y que voz!
En cuanto a Walter Brennan, no tengo más que una palabra: ¡grandioso!
Si es que ya no se hacen películas como esta...
Cierto, Laura, no sólo era esa manera de mirar tan inconfundible lo que hizo inolvidable a Bacall, sino esa voz susurrante e inimitable. Tanto hablar de Hoagy y nadie ha dicho lo bien que cantó ella en la película.
Publicar un comentario