Ñoras, ñores, es oficial: me hago mayor. La Wikipedia me lo acaba de confirmar, y la Wiki, como todos los que trasteamos en la inten-né sabemos, es la puta Biblia. Durante el habitual proceso de laboriosa documentación pre-post (¿a qué vienen esas risas? Claro que me documento. Yo siempre me he caracterizado por un férreo rigor informativoytalyeso y... que sí, señora, se lo juro, que... oiga... por lo menos podría carcajearse hacia otro lado, que me está escupiendo), me he encontrado con un dato aterrador: Sigourney Weaver, una actriz que en mi adolescencia estaba cerca de la cima de Jolibud, tiene 58 tacos. 58. Después de esta certeza, y de algunas fotos de Harrison Ford en el nuevo Indiana, en las que da la impresión de que en cualquier momento se le van a caer los pantalones, mi impulso más inmediato es arrancarme la glotis con un fórceps oxidado. En lugar de eso, voy a escribir un post, que para eso me paga la Directrice (ahora el que se ríe soy yo). Sobre Sigourney Weaver, claro. Una excelente actriz que pasará a la historia por un determinado personaje caza-aliens, pero que ha demostrado una gran capacidad para adaptarse a todo tipo de papeles, que ha dominado el drama, la acción y la comedia con simpar soltura (a diferencia de otras compañeras de generación), y cuya carrera, quizás, se ha desarrollado por debajo de su talento. Una actriz inteligente, sobria y que jamás ha puesto su ego por delante de sus proyectos, lo cual, seguramente, le ha restado protagonismo en el imaginario del público. Fuera, por descontado, de Mrs. Ripley.
Susan Alexandra Weaver decidió llamarse Sigourney después de leer “El Gran Gatsby”, novela de F. Scott Fitzgerald en la que había un personaje con ese nombre. Tenía 14 años. El dato, pues, mostraba una inusual determinación y una inquietud cultural que la llevó al mundo de la interpretación, animada por sir John Gielgud. Su primer papel en el cine son unos segundos en “Annie Hall” como fugaz cita de Alvy Singer. El tercero es el de la teniente Ellen Ripley en una película de terror futurista llamada “Alien”. Os suena, ¿no? Luego hablamos de esta saga. La actriz salta a la fama inusitadamente, y, después de solidificar su carrera con "El año que vivimos peligrosamente", pega su segundo pelotazo: “Los cazafantasmas”. En apenas cinco o seis películas, Sigourney ya ha demostrado que es capaz de saltar, correr, llorar y hacer reír con la misma solvencia. Llegan los reconocimientos de la industria: es nominada por primera vez a los Oscars por su vuelta a la señora Ripley en “Aliens: el regreso”, pero esto sólo es un anticipo de su gran año.
1988. Sigourney se convierte en la actriz definitiva. Fagocita el biopic melodramático en “Gorilas en la niebla” y la comedia sofisticada en “Armas de mujer”, en la que ni el “boom” Melanie Griffith ni el carisma de Harrison Ford pueden ensombrecer su deliciosa arpía en forma de jefa-de-planta-de-arriba-comesecretarias. El cierre de temporada es apabullante: dobles nominaciones tanto para los Globos de Oro como en los Oscars, todo un hito. El resultado: Globos, 2; Oscars, 0. Después del inesperado fracaso de la desastrosa “Cazafantasmas 2”, Sigourney se toma su tiempo antes de volver con la saga que la institucionalizó en la industria, un “Alien 3” con pátina de fallido que debía de ser el cierre de la franquicia. Los noventa no son demasiado fructíferos, aunque tiene tiempo de dejar su sello funcional en inocuas mediocridades como “Dave, presidente por un día” o “Copycat”, y sacar a pasear su poderoso talento en “La muerte y la doncella” y “La tormenta de hielo”. Contra todo pronóstico, se decide revivir a Ellen Ripley como sea, y Sigourney, después de analizar detenidamente la propuesta, accede a participar en “Alien: Resurrection”. Después de mostrar, una vez más, sus dotes para la comedia en la olvidable “Las seductoras” y la reivindicable “Héroes fuera de órbita”, la Weaver va reconduciendo su carrera hacia papeles más próximos al secundario de lujo. Es de esta guisa profesional como la vemos en “The village”, en la que luce particularmente a las órdenes de M. Night Shyamalan, “Historia de un crimen” o la recientemente estrenada “En el punto de mira”, que a un tal Josep le ha encantado. En cartera está protagonizar "Avatar", la próxima película del Rey del Mundo (también llamado James Cameron en la intimidad); quizás en ese momento vuelva a la cabecera de las portadas y de las agendas de las productoras.
Porque en la de los imaginarios cinéfilos se ha incrustado por los siglos de los siglos gracias a un bicho baboso con dos bocas y muy mal café. “Alien”, el magnífico film original, la convirtió en la primera heroína de acción un poco a contrapié, desde una estructura coral en la que desconocíamos quién era la verdadera protagonista hasta la parte final. Pero, a través de las secuelas, Sigourney Weaver ha conseguido que su teniente Ripley evolucione como personaje (desde el instinto maternal de “Aliens: el regreso” hasta al conflicto entre su yo extraterrestre y el humano en “Alien: Resurrection”), y muestre una humanidad, carisma y capacidad de liderazgo a prueba de ácido alienígena, dando en cada película un paso más en el desarrollo de su criatura. Las Milla Jovovich, Kate Beckinsale y Angelina Jolie de turno le deben buena parte de sus estratosféricos sueldos a Sigourney Weaver.
Susan Alexandra Weaver decidió llamarse Sigourney después de leer “El Gran Gatsby”, novela de F. Scott Fitzgerald en la que había un personaje con ese nombre. Tenía 14 años. El dato, pues, mostraba una inusual determinación y una inquietud cultural que la llevó al mundo de la interpretación, animada por sir John Gielgud. Su primer papel en el cine son unos segundos en “Annie Hall” como fugaz cita de Alvy Singer. El tercero es el de la teniente Ellen Ripley en una película de terror futurista llamada “Alien”. Os suena, ¿no? Luego hablamos de esta saga. La actriz salta a la fama inusitadamente, y, después de solidificar su carrera con "El año que vivimos peligrosamente", pega su segundo pelotazo: “Los cazafantasmas”. En apenas cinco o seis películas, Sigourney ya ha demostrado que es capaz de saltar, correr, llorar y hacer reír con la misma solvencia. Llegan los reconocimientos de la industria: es nominada por primera vez a los Oscars por su vuelta a la señora Ripley en “Aliens: el regreso”, pero esto sólo es un anticipo de su gran año.
1988. Sigourney se convierte en la actriz definitiva. Fagocita el biopic melodramático en “Gorilas en la niebla” y la comedia sofisticada en “Armas de mujer”, en la que ni el “boom” Melanie Griffith ni el carisma de Harrison Ford pueden ensombrecer su deliciosa arpía en forma de jefa-de-planta-de-arriba-comesecretarias. El cierre de temporada es apabullante: dobles nominaciones tanto para los Globos de Oro como en los Oscars, todo un hito. El resultado: Globos, 2; Oscars, 0. Después del inesperado fracaso de la desastrosa “Cazafantasmas 2”, Sigourney se toma su tiempo antes de volver con la saga que la institucionalizó en la industria, un “Alien 3” con pátina de fallido que debía de ser el cierre de la franquicia. Los noventa no son demasiado fructíferos, aunque tiene tiempo de dejar su sello funcional en inocuas mediocridades como “Dave, presidente por un día” o “Copycat”, y sacar a pasear su poderoso talento en “La muerte y la doncella” y “La tormenta de hielo”. Contra todo pronóstico, se decide revivir a Ellen Ripley como sea, y Sigourney, después de analizar detenidamente la propuesta, accede a participar en “Alien: Resurrection”. Después de mostrar, una vez más, sus dotes para la comedia en la olvidable “Las seductoras” y la reivindicable “Héroes fuera de órbita”, la Weaver va reconduciendo su carrera hacia papeles más próximos al secundario de lujo. Es de esta guisa profesional como la vemos en “The village”, en la que luce particularmente a las órdenes de M. Night Shyamalan, “Historia de un crimen” o la recientemente estrenada “En el punto de mira”, que a un tal Josep le ha encantado. En cartera está protagonizar "Avatar", la próxima película del Rey del Mundo (también llamado James Cameron en la intimidad); quizás en ese momento vuelva a la cabecera de las portadas y de las agendas de las productoras.
Porque en la de los imaginarios cinéfilos se ha incrustado por los siglos de los siglos gracias a un bicho baboso con dos bocas y muy mal café. “Alien”, el magnífico film original, la convirtió en la primera heroína de acción un poco a contrapié, desde una estructura coral en la que desconocíamos quién era la verdadera protagonista hasta la parte final. Pero, a través de las secuelas, Sigourney Weaver ha conseguido que su teniente Ripley evolucione como personaje (desde el instinto maternal de “Aliens: el regreso” hasta al conflicto entre su yo extraterrestre y el humano en “Alien: Resurrection”), y muestre una humanidad, carisma y capacidad de liderazgo a prueba de ácido alienígena, dando en cada película un paso más en el desarrollo de su criatura. Las Milla Jovovich, Kate Beckinsale y Angelina Jolie de turno le deben buena parte de sus estratosféricos sueldos a Sigourney Weaver.
16 comentarios:
Alégrate de hacerte mayor y date cuenta: eso quiere decir, por lo menos, que no padeces el síndrome de Peter Pan...
Coincido (mecachis, lo siento) contigo en la apreciación de una buena actriz que no ha tenido la suerte en el reparto de papeles salvo, claro, Ripley.
En cualquier escena en la que el diálogo se lo ha permitido, se ha lucido; como pasaba con Kate, su belleza, sin ser epatante, al residir en una buena estructura ósea, le ha permitido avanzar en edad sin perder encanto (espero vivir lo bastante para comprobar como resulta, por ejemplo, la "¿sexy?" Jolie dentro de veinte añitos de nada...
En su última intervención en nuestras pantallas, ni siquiera tenía cuatro líneas aceptables, otro pecado más no imputable a ella.
Confiemos que algún día mejore la vista de su representante artístico y le ofrezca un papel a su altura.
Saludos.
(y gracias por el enlace)
¿Coincides? Que no se vuelva a repetir. Me ha gustado lo de la estructura ósea de Sigourney... Tienes toda la razón del mundo en esa apreciación estética: su rotunda belleza aguanta incólume. En cuanto a sus papeles, algunos de sus más destacados (pienso en "La muerte y la doncella" o "LA tormenta de hielo") se han quedado sepultados bajo el escaso taquillaje.
Josep, me he quedado a cuadros con tu "buena estructura ósea". Ya no sabía si hablabas de la Weaver o de una vaca. Ya fuera de coñas, a mi siempre me ha parecido una mujer atractiva y muy elegante, además de gran actriz. A veces los actores participan en malos proyectos y desperdician un poco su talento. Como pasa en todas las profesiones, vamos. Por cierto, es muy alta. De las que me gustan, vamos. Respecto a "Avatar", leí por ahi que era una pelicula que se iba a hacer en 3D. Lo que ya no se si se referían a animación 3D, o al formato de las gafitas. Ilustradme, please. Un saludo a ambos.
Anchiano, aquí tienes un enlace a la noticia del inicio del rodaje, en su momento, puesto que creo que ya ha finalizado:
http://www.blogdecine.com/2007/01/10-avatar-de-james-cameron-comienza-a-rodarse-en-abril
El film es en acción real pero con técnicas de fotografía en 3-D. La reacción lógica ante tamaño experimento es: aydios. Saludos.
Buenos días. Bueno, tampoco se puede decir mucho a priori. Yo me dedico al 3D (o intento dedicarme), pero ultimamente las películas con vocación taquillera tienen un 60% de promoción y campaña mediática, un 30% de efectos digitales y un 10% de argumento. De todas formas, no creo que técnicamente hablando nos encontremos con nada innovador en la próxima película de Cameron. Es una forma más de darle promoción y comenzar a engatusar a la gente. "A scanner darkly", por ejemplo, que yo creo que en España pasó practicamente desapercibida, le colgaron cierto san benito de técnica revolucionaria, cuando no era más que una película rotoscopiada. Muy chula visualmente, eso si, aunque en cuanto a historia no muy allá (el relato corto de K. Dick tampoco era para tirar cohetes). Un saludo.
Un último apunte. Eso de "Avatar", me suena a que el ex-marine parapléjico viajará al planeta en una suerte de "espírituhologramadecarneyhueso"En fin, supongo que este hombre se habrá hartado de buscar el arca de la alianza y la tumba de jesús y se habrá dicho: "Aqui no hay ná que arrascá. Me voy a hacer películas, que es lo mio"
"El viejo muere, la chica vive. Me parece justo." Justo la ví ayer. La frase es genial, la peli si fuera en color sería ROJA. Uff!!
Enhorabuena por tu blog. Sitios como este pueden echar para atrás a más de uno a la hora de inaugurar uno propio. Yo mismo acabo de empezar mi humilde aportación al mundo del cine, y me quedo a cuadros con lo que estoy viendo/leyendo por aquí. Al menos advierto al principio que mis comentarios son muy personales y de andar por casa.
El caso es que nos une la PASIÓN POR EL CINE... sobran las explicaciones.
Si te atreves a ver mi pequeño espacio:
www.montydreamscine.blogspot.com
Te linkeo (si no te importa)
1 bso
Me he frotado las manos y sonreido sardónicamente cual Vincent Price al ver lo que escribes acerca de la edad...¡¡Sufre, mamón¡(cariñoso insulto)....Por otra parte, ver las arrugas que asaltan tu piel ¿no te produce la satisfacción de apreciar que al mismo tiempo tu sabiduría crece en tu cerebro?...¡hostias, ya salió el zen¡
Hablando en serio, la Sigourney me enamoró (con mi hijo recien nacido berreando, ¡es cierto¡) y me hice fan suyo for ever.
Naturalmente, la dama, se ha dejado ir, las cosas como son. No he querido verla, bajo ningún concepto en esa especie de Rashomon para cerebros romos que es "En el punto de mira"....pero en fin.
Bueno, Marcbranches (¡dios, qué lúcido estoy hoy, acerté a escribirlo bien¡) no te estreses y consuelate de que siempre hay alguien más "anciano" que tú.
Un abrazote.
Bueno, bueno, que se me apelotonan... al final tendré que dar número. Anchiano, has sacado "A scanner darkly" a pasear. Me llevé una decepción con esa película, sigo siempre con interés a Richard Linklater, y esperaba otra cosa. Si durante el visionado de un film te acuerdas de que existe la palabra "plúmbeo", es que tiene un problema. Sí, visualmente molaba, pero le pasa lo que a todas las de este tipo: una vez te acostumbras, lo que importa es la historia que te cuentan. Saludos.
José Montal, bienvenido al piso y cuidado donde pisas, que a Alicia se le ha caído el Votox y no sabe dónde (se ha dejado las gafas de ver en la residencia, en la mesa donde juegan a canasta). Creo que esto no lo tenía que haber dicho. En fin. Si te estás quedando a cuadros con lo que estás leyendo por aquí, échale un vistazo a los archivos del blog: hemos escrito cosas incluso peores. Me he pasado un momento por tu blog, muy trabajado visualmente. El cartel de "Expediente X" nos gana a Alice la Directrice y a mí para la causa. Aceptamos link como animal de compañía; además, nosotros en breve tenemos que hacer un repaso de los nuestros (nosotros=Alicia, que para eso es la jefa). Saludos.
Buenas, David Summers, digo, Anro. ¿Que mi sabiduría crece en mi cerebro? ¿Me estás llamando cabezón? A mí lo único que me crece es (el resto del comentario ha sido suprimido por el comité ético del blog). En cuanto a Sigourney, tengamos fe: en cualquier momento le puede aparecer uno de esos papeles maduros que dan prestigio y premios, y volver a primera plana. Absolutamente de acuerdo con tu última frase: siempre hay alguien más anciano que tú. No miro a nadie. Saludos.
Hello. This post is likeable, and your blog is very interesting, congratulations :-). I will add in my blogroll =). If possible gives a last there on my blog, it is about the Wireless, I hope you enjoy. The address is http://wireless-brasil.blogspot.com. A hug.
Caramba, caramba, compa Marc, fan de la Weaver: sí que vas para arriba, canalla, sí que vas... A mí me parece, también, una excelente actriz, aunque he de reconocer que apenas la he visto en sus Aliens (sí la he seguido bastante más en sus demás papeles). Y, en todo caso, me temo que está empezando a ser (o, más bien, para ser más precisos, lleva algún tiempo siendo ya...) víctima de ese cruel fenómeno "jolibudiense" en virtud del cual ninguna actriz que supera los 40 tiene una continuidad en papeles protagónicos. Lo cual dice mucho del talento de esa industria, claro...
Un fuerte abrazo, y felicidades por tan brillante recensión (si te lee Sigourney, seguro que te estampa un pico en los morretes -con permiso de la directrice, o sin él...-).
Pues si, abuel... digo, Marc, a mi también me ha gustado siempre Sigourney Weaver, tiene talento, clase, elegancia, una belleza muy particular y un nombre de lo más resultón: ¿qué más se puede pedir?
Además, sigue estando estupenda a sus 58 años, será por lo de la "estructura ósea" que dice Josep.
Una verdadera pena que en Hollywood no valoren mejor a sus actrices, que como dice Manuel, en cuanto pasan de los 40 empiezan a prodigarse cada vez menos. Curioso que, sin embargo, a los actores masculinos esto no les afecte en absoluto, ellos siguen por ahí ligando en pantalla (con veinteañeras) y haciendo de todo, tengan la edad que tengan.
Si es que...
M-Márquez, desde luego que voy para arriba (creo que la Sigourney Weaver pasa del 1'80)... Hombre, si eso que dices es cierto, tendré que hacerle llegar el post como sea, que un pico de una estrella-jolibú es un acontecimiento. No te preocupes por la Directrice, que ella siempre quiere lo mejor para mí. Siempre que no le cueste dinero, claro.
Sobre el asunto de la actrices post-cuarenta, y enlazo ya con Laura, tenéis toda la razón del mundo. Es lamentable la facilidad con que se les da a los actores cuarentones papeles por debajo de su edad, y lo costoso que resulta hacer lo mismo con las mujeres. Asco de mundo arrodillado ante la imagen. Aunque también hay que decir que las primeras que rajais ante la primera arruga de una actriz famosa sois vosotras... Saludos.
Hola, me ha sorprendido también la edad de esta gran actriz que hizo que la ciencia ficción me apasionara por un momento. Creo que una buena dicotomía podría tenerla con Linda Hamilton como las heroinas del género en su versión moderna. Muy lindo post. Saludos!
Budokan, ¿sólo te apasionó durante un momento la ciencia-ficción? Qué escasa fidelidad... Es cierto que Linda Hamilton fue el siguiente paso en la escala evolutiva de las heroínas. Aunque, bien pensado, después de ver "Terminator 2", diría que la Hamilton entra más en la categoría de "héroes". Saludos.
Ronaldinho no es el de antes, porque ya tiene 28 años.
Hoy he oído esto en un telediario y me he ido 15 minutos a mi rincón de llorar.
Buen resumen de la Weaver. Para los freakies en "La calle de la media luna" hace un desnudo integral. Para los enamorados, que no la vean, que pierde el encanto, y ya tiene añitos la peli, ahora no sé cómo andará la señora.
Para los fans, entre los que me incluyo, celebro que siga trabajando, porque es una de las grandes. Me quedo con "Alien" (la primera) y con "La muerte y la doncella".
Perro feroz amarillo, bienvenido al piso. No llores: lo de Ronaldinho no es por la edad... No recuerdo esa escena de "La calle de la media luna", pero el acercamiento más pronunciado de la Weaver al universo del erotómano compulsivo es, sin duda, la escenita en ropa interior de "Alien". Coincido en que su papel de "La muerte y la doncella" es extraordinario.
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