(Modo “Abuelo Cebolleta” ON) Hace muchos, muchos años, en un planeta del que recuerdo perfectamente su nombre (Myroom), Mi Majestad escuchaba, cada vez que el sueño juvenil y las circunstancias lo permitían, un programa de radio de Antena 3 llamado “Polvo de estrellas”. Un programa de cine, concretamente, en el que un tipo que no parecía estar en posesión de todas sus facultades mentales laceraba a los incautos oyentes que le llamaban para consultas relacionadas con el séptimo arte, gritándoles, imprecándoles o cortando comunicaciones, directamente, si la pregunta no era de su agrado. El sujeto se llamaba Carlos Pumares. Hubo una cuestión que se convirtió en recurrente y que perduró como un mito entre los seguidores: ¿qué es el monolito de “2001”? Pumares sólo se dignaba a responderla un día al año, en verano: aún recuerdo los desgarrados alaridos con los que Pumares acababa alguno de sus soliloquios: “¡¡¡EL MONOLITO ES DIOOOOOOOOOOOOOS!!!”. Supongo que esta educación cinematográfica retrasó mi ingreso oficial en la cinefilia hasta entrados los noventa... (Modo “Abuelo Cebolleta” OFF)
Escribir sobre “2001: una odisea del espacio” es una tarea que, a priori, para un juntavocales como yo, se adivina absurda, innecesaria y fuera del área intelectual del escribano; explicar, una vez más, el argumento (llámale argumento, llámale x) de la película, o decir que está escrita mano a mano con Arthur C. Clarke, sería redundante y aburrido. Se ha dicho y escrito todo lo inhumanamente posible, y aún así no se han descifrado todos los jeroglíficos que el señor Stanley Kubrick propuso al género humano, de algunos de los cuales ni siquiera él tenía la respuesta. Sin embargo, precisamente el espíritu abierto a la interpretación del que hace gala el legendario film nos permite responder a nuestra manera una serie de preguntas que nos plantea esta película elefantiásica, desmesurada y lisérgica que se ha convertido en uno de los referentes ineludibles de la Historia del Cine. Pregunta, pues, Marcbranches, que Marcbranches responderá con el escaso tino y criterio que le caracteriza.
-Ya que hemos empezado con ello... ¿El monolito es Dios? De entrada, no. Eso no quiere decir que el concepto de deidad esté muy presente. Pero, como dijo Clarke, es un concepto científico de dios, muy alejado de seres antropomórficos y leyendas mesiánicas.
-Entonces, ¿qué coño es el monolito? Todo el mundo sabe que se escribió el libro prácticamente a la vez que se realizó el film. La novela es mucho más explícita, y en este asunto también. Es un vigilante de una forma extraterrestre hiperavanzada-quetecagas que ayuda a la Humanidad a evolucionar en ciertos momentos claves (Clarke lo llamaba “patada evolutiva en el culo”). El primer monolito permite al mono descubrir la utilización del hueso como arma, que es el primer paso hacia la estructuración jerárquica, a través del uso de la fuerza, de nuestros antepasados primates. Uséase, el germen de la sociedad. El segundo es el que avisa que el hombre ha llegado a la luna (mediante una señal sonora) que, por tanto, está preparado para contactar con otras civilizaciones. El tercero es el que, definitivamente, trasforma a Bowman en un ente superior sin forma física, sólo intelectual... o quizás no. Quizás se le esté enviando de vuelta a la Tierra para reiniciar un ciclo de vida. Con lo cual estaríamos asistiendo a una idea de Resurrección, y volvemos a la primera pregunta. Kubrick dijo en su momento que el elemento religioso, necesariamente, está presente. Usted mismo, joven padawan.
-¿Por qué la famosa elipsis? Porque sino la película duraría tres meses. Otra explicación es que Kubrick considera que el hombre, realmente, no ha evolucionado nada hasta ahora. Viendo según qué cosas, uno no puede más que estar de acuerdo.
-¿Las siglas HAL provienen de llevar hacia atrás en el abecedario las siglas IBM? Arthur C. Clarke se ha hartado de decir, allí donde le han querido escuchar, que no. Son las siglas de "Heuristic ALgorithmic computer". Pero, oyes, en IBM tan contentos.
-Hablando de HAL... ¿se puede decir que tiene sentimientos? Es un tema interesante. Lo normal, al observar esa angustiosa escena en la que Dave Bowman (Keir Dullea, un tipo con suerte) le va desconectando poco a poco mientras HAL transmite sus miedos y se va, de alguna manera, retrotrayendo a su “infancia”, es pensar que sí. Sin embargo, se podría interpretar que HAL, que al principio dice que se le ha programado la expresión de sentimientos para empatizar mejor con los astronautas, lo que trata de hacer es manipular a Dave, tratando de apelar a una piedad de lo más humana; de hecho, ya antes nos ha dado muestras de que sabe mentir y manipular. Dave ni se inmuta, y esto nos lleva a una certeza indudable: no hay una pizca de humanidad en los humanos de la película. Son todos como robots: como ejemplos, la conversación del doctor Floyd con su hija, o la indiferencia con la que Dave recibe el mensaje de cumpleaños de sus padres.
-Is Darwin in da house? And Nietszche? Pues claro: la teoría de la evolución y el concepto de superhombre... no te has estrujado las neuronas, marcbranches. El segundo, de hecho, se encuentra de manera explícita a través del “Así habló Zaratustra”, de Richard Strauss. Sin embargo, Kubrick asegura que no eligió esa pieza pensando en Nietszche, sino al ver un documental de la BBC: pensó que era ideal de la muerte para su película.
-Hablando de música... Sí, la partitura de Alex North. Era una imposición de los estudios MGM, que querían un compositor de prestigio. North se enteró de que su B.S.O. había sido desechada... el día del estreno. Efectivamente, Kubrick era un cabrón de cuidado. Pero su decisión fue acertada: aún hoy, la NASA despierta a sus astronautas con el “Danubio azul” de Johan Strauss junior.
-¿Y la taquilla? Al principio, mal. Buena parte de la crítica se cebó con ella, y el público salía espantado de las salas, después de haber incluso pataleado y silbado. Sin embargo, al mes del estreno se empezó a generalizar un curioso fenómeno: muchos jóvenes entraban con la película ya empezada y se sentaban en los asientos delanteros. Durante la psicotrópica entrada de Bowman a la “Puerta estelar”, se empezaba a percibir un fuerte olor a porro... A los carteles promocionales se añadió la frase “2001 es el trip definitivo”. Eran los sesenta. La película acabó ganando mucho dinero.
-Sinceramente... ¿es para tanto? Es indudable que la película marca un antes y un después. “2001” Reinventó el género de la ciencia-ficción, empujó a toda una generación de cineastas y marcó nuevos límites al calado intelectual del arte cinematográfico. A partir de ahí, cada uno decide. Es indiscutible que la perfección técnica de la película es hasta exasperante (Sydney Pollack dice que “parece que se juega su prestigio en cada plano"), y estéticamente es un festín sensorial. Desde el punto de vista de la narrativa tradicional, el ritmo del film es, coherentemente, de “gravedad cero”, alargando escenas hasta la irritación, si no comulgas con la propuesta; apenas hay diálogo, lo que tampoco ayuda a la comprensión. Temáticamente es ambiciosa hasta la pomposidad, y su asumido cripticismo, a veces, parece un descomunal ejercicio de onanismo artístico del director británico. Lo único que puedo decir es que a mí cada vez que la veo me gusta más.
Estamos en 2008 y hoy se puede ya decir que Kubrick y Clarke no acertaron muchas cosas, y que desde luego acortaron demasiado los plazos. Pero esto ha ocurrido con todas las películas de ciencia-ficción, lo cual demuestra que es imposible adivinar el futuro. La lastima es que Kubrick no viviera hasta el 2001 para que hubiera comprobado, in situ, lo poco que importaba si había atinado con sus predicciones: “2001: una odisea del espacio” ha ido mucho más lejos que eso. Hasta Júpiter y más allá del infinito.
Escribir sobre “2001: una odisea del espacio” es una tarea que, a priori, para un juntavocales como yo, se adivina absurda, innecesaria y fuera del área intelectual del escribano; explicar, una vez más, el argumento (llámale argumento, llámale x) de la película, o decir que está escrita mano a mano con Arthur C. Clarke, sería redundante y aburrido. Se ha dicho y escrito todo lo inhumanamente posible, y aún así no se han descifrado todos los jeroglíficos que el señor Stanley Kubrick propuso al género humano, de algunos de los cuales ni siquiera él tenía la respuesta. Sin embargo, precisamente el espíritu abierto a la interpretación del que hace gala el legendario film nos permite responder a nuestra manera una serie de preguntas que nos plantea esta película elefantiásica, desmesurada y lisérgica que se ha convertido en uno de los referentes ineludibles de la Historia del Cine. Pregunta, pues, Marcbranches, que Marcbranches responderá con el escaso tino y criterio que le caracteriza.
-Ya que hemos empezado con ello... ¿El monolito es Dios? De entrada, no. Eso no quiere decir que el concepto de deidad esté muy presente. Pero, como dijo Clarke, es un concepto científico de dios, muy alejado de seres antropomórficos y leyendas mesiánicas.
-Entonces, ¿qué coño es el monolito? Todo el mundo sabe que se escribió el libro prácticamente a la vez que se realizó el film. La novela es mucho más explícita, y en este asunto también. Es un vigilante de una forma extraterrestre hiperavanzada-quetecagas que ayuda a la Humanidad a evolucionar en ciertos momentos claves (Clarke lo llamaba “patada evolutiva en el culo”). El primer monolito permite al mono descubrir la utilización del hueso como arma, que es el primer paso hacia la estructuración jerárquica, a través del uso de la fuerza, de nuestros antepasados primates. Uséase, el germen de la sociedad. El segundo es el que avisa que el hombre ha llegado a la luna (mediante una señal sonora) que, por tanto, está preparado para contactar con otras civilizaciones. El tercero es el que, definitivamente, trasforma a Bowman en un ente superior sin forma física, sólo intelectual... o quizás no. Quizás se le esté enviando de vuelta a la Tierra para reiniciar un ciclo de vida. Con lo cual estaríamos asistiendo a una idea de Resurrección, y volvemos a la primera pregunta. Kubrick dijo en su momento que el elemento religioso, necesariamente, está presente. Usted mismo, joven padawan.
-¿Por qué la famosa elipsis? Porque sino la película duraría tres meses. Otra explicación es que Kubrick considera que el hombre, realmente, no ha evolucionado nada hasta ahora. Viendo según qué cosas, uno no puede más que estar de acuerdo.
-¿Las siglas HAL provienen de llevar hacia atrás en el abecedario las siglas IBM? Arthur C. Clarke se ha hartado de decir, allí donde le han querido escuchar, que no. Son las siglas de "Heuristic ALgorithmic computer". Pero, oyes, en IBM tan contentos.
-Hablando de HAL... ¿se puede decir que tiene sentimientos? Es un tema interesante. Lo normal, al observar esa angustiosa escena en la que Dave Bowman (Keir Dullea, un tipo con suerte) le va desconectando poco a poco mientras HAL transmite sus miedos y se va, de alguna manera, retrotrayendo a su “infancia”, es pensar que sí. Sin embargo, se podría interpretar que HAL, que al principio dice que se le ha programado la expresión de sentimientos para empatizar mejor con los astronautas, lo que trata de hacer es manipular a Dave, tratando de apelar a una piedad de lo más humana; de hecho, ya antes nos ha dado muestras de que sabe mentir y manipular. Dave ni se inmuta, y esto nos lleva a una certeza indudable: no hay una pizca de humanidad en los humanos de la película. Son todos como robots: como ejemplos, la conversación del doctor Floyd con su hija, o la indiferencia con la que Dave recibe el mensaje de cumpleaños de sus padres.
-Is Darwin in da house? And Nietszche? Pues claro: la teoría de la evolución y el concepto de superhombre... no te has estrujado las neuronas, marcbranches. El segundo, de hecho, se encuentra de manera explícita a través del “Así habló Zaratustra”, de Richard Strauss. Sin embargo, Kubrick asegura que no eligió esa pieza pensando en Nietszche, sino al ver un documental de la BBC: pensó que era ideal de la muerte para su película.
-Hablando de música... Sí, la partitura de Alex North. Era una imposición de los estudios MGM, que querían un compositor de prestigio. North se enteró de que su B.S.O. había sido desechada... el día del estreno. Efectivamente, Kubrick era un cabrón de cuidado. Pero su decisión fue acertada: aún hoy, la NASA despierta a sus astronautas con el “Danubio azul” de Johan Strauss junior.
-¿Y la taquilla? Al principio, mal. Buena parte de la crítica se cebó con ella, y el público salía espantado de las salas, después de haber incluso pataleado y silbado. Sin embargo, al mes del estreno se empezó a generalizar un curioso fenómeno: muchos jóvenes entraban con la película ya empezada y se sentaban en los asientos delanteros. Durante la psicotrópica entrada de Bowman a la “Puerta estelar”, se empezaba a percibir un fuerte olor a porro... A los carteles promocionales se añadió la frase “2001 es el trip definitivo”. Eran los sesenta. La película acabó ganando mucho dinero.
-Sinceramente... ¿es para tanto? Es indudable que la película marca un antes y un después. “2001” Reinventó el género de la ciencia-ficción, empujó a toda una generación de cineastas y marcó nuevos límites al calado intelectual del arte cinematográfico. A partir de ahí, cada uno decide. Es indiscutible que la perfección técnica de la película es hasta exasperante (Sydney Pollack dice que “parece que se juega su prestigio en cada plano"), y estéticamente es un festín sensorial. Desde el punto de vista de la narrativa tradicional, el ritmo del film es, coherentemente, de “gravedad cero”, alargando escenas hasta la irritación, si no comulgas con la propuesta; apenas hay diálogo, lo que tampoco ayuda a la comprensión. Temáticamente es ambiciosa hasta la pomposidad, y su asumido cripticismo, a veces, parece un descomunal ejercicio de onanismo artístico del director británico. Lo único que puedo decir es que a mí cada vez que la veo me gusta más.
Estamos en 2008 y hoy se puede ya decir que Kubrick y Clarke no acertaron muchas cosas, y que desde luego acortaron demasiado los plazos. Pero esto ha ocurrido con todas las películas de ciencia-ficción, lo cual demuestra que es imposible adivinar el futuro. La lastima es que Kubrick no viviera hasta el 2001 para que hubiera comprobado, in situ, lo poco que importaba si había atinado con sus predicciones: “2001: una odisea del espacio” ha ido mucho más lejos que eso. Hasta Júpiter y más allá del infinito.
ACTUALIZACIÓN: Esta noche del 18 de marzo falleció, a la edad de 90 años, el escritor Arthur C. Clarke, víctima de una insuficiencia respiratoria. Valga este post como inopinado homenaje a este legendario impulsor de la ciencia-ficción literaria que ha sido guionista indirecto de varias películas. Descanse en paz, sr. Clarke, y salude a Stanley de nuestra parte.
23 comentarios:
Has entrado en un tema que me apasiona hasta "más allá de las estrellas". Creo que estaríamos horas hablando de esta peli. 2001, creo que ya lo dije en otra ocasión, es una obra maestra sin paliativos.
Voy a dejar pasar otros comentarios y despues seguiré con el tema. Ahora tengo que abrir el negocio.
Un abrazote.
Deberías leer las tres secuelas del libro (2010, 2061 y 3001) ya que muchas de las preguntas que te haces están resueltas.
El Monolito es una máquina dotada de inteligencia y encargada de avisar a sus creadores acerca de la evolución de la raza humana. Todo el tema de la serie es la inteligencia y la evolución. Hay una frase de Clarke que viene al pelo para describirlo: "tecnología indistinguible de la magia".
La novela es muchísimo más concreta. Al fin y al cabo, Clarke era divulgador y científico.
La inteligencia de Bowman es replicada en el monolito para ayudarle, "como un perro lazarillo" creo recordar. Bowman entiende mejor a la raza humana que el monolito. El cuerpo físico de Bowman es desechado.
Por tanto, ese clon de Bowman no es más que una especie de embajador entre humanos y el monolito y, además, un consejero del mismo. De alguna manera es inferior a lo que era.
La elipsis es el tiempo que pasa entre el momento en que el monolito interviene por primera vez en la historia (y en el libro se dice que esos homínidos se extinguieron y que la raza humana procede de una rama independiente que evolucionó sin su ayuda), hasta que lo hace por segunda vez, en Tycho.
Por último una acojonante coincidencia. En el libro la acción es en Saturno y en un momento dado la Discovery pasa por Japeto (cap: "El ojo de Japeto"). La descripción de esta luna fue tan exacta que un amigo de la NASA le remitió una foto sacada por la primera sonda que pasó por allí con la leyenda "justo como dijiste que sería"
Lo primero es lo primero, anro.
Pero bueno, si prefieres abrir el negocio antes, allá tú... ay esta juventud, que confunde las prioridades... Es broma. Aquí te esperamos.
Hola, contremo, bienvenido al pisito. Lo cierto es que mis preguntas ya están contestadas en el mismo post. No he leído las secuelas, pero tengo una idea aproximada de su argumento. Sin embargo, hay que dejar claro que la película se distancia de la novela de manera voluntariamente críptica. Kubrick pretendía, y alentaba, que cada uno tuviera su propia interpretación de la película, y así lo manifestó repetidamente en múltiples entrevistas, aunque se llegaba a asombrar (pero no molestar) por algunas de ellas. Así que todas las dudas razonables que plantea el film siguen siendo válidas; las continuaciones literarias posteriores se refieren al libro, y no al largometraje. Creo que la frase de Clarke se refería a que cuando la tecnología superaba nuestros conocimientos o nuestra capacidad de comprensión, para el ser humano no había ninguna diferencia con la magia. Es una buena reflexión, que cose elementos tan aparentemente contrapuestos como la ciencia y la magia. Saludos y gracias por la aportación.
Llevaba, compa Marc, un montón de días cavilando acerca de qué título me podría venir bien para revitalizar esa sección de mi blog que tan abandonada venía teniendo en estos últimos meses -sí, sí, ésa que tú bien conoces, dedicada a las pelis que no he visto-, cuando, mira tú por dónde, has venido a solventar todas mis cavilaciones. Ya la tengo, ya la tengo...
Porque la cosa es que ésta hubo una ocasión en que empecé a verla (además, en un cine-club de esos de cinéfilos sesudos y tal, y tal...), pero con esto de que era media tarde, la calefacción estaba un poco alta, yo andaba un pelín cansado... En fin, no te cuento el final de esta peli, que seguro que ya te lo barruntas. Pues eso, pues eso: que no cuenta como vista.
Eso sí, tu reseña, como siempre, espléndida; y tu rememoración del amigo Pumares, antológica (y todavía habra quien se piense por ahí que esto del friquismo lo ha inventado el Chiquilicuatre ese de los c.....).
Un fuerte abrazo, compa, y buen fin de semana.
Cuando Kubrick presentó el film dijo: "Que nadie busque significados religiosos en 2001"..o sea que fuera ésto.
Yo sí creo que Kubrick sí que especula con la idea de que la vida humana, tal como la conocemos, puede tener un final. Esta vida, a su término, puede ser sustituída por otra u otras más evolucionadas, ya que nosotros no somos los únicos seres inteligentes del Universo.
Para Kubrick, la inteligencia es un concepto que se enhebra y se extiende hacia un extremo y otro de los límites del tiempo, más allá de los espacios que ahogan el presente.
Tanto Kubrick, como Arthur C. Clark decidieron utilizar el monolito como elemento místico (ojo, repito, no religioso) para representar, en cierta forma el paso de un estadio a otro.
En principio Hal, no iba a ser tal, sino Athena, diosa de la sabiduría, nacida de la cabeza de Zeus. Naturalmente hubiera de haber sido doblada por una mujer. Se abandonó la idea porque podría dar lugar a un equívoco que implicara cierto tipo de relación sexual entre la computadora y los astronautas.
Efectivamente HAL es una acrónimo de Heuristic and Algorithmic.
Kubric, cuando estrenó el film, recibió llamadas en relación a que HAL eran las letras anteriores a IBM. Ek director se asombró de la imaginación portentosa de quien había pensado tal cosa. Se carcajeó después y por supuesto no retiró el nombre de hal, como le exigían.
¿Podemos seguir con más cosas?...porque está tambien la cuestión del Acido Lisérgico en las imágenes del viaje hacia las estrellas......
Ya te digo, con esta peli se puede hacer una tertulia de horas.
Un abrazote. Ahora tengo que cerrar.
Impresionante texto señor Branches: es como si me lo hubieras extraído del pensamiento, porque es todo, todito, todo lo que pienso sobre la película. Leí el libro y no entendí nada; vi la película y me pasa como a ti: cuanto más la ves más te gusta, pero siempre por algún elemento cinematográfico, nunca de contenido.
De todo este embrollo sólo podemos estar seguros de 2 cosas:
1-Si el último tercio de película es críptico es porque ni Kubrick ni nadie tiene puta idea de qué y cómo son esos "extraterrestres", así que cuanto más raro más tardarás en quedar obsoleto.
2-O Pumares es un zumbón posmoderno o no se entera de nada ¿Dios? ¿de qué?
Enhorabuena y nos leemos!!!!
2001 quoque, fili mei... Manuel, tu listado de "las que no he visto" comienza a ser inquietante. Entiendo, de todas maneras, que las circunstancias no te ayudaron en tu primer intento. Prueba a verla durante unas vacaciones. Y luego, vuelve a verla. En cuanto al momento Cebolleta... Te juro que he estado a esto de colgar la canción de Gloria Lasso que abría "Polvo de estrellas" al inicio del post, en lugar del "Así habló Zaratustra". Luego pensé que no encontraría demasiada complicidad, y que, además, lo convertiría en un post en exceso personal, y opté por la opción más previsible; de todos modos, la canción anda escondida por el artículo. Saludos.
Anro, no descartes interpretaciones religiosas. No sé si es cierta esa aseveración de Kubrick durante el estreno, pero sí sé (Arthur C. Clarke dixit en DVD de la película) que Kubrick no se cerraba a ese prisma para la película, eso sí, fuera de connotaciones cristianas o de cualquier otra índole. Kubrick hablaba de deidades; de que esos extraterrestres, debido a su omnipotencia y omnisciencia, cubren a la perfección nuestra efinición de deidad, y que por tanto se les podría considerar así. Kubrick aceptaba la religión como un asidero abstracto para el hombre, una justificada necesidad de buscar un objetivo final, y una explicación plausible para lo desconocido; lo consideraba una suerte de motor humano. Palabra de Kubrick (amén).
En cuanto a la especulación sobre el fin de la vida humana, recordar que "2001" no sólo está basado en "El centinela", sino también en "El fin de la infancia" (también de Clarke), en la que la raza humana se extingue (después de la llegada y tutelaje de unos alienígenas) para dar paso a otra superior... Por tanto, tu apunte es muy válido. Efectivamente, la película da para horas de debate abstracto-filosófico-mataneuronas. Saludos.
Sesión, te he leído justo después de colgar mi comment anterior. ¿E como si te lo hubiese extraído del cerebro? ¿Todavía no has notado el agujerito?
Se hicieron muchos bosquejos y bocetos sobre la forma de los extraterestres para la película. Al final Kubrick decidió que era mucho mejor no mostrarlos: cualquier forma antropomórfica no haría justicia a su grandeza, y el efecto sería mucho mayor. En cuanto a Pumares... zumbón postmoderno no creo: te hablo de hace así como un par de décadas. No es el único que lo ha interpretado así, y no es una barbaridad, siempre que se deje claro que no es un dios perteneciente a una confesión concreta y existente hoy en día. No sé si Pumares iba por ese camino, mis recuerdos no llegan a tanto. Saludos.
Mis recuerdos de Pumares se reducen al Fibergran... y los de la película, especialmente, a la parte final. Aunque eso sí, toda ella es bella y parsimoniosa.
En cuanto a los sentimientos de HAL, me temo que sí existen, al menos es lo que parece intuirse del capítulo de Futurama en el que el robot Bender se pone a salir con la nave...
Un saludo (y bravo por el post).
Está claro que Matt Groening va a acabar por distorsionar la memoria histórica de toda una generación... No tenía ni idea de a qué te referías, Hatt, con lo del Fibergran, lo he tenido que mirar en internet. Ahora resultará que nadie le recuerda del "Crónicas marcianas"... La verdad es que es todo un personaje, y estaba muy en la línea de la radio que se llevaba en Antena 3 en aquella época, que estaba liderada por José María García, otro que tal. Gracias por el "bravo" y saludos.
No quería decir nada, pero me acordé de aquella frase estúpida que viene a decir:
"De los cobardes nunca se ha escrito nada".
Así que, pecho fuera, y chaleco anti-balas a medida:
Yo fui uno de los que, en el estreno en BCN de 2001, casi se va en el intermedio a dar un garbeo; era por entonces más joven que ahora; luego, como cinéfilo consecuente, la he visto varias veces; incluso me he comprado el dvd; pero reconozco que me lo he comprado con un pelín de mala intención: la de hacer mi propio montaje de una película a la que le sobran ¡SÍ, LE SOBRAN, ¿QUÉ PASA?! un buen montón de minutos, sin los cuales, ciertamente, sería una obra mayor, que no maestra, en opinión propia, claro.
Y conste que me leí, también varias veces, el relato que Arthur publicó después de escrito el guión, justamente en la magnífica colección "Libros RTVE" (que demuestra que la tele antes era idiota, pero no tanto como hoy).
El comentario, Marc, ¿puedo llamarte Marc? es, como siempre, muy bueno; los interrogantes están ahí y muy bien colocados; pero, a la película, a la película, le sobra casi una hora de imágenes que, cinematográficamente, son un pecado de aburrimiento.
Para mí, esa película es el inicio del declive de un buen director....
Como yo ahora me voy, dejo por ahí mi chaleco anti-balas para que vayáis practicando....
Saludos.
Hola Josep. No, no me puedes llamar Marc: después de decir que Stanley Kubrick es un buen director, como si fuese un Robert Zemeckis cualquiera, sólo te permito dirigirte a mí como Ilustrísima Vuecencia. Y acabar cada frase con el latiguillo "a sus pies, majestuosa deidad".
En cuanto al resto de tu exposición, tengo una pregunta: el relato que leíste, ¿era "El centinela" o era el libro "2001"? Puntualizo que "El centinela" es anterior a la película, y la novela es posterior. Por lo demás, entiendo perfectamente tu postura. Yo, la primera vez que la vi, pensé algo similar, pero a lo bestia: que le sobraban TODOS los minutos. No entendí, hablando en plata de ley, un carajo. En sucesivas visiones he comprendido el porqué de todas las cosas, pero es un juego conceptual tan radical que si no se entra puede ser profundamente irritante. Estuve a punto de cambiar la estructura del post, y hacer un apartado para los pros y otro para los contras, poniéndome en la piel de alguien que adora el film y alguien que lo aborrece. Hubiera estado divertido, pero largo de cojones. Más. Gracias por tu aportación, que esperaba con ganas: no podía ser que a todo el mundo le gustara tanto esta película. Saludos.
Voy a seguir dándole a la porra, amigo Marcbranches, y como hoy es sábado puedo abrir el negocio un poquito más tarde.
A pesar de lo que he leído del amigo Josep, yo proclamo que esta peli es admirable y asombrosa por muchos conceptos. Al margen, 2001 está conectada a mí por muchas razones, que naturalmente obvío.
Dicho lo cual, al grano. Si mal no recuerdo ARthur C. Clark en "El Centinela", deja claro el origen del monolito o "máquina", que además se presenta de tres formas: Una transparente, otra como una "losa de ébano" y como una puerta.Sin embargo Kubrick, en las cuatro ocasiones que presenta el artefacto, éste es siempre del mismo color y de las mismas dimensiones, por lo que recalca con ello el carácter mítico y no mecánico del monolito.
En todos los archivos que tengo sobre Kubrick, solo en su declaración a la revista "Film and Filmning" dice lo que apunté en mi paso anterior. Por otra parte el director siempre fue reacio a contestar a los torrentes de tinta religiosa o pseudoreligiosa que hizo correr el dichoso monolito. Estas filigranas teológicas no solo fueron fruto de las preclaras mentes críticas españolas, algún crítico francés identificó al monolito con el "Príncipe de las Tinieblas....¡my god¡.
De todas formas coincido contigo en el carácter simbólico del paralelepípedo, ya que su presencia coincide con los momentos más importantes del film: el paso de los simios a seres inteligentes; avisando en la Luna, que ha sido visitada por seres inteligentes, siendo centinela de "otras dimensiones" en Júpiter y por último propiciando un nuevo salto evolutivo de la humanidad-
Hay una diferencia muy grande entre 2001 y "El Centinela". En el film Kubrick revisiona el pesimismo con el que terminaba su magnífica "Telefono Rojo...". En 2001 el feto de la imagen final es la esperanza frente a la insinuación de un holocausto nuclear que apunta Clark en su novela. Es cierto que el escritor se retracta en "2010, Odisea dos", donde retoma un misticismo religioso....pero Clark empezaba a perder la olla.
No me resito a citar la frase con la que concluy Rogert Ebert su excelente crítica a 2001:" Llegamos a ser hombres cuando aprendimos a pensar. Nuestras mentes nos han dado las herramientas para entender dónde vivimos y quienes somos. Ahora es el momento de dar el próximo paso, de saber que no vivimos en un planetas, sino entre estrellas y que no somos carne, sino inteligencia"
Disculpa mi rollo sabatino...Un abrazote.
Fantástico post, Marcbranches.
Pero, bueno, yo me limitaré a decir que también había pasado muchas noches seguidas escuchando el 'Polvo de estrellas' del peculiar Carlos Pumares.
Era divertido. Pero es que además, por aquellos años, en donde vivía pocas emisoras se sintonizaban. Y programas de cine, añun menos. Antena 3 (por entonces exclusivamente radio), se oía, pero mal y con muchos ruidos. Pero allí me quedaba yo, con los auricolares puestos y adelante. ¡Qué gritos pegaba el hombre! Y lo del "monolito" toda una frase clásica.
Este es un verdadero blog sobre cine en torno a la seriedad con que encaras los temas. Me gustaría que me des tu opinión sobre mi blog.
Anro, es evidente que esta película no es para ti cualquier cosa. Coincidimos, por tanto, en que a Kubrick le interesa que haya varias interpretaciones del filme, puesto que es eso lo que busca. Efectivamente, el final también se aviene a distintas miradas, que en cualquier caso son mucho menos apocalípticas que lo que insinuaba Clarke en un primer momento. La idea de resurrección, de vuelta al inicio del embrión, se ve reforzada por la última escena, en la que se ve al feto mirando hacia la Tierra, y quizás ¿viajando hacia ella? Chilosá. Aunque mi ateísmo me lleva hacia una interpretación más cercana a lo expuesto en el libro, no sería objetivo si obviase la posibilidad de cierto aroma teológico en la película, lo cual, además, enriquece el debate. Saludos.
Cineahora, yo escuchaba Antena 3 perfectamente. Era todo un referente, gustase o no, y yo escuchaba varios programas suyos, incluídas tertulias políticas mucho más plurales que las que se pueden escuchar hoy en día. Había pocos programas de cine, pero los había. Yo diría que por aquella época Alex Gorina, en Catalunya Radio, también tenía un programa nocturno similar, aunque claro, con un estilo absolutamente distinto. Gracias y saludos.
Kimono, gracias y bienvenido. Aunque no tengo muy claro lo de la seriedad, viendo algunos de mis posts... prometo pasarme por tu blog en cuanto pueda. Saludos.
Está claro que 2001 es una película que levanta pasiones, tanto para bien como para mal, y eso no puede ser malo.
Yo confieso que, de momento, no le he pillado el truco al asunto. He visto la película entera, pero tengo que decir que me costó conseguirlo: solo lo logré al tercer intento. Las dos primeras veces que empecé a verla la dejé a la mitad, y es que tienes razón cuando dices que esta es una película que, para disfrutarla, tienes que entrar en el juego o en caso contrario puede resultar de lo más irritante.
Al tercer intento me dije que tenía que verla entera, aunque solo fuera por cabezonería. En resumen, no es una película que me entusiasme, y el caso es que tiene momentos que me gustan, pero otros que se me hacen interminables. Recuerdo lo descolocada que me dejó el final.
Le daré una cuarta oportunidad cualquier día. Lo prometo.
Que buenos recuerdos me has traido a la mente con el programa del gran Pumares, puro espectáculo radiofónico. Lo que mas me fascinó siempre de este hombre, era su imprebisibilidad, porque lo mismo se ponía a conversar encendidamente con algún oyente sobre las películas de Bruce Lee, como mandaba a paseo a otro por preguntarle acerca de alguna obra maestra. Su programa y "Lo que yo te diga" de la SER, eran de mis favoritos en aquella época, cuando estaba a punto de terminar el bachillerato. Respecto a "2001: Una Odisea del Espacio", tengo que confesar que no está entre mis películas favoritas (me dejó un poco frío cuando la ví hace mucho tiempo) aunue ahora que lo pienso, tal vez merezca una revisión por mi parte, ahora que ya tengo algunos años a cuestas y la sesera más hecha.
Saludos y me declaro nuevo lector de vuestro blog.
Laura, ¿una cuarta oportunidad? Eso ya roza el masoquismo... Yo creo que si a estas alturas no te entra (con perdón), ya no te entra (con perdón). Saludos...
Anchiano, te ordenamos, pues, Padawan Novel de la Linterna (nivel 1 de midiclorianos). Bienvenido. No se puede negar que Pumares, cinematográficamente, era de lo más ecléctico y heterodoxo. Hasta hace un tiempo, si no recuerdo mal, tenía un blog llamado, vayapordioshombre, "El monolito de Pumares", en el que divagaba cosa mala también... "Lo que yo te diga" nunca me ha entrado por los oídos, sinceramente. Cosas mías. Saludos.
El monolito era Pumares. Ésa era la clave.
2001 va más allá del cine. Es algo vivo, un ente, algo monstruoso.
El que un día fuera Bowman viajó en el tiempo hasta la década de los 30. Al entrar en los estudios MGM, se dice que exclamó:
"Dios mío, está lleno de estrellas".
Resumiendo sobre la película: Bigger than life
Esta era la frase que tenía que haber dicho Pumares: "¡¡EL MONOLITO SOY YO!!". Con lo cual, el círculo quedaría cerrado con la simetría Pumares=Dios. Bigger than life. Saludos.
Distinguido Señor...(no, eso no era)... Admirado CondeDuque... (no, me parece que tampoco)... Su Señoría...(no, que no es esto...) yalotengo, yalotengo... ¡susordenes mi cabochusquero! (me parece que no acierto...) (Nada, que no me sale... me acordaré cuando termine, ya verás...)
A lo que iba: leí primero la novela, que es la publicada en la colección RTVE, pero, si no recuerdo mal, después, en un recopilatorio, leí El Centinela.
Para mí, el mensaje de la película siempre ha estado claro, con ese monolito que representa una fuente de sabiduría externa que incita más que ayuda y sigue pacientemente el desarrollo de la humanidad conocida (cada cual la intepreta según su entendimiento) y el discurso me parece inteligible, pero, insisto, pesado, por la excesiva recreación en detalles fútiles que no aportan nada a la idea principal: ni sirven para esclarecerla en un sentido u otro, ni la refuerzan: esos bailes siderales "low-motion" son un rollo y una pérdida de tiempo, sin ser comparables con el concepto de "morosidad" que a veces manejamos al hablar de cine.
Estoy convencido, y me explayo, que Kubrick empezó en "2001..." a mirarse el ombligo a cada minuto, recreándose tanto en "su obra" que no se atrevió ya más a usar las tijeras que tan bien utilizaba antes: ¿o es que nadie ha visto sus películas anteriores a ese año de 1968?
Atraco Perfecto es un modelo de planificación y la fuerza y garra de guiones tan espléndidos como Senderos de Gloria o Lolita parecen de otro director, a mi gusto, muchísimo mejor.
"2001..." tiene detalles estupendos, como la famosísima elipsis del hueso y la confrontación hombre contra máquina, pero se extiende demasiado con el bolígrafo y el velcro de los c.
¿Cómo era? ¡Ah! ¡Sí! Baccio la sua manno, mío Cardinale....
¿Bacciolocualo? Io non capisco niente. Remítase, por favor, a la fórmula protocolaria publicada en el Boletín Oficial de la Linterna (BOL).
En cuanto al mensaje de la película, a los que hemos leído el libro nos parece más evidente de lo que es en realidad: hay que verla con ojos vírgenes para captar el magnitud del jeroglífico. Insisto en que Kubrick es críptico porque quiere serlo: si quisiera seguir el argumento de la novela, tenía recursos de sobra para hacerlo. Quería un cuadro abierto, y lo consiguió. ¿Prefieres otras películas de Kubrick? Yo también. Ninguna como "Lolita", en mi opinión. Pero muy pocas películas han sido tan influyentes como "2001", y su capacidad hipnótica, su fuerza revolucionaria y el hecho de que se pueda ver hoy en día sin que nada de lo que veamos parezca pasado de moda, incluyendo F/X, es poco menos que un milagro. Ahora bien, si se trata de "venga, esta tarde nos ponemos una de Kubrick. ¿Cuál vemos?" pues es muy probable que escoja otras como las que apuntas. E incluso alguna posterior como "La chaqueta metálica". Saludos.
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