RSS
Weblog dedicado al mundo del cine, tanto clásico como actual. De Billy Wilder a Uwe Boll, de Ed Wood a Stanley Kubrick, sin distinciones. Pasen, vean y, esperemos, disfruten. Si no es así, recuerden que NO han pagado entrada.
9

BAÑO DE MULTITUDES




Si una película se mediera por las escenas que han sido capaces de impresionar al espectador, Juegos secretos estaría muy bien situada, ya que cuenta con tres auténticamente memorables. Una de ellas, (la más Light, si queréis, pero una de la que sugiere más cosas) nos muestra la escena de pánico colectivo que provoca la irrupción de un corruptor de menores (Jackie Earle Haley, el futuro Freddy Krueger) en una piscina, irónicamente, ante la presencia de Patrick Wilson, que en Hard candy también quería mucho a los niños. Como la cosa está bastante revuelta (y si no, que se lo pregunten a Ratzinger Z) en cuestión de segundos se vacía la piscina, provocando más histeria que el falso tiburón de Spielberg (”¡él me obligó!”).

Y ya que he mencionado a Benedicto, como soy muy respetuosa con las normas, me voya tomar unos días de descanso espiritual, de los que espero venir totalmente renovada.
10

DULCE PÁJARO DE JUVENTUD



Hay películas que forman parte de la educación sentimental de cada persona; algunos jóvenes de cierta época se sintieron identificados con Antoine Doinel, demostrando su ya incipiente cinefilia; pues bien, en mi caso dos de las películas que marcaron mi adolescencia fueron dirigidas por Elia Kazan, y eso es algo que siempre le reconoceré, aunque luego cambiara mi concepto sobre él. Una fue Al este del Eden, y la otra Esplendor en la hierba. En ambas se retrata una parte del pasado, y hay un hecho histórico que sirve de detonante del drama: la guerra en una y el gran crack de la Bolsa en la otra.

Basada en un guión del escritor William Inge, Esplendor en la hierba trata la relación de uno de los chicos más ricos del pueblo, Bud (Warren Beatty), con una chica de familia más modesta, Deanie (Natalie Wood). Los dos se quieren, pero hay un pequeño problema: él está con las hormonas revueltas y necesita desahogarse, pero ella ha recibido una educación muy estricta por parte de su madre, que está obsesionada con que llegue virgen al matrimonio. La solución para él es fácil, se lía con el putón verbenero de la case y ya está, pero para ella es muy más difícil; la dualidad de lo que siente y lo que le han enseñado hace que enferme psicológicamente. Curiosamente, su enfermedad supondrá la salvación de su familia, al tener que vender sus acciones para afrontar los gastos médicos poco antes del hundimiento de la Bolsa.

Kazan fue un gran director de actores. Warren Beatty no era James Dean, pero en su primera actuación supo dar la imagen de chico guapo que en realidad lo que desea es llevar una vida sencilla; aún así le superó Natalie Wood que consiguió una de sus mejores interpretaciones; tampoco podemos olvidar a Pat Hingle como el padre de Bud, en uno de esos papeles “bigger than life” del cacique del pueblo, deseoso de que su hijo siga su camino.

Seguro que a los jóvenes de ahora les debe parecer absurda toda esta represión sexual, pero creo que cualquiera de ellos puede identificarse con la confusión ante el despertar a la sexualidad, o la influencia de lo que opinan nuestros padres sobre nuestro comportamiento. Además, muestra perfectamente la diferencia entre el amor de la adolescencia, idealizado, y el amor adulto, que conoce los defectos y limitaciones de la pareja, basado en el compromiso… pero eso no implica que no podamos evitar recordar con nostalgia y cariño al primer amor, que siempre permanecerá como algo especial en el recuerdo, como muy bien muestra el poema que da título a la película, y que no es una oda a Jamaica, como os podíais pensar.
13

TIEMPOS REVUELTOS (LA SERIE)



Sé que probablemente me estoy poniendo un poco pesadita con el tema, pero finalmente parece que el gran momento que están atravesando las series norteamericanas se está, confirmando con directores como Martin Scorsese, Steven Spielberg o la flamante ganadora del Oscar Kathryn Bigelow ya han dado el salto. No es casualidad que la mayoría de ellos lo hagan para la cadena que sirvió de detonante para esta edad de oro y cuyas siglas ya se han convertido en un equivalente de calidad: la gloriosa HBO.

Antes había habido algún que otro caso aislado, como el de Tarantino, que dirigió un episodio de Urgencias y dos de CSI, pero ahora la tendencia ya parece ser imparable. De hecho, Spielberg comenzó en la televisión, hace unos años volvió a ella con Hermanos de sangre y ahora estrena lo que podría ser su continuación, o sencillamente otro punto de vista de la misma historia: The pacific, que podría formar un todo con Salvar al soldado Ryan, y asimismo produce United States of Tara. Bigelow tampoco es una novata en la televisión, pues había participado en Homicide y Karen Sisco, pero The miraculous year podría ser su gran espaldarazo en este medio. Marty produce Broadwalk Empire y dirige el episodio piloto, escrita por uno de los guionistas de Los Soprano, Terence Winter, y lo poco que hemos podido ver hasta ahora de ella es sencillamente espectacular.

No sólo los directores han caído rendidos ante las posibilidades del nuevo medio, también los actores han encontrado ahí un refugio, lejos de las pantallas verdes, efectos especiales y 3D, y así podremos ver a Dustin Hoffman y Nick Nolte en Luck, sobre la mafia de la hipica, dirigda por Michael Mann y escrita por uno de los guionistas de Deadwood. Todd Haynes dirigíría a Kate Winslet en una versió de Milderd Pierce, y la lista cada vez se irá haciendo más larga.

Pues bien ¿qué os parecería si no pudiéramos disfrutar de todas estas maravillas, al menos a nuestro gusto? El pasado viernes se aprobó la llamada “Ley Sinde”, y en su disposición final permitirá que el gobierno pueda cerrar “by the face” cualquier página web, a fin de evitar la piratería en Internet. Una vez más, los políticos viven totalmente de espaldas a la realidad. Me parece muy bien que persigan a los que se dedican a hacer copias ilegales para su venta, pero otra cosa muy distinta es el que ve online o se descarga para uso particular cualquier cosa. Internet es una herramienta poderosísima, que ha conseguido que la cultura en cualquiera de sus formas esté al acceso de cualquiera, con todo lo que eso conlleva (para bien y para mal). Creo que desde la imprenta no ha habido ningún invento que haya hecho tanto por la democratización de la cultura. Eso ha implicado muchas cosas. Por ejemplo, la televisión se ha quedado desfasada: la gente quiere verla cómo y cuando quiere, pasando de la dictadura de los interminables anuncios. Además, hay películas o series que, por los motivos que sean (los caminos de las distribuidoras son inescrutables) tal vez no lleguen nunca a nuestro país, o tarden mucho en llegar: con Internet ese problema ya no existía. Para protestar por la aprobación de esta ley, el viernes numerosas páginas web, entre ellas la emblemática seriesyonkis.com cerraron durante todo el día. La revolución silenciosa ha empezado.
2

WASHINGTHON, CAPITAL



En una tontorrona comedia romántica de cuyo nombre no quiero acordarme (y no quiero parafrasear al Quijote), el protagonista explicaba a un amigo cuales iban a ser sus armas de seducción y éste decía “¿Como Denzel?” “Mejor que Denzel”, le respondía, a lo que su amigo exclamaba “¡Nadie es mejor que Denzel!”. Creo que esta escena refleja mejor que nada lo hondo que ha calado el actor sobre el que vamos a hablar a continuación.

Denzel Washingthon empezó en la televisión, y al igual que George Clooney, su principal éxito fue interpretando a un médico, en Saint Elsewhere, y eso le permitió dar el salto a la pantalla grande, pero si nos fijamos en uno de sus primeros papeles en el cine, en Historia de un soldado, como Peterson, el militar concienciado sobre su raza, serviría muy bien para definir cómo serían sus personajes en el futuro; de ese modo fue Biko en Grita libertad, un soldado perteneciente a un regimiento compuesto por negros que lucharon en la guerra de la Sucesión para dejar de ser esclavos (que le hizo merecedor de un Oscar como actor de reparto)en Tiempos de gloria, o Malcom X.

Si ha habido algún director al que le haya preocupado la problemática racial ese ha sido Spike Lee, y Denzel se convirtió en su actor favorito, con títulos como Mo’ better blues, Una mala jugada y Malcom X, aunque no volverían a repetir hasta varios años después con Plan oculto, que pese a su calidad ya era un entretenimiento puro y duro.

Como no puede irse de panfleto por la vida, también hay películas comerciales en su repertorio, desde las de terror sobrenatural como Fallen a recreaciones de cine negro como El demonio vestído de azul (donde le ganaba Don Cheadle), y la verdad es que no dice demasiado en su favor que su director favorito a la hora de trabajar sea el hermanísimo (El fuego de la venganza, Deja vu, Asalto al tren Pelham 1,2,3)

Huracán Carter fue una de esas típicas películas destinadas a conseguir una nominación al Oscar: biopic de boxeador, en este caso encarcelado injustamente. No es Toro salvaje, pero reunía todos los requisitos para complacer a la Academia, aunque no lo ganó en esta ocasión, sino con Training day. La imagen de Denzel y Halle Barry abrazados sosteniendo cada uno su estatuilla hizo tanto por la igualdad de derechos afroamericanos como todos los discursos de Martin Luther King juntos; no se podía ofrecer mejor imagen del Black power que la de ellos dos, tan guapos y elegantes, y sin duda fue un gran paso adelante para la era Obama que se acercaba.

Películas como Philadephia o John Q.tenían algo de esa carga de de denuncia social que parecían ser tan de su agrado al comienzo de su carrera, aunque combinándolas con blockbusters del tipo de El informe pelícano o American gangster. Ha trabajado también como director en Antowne Fisher y The great debaters y tal vez pueda prometer más en este aspecto últimamente que como actor, ya que películas como El libro de Eli, con la que podemos verle ahora en cartelera, no creo que contribuyan mucho a su carrera.
4

CONCURSANTE



La globalización tiene efectos muy curiosos. Ahora ya puedes ir al rincón más apartado del planeta, pero seguro que encontrarás un McDonald’s o en la televisión pasarán alguna versión de un programa tipo La ruleta de la fortuna, Gran hermano o ¿Quiere ser millonario?.

Oh Danny Boy(le) es un director algo irregular, aunque interesante, y con Slumdog millionaire consiguió reverdecer laureles,con una película que curiosamente recuerda más a sus orígenes de lo que parece.

Estamos en la versión hindú de ¿Quiere ser millonario? y un muchacho que proviene de las calles de Bombay, Jamal (Dev Patel), está a punto de llevarse el premio gordo del concurso, lo que hace que crean que está haciendo trampa ¿cómo es posible que sepa todas las respuestas alguien que es medio analfabeto?.

Mediante flashbacks vemos toda la historia de Jamal; una infancia que recuerda a las novelas de Dickens, con un buceo escatológico incluido como el de Trainspotting. Jamal y su hermano Salim viven a un paso entre la picaresca y la delincuencia, ya que no tienen muchas más opciones, y mientras uno acaba ingresando en una banda el otro se hace repartidor de te para teleoperadores. Por su exotismo y colorido podría recordar a Ciudad de Dios, pero no van por ahí los tiros.

De repente, la trama da un giro y se convierte en una especie de Quiz show, en el que se demuestra la corrupción de los concursos televisivos, aunque usando métodos más extremos que los de la película de Redford.

El ritmo es ágil, la cámara se mueve sin cesar y la historia tiene interés, con alguna que otra pincelada de humor. Además, la última parte tiene el suspense necesario, culminando en una escena de los más significativa: el triunfo de Jamal mientras Salim muere en una bañera llena de billetes, al más puro estilo tío Gilito.

El único fallo que le encuentro es que, aparte de que ya era previsible cuál iba a ser la última pregunta, ésta es demasiado fácil, cuando uno de los argumentos de la desconfianza que tenían de Jamal es que concursantes de una cultura mucho mayor no habían conseguido superar las pruebas, pero aún así se ve con agrado y el numerito musical final tipo Bollywwod consigue que el espectador se vaya con un buen sabor de boca.

Tal vez la mezcla de estilos e influencias sea una muestra más del poder de la globalización, y que ésta tenga sus aspectos positivos… aunque las cejas de Sobera siguen siendo inimitables.
15

YO TAMPOCO BEBO VINO




La verdad es que me tienen un poco hartita con toda esa histeria adolescente por Crepúsculo. Hordas de quinceañeras asistiendo al estreno del trailer (si, si, trailer) de la tercera entrega de la saga, como si fuera el gran acontecimiento del año. Ni que Robert Pattinson fuera el primer vampiro sexy y/o romántico (táchese lo que no proceda) que ha habido. Y si no, que se lo digan a Gary Oldman, que en el Dracula de Coppola sí que era romántico a más no poder, aunque no fuera tan guapo (ni falta que le hacía). Por si hubiera alguna duda sobre ello, la gran Annie Lennox le terminó de dar aún más romanticismo con la bellísima Canción de amor para un vampiro. ¿Hay color o no hay color?.
6

EL CIELO PUEDE ESPERAR



Empujada por un trailer que me gustó mucho, e ignorando las críticas tan poco positivas que tenía, decidí ir a ver The lovely bones. Eso demuestra que no hay que hacer demasiado caso ni a unas cosas ni a otras.

El pequeño hobbit nos había dejado con las ganas de saber cual sería su siguiente película tras un proyecto tan ambicioso como El señor de los anillos; después hizo King Kong, que en realidad fue la oportunidad de quitarse de encima una fijación de la infancia, de modo que casi no cuenta, y a continuación The lovely bones.

Basada en un best seller, trata sobre una niña, Susie Salmon ( Saoirse Ronan) que es asesinada y desde una especie de “cielo” personal observa cómo transcurre la vida de su familia sin ella.

Lo mejor de la película son los trozos “terrenales”; está muy cuidada la ambientación sesentera y tiene interés ver cómo reacciona cada miembro de la familia ante el hecho del asesinato de Susie, que les va destrozando poco a poco. Desde el padre, Jack (Mark Wahlberg), obsesionado por encontrar al culpable, a la madre, Abigail (Rachel Weisz), que prefiere ignorar el hecho y empezar una nueva vida. Pero no estamos hablando de La habitación del hijo, ni nada por el estilo.

Sin embargo, lo peor son las escenas “celestiales”; sin duda Jackon tiene un imaginario, aunque sin llegar a los extremos de Tim Burton, Terry Gilliam o Guillermo del Toro, y aquí tenía la oportunidad de echarle rienda suelta; se ha de reconocer que algunos momentos son muy bellos, pero el conjunto resulta más bien empalagoso y con un cierto tufillo de new age que no le favorece nada, que llegan a bordear el ridículo cuando por fin Susie llega al cielo. Tampoco queda demasiado claro el porqué la familia de Susie sospecha de George Harvey, y las interacciones de los dos mundos no siempre son afortunadas.

El reparto es muy interesante, y aunque Rachel Weisz y Mark Wahlberg se limitan a cumplir con corrección, Saoirse Ronan se confirma como joven promesa a tener en cuenta, ya que sus ojos y su sonrisa lo dicen prácticamente todo, Stanley Tucci sigue siendo un robaescenas consumado y Susan Sarandon se apodera de cada una de las escenas en las que aparece con toda la facilidad del mundo. Pero aún así nos deja una enorme duda: ¿Seguro que la ha dirigido al mismo Jackson de Criaturas celestiales?

9

AND THE WINNER ¿IS...?




Fin de semana de Oscars, como ya sabréis. Pero la verdad es que la gala de este año promete ser una de las más aburridas, debido a las pocas sorpresas que se esperan entre los ganadores. Christoph Waltz y Mo’Nique terminarán de llenar sus estanterías de los premios ganados éste año, los pitufos tridimensionales arrasarán y el rey del mundo se convertirá en el rey del Universo, y aparte de la alegría que sería ver por fin a Jeff Bridges con un Oscar, poca cosa más que valga la pena. Pero ya estamos acostumbrándonos mal, y puede decirse que últimamente no hay gala en la que no esté nominado algún español. Aparte de Pe, que ya se está convirtiendo también en una habitual de la ceremonia, esta vez está nominado como mejor corto de animación La dama y la muerte, de Javier Recio, que además es el primer corto español en 3D. Ritmo trepidante, humor y un We’ll meet again con tanto significado como cuando lo usó Stanley Kubrick en ¿Teléfono rojo? volamos hacia Moscú. Les deseo toda la suerte del mundo.
7

EJERCICIO DE VOYEURISMO



Pese a su apariencia de director comercial, Hitchcock fue uno de los que se dedicó a hacer más experimentos cinematográficos, de los que normalmente salió victorioso. Uno de ellos fue La ventana indiscreta.

En primer lugar nos encontramos con una unidad de lugar (un apartamento) y de tiempo (todo sucede correlativamente en dos días seguidos), como excusa, el protagonista, L.B. Jeffries (James Stewart), está con una pierna escayolada y mata el tiempo observando a sus vecinos. Eso permite mostrarnos al resto del vecindario desde su punto de vista, y no es casualidad que las ventanas tengan el mismo formato que una pantalla de cine panorámica, ya que al mostrarnos lo que ve Jeffries, el espectador se convierte en mirón también (en realidad siempre lo ha sido, para qué vamos a negarlo).

Es verano, hace mucho calor y por eso todo el mundo está con las ventanas abiertas. Jeffries es fotógrafo deportivo, y tiene las visitas de su novia, Lisa (Grace Kelly), una millonaria que quiere casarse con él, pero él tiene sus dudas. Casualmente (o no), todo lo que observa Jeffries tiene que ver con el amor: una bailarina rodeada de pretendientes, una solterona amargada, una ardorosa pareja de recién casados o un matrimonio que discute frecuentemente.

Una mordaz enfermera, Stella (Thelma Ritter, impagable, como siempre) es su otra visita habitual y forma con Lisa sus únicos contactos reales con el mundo exterior. A la que le parece descubrir que uno de sus vecinos ha cometido un asesinato las cosas se complican, pero su inmovilidad le hacen que esté indefenso.

Prácticamente sin banda sonora, tan sólo con los ruidos ambientales, Hitchcock supo transmitir perfectamente la sensación claustrofóbica y esa necesidad de cada vez espiar más a los vecinos que requería la película. Eso no impide que haga virtuosismos como el de la primera aparición de Grace Kelly (uno de los besos más bellos rodados por Hitch, que casi parece un sueño, aunque no exento de erotismo) o escenas como la de que, después de una discusión con su novio, Lisa entra en la habitación del asesino y consigue coger un anillo, todo ello sabiendo que está siendo observada por Jeffries, y finalmente consigue escapar con el anillo en el dedo, con lo que demuestra dos cosas: ha conseguido la prueba que buscaban, y ha “pillado” definitivamente a Jeffries.

Para qué recordar absurdos remakes como Disturbia, o incluso una versión con Christopher Reeve; el original sigue siendo igual de moderno y fresco que en el primer momento. Parafresando un famoso anuncio "busque, compare, y si encuentra algo mejor... véalo"
3

EN CRANFORD SIEMPRE OCURRE ALGO



Vale que las series televisivas están viviendo una era de oro, con propuestas de lo más innovadoras e ingeniosas (por supuesto, no estoy hablando de las españolas); pero de vez en cuando gusta ver una pieza de artesanía tan bien hecha como Cranford.

Seguro que a la que empiece a decir de qué trata muchos huirán como alma que lleva el diablo, diciendo que es de esas típicas series para mujeres. Bueno, ellos se lo pierden. Pues bien, Cranford es una miniserie de la BBC, basada en las novelas de Elizabeth Gaskell, una escritora victoriana, que retrata las vivencias de una pequeña comunidad, en la que –como dice uno de los personajes- “siempre ocurre algo”.

Esta miniserie de cinco capítulos es una auténtica delicia (su brevedad, comparada con la extraordinaria longitud de las series actuales, también es un aliciente), convirtiendo ese pueblecito inglés en uno más de esos lugares idílicos donde le gustaría perderse a uno, como Calabuch, Inisfree o Cicely, llenos de gente entrañable que viven sin prisas y disfrutando cada minuto, lejos de nuestro estresado ritmo de vida actual.

A este remanso de paz llega un joven médico, que altera la tranquilidad de las jóvenes (y no tanto) del lugar, y ese viene a ser el motivo principal sobre el que giran la multitud de historias secundarias, que sirven para mostrarnos la vida de la localidad.

Uno de los principales aciertos de la serie es que constantemente oscila entre la comedia y el drama, con una naturalidad pasmosa, prácticamente en la misma escena, aunque sale ganando el sentido de humor y se ve de principio a fin con una sonrisa. Por supuesto que ayuda mucho el excelente reparto de actores, tan perfectos como es habitual en los británicos, destacando en el lado cómico Imelda Staunton como la cotilla oficial del pueblo, siempre corriendo de un lado a otro como una gallina clueca en busca de novedades, y en el lado dramático Judi Dench como la entrañable solterona que vive a la sombra de su estricta hermana.

Este mundo, en el que las apariencias y las convenciones sociales lo son todo, de tal modo que hasta se tienen que ir a esconder si quieren chupar una naranja o se hacen piruetas con las velas para que estén en perfecto estado para las horas de visita –que son sagradas- , está a punto de sufrir un cambio radical con la llegada del ferrocarril, y se nos muestra a una aristocracia agonizante y conocedora de que está llegando a su fin, así como un proletariado que está empezando a reconocer que tiene unos derechos, como el de saber leer y escribir, lo que les causa no pocos problemas, ya que la clase superior no lo acepta.

Hay parejas de todos los tipos y edades, desde la del doctor y su joven enamorada y la formada por Judi Dench y Michael Gambon, ya casi en el final de sus vidas, pero como ya he dicho la alternancia de comedia y drama hace imposible que todas terminen bien, ya que la muerte casi viene a convertirse en una protagonista más. Por eso se les perdona que en el último capítulo los finales felices se acumulen y precipiten, ya que ha habido tantas muertes que los personajes se lo merecen… aunque también nos han enseñado que ninguna felicidad es eterna...
 
Copyright 2009 LA LINTERNA MÁGICA. All rights reserved.
Free WordPress Themes Presented by EZwpthemes.
Bloggerized by Miss Dothy